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02.nacimos para ser aceptados

ii. chapter two, born to be accepted
written by eunice !

Camille siempre fue fan de los animales, pero no solo por su parte diferente o en la perspectiva de admirarlos, sino de poder ser una cuidadora de ellos. Y eso paso cuando uno de los terneros de la granja de su abuelo estaba por caerse del acantilado para dar a un río, el cual había crecido de gran manera y portaba una gran corriente.

Para fortuna de ella, solo se hizo una cortada en la pantorrilla y el pequeño animalito salió con vida de ahí.

Pero apenas empezaba lo malo, su madre y abuelos no estaban bien, sobre todo la primera. Sus abuelos se preocuparon demasiado, llevándola al hospital más cercano, sin embargo, su mamá, solo se dedicó a regañarla en todo el transcurso.

—Sé que quieres protegerlos. —dijo una vez más calmada ayudando al médico a limpiar la herida— Pero no arriesgándote, a veces debes dejar a la naturaleza, seguir su curso.

Aquellas palabras siempre resonaron en su cabeza por toda su vida, por más que quería hacerlo, no podía, ese sentimiento de ayudar siempre estaba presente.

—Necesita protección.

Alex miraba a sus compañeros en busca de una respuesta favorable, Camille miraba con desdén la biblioteca, no le agradaba ese lugar, pero era lo mejorcito que se podía conseguir en las circunstancias de su negocio.

Miro a Memo quién tomaba un jugo de naranja cortesía de ella, después de ver que se olvidó meter su bolillo con mermelada a la mochila, pero bueno, el azúcar y el migajón ayudan con el susto y es lo que importa.

—Tiene razón, se la van a comer allá afuera. —Daniela coincidió con Alex.

—¿Y? Nosotros no somos agencia de caridad. Además, ni si quiera sabemos si es de confianza.

Camille rodó los ojos al oír dicho comentario de parte de Tenoch.

—Sí, si lo fuéramos ya le hubiéramos conseguido una novia a Tenoch. —respondió con cierto sarcasmo.

Daniela y Marifer rieron por lo bajo aguantando soltar la carcajada que su caja torácica reprimía.

—Para tu información, no la necesito.

—Ay, por favor. Si no la necesitas es porque nunca has sentido la sensación de estar en pareja, dime, ¿cuándo fue la última vez que besaste a una chica?

Tenoch estaba por responder, pero la sensatez cayó sobre Alex para callarlos, porque sabía lo que se aproximaba.

—Bueno ya, ahora no nos importa eso. —dijo mirándolos a ambos con advertencia—A ver, recuerda cuando tú empezaste en la escuela. —miró a Tenoch—, ¿no te hubiera gustado que alguien te hubiera ayudado?

—Sí... pero nadie me ayudó. —achicó los ojos mirándole con cierto rencor hacia Alex.

—Solo digo... que le demos una oportunidad.

El azabache suspiro.

—Bueno, nada más para que no digan que no tengo corazón. —declaró y volteó hacia la mesa contraria. — Memo. —llamó al chico con un tono autoritario.

Él se sobresaltó mirándole atento.

—¿Para qué materias eres bueno?

—¿eh? —pronunció sin entender el propósito de la pregunta.

—Mate, español, física, historia, dibujo. —enlistó, pero Memo seguía sin entender— Bueno, ¿cuál era tu promedio en tu otra escuela?

—Ah... —dijo después de comprender— Como un siete, creo.

—¿Siete, cerrado? —cuestionó con asombro, Alex y Camille hicieron una mueca— No pues no, ni modo. —frunció los labios mirando ahora a los dos.

—Para algo debe de ser bueno. —insistió Alex.

—Puede engrapar los trabajos. —propuso Dani.

—Pero si ya sabemos que se quiebra bajo presión. —Marifer se burló al recordar lo que paso con Salatiel en la mañana. — Ya tenemos uno de esos, no necesitamos otro.

Axel se encogió de hombros en su asiento suspirando al recibir la mala mirada por parte de su novia.

—Bueno, pues buena suerte en la prepa. —Tenoch tomó sus cosas poniéndolas en su portafolio y los demás comenzaron a levantarse. — Échale ganas.

