Cap. 1: El regreso (por Boruto)
POV Boruto
-Sensei ¿qué siente cada vez que vuelve a casa?
El largo tiempo que tardó en responder me hubiera preocupado, de no tratarse de Uchiha Sasuke...
-¿Qué sientes tú?
-¿Está evadiendo mi pregunta con otra?
-Mph.
Luego de pronunciar su característico monosílabo, dejó la conversación allí.
Miré al suelo, suspiré y levanté la cabeza mirando lo que tenía frente a mis ojos: el camino que me conducía a mi hogar.
-No lo sé. Es una mezcla de emociones- trataba de gesticular para expresarme mejor- Es decir... me siento feliz por volver a ver a mi familia y amigos... pero estoy algo nervioso.
-Es normal. Uno tiene cierta expectativa sobre como va a ser recibido, o la impresión que generará en sus seres queridos. Todo porque ellos nos importan, nos importa su opinión- apoyó su única mano sobre mi hombro, transmitiéndome algo de esa inmutable paz que irradia- Con el tiempo lo controlarás mejor, o en su defecto te conocerás mejor como para...
No dejé terminarlo que apoyé mi mano sobre la suya. Regalándole una sonrisa y un 'gracias'.
A lo que él pareció corresponder con una imperceptible y milimétrica sonrisa también.
Pasar tanto tiempo con Sasuke-sensei forjó un poco mi carácter. Es decir, en verdad soy algo más serio que hace unos años.
Pero sin llegar a su extremo de no demostrar afecto jeje.
-Ahora que lo dices... estoy un poco ansioso por ver a Sarada...
Algo comenzó a inquietante aún más.
No es que me haya olvidado de Sarada (de haber tenido que hacerlo, me hubiese salido en pésimo sentido) si no que, no pensé en que debería decirle después de lo que pasó cuando nos despedimos.
Actualmente debe odiarme. Y debo enmendar eso.
El sonido de apertura de la puerta de la habitación del Hokage me sacó de mis pensamientos.
Ahí estaba él. Sonriente como va siempre.
Nos dio la bienvenida.
-¡Boruto! ¡Sasuke! ¡Que alegría que estén aquí!
-Gracias viejo. Me alegra verte también.
-Mph.
Antes de poder articular otras palabras, giré mis ojos y allí estaban.
A un lado de la puerta se encontraba mi viejo equipo.
-¡Boruto¡ ¡Me alegra mucho verte!- mientras mi sensei me alborotaba los pelos y me tomaba del cuello.
-Yo también estoy contento Nii-chan
-Me alegro que estés aquí amigo. En verdad te extrañé.
-Yo también te he echado de menos Mitsuki- un choque de puños fue más que suficiente para ponernos al día.
Pero con Sarada la cosa fue distinta. Sólo nos miramos a los ojos.
En silencio.
Para ser sincero, no había planeado eso. Quería hablar con ella y arreglar las cosas.
Pero algo no me dejó hablar.
Quizá fueron esos ojos ónix que tantos sentimientos me transmiten.
O ver su apariencia después de estos años también me shockeó.
Estaba un poco más alta, pero aún así, era más baja que yo.
Su cabello estaba apenas un poco más largo, pero no sobrepasaba sus hombros.
Y su ropa ninja era muy similar a la de hace unos años, pero con pequeños detalles.
Casi sufro de un infarto cuando ella decidió romper el silencio y la complicidad de nuestras miradas.
-Boruto...
-Sarada... ho-hola...
-¡Boruto! A partir del día de hoy, te restituyo al equipo 7.
El viejo me había salvado.
¿Tartamudear al decir 'hola'? ¿A caso soy estúpido?
-De acuerdo viej... Hokage-sama...
Una mirada incrédula y carcajadas salieron de mi padre.
-Pueden retirarse equipo 7. Y Boruto, ve a casa. Tienes gente esperándote...
-Sí.
Al salir de la oficina sólo el sensei se quedó. De seguro tendrían mucho de que hablar.
Durante mi entrenamiento, Sasuke solía irse por varios días y volver a ver mi progreso.
De seguro tenía sus motivos externos.
Mientras nos dirigíamos hacia la entrada de la Mansión Hokage, Konohamaru y Mitsuki me hacían demasiadas preguntas sobre mi viaje.
Por su parte, Sarada se encontraba al margen, escuchando todo y sin hablar.
-Boruto, realmente me alegra que mi equipo vuelva a estar completo. En verdad te extrañamos ¿verdad?- el sensei miró a Sarada y Mitsuki quienes asintieron con la cabeza, aunque Sarada con muchas dudas- debo irme. Nos veremos en la próxima misión niños.
-Yo también he de irme. Debo visitar a mi padre.
Y como siempre, nos dejaron solos a mí y a Sarada.
Estoy comenzando a creer que lo hacen de manera intencional...
-Bueno Boruto... yo también me voy... a mi casa...
-Oye, nuestras casa están en la misma dirección... ¿te molesta si... si vamos... juntos?
-N-no. Para nada...
Caminé junto a ella. Como deseé todos esos días alejado de la aldea, pero algo andaba mal.
Ambos estábamos completamente en silencio. Ni si quiera podíamos mirarnos.
De hecho, con su mano derecha comenzó a sobar su antebrazo izquierdo mientras alejaba la vista de mi.
Realmente incómodo.
Iba a romper el silencio, pero en ese instante algo me chocó.
