"¡Minnie, apurate!" YoonGi gritó esperando al rubio.

Él bajo corriendo poniéndose el sueter de lana rosa con blanco, el pelinegro desvió la mirada para no ver su abdomen plano.

"Estoy listo, hyung" el chico de quince años tomó la mano del de diecisiete.

"Los chicos nos matarán ahora si por llegar tarde" salieron de la casa del más chico, cerrando como los padres les dijeron antes de dejarlos solos.

JiMin y YoonGi caminaban por el asfalto de la mano, ninguno decía nada por que no era necesario.

"¡Mierda!" el rubio brincó por el repentino grito del pelinegro. Los dos se detuvieron.

"Olvidé mi cartera" tocó sus bolsillos con la esperanza de encotrarla, pero no fue así.

"Está bien, hyung. Jessi Noona dijo que ella invitaría los helados" la verdad es que JiMin no quería caminar devuelta el tramo que ya habían hecho.

"Sé que me harás berrinche por algún peluche de la feria y no pienso pedirles a los chicos dinero" soltó la mano del rubio para sentarlo en una banca cerca "Ya que no quieres caminar iré yo, no tardo, ¿Bien?" el menor asintió.

YoonGi solo esperó eso para salir corriendo devuelta a la casa, de todas formas el tenía las llaves. JiMin vio como su hyung desaparecía de su vista dando vuelta en una de las esquinas y ahí recordó que no le había limpiado la boquita por decir malas palabras, cruzó sus brazos enojado consigo mismo y formó un puchero con sus labios. ¿Porqué era tan torpe? 

Meció sus piecitos que quedaban colgando de la alta banca del lugar. Su celular vibró en su bolsillo y la canción <<Butterfly>> de Smile sonó. Contestó rápido al ver el nombre del contacto.

"¿Aló?" su voz salió dulce, no quería un regaño de su Noona.

"¡Park JiMin!" el grito de la mayor hizo que alejara el cel de su orejita.

"No grite, Noona"

"¡Gritaré lo que se me pegue la gana! ¿Porqué no han llegado?" JiMin temió por su vida. Aclaró su garganta antes de responder.

"Es que mi Yoonie dejó su cartera en casa y dijo que no la podía dejar por que luego yo le haría berrinches por algún juquete de la feria" otro puchero apareció en sus labios y Jessi suspiró del otro lado.

"Bien, él tiene razón" contestó "Ya no tarden mucho, los estamos esperando todos" asintió aunque sabía que su mayor no lo veía.

"¡Ah, ya viene! No tardamos" dio fin a la llamada para ir con su hyung.

"Listo, te traje también tu bálsamo por que luego vas a estar con que tus labios están muy resecos" el pelinegro le dio un beso en su frente y tomó su manita para volver a caminar.

"Hyung..." el mayor emitió un sonido desde su garganta para que siguiera con lo dicho "No le di su besito por ser grosero" YoonGi paró y el rubio lo imitó.

Bajó a la estatura de JiMin, que era unos centímetros notorios, acercó su cara pero dejando una distancia.

"No tienes que decírmelo. Sólo damelo cuando te apetezca, sin importar que dije o no una grosería" el color subió a las mejillas del menor y asintió.

Pasó sus manos por la nuca del pelinegro y depositó un largo beso en los labios ajenos. Por primera vez, YoonGi movió sus labios sobre los del rubio, quien se sorprendió ante tal acción. No importó si estaban en la calle, no importó las miradas de desagrado. Los dos unieron sus labios como si fuera la primera vez, moviendolos al compás del otro, sintiendo mariposas en sus estómagos moverse con euforia.

"Tenemos que irnos ya o Noona nos regañará" habló JiMin al separarse.

YoonGi sonrió y caminaron por fin a la heladería.

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"¿Qué piensan hacer en vacaciones?" la única mujer del grupo, Jessi, habló.

Los cuatro chicos alzaron los hombros desinteresados. La chica bufó.

"Ya que no harán nada, propongo algo" volvió a hablar "Mi padrastro me prestará su casa de la playa, pensé en invitarlos para ir" todos asintieron emocionados.

"Le entro" Bang Chan alzó la mano sonriendo, YeonJun lo imitó.

"¿Mamá nos dejará, hyung?" el rubio miró al mayor. YoonGi se contuvo para no darle un beso delante de sus amigos por ser tan tierno.

"Si vas conmigo, sí" JiMin sonrió, logrando desaparecer sus ojitos entre sus mejillas esponjosas de un color rosa.

"¡Iremos, Noona!" contestó.