Alex y Camille le lanzaron una mirada de arrepentimiento al ver que no lograron nada.

—Suerte. —le motivó Dani una vez salieron.

Camille quien fue la ultima en salir miro apenada al nuevo.

—Trataré de convencerlos, por mientras no te preocupes. —dijo palmando con suavidad su hombro.

El oji-azul asintió con cierta esperanza que podrían llegar a ser amigos.

( . . . )

Las canciones en otro idioma siempre fueron un deleite para Camille, en especial en italiano. Pero las canciones que ponía Miss Ilse eran una tortura, por más que quería no lograba siquiera formar una frase.

Su método de enseñanza es algo inusual, era joven y por lo tanto sus ideales eran modernos, y eso lo sabía, era la única maestra que los ponía a sentarse en el piso, y era horrible para la hora en que la hacían, siempre había jugo o migajas tiradas.

El listening de hoy fue una canción, que no supo como descifrar, por más que se esforzaba le era imposible, era como entender las oraciones en latín que el padre daba.

—Okay, —pronunció para agacharse y pausar la canción— who can tell me what the song is about?

Todos se miraron entre si y algunos agacharon la mirada, sin embargo, la profesora no perdía la fe.

—Nobody? —miró a todos y asintió. — Okay, what about of the new kid on the block?

Memo quien tenía la barbilla apoyada sobre la palma de su mano, paso a juguetear con sus dedos con nerviosismo.

—Go ahead, Memo. —motivó.

Él dudo y sin dejar de jugar con los dedos contestó, aun con nerviosismo, pero para sorpresa de todos, Memo resultó ser más habilidoso de lo que se creía.

—Um... Well, I didn't listen to all the lyrics and the song seemed quite confusing, but i think the song is about on wanting to back a better time where you can believe in yourself and no one could look down on. Rigth?

—Right.

La miss Ilse afirmo con emoción y una notoria sonrisa en su rostro.

—Miss, ¿eso si es inglés?

La sonrisa de la mujer desapareció al escuchar dicho comentario. —Ay Benny. —suspiró con cierta desmotivación.

El timbre sonó, Daniela y Camille se miraron y asintieron en una mirada cómplice, apenas ambas recogieron sus cosas corrieron hacia Memo.

—Oye. —llamó la rubia yendo detrás de él. — ¿Por qué si le sabes al inglés, no nos dijiste nada? —cuestionó.

—Hmm, no, no sé.

—Pero le entendiste a la canción, ¿No? —pregunto Dani y el asintió dudoso. — Es que hay una canción que me gusta mucho de Ac Of Base —pronunció comenzando a buscar el casete en su mochila ofreciéndosela al chico— The sign. —señaló sobre el nombre con una sonrisa. — ¿La podrías traducir? Digo, me gustaría saber que canto.

Él aceptó y Camille se rio levemente.

—Bueno, no venimos a eso, solo que, si sigues interesado, convenceremos a Tenoch que puedas estar en el negocio. —afirmó y él le miro dudoso.

—Okey... está bien, gracias.

Ambas corrieron escalera abajo buscando al antes mencionado, Camille miró el lugar como de costumbre en busca del chico y no fue difícil encontrarlo, era el único que portaba una chamarra color azul tristeza.

Al momento de plantearle la situación, el ceño de Tenoch permanecía fruncido, no muy de acuerdo con la idea.

—Pero si lo integramos tendríamos que dividir las ganancias entre los seis.

—Tenoch... nadie es bueno en inglés, ni siquiera saben preguntar en donde esta el baño, y Camille solo habla francés. —expresó con insistencia.

—Además, si él está podrá ayudarle a Marifer, hacer crecer el negocio, buscar más gente, más dinero... —enlistó Cami y la rizada asintió.

—Y ahora con sus problemas amorosos, esta bien tener un remplazo. —contesto Tenoch un poco más convencido.

—Exacto. —dijeron las chicas al unísono.

—Y tengo entendido, eso no se va a solucionar.

—¿y cómo sabes?

—Tengo una teoría, ¿han visto la telenovela agujetas de color de rosa?

La francesa y el oaxaqueño rodaron los ojos al mismo tiempo, a veces se les olvidaba que Daniela vivía en la burbuja del romance y el drama televisivo.

El no contestó y solo enfoco su vista en Guillermo quien daba vueltas en el patio.

—Memo —vocifero con sus manos alrededor de sus labios, el chico volteó con duda. — Sí, tú.

El castaño sonrió y corrió con emoción hacia ellos.

—¿Que tan bueno eres con las personas? Me refiero en socializar. —preguntó Tenoch.

A Memo no le cayó bien la pregunta porque hizo una mueca sin saber que responder.

—Bueno, creo que puedes tener un puesto ahora que, Alex y Marifer tiene broncas. —mencionó Camille para evitar que Memo respondiera.

—No, no entiendo.

—Mira, Alex y Marifer son como nuestros Brenda y Dylan de Beverly Hills 90210. —explicó Daniela— ¿Has visto la serie? —contestó y el oji-azul asintió. — Es una gran serie. —contestó entusiasmada al ver su afirmación.

—¿No íbamos a hablar con él sobre el negocio? —interrumpió Tenoch lanzándole una mala mirada a Dani.

—Y Tenoch no tiene problemas con las chavas porque nadie lo pela. —soltó en forma de desquite.

—No es eso, es porque no me invitan a las fiestas y no me dejan entrar a las tardeadas, es la puta discriminación, pero está mejor. —enfatizó en la ultima palabra viendo a Camille.

—Si, así no estarías lidiando con un chava descortés y brusca ¿no?

—Sí, porque necesito concentrarme. —admitió viéndola con desdén a la rubia. — Estoy ahorrando para una computadora.

—Eres el único güey que conozco que prefiere una computadora antes que a una novia. —exclamó Dani confundida después de presenciar la tiradera de sus amigos.

—Yo tengo una. —habló Memo quien en todo el tiempo solo se dedicaba a responder con movimientos de cabeza, los tres le miraron fijamente deduciendo el sentido de su respuesta. —Una computadora. —aclaró.

—¿En serio? ¿Es IBM? ¿Mac? —pronunció Tenoch con emoción— ¿Cuánto de memoria RAM?

—No, no pues no sé, o sea, mis papás me la trajeron de Estados Unidos.

—¿sabes qué? —enfatizó mirando a las chicas— Me está gustando la idea de integrar a este muchacho en el negocio.

Ambas asintieron con emoción, sin embargo, Memo seguía sin entender.

—Pero. ¿qué, qué es el negocio? —cuestionó y volvió a pronunciar al escuchar el "¿ah?" de Tenoch. — ¿qué es el negocio? Es que, yo no entiendo lo que ustedes hacen.

Los tres lanzaron una mirada cómplice entre ellos, el azabache palmeó el lado vació a su lado invitándolo a sentar.

—Lo que te voy a decir, es confidencial. —susurró y él asintió.

» Cuando llegué a la escuela, estaba, emocionado. Era un joven oaxaqueño, becado, recién llegado a la ciudad, con ilusiones. Pero me di cuenta que aquí, como te ven te tratan, y yo era diferente a todos. Pero tenía algo que ninguno de ellos tenía, No soy pendejo.

» Así que tuve una idea, empecé a traficar con el conocimiento. Pero llegó el día en que me empezó a superar la demanda, así que le pedí ayuda al segundo mejor promedio de la generación.

—Casi estamos empatados. —bramó Daniela.

—El segundo mejor promedio.

» Y necesitaba a alguien que pudiera hacer las tareas creativas, los cuentos, poemas, los dibujos. También alguien que entendiera matemáticas y biología a la vez, y fuera el apoyo de todos, y en especial, la mejor en física también servía quien fuera la atrayente del grupo, a pesar de lo torpe, era amable, y la escuela la puso como la niña más linda de cuarto. —Camille al oírlo y saber que se refería a ella, le dio un codazo discretamente— Pero había veces en que los clientes no querían pagar, no podía hacer nada a respecto. Necesitaba protección alguien que respetaran,

—Es un ex – fresa. Les gusta a las muchachas, así que, junto con la niña más linda y él, son la cara del negocio.

—Además sabe karate, por si se arman los trancazos. —argumentó Daniela.

—Él quiso entrar al negocio porque le vio potencial, casi ni le tuve que insistir.

Camille le miró incrédula al saber que decía una mentira y no aceptaba que casi tuvo que rogarle.

—Y luego se empezó a encariñar con nosotros, empezó a andar con Marifer y ni modo de dejarlo. —explicó la castaña.

—Y desde que somos amigos, todo el mundo nos respeta. —enfatizó mirando a Memo.

En ese momento Benny y Erick le lanzaron un envase de frutsi vacío a Tenoch quien puso las manos en forma de escudo, y Memo abrazo a Camille quien estaba cerca en forma de reflejo.

—Adiós pinche, Benito.

Los tres bajaron la guardia y el oaxaqueño suspiró.

—Benito Juárez —aclaró. — Ni me parezco, pero es el único oaxaqueño que conocen.

—Claro, porque fue el único que se lavo las manos con sus tranzas. —contestó Camille despectivamente.

—¿Solo porque tienes raíces europeas te sientes en el derecho?

Camille le sonrió falsamente en modo de contestar. Tenoch suspiró, y miró a Memo.

—Y bien, ¿le entras?

El chico le miró con duda, y Daniela habló para tratar de convencerlo.

—Por nosotros estas dentro.

—¿En serio? —preguntó con entusiasmo. — Yo hago lo que ustedes me digan.

—Esa es la actitud. —expresó Tenoch con entusiasmo.

—Solo, hay que convencer a Marifer. —interrumpió Dani siendo despectiva.

—Eso va a estar más difícil. —contestó el jefe del negocio y Memo frunció los labios. — No le diste buena impresión.

—Tranquilos, quizás Alex haga que se le pase el coraje, si está con suerte —contestó Camille con duda. — Por eso, la primera regla. No te enamores, Memo. —enfatizó compartiendo una mala mirada hacia su compañero oaxaqueño. — Míranos a Daniela y a mí, libres y despreocupadas —sonrío y miró de reojo que su amiga miraba la hora en su reloj de muñeca.

—Tengo que irme. —declaró tomando su mochila para colgarla sobre su hombro. — Nos vemos al rato.

—Seguro va a adelantar trabajo. —mencionó el chico. — Es muy responsable.

—¿En serio?

—Sí. —Afirmó, — El segundo mejor promedio.

—Wow. —contestó Memo con asombro.

Camille suspiró tomando su mochila también después de ver su reloj de muñeca.

—Tengo que irme, Marisol ya salió de su taller y si no me ve hará un drama con mi madre. —murmuró recordando a su hermanastra despidiéndose de ambos.

—No comprendo como ambas son hermanas, no tienen parecido. —expresó Tenoch.

La chica rodó los ojos, ella nunca aclaro su relación sanguínea o política con la menor, pero no debía de ser uno tan tonto para deducir que ambas no eran familia.

Maldita inteligencianula de Tenoch. 

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Perdón por no publicar nada, pero nada más que la inspiración no me llegaba, y ahorita ando medio chípil que mi teléfono se estrelló, y no fue precisamente la mica protectora, todo fue culpa de la tienda que me vendió dicha mica afirmando que no había otra mica que cubriera toda la pantalla y por tener dedos de mantequilla, y la chica a la que le compré la primera vez cerró el changarro. 😔

Pero bueno, lo que importa es que mi teléfono sigue jalando al cien, y eso que en la noche del quince se me cayó en la olla del pozole, quizás era un presagio, idk.

Perdón si el capítulo fue demasiado largo, en ocasiones les cortó a las 2,000 palabras cuando no hay tanto desarrollo, y eso que tuve que cortarle porque ya llegaba a las 4,000 palabras, so, espero no les aburra.

Bueno, solo les queda hacerle una pregunta, ¿Qué opinan de las indirectas de Camille y Tenoch? Solo les puedo decir que me inspiré en The prophecy de Taylor Swift para escribir este capítulo, jeje

Sin más, gracias por llegar hasta acá <3

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