Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. THE CULLENS

╰┈➤ ❝ [ Recuerda comentar y votar para más actualizaciones ] ❞

Nunca había pensado en cómo iba a morir. Pero morir en lugar de alguien que amo me parece una buena manera. Esa es mi filosofía.

Así que no puedo arrepentirme de haberme ido de casa con mi melliza. Extrañaría Phoenix. Pero no el horrible calor, eso es algo que Bella adora.

Extrañaría a mi madre querida con sus locuras de viernes en la noche. Y a su nuevo esposo, que era alguien amable, a comparación de algunos que ha tenido.

El era ese tipo divertido con el que te gustaba pasar el rato. Veíamos muchas películas viejas y engordábamos con frituras, aunque amenazaba con golpearlo cada vez que quería hablar de deportes.

— Las quiero mucho, pero vamos tarde al aeropuerto.— habló Phil mientras estaba guardando el resto de las maletas en el auto

Ellos querían ir de viaje, así que voy a pasar un tiempo con mi papá junto a Bella, mi otra mitad.

Somos como siamesas. Hacemos todo juntas, compartimos nuestros secretos y nos amamos de forma incondicional.

La mayoría de las hermanas no se llevan bien, pero Bella y yo, somos una misma.

— Mamá, me aprietas.— me quejo al ser rodeada con sus brazos

Ya nos habíamos despedido, pero ella insistía en abrazarme y decirme que me extrañaría mucho.

— Becca, siempre te quejas del contacto físico.— ataca y asiento mientras me suelta

— Si, por que no me gusta.— me pongo mis lentes de sol — No entiendo por que la gente lo hace. No sabes lo que ha tocado.

— Por que es normal, ¿tal vez? — se burla Bella y le doy un empujón — Voy a extrañarte mamá.— se abrazan y aparta la mirada

— Sólo son unos meses, no es como que nos vayamos a vivir ahí por siempre.— argumento — Por lo menos, no voy a sudar y sentir que me derrito casa cinco segundos. Esto es el desierto.— me subo al auto

— Cálmate, solecito, no nos vayas a cegar.— se burla Phil y ruedo los ojos poniéndome los audífonos

Creo que es algo bueno salir de la ciudad y ver a papá. Creo.


∘₊✧ ───────────────── ✧₊∘

Todo había pasado algo rápido. Fueron las siete horas de mi vida más eternas. Había escuchado toda mi playlist y casi cegado por leer tantas páginas.

Necesitaba salir del avión. Y por fin eso había sucedido, podría enloquecer y salir en el periódico.

Papá nos recogió y todo fue muy incómodo. Creo que lo había visto cuando tenía doce. Mamá y el no tienen la mejor relación, y casi no lo conozco.

Se que es un buen sujeto, y es amable. Pero no compartimos tanto tiempo como un padre y una hija deberían. Así que, para mi, es Charlie.

Ibamos en el auto, yo en el asiento trasero viendo por la ventana. Todo era estática en mi cabeza.

En el estado de Washington, bajo un cielo nublado, había un pequeño pueblo llamado "Forks." Población: 3120 personas. Aquí me estoy mudando. Así que, todos sabrán mis humillaciones.

Me encantaba su clima templado. Amaba el frío y la lluvia. Odiaba totalmente el calor y el bochorno.

Así que, mi instancia aquí, no será todo un infierno. Literalmente.

— Tienes el cabello más largo.— le dijo Charlie a Bella

— Me lo corté.— respondió a secas y sonreí viendo el panorama

El lugar era lindo. Es el típico sitio donde graban las películas de terror, pero lindo.

— Volvió a crecer.— respondió tímida y sólo negué con la cabeza

El estaba tan nervioso que apenas podía hablar. Así era Charlie. No sabe como acercarse a nosotras.

Habíamos llegado a casa; estaba igual a como la recordaba. Era muy hogareña y linda. El color blanco resaltaba en la madera y tenía dos árboles gigantes que te daban una vista genial. Me encantaba ese lugar.

Solía pasar dos semanas aquí casi todos los veranos. Pero eso fue hace años.

Ambas salimos del auto y fuimos al maletero. Charlie nos había recogido en la patrulla, supongo que es obvio que es el jefe.

— Te ayudo.— me dice Charlie mientras agarro algunas bolsas

— Yo puedo, gracias.— me alejé a la puerta

Sólo quería dejar todo sobre la cama y recostarme en ella. Tenía mucho que acomodar, y odiaba haber viajado por tantas horas.

— Vacíe un par de estantes en el baño.— indica Charlie mientras vamos por el pasillo

— Cierto. Un baño.— divague y entré a mi habitación

Estaba justo como la dejé cuando vine aquí por última vez. Eran cosas muy tontas las que tenía pegadas en las paredes. De una niña en realidad.

Tenía que hacer muchos cambios. Y eso me gustaba, acomodar mi recamara a mi gusto. Un nuevo inicio, siempre lo quise hacer en casa.

— Buena lámpara.— frunzo el ceño y la deja en la mesa — La vendedora escogió esto.— volteo a ver a la cama

Había una gran cobija púrpura, más larga que yo.

— ¿Te gusta el púrpura, ¿no? — hago un mueca y suspiro

— Púrpura está bien. Gracias.— respondí entre dientes y todo se puso incómodo

Había un silencio que te hacía querer salir huyendo o escóndete, cualquiera de las dos.

— Bien. Iré a ver a Bella.— asiento y lo veo salir

Lo bueno de Charlie, es que no me molesta. Me da mi espacio y eso es algo bueno.

Me senté en la cama a tener una imagen mental de lo que podría ser mi nueva habitación. Una que sólo usaré por meses, pero, me gusta tener mi espacio.

— ¿Y que piensas, Bex? — alzo la cabeza al escuchar a Bella — ¿Es algo bueno esto?

— Tengo mucho que hacer.— me voy haciendo una coleta — Pero al menos, espero que mamá la pase genial en la parte del mundo que esté.— sonríe

— Es como en los veranos. Solo será temporal. Trata de relajarte.— suspiro asintiendo

— Lo haré. Iniciare a desempacar y despejar el pavo de papel que hice a los diez.— se ríe y sale de la habitación

Me dejo caer en la cama y observo el techo.

Mitad de curso en la escuela, dejar a mis amigos y venir de la nada, bueno, esto me suena al comienzo de algo que no logro descubrir.

Siempre me he sentido diferente, casi como si tuviera una enfermedad mental. Solía escuchar voces, como gente hablando pero sin emitir palabra. Como pensamientos.

No le contaba a nadie por que me meterían en alguna institución mental, y eso me volvería loca, no la otra parte. Creo que es mi mayor secreto.

Y lo es, por que me aterra. No encuentro una explicación, y me gustaría tenerla.

Escuché ruido afuera y decidí acercarme a la ventana como buena metiche que soy. Al ver, noté a dos personas cerca de una camioneta que no estaba ahi cuando llegamos, era roja y de carga, algo vintage.

Baje para saludar y todos se sorprendieron ante mi llegada. Yo les dediqué una calida sonrisa.

— Becca, ¿recuerdas a Bily Black? — asenti ofreciendo mi mano

Era un señor no tan mayor en silla de ruedas. Tenía recuerdos vagos de este lugar o de las personas. Pero hay rostros que no olvidas.

— Si. Te ves bien.— estrechamos las manos

— Aún bailo.— sonrío — Me alegra que finalmente hayan llegado. Charlie no ha dejado de hablar de sus mellizas desde que lo llamaron.— lo vi y pareció ponerse tímido

— Sigue exagerando, y te enterraré en el lodo.— le dice Charlie al Sr. Bill y sonrío

— Después de que te atropelle los tobillos.— me río y se van alejando, el chico se acerca

— Soy Jacob.— se presenta y sonreí de forma cálida

— Hola.— saludé algo reservada

No lo recordaba mucho, aveces tiendo a olvidar cosas, lo cual es extraño.

Tenía el cabello largo, pero linda sonrisa. Digamos que no le favorecía mucho su estilo. Pero algo en el me trasmitía tranquilidad.

— Solíamos hacer pasteles de barro cuando éramos niños.— me cuenta y alzo mis cejas

— No recuerdo mucho, aveces olvido cosas.— expliqué tímida y escuché el escándalo — ¿Siempre son así? — me ve con una sonrisa

— Peor ahora que son viejos.— me río asintiendo

— Genial.

— Hola.— escucho a Bella y volteo a ver — ¿Qué hacen? — se acerca a nosotros

— Bella, el es Jacob.— la presento y notó que los ojos del chico se iluminaron — Jacob, ella es mi melliza.— estrechan las manos

— Un placer.— el le sonríe embobado

— El placer es mío.— divaga y sonrío al notar las evidentes señales

— ¿Qué opinan? — Charlie golpea un poco la camioneta y frunzo el ceño

— ¿De qué? — pregunto confundida y veo a Bella

— ¿De su regalo de bienvenida? — mis ojos se abren de par a par

— ¿Esto? — pregunto con entusiasmo y sonríe

— Acabo de comprárselo a Billy.— explica y sonrío ampliamente

— Recostrui el motor.— me indica Jacob y veo a Bella con emocion

— ¡Dios mío! — exclama Bella — Está perfecto. Estás bromeando.—abro la puerta y me subo del lado del conductor

Pongo las manos al volante con extasis. Siempre quise tener mi propio auto. Y este me encantaba, tenía lo suyo.

— Bueno.— Jacob se sube conmigo — Tienes que oprimir dos veces el embriague, pero fuera de eso, no deberías tener problemas.— me muestra y asiento

— ¿Este? — le señalo bajo mis pies

— Si, ese.— suspiro y veo la llave puesta, enciendo el auto

— Espero no te vayas sin mi.— menciona Bella desde la ventana

— No podría.— sonríe — ¿Quieres que te llevé a la escuela o a otro lado? — le pregunto a Jacob

— Voy a la escuela en la reserva.— asiento apenada

— Cierto. Que pena. Me hubiera gustado conocer al menos alguien más aparte de mi hermana.— me da un empujón y río

— Ya, bájate, hay que seguir desempacando o te desvelarás para mañana la escuela.— suspiro y apago el motor

— Aguafiestas.— se aleja y abro la puerta — Como si quisiera ir.

∘₊✧ ───────────────── ✧₊∘

Al día siguiente, estaba conduciendo para la escuela. No terminé de acomodar todo por que me recosté a ver The Oc y consumí mucha cafeína, en algo que me vuelve adicta, pero me duerme.

Mi primer día en mi escuela nueva. Es Marzo, miras de semestre. Genial.

Todos ya se conocían y tendría tarea extra, pero bueno, mamá quiere divertirse con su esposo.

— Debería cobrarte. Me siento como un taxi.— me estaciono y se ríe

— No te pagaré.— resoplo y cierro la puerta

— Tú conduces de regreso.— azoto la puerta y le muestro las llaves

— Con gusto.— se las lanzo y las atrapa

— Linda camioneta.— nos dice un chico y alzo la vista

Estaba con el resto de sus amigos encima de un auto, parecía que en realidad no me decía la verdad. Los típicos burlones de la clase.

— Gracias.— agradecí entre dientes y seguí con mi camino

— Debemos ir por el horario. No tengo ni idea que clases tenemos.— menciona Bella mientras veo alrededor

Esta escuela era grande, y estaba decente. Había muchos alumnos para no tanta población.

— Si, adelántate mientras yo busco la cafetería. Olvidé mi termo de café y necesito cafeína.— sonríe asintiendo

— Bien, te hablo.— asiento y la veo alejarse

Continuó mi camino y busco con la mirada algo que grite "cafetería." No debería estar tan escondida.

— Tú eres Rebecca Swan, una de las muchachas nuevas.— doy un sobresalto

Un chico asiático me vino de la nada, como si fuera lo más casual.

— Tienes una hermana.— asentí procesando — Soy Eric, los ojos y odios de este lugar.— se presenta

El era algo, algo intenso. Pero lindo.

— Lo que necesites, guía turístico, compañero, confidente.— sonreí mientras caminábamos

Se miraba amable, una buena persona en realidad.

— Soy algo reservada. Pero si me gustaría ver dónde está la cafetería.— expliqué

— Buen título para el artículo.— frunzo el ceño — Soy reportero, y las mellizas Swan son la primera plana.— negué

— No. Por favor, no...— me freno — No me gusta llamar la atención. A mi hermana tampoco. No somos las gemelas del resplandor.— niega

— Tranquila. No habrá artículo.— suspiro aliviada

— Gracias. Y, nadie me llama Rebecca que no sean mis padres. Es sólo Becca.— aclaré y asintió

— Bien, Becca. Te muestro dónde queda la cafetería.

Agarré mi café y al darme vuelta, habían personas a mi alrededor. Como si yo fuera una clase de espectáculo o celebridad.

— Eres Rebecca, ¿no? — me pregunta un chico rubio y de ojos celestes

— Solo Becca.— aclaro y asiente sonriendo

— Mike Newton.— me ofrece su mano y la estrecho

— Soy Jessica.— se presenta la chica — ¿Tu hermana y tu son de Arizona, ¿no? — asiento

— Si.