Sarada soltó un pequeña risita mientras tapaba la boca con sus dedos.
-JA-JA muy gracioso...- le repliqué fingiendo enojo.
Al levantar la vista para ver quién me había impactado, me llevé cierta sorpresa.
¡Era un robot!
-Disculpe Uzumaki Boruto-san- dijo la chatarra parlante mientras se marchaba.
-Un momento... ¿cómo sabe mi nombre?
-Pues, es porque cada robot tiene una copia de la base de datos de los habitantes de aquí, y así poder distinguir sujetos no identificados que supongan un peligro para la aldea.
-O sea que tienen el control sobre todas las personas ¿verdad?
-Mhhhh, yo no diría eso. Simplemente tienen cierto conocimiento sobre los ciudadanos. Pero son buenos chicos.
-¿Ciudadanos?
-Boruto, Konaha ya ha dejado de ser una aldea. Mirá a tu al rededor. Esto es una ciudad.
Era verdad. Aunque la apariencia de la aldea no había cambiado mucho desde que me fui, estaba mucho más grande.
-Y por cierto ¿de dónde salieron? Al llegar noté sus presencias pero no le di demasiada importancia...
-Verás... estos años que estuviste fuera, la empresa del padre de Denki, Kaminarimon, avanzó muchísimo en la investigación y creó estas herramientas de ayuda para los humanos.
-¿Herramientas? Pero si acaba de pedir perdón. Se sentía apenado...
-Claro que no. Están programados para respetar ciertos códigos, uno de ellos es el ético.
-O sea que crearon vida, pero que no puede elegir su destino ni su accionar.
-No entran en lo que se categoriza como seres vivos. No sienten dolor, no se reproducen y sobre todo, no sienten.
-¿cómo podemos estar tan seguros?
-Boruto, estás discutiendo con años de trabajo e investigación sólo porque te resulta 'raro'...
Sarada tenía algo de razón. No tenía mucho sustento en lo que decía. Era más bien una corazonada.
Además no quería seguir discutiendo con ella, si no pedirle disculpas por lo que hice en el pasado.
-No. Eso no es raro. Las mallas que usa Metal Lee son raras...
Sarada soltó una carcajada.
Que hermoso sonido.
Madre santa, había pasado mucho tiempo sin escuchar algo tan bello.
Y realmente me hacía sentir muy bien conmigo mismo hacer feliz a mi compañera de equipo.
-Jaja eres un baka. No dejes que Metal te oiga. Se pondrá triste.
-Tranquila. No lo hará.
-Bueno Boruto, ahí está mi casa así que... nos vemos luego...
Pero antes de voltear la detuve.
-Sarada...
-¿Boruto?
-Quisiera que... quisiera ha-hablar sobre lo... lo que sucedió la última vez que nos vimos...
-E-en... en este mo-momento estoy ocupada... será otro día... ¡adiós!
Rápidamente volteó y se fue.
Lo sabía. Todavía me odia...
Al llegar a casa tuve un gran recibimiento de mi madre y Hima, con quien prometí entrenar un día de estos.
Mi viejo llegó para la cena como prometió y todo salió realmente bien.
Al final del día me acosté boca arriba en mi cama, pensando en ella.
Sabía que las cosas no estaban del todo bien con Sarada. Y debía arreglarlas.
...
Me desperté por la mañana. Realmente temprano.
Esto era culpa de Sasuke-sensei. Pero no por obligarme a madrugar durante el entrenamiento.
Si no que estaba parado en la oscuridad de mi habitación mirándome
-¡Sasuke-sensei! ¡¿qué rayos hace aquí?!
-Llegó la hora de probar tu entrenamiento. Te espero abajo.
Luego de recuperarme de ese casi infarto bajé y seguí al sensei.
-¿Puede decirme a dónde vamos?
-Paciencia.
-Claro, la suficiente como para estar parado en la oscuridad de una habitación ajena ¿verdad?
-Llegamos.
Era el campo de entrenamiento y a lo lejos podía divisar a mi viejo y a... ¿Sarada?
-¡Al fin llegas Sasuke!
-Fue por culpa del holgazán de tu hijo.
-¿Boruto?
-¿Sarada? ¿qué haces aquí?
-Estoy en la fase final de mi entrenamiento con el Nanadaime ¿qué haces tú aquí?
-Lo mismo...
-Así es niños. Llegó la prueba final para ver su mejoría...- el viejo estaba algo ¿entusiasmado?
-Creo que ya sé a donde va esto...- Sarada se tornó seria.
-¿Hacia dónde hija?
-Nos harán pelear a mí y a Boruto contra ustedes...
-¡¿QUÉ?! ¿en serio? ¡es genial!
-No lo es Boruto. No se van a contener y...
Pero mi padre interrumpió a Sarada.
-Hay algo de verdad en lo que dices Sarada. No nos contendremos cuando peleemos contra ustedes... pero no están preparados para ello.
-¿Entonces a qué te refieres viejo?
Sasuke-sensei irrumpió rápidamente alzando la voz.
-Sarada, Boruto. Pelearan entre ustedes...
Ambos abrimos los ojos de sobremanera y nos miramos.
Tengo que pelear contra Sarada...
-----------------------------------------------------------
Bueno. He aquí la segunda temporada. El capítulo era más corto, pero lo alargué para compensar el tiempo sin actualizar. Saludos y gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro