Aún ni siquiera habia nacido el sol y boruto ya estaba despierto y preparado para la misión de aquel dia.

Tenían que ir a una guarida supuestamente abandonada de kara e investigar un poco más sobre esa misteriosa organización, sobre Kawaki y quizá sobre esas pesadillas que no le dejan en paz. 

Habia tiempo para salir para la misión,  pero cuando Boruto era el capitán del equipo él siempre era el primero a levntarse. Para el rubio menor era una forma de imponer respeto a sus subordinados.-que curiosamente eran su maestro y su padre.  Claro que si él no estuviese al mando sería el último en despertarse.

Boruto se encontraba en lo más alto del rasgacielos de la villa oculta del sonido.

-Aquí puedo ver incluso mi casa-  bromeó el joven.

Miró su móvil y nota que aún eran las 4:50 de la mañana.

-Creo que ya sé quién llamar.

A unos cuantos kilómetros de allí una Uchiha de ojos negros y pelo azabache dormía plácidamente en su cama cuando un ruido muy incómodo vino de su mesita de noche.

Sarada se despertó algo somnolienta y cogió su teléfono móvil.

-Hola dígame-  atendió sin saber quién era.

-Hola es la residencia de los Uzumaki?
-Si... -dijo entre un largo bostezo.

-Puedes pasarle a Sarada? Porque me parece que un zombie somnoliento acaba de coger su teléfono.

-Oye yo no soy ningún zombie somnoliento!  - fingió molestia pero le habia gustado la bromita de su esposo. 

-Je,je. Como estás Sarada?
- Bien,  pero supongo que tú no.

Sarada conocía muy bien las acciones de su marido.

Hubo algunas veces que Boruto tuvo que hacer misiones de vida o muerte aunque ya estuviera casado y con sus hijos-  obvio que él solo iba a ess misiones cuando no tenía opción-  y siempre cuando él tenía que hacer un procedimiento peligroso él los llamaba para oír las voces de su familia por última vez.

-Quieres que los llame?  - preguntó Sarada referiendose a Mikoto y Minato.

- Por ahora no quiero que me hables de como fue tu dia. 

-Son muchas cosas.  No te vas a aburrir ?

-Claro que no cuentame.

-Bueno verás... - el escuchó cada palabra y deseó que esas no fuesen las últimas.

Mientras a una persona se le despertaba en la madrugada otra nisiquiera podia dormir.Hablo de Mitsuki, que recordaba lo que su novia le habia dicho unas horas antes.

-Mateme, por favor-  ella cogió un kunai del bolsillo de su compañero y puso en su mano le obligó a poner su Kunai sobre su cuello- Ya no quiero ser un carga de nadie,  yo no quiero asesinar a nadie,  por eso-  sus hojos se llenaron de lágrimas- matame Mitsuki-kun.

El peliblanco se encontraba paralizado.

-Vamos Mitsuki- kun- suplicó- es solo cortarme la yugular y esta villa no correrá ningún peligro.

Ella abrió los brazos y dijo :

-Estoy lista- cerró sus ojos mientra lloraba y abrió los brazos. Sumire Kakei habia aceptado su destino.

Mitsuki estaba temblando, no habia tenido esa sensación de indecisión desde el test entre Orochimaru y Log años atrás.

Él cogió su Kunai y la tiró lejos.

-No seas idiota! - la agarra por el  hombro- yo jamás te mataría.

-Por que?  Si yo soy un peligro para todos! - gritaba entre llantos.

Mitsuki no respondió, apenas la beso con toda la fuerza del mundo.

-Mi-mitsuki-kun?

-Yo no puedo dañar a mis compañeros y sobre todo a alguien que amo. Además Boruto y los demás están buscando una forma de curarte.

-Estás seguro que ellos lo conseguirán?
-Si que lo harán, debo confiar en mis compañeros hasta  el final,  no?- sonrió como siempre lo hace.