— ¿Que no la gente de Arizona no está muy bronceada? Bueno, tú hermana parece un fantasma.— opina y sonrío forzada

Es la típica chica que le intimida no ser la gran cosa por aquí. Se veía que quería darse a conocer.

— Si. Quizás por eso la echaron. Y como venimos en paquete, así que...— hago un chiste patético y se ríen

Me hacían al menos el favor y no me dejaban en el ridículo. Bebí de mi vaso.

— Eres rápida.— menciona Mike entre risas

— Que graciosa.— añade Jessica y suspiro — Deberías venir a almorzar con nosotros. También tú hermana, claro.— asiento

— Ahí estaremos.— aclaro y me despido

Bueno, parece que ser la nueva no siempre es ser la excluida de todos lados. Aquí se ve que es la gran cosa.

— Te he estado buscando.— se me acerca Bella con una hoja — Tienes historia y yo educación física.— suspiro

— ¿Y por que yo historia y tu educación física? — la veo incrédula y suspira

— Por que odio historia.— sonrío negando — Te veo en el descanso.— asiento

Pasaba mi vista por toda la hoja. Tenía las mismas materias que en Phoenix. No es como que cambie mucho que voy en mi penúltimo año de preparatoria.

Todo había sido si puede decirse "normal." La clase fue aburrida, lo mismo de siempre con la guerra civil y luego álgebra. Yo sólo quería salir de clases y comer algo para agarrar batería.

Quería mis vacaciones. Me gustaba la escuela, si, pero no estaba en esa era. Me sentía relativamente fuera de eje. Y eso sucedió cuando cumplí 17.

— ¿Como te fue? — me pregunta Bella mientras agarramos comida de la cafetería

— Normal.— tomo un jugo y un sándwich

— Yo golpee a alguien con un balón.— me río — Les dije que no me dejaran jugar, soy pésima en volley.— asiento y vamos con la bandeja

— Eres pésima en cualquier deporte.— me burlo y me da un empujón

— No eres graciosa. Mira, ellos me invitaron a almorzar.— me señala y alzo las cejas

— A mi igual.— añado y vamos a la mesa

Habían mas personas. Estaba Eric, el periodista. Mike, el coqueto, Jessica, la popular, obviamente, y una chica que no conocía.

— Haremos que una pirámide caiga del cielo, y entonces ustedes...— el rubio le acomoda la silla a Bella — Entonces, pueden chocar palmas.— nos sentamos — Mikey, ¿conoces a mis muchachas las Swan? — frunzo el ceño

¿Acaso dijo, "mis muchachas." ?

— ¿Tus muchachas? — cuestiona Mike y sólo bebo mi jugo con fastidio

¿En que momento nos volvimos propiedad o espectáculo?

— Si.— alardea Eric

— Becca, mi muchacha.— me dan un beso en la mejilla de la nada y me sobresalto

Le tiran la silla a Mike y me quedo en pausa al haber sido besada.

No me gusta el contacto físico. Y odio tener la saliva de alguien más en mi rostro.

— Debes mejorar tus reflejos, Mike.— se burla el sujeto y Mike va tras el

Agarro una servilleta y me limpio la saliva con disgusto.

— Tyler.— se queja Eric y dejo de limpiarme

— Dios Santo.— se me acerca a Jessica — Estamos reviviendo primer grado. Ustedes son el juguete nuevo.— frunzo el ceño

— No somos juguetes.— aclaré — Y es patético que corran como gallinas sin cabeza, por cierto.

— Sonrían.— de la nada aparece una chica con una cámara tomando una foto

Realmente, esto es maldito circo.

— ¿Que rayos? — bajo la mirada al ser lastimada por el flash

— La necesidad para el artículo.— aclara y meneo mi cabeza

— No habrá artículo, Ángela.— señala Eric — No vuelvas a sacar el tema de nuevo.— se levanta

— Está bien, sólo...— me interrumpen

— No te preocupes, bebé.— me dice Eric dándome toquesitos en el hombro y lo vi con un signo de interrogación

Claro que si, el era el intenso.

— Publicaremos otro editorial sobre el alcoholismo.— informa Ángela

— Podrías escribir algo sobre desórdenes alimenticios.— sugiere Bella — O sobre trajes de baño con relleno en sus bermudas.— alzo mis cejas

— Me gusta.— agradece Ángela y Jessica asiente

— Es buena idea.— apoyo y Bella me sonríe

— Kirk, ¿no? Eso me imaginaba.— hablan entre ellas

— Estamos hablando de tamaño olímpico.— me distraigo al ver un grupo de personas pasar por la ventana

— Es imposible. Es tan delgado.

