-Eso quiere decir que yo debo morir?- preguntó Sarada.

-Lo de ir y volver de la muerte es más bien una metáfora-  explicó Naruto- No necesariamente tienes que morir, pero si pasar por una situación que realmente puede matarte. 

Sarada quedó cabizbaja y pensativa. Boruto conocía esa postura de la azabache. Significaba:

"Estoy a punto de hacer algo idiota y necesito que me detengas"

-Sarada? -el rubio tocó el hombro de su esposa.

-Que pasa? -lo miró con una sonrisa fingida.

-Ni se te ocurra hacer una burrada.

La azabache iba a argumentar, pero fue interrumpida por su suegra, que llegaba anunciando el almuerzo. 

-Creo que tenemos que... - Sarada se levantó para despedirse, pero Boruto sujetó su brazo y dijo- venga por una vez que estos nos invitan a comer.

-Como que por una vez? -se enojó Hinata- si siempre os invitamos a comer y nunca lo aceptáis.

-Ves? - luego el joven Uzumaki miró a su Uchiha y luego sonrió de la forma que solo los miembros de su familia sabían hacer- Venga Sarada, no seas mala. 

Esa técnica nunca fallaba.

-Aii... -suspiró rendida- está bien tú ganas.

Por otro lado dos gemelos y una pelirrosa acababa de llegar a la residencia Uchiha.

-Oye abuela ya puedes bajarnos- pidió  Mikoto, ya que ella llevaba uno en cada hombro.

Sakura los bajó con delicadeza.

-Oye Miko creo que no debes pedirle esto a la abuela, de seguro harás que ella tenga dolores de espalda- advirtió. Minato.

-Me estáis llamando vieja? - preguntó la Haruno con una falsa sonrisa que demostraba molestia.

-N-no que va-  respondieron con un sudor en sus nucas.

-Pues bien- abrió la puerta de su casa-entremos.

La Haruno se puso a un lado para que los niñas entraran

-Gracias Abuela-  dijo de forma educada la mini Uchiha. 

Los gemelos pasaron y fueron hacia el salón donde había una mesita central,  ahí se encontraba el ajedrez que jugaban con su abuelo cuando aún estaba vivo. 

-Oye abuela-  le llamó Minato- juguemos una partida tú y yo.

-Bueno, pero que sepáis que no soy muy fan del ajedrez y tampoco soy muy buena- declaró. 

-No pasa nada yo te enseñare abuela- dijo Mikoto.

-Oye no vale.- protestó el mini rubio-  Miko es la mejor jugadora del club de ajedrez. Eso es injusto!

-Recuerda lo que dijo la profesora Mirai:

"La vida es un sin fin de injusticias,  acostumbrate a ellas"

-Ya sé. - Sakura chocó la palma de sus manos una con la otra-  Quién gane en una partida entre vosotros será mi maestro.

Minato escupe en la mano y la extiende.
-Trato hecho hermanita? 

Mikoto hace lo mismo.
-Trato hecho hermanito.

Mientras tanto una azabache y un rubio se despedian de una cierta  Hyuga y un cierto Uzumaki. 

-Gracias por la comida suegra- agradeció la Uchiha.

-No hay de que.

-Gracias mamá. Ha sido el mejor Ramen que comi en mi vida.

-Ajam.

-De-después del de Sarada, claro.

-Buen chico.

Todos se rieron y luego se despidieron.

Camino a casa Boruto no dejó de mirar a Sarada. La Uchiha estaba demasiado callada y eso era algo muy malo.  

Repentinamente  ella se detuvo en el medio del camino. 

-Sé lo que estás pensando y la respuesta es no -pronunció en alto y buen tono.

-Es el último regalo que me dio mi padre. Estos ojos son lo único que me queda de él! Como te sentirías si recibes un regalo y no puedes usarlo?

-No lo usaría si dicho regalo podría causarme la muerte al intentar abrirlo.

-Pero conocemos a alguien que con grandes conocimientos de medicina y puede hallar una forma de burlar el sistema.

-Quién? 

Quien?