YoonGi no sabía lo que hacía...

¿eso sonaba como excusa? Sí.

Y no quería que sonara así.

Si una persona le es infiel a su pareja, ¿merece el perdón? No.

YoonGi odiaba a las personas que traicionaban la confianza de otra a base de engaños y falsas promesas, que jugaban con los sentimientos ajenos por satisfacción propio importandoles poco la salud mental y emocional de la otra persona.

Entonces, ¿cómo es qué se había vuelto lo que tanto odiaba y aborrecia?

Todos se preguntaban eso.

Pero... ¿y si la historia no fue como la que contaron?

[...]

Después de que JiMin accediera dejar ir a YoonGi a una fiesta, estas no pararon.

Nunca se emborrachó y marcaba un límite con las personas que le coqueteaban, él tenía pareja y jamás traicionaria su confianza.

Hace una semana que no veía a su pequeño algodón de azúcar y admitía extrañarlo, JiMin ya no iba a buscarlo como hacía usualmente, pero no lo culpaba o algo por ese estilo, se supone que él era el Alfa. Y suponía que era por los exámenes que pronto vendrían para él.

El celular se le había perdido en una de las fiestas y sus padres lo castigaron metiendolo a un trabajo de medio tiempo en una cafetería cercana a la casa. Su padre Seok siempre tan enojon y su padre Nam temiendo meterse en problemas solo asentia sin llevarle la contraria.

Quería ir a verlo, pero no encontraba tiempo y no sabía decir NO a las invitaciones de sus amigos. Se sentía triste, todos ellos se irían de allí en busca de una nueva oportunidad y saber que las personas que lo acompañaron durante años se irían le dolia.

En una de esas fiestas se encontró con Sol, una amiga que había hecho en el campo de verano a los doce años y con la que había perdido contacto. ¡obvio que eso le ponía alegre!

Así que cada que podía, salían todos a comer a algún lado, con Sol, sus amigas y los de él. ¡Era como revivir el pasado! Min YoonGi estaba feliz.

Pero alguien más no.

Sol se había vuelto tan cercana en esa semana, y YoonGi se había olvidado por completo de ir visitar a su novio. Un grave error para el pobre corazón del Omega.

La castaña los había invitado ese día a una comida en uno de sus locales favoritos y accedió queriendo distraerse.

"Ese chico me lleva viendo desde hace rato. Es raro"

Sol habló mirando al Alfa. Él volteó y abrió los ojos al verlo, levantándose rápidamente y caminando a él con todos detrás.

"¡JiMin, por fin te veo!"

El Omega hizo una mueca.

"Hola, hyung"

No entendía el toque cortante pero aun así no le tomó importancia.

"¿qué haces por acá? creí que estarías viendo lo de el examen de ingreso a la universidad"

La tensión se sentía un poco en el ambiente y la chica castaña no entendía quien era ese Omega que miraba con ojos tristes al Alfa.

"Sólo salí a comer con Woony. ¿Usted qué hace acá?"

"Pues i-"

La castaña lo interrumpió emocionada.

"Triple cita. Estamos en una triple cita" 

El lugar quedó en silencio un tiempo, ella sonriendo triunfante sin saber porqué todos quedaron mudos. JiMin se levantó del asiento con una sonrisa forzada y un aroma agrio saliendo de él.

"Que... bien..."

Corrió lejos de ellos y YoonGi sólo pudo abrir los ojos apartándose de Sol.

"¿qué te pasa, Sol? ¡Eres mi amiga!"

"Pero... ¡Creí que estabas cortejeandome!"

El Alfa suspiró.

"¡Estaba siendo amable, malditasea! El cortejo se pide. ¿En qué momento lo hice? ¿En qué momento te hice creer eso? No puedo creerlo. Mierda"

Salió tras el Omega intentando alcanzarlo.

Con lágrimas en los ojos...

Sentía su mundo caerse a pedazos