— Exactamente.— escucho ruido de fondo y solo observo a los nuevos

— ¿Quien son?— preguntó con curiosidad y voltean a ver

— Los Cullen.— responde Ángela con una sonrisa en el rostro

— Los hijos adoptivos del Dr y la Sra.Cullen.— añade Jessica — Vinieron de Alaska hace unos años.— asiento

— No son muy sociables.— agrega Ángela

— Si, por que están juntos.— murmura Jessica y volteo a ver a Bella

Parecía que ellos eran lo único bueno de la escuela. Hablaban de ellos como si fueran una banda o celebridad.

— "Juntos" juntos.— frunzo el ceño y alzo la vista

Eran muy atractivos. Se hacían notar. Parecía que se movían en cámara lenta. Como en una película donde veías a la gente guapa de la preparatoria.

— La rubias es Rosalie, y el de cabello oscuro es Emmett. Son pareja.— explica Jessica y alzo mis cejas — Ni siquiera se si es legal.

—Jess, no son parientes.— agrega Ángela y sonrío

Aunque si, me parecía extraño.

— Pero viven juntos. Es muy extraño.— expone y asiento — Y la de cabello oscuro es Alice.— señala y veo — Ella si es extraña. Sale con Jasper, el rubio que parece estar adolorido.— me río en voz baja — El Dr. Cullen es una especie de doctor casamentero.— suspiro

— ¿No querrá adoptarme? — añade Ángela coqueta y sonrío de boca cerrada

Volteo a ver hacia su mesa y noto que alguien más llegó. Dos chicos castaños. Todos se miraban casi tan pálidos como Bella, pero vaya que eran muy atractivos.

— ¿Quienes son ellos? — pregunta Bella y Jessica voltea a ver, regresa su vista con una sonrisa

— Edward y Edmond Cullen. Son los mellizos increíblemente apuestos, obviamente.— alzo mis cejas — Pero aparentemente no somos dignas de su afecto. Como si me importara.— aparto la mirada — Si, bueno. En serio, no pierdan su tiempo.

— No planeaba hacerlo.— divago y bebo jugo

Por una extraña razón, sentía una mirada. Era raro, es como si alguien me observara. Un sentimiento pesado en la espalda.

Debía admitir, que llamaron mi atención los mellizos. Eran muy parecidos, apuestos. Rasgos casi perfectos.

Tenían esa vibra de chicos problemas, de los que no se involucran emocionalmente. De los que debes salir corriendo y jamás acercarte, al menos que seas masoquista.

Pero, por alguna razón, algo en uno de ellos llamaba mi atención. Como si lo hubiera visto antes, una extraña sensación que recorre mi cuerpo, como una alerta.

Giré la cabeza hacia la mesa de los Cullen. Tenía tanta curiosidad que no podía no hacerlo.

El, el ya me estaba mirando. Teníamos un contacto visual diferente. Fue como si intentara entenderme, tenía sus cejas arrugadas, como si pensara en algo que lo mantenía frustrado.

Los ojos de aquel hombre, eran como si viera un fantasma, alguien más en mi. Y eso me daba una gran curiosidad. Por que el era un enigma, y eso, yo lo odiaba.

∘₊✧ ───────────────── ✧₊∘

Flashback. 1920

— Vanya, esto no es correcto.— se queja Edward ante la decisión que había tomado la vampiro

— Tú lo quieres, Ed. Somos vampiros, bebemos sangre para sobrevivir.— toma a su presa y la azota contra la pared — Y yo puedo hacer que ellos hagan lo que yo quiera.

El hombre que tenía entre las manos se perdió en sus perfectos ojos café oscuro. Como una hipnosis dejándolo fuera de su cuerpo y perdiendo el control.

— Te aprovechas.— se molesta Edward y ella ladea una sonrisa

— No grites.— le pide a su presa y aborda su cuello bebiéndolo con locura

— Vanya.— se queja Edward y ella despeja sus colmillos extasiada, jadea

— Vamos, Ed.— jala a su presa de la comida — También lo quieres. Yo sé que si.— alardea y el aparta la mirada — El delicioso sabor de la sangre y el placer que te da al beberla.— la castaña pasa su dedo por el cuello — Vamos, Edward. Bebe.— el voltea a verla — Lo deseas.— ella le lanza el cuerpo y el lo atrapa — ¡Bebe!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro