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Capítulo Único

—¿De Hoseok?

—Sus pompis.

Las risas por parte de los presentes no se hizo esperar, resonando en el set de grabación. El aludido enrojeció en un segundo y rió nervioso.

Desviaron el tema y la entrevista culminó, se despidieron amablemente de todos y se marcharon al estacionamiento.

—Ya cambia esa expresión —Jimin le agarró el brazo y caminaron juntos.

—Kook no debió decir eso —murmuró un poco avergonzado.

—¡Awww!, miren a mi pequeño Hyung tímido —burló cariñosamente.

—No tan pequeño como tú —se estiró y camino lo más recto posible haciendo reír al pequeño Mochi.

—¿Ya estás mejor? —Jin los alcanzó —. Este Jungkook dice cada cosa rara —dijo sonriendo.

—Pero no es rara, a mi también me gusta las pompis de Hyung.

—¡Jimin! —corrió avergonzado Hoseok para meterse a la primera camioneta.

No es como si Hoseok no tuviera una buena retaguardia, no. Tenía una proporción adecuada y firme por su arduo trabajo en el baile, no sólo el, todos. Unos en más cantidad como Jimin y otras no tanto, pero todos tenían unos buenos duraznos.

Se sonrojó al compararlos con la deliciosa fruta jugosa y dulce. No recordaba que a Jungkook le gustaban los duraznos, pero si tenía cierta fascinación con sus pompis. La puerta de la camioneta se abrió y Hoseok se acurrucó más en el fondo, haciéndose el dormido.

Nuevamente la puerta se abrió y escuchó que subían más, quizás olvidaron algo o tenían que ir juntos. Se colocó sus airpots y busco una música de manera aleatoria. La camioneta empezó a moverse y recién abrió los ojos, encontrando a Jungkook en el otro lado de su asiento, mientras adelante estaba Jin junto a Jimin jugando en el celular.

—Hobi Hyung —susurró —. Hobi, ptss…

—Mmh.

—¿Está enojado? —se arrastró hasta quedar juntos —. Yo no supe lo que dije hasta que se rieron —dijo penoso y con tono de disculpa.

—No, pero debes evitar decir eso —murmuró —. Puede que después se…

—No me importa si lo hacen. Usted es mi lindo novio y me gustan sus suaves pompis —respondió seguro.

Los colores subieron en Hoseok y Kook tomó su mano.

—Es muy suavecito y firme a la vez, perfecto para mi mano y pellizcarlo —continuó el menor.

Hablaban bajo, no querían que los chicos de adelante se enterasen de su conversación, aunque todos sabían de su relación.

—No hables fuerte —colocó un dedo en los labios del menor.

—Le hablo al oído Hyung —propuso coqueto.

—No, sigo molesto por lo que dijiste —intentó decir firme.

—Que no lo estaba dijo recién —un puchero se formó en sus labios.

—Cambié de idea.

—Y si le doy besitos en la cara —acercó su rostro al mayor y pestañeó coquetamente.

—Están los chicos y pueden vernos —susurró cediendo ante los encantos del menor.

—¡Hey! Si, ustedes —llamó al par de adelantes que jugaban —. No miraran para acá por que mi novio y yo estaremos muy cariñosos, por lo tanto, no queremos espectadores.

—¡Jungkook! —se quejó muerto de la vergüenza.

La carcajada de Jin y Jimin hicieron sonrojar más a Hoseok.

—¿Y quién dijo que quiero verlos dar besos?, yo también puedo con Jimin —y lo acercó pero este se alejó y empujó.

—Mejor hubiera venido Tae, el estaría encantado de recibir muchos besos de usted —comentó alejando al mayor del grupo.

—Ustedes hagan lo que quieran, solo no miren para acá —advirtió y se acercó peligrosamente al rostro de su novio.

Un beso en su frente, otra en su nariz, uno en cada mejilla y por último, un piquito en los labios.

—Te quiero novio mío —murmuró con los labios rozándose y sin despegarse de ellos.

—Y yo a ti, novio.

—También le digo a tus pompis —añadió y recibió un pequeño golpe en el hombro —. Todo de ti me gusta, pero ahí me atrae como imán y me es imposible no parar de tocarlas.

—Tus músculos también me atraen —pasó la mano por el torso y luego al brazo del menor—. Y no me vez tocándote cada minuto.

—Lo puedes hacer —besó la comisura de los labios —. Sabes que me encanta que me toques.

—Kook, eres tan…

—¿Pervertido? —Hoseok asintió avergonzado —. Culpa a las hormonas que se alborotan cada vez que te ven —encogió los hombros despreocupado.

Una sonrisa esbozó Hoseok y le colocó un airpots a Jungkook para escuchar música juntos. Con sus manos entrelazadas y la cabeza del mayor apoyada en el hombro de su novio, se durmieron.

•⍣•

—Tortolitos despierten —el líder los llamó.

—¿Y si los dejamos y luego venimos a verlos?, quizás así logren despertar.

—No me parece buena idea Yoongi.

—A mi no me gusta ser despertado —confesó el pálido.

—¡Tae! Jin puede ser un buen compañero —se escuchó fuera.

—Vamos antes que empiecen a gritar —propuso Nam.

—¡Jin Hyung yo puedo, aprendo rápido y podemos practicar! —gritaba Taehyung

Habían pasado alrededor de treinta minutos y la pareja seguía durmiendo. Hoseok se despertó primero y estiró su cuello un poco adolorido. Se percató que estaban solos, por lo que empezó a llamar a Kook.

—Amor, amor, despierta, ya llegamos.

Se zafó del agarre y levantó su cuerpo un poco del asiento para poder mirar afuera. Una caricia en su nalga derecha lo estremeció.

—Gracias amor por despertarme y regalarme una hermosa vista —pegó su mejilla en la carne cubierta por telas.

—¿Qué haces Jungkook? —intentó sentarse o moverse, pero no pudo.

—Un minuto más por favor —rogó fregándose.

La puerta se abrió de golpe y al luz de una linterna de celular los iluminó, mostrando una escena un poco fuera de contexto y con doble sentido.

—Les dije que debíamos golpear la ventana o llamar.

—Compartimos habitación, por lo que ya los he visto así y no me sorprende Tae —Jimin dijo tranquilo.

—Ya está la comida, vamos —un sonrojo estaba en su rostro —. ¿Será que Jin Hyung también se deje acariciar así? —habló para sí mismo.

Los menores se marcharon dejando a los novios en la camioneta.

—Jungkook —llamó.

—Mmh, déjame contar hasta diez y nos vamos —pidió con voz lastimera.

Y así pasó, salieron de la camioneta y caminaron rumbo al departamento que compartían todos.

Luego de comer, Hoseok se tomó el trabajo de ayudar a limpiar la cocina y Yoongi lo ayudó. Mientras el uno lavaba, el otro enjuagaba y dejaban que se escurran para después secar y guardar. Jungkook entraba por cualquier excusa a la cocina y brindaba pequeños toques y nalgadas a su novio.

—Mocoso ven ayudar —Yoongi dejó el trapo de secar a un lado del mesón.

Jungkook se colocó firme, ocupando el lugar de Yoongi Hyung y se apresuró a ayudar.

Entre descuido daba unas suaves caricias en las pompis de Hoseok y este solo reía por la actitud infantil y posesiva de su novio por esa parte de su cuerpo. Cuando acabaron sonrieron triunfantes, porque  habían limpiado muy bien.

—Gracias chicos —Namjoon entró por un vaso con agua —. Dejaron todo muy limpio y reluciente.

Sonrieron de regreso y se dirigieron a sus respectivas habitaciones. Pero el menor lo siguió con sigilo, ya que intentaba escabullirse en la cama de su novio.

—Jungkook no puedes acostarte sudado, aséate y vienes —dijo Hoseok sin mirarlo cuando entró a la habitación que compartía con Jimin.

Escuchó pasos corriendo de manera apresurada por los pasillos y luego un portazo.

—Un día de estos lo matarás de la emoción al pobre Kook.

—A mi de la vergüenza porque no para de tocar mis nalguitas —murmuró.

—Es que son lindas, muy lindas Hyung.

Entró al baño sin responder a Jimin, necesitaba limpiar su cuerpo para descansar fresco y tranquilo. Al salir con la toalla en su cabello y cambiado, Jungkook estaba sentado en su cama del mismo modo que él, cambiado y una toalla en la cabeza.

—Ya estoy listo Hyung —llamo dando palmadas al colchón para que lo acompañe.

—Voy en unos minutos.

Se colocó un crema en el rostro y otras cositas más rápidamente, acompañó a su impaciente novio y sonrió dando un beso en la nariz.

—Vamos a dormir.

—No, hagamos algo mejor —alzó las cejas Hoseok ante lo que podría decir Jungkook —. Veamos una película Hyung.

Se acurrucaron y en el celular del mayor empezaron a buscar una película, para luego mirarla en el televisor de la habitación. Abrazados y con las piernas entrelazadas se encontraban mirando con atención la película, unos cuantos besitos en las mejillas o frente daban el toque tierno a la noche.

—Hyung, me he puesto a pensar del porqué me gusta tanto sus pompis. Creo que fue desde ese run donde tuve que golpearlo y sonó fuertísimo —se avergonzó —. Y ustedes no se enojó, solo me dijo que la próxima vez no sea muy grosero, ahí me dio ánimos para seguir tocando.

Estiró la mano por la cintura pequeña del mayor para llegar al montículo de carne de sus pompis, las acarició por encima de la fina tela del pantaloncillo de dormir, parecía que podía sentir la piel sedosa y blanca de su novio.

—Jungkook —advirtió.

—Solo estoy acariciando las preciosas nalgas de mi novio —dijo inocente y dio un pequeño pellizco que hizo brincar al mayor.

Hoseok rió con gracia e intentó alejar la mano ajena.

—No, son mías —advirtió tocando con más intensidad.

El mayor se rindió y siguieron viendo la película hasta que el menor volvió a interrumpir.

—¿Las puedo morder? Digo, quiero dejarles una marca en ella y ver como tú carne blanca empieza a tornarse rosada y luego cambia a un rojo leve, que con mis besos se curará —se alzó dejando caer el peso de su cuerpo en el codo.

—Kook sabes que…

—No te gusta el dolor, pero sería muy rápido y los dientes apenas tocarán la piel —puso ojitos de cachorro.

—No hagas esa cara —regaño jalando y abrazándolo.

—Porfa —alargó la última vocal haciendo un puchero. Hoseok no se resistió y le besó.

Probando lentamente los labios de su novio, sintiendo la humedad y sabor. Sus cuerpos se unieron más y se acariciaron mutuamente. Sus cabellos, mejillas, cuello, espalda y cintura, fueron los lugares donde las manos recorrieron dejando un camino de calor.

Se separaron cuando el menor se encontraba encima del cuerpo de Hoseok, besando su cuello y acariciando sus glúteos.

—Porfa —rogó nuevamente.

—N-no – intentó decir, pero Jungkook entendió y antes de alejarse dio un beso en la frente.

—Te quiero.

—Yo también te quiero.

Y volvieron a acurrucarse en la cama, habían perdido el hilo de la película en ese momento íntimo de novios.

—Ya se amor lo que si me dejaras hacer —interrumpió minutos después —. ¡Utilizarlas como almohadas!

—¿Estás hablando en serio?

—Amor por favor, solo posaré mi cabeza y dormiré —dijo rogando.

—¿Y si me tiro un pedo?

—Será el mejor pedo que podre oler —confesó sin una pizca de vergüenza.

—Eres terrible —respondió riendo y con los colores en su rostro.

—Así me quieres —alzó los hombros.

Cuando la película acabó siguieron abrazados a oscuras, conversando y dándose unos cuantos besitos.

—Buenas noches Amor.

—Que descanses amor.

Hoseok cerró los ojos y sintió como su cuerpo fue girado.

—¿Qué haces? —preguntó un poco confundido.

—Qué duermas boca abajo para tener mis almohadas —lo giró y rió triunfante —. Ahora si a dormir.

Y lo hizo, cuando colocó la cabeza en las suaves nalgas del mayor cayó en un sueño profundo. Por otro lado Hoseok se durmió después, con la vergüenza en su rostro y un pequeño problema en sus pantalones.

•⍣•

—Hasta dormido no deja de tocarlos —Taehyung murmuró viendo la escena.

—Mejor tómale una foto y nos burlamos de ellos.

—¡No, Jin Hyung no le digas eso a Tae! —Jimin protestó —. Dejen que sigan durmiendo —los sacó a empujones y cerró la puerta.

Hoseok se abrazó más a la almohada y sintiendo un cuerpo ajeno junto al suyo, lo buscó. Se sentó y luego acostó a lado de Jungkook para poder dormir en cucharita un rato más. Luego de varios minutos Jungkook despertó.

—Buenos días Amor —susurró a un dormido Hoseok.

No obtuvo respuesta por lo que optó por empezar a formar un camino de caricias en los brazos delgados del mayor, y en cada toque posaba sus labios dejando un beso húmedo. Llegó a los glúteos redondos y quiso besarlos pero sin la tela.

Los pensamientos no lo ayudaron, porque su amigo ya se había levantado y estaba listo para ir a su lugar favorito. Se pegó mentalmente y pensó en unicornios comiendo papitas y viendo las ovejas saltar.

No le sirvió, Hoseok se pegó más que su cuerpo y se restregó sin querer en su erección.

—Ya estás despierto Amor  —la voz le salió ronca.

—Si, ahora somos tres despiertos —agarró la cintura del mayor para pegar sus cuerpos.

Un golpe en la puerta, ese era Jimin, el único que tocaba antes de entrar, así sea su habitación.

—Chicos —llamó.

—Deja que se vaya —besó el cuello níveo de Hoseok.

—No lo hará Kook.

Hoseok se levantó dejando a un Kook todo calenturiento en la cama y abrió a Jimin.

—Buenos días Jiminssi —bostezó falsamente con sueño.

—Buenos días, el desayuno ya está listo y quieren que estemos todos.

—Si, danos cinco minutos y bajamos.

—Ya Hobi Hyung.

—¿Pará qué quieres cinco minutos Amor? —se levantó Jungkook y pegó su cuerpo a su novio cuando Jimin se marchó.

—Pa-para lavar dientes y cara —la voz se quebró cuando sintió una dureza en sus pompis.

—Hyung —se pegó más.

—Ahora no Kook.

—Entonces…

—En la noche, en tu habitación —respondió sabiendo que no podía poner demasiado tiempo.

—Gracias Hobi —dio un pico sin abrir los labios y se dirigieron a asearse.

Cinco minutos después bajaban el par de tortolos tomados de la mano, sentándose en los asientos libres de la mesa del comedor.

—¿Cómo pueden contenerse para no estar pegados cuando hay cámaras?

—Yo no me contengo Tae —respondió Kook.

—Tu jamás lo haces —dijo Yoongi mordiendo un pedazo de pan con mermelada.

—¿Y follaron?

El silencio se formó, sólo se escuchó como la cuchara caía en la taza de Jimin.

—Namjoon deja de ser un imprudente, estamos en la mesa —amonestó Jin.

—Lo digo para salir, no quiero escuchar gritos o gemidos. Entiendan que comen delante de los pobres.

—Yo no —murmuró Tae y recibió un golpe de Yoongi.

—Hoy lo haremos —dijo orgulloso Jungkook.

Hoseok se cubrió la cara de vergüenza por las palabras de su novio e hicieron reír a unos.

—Deberías aprender a ser prudente en lo que dices —aconsejó Yoongi.

—Mejor ten la boca llena de comida porque matarás de la vergüenza un día de estos a Hobi Hyung —Tae le colocó un panqueque hecho rollo.

Ya para la tarde, Hoseok había ido un rato a tomar aire a un parque cercano. Jugando con sus pies en un asiento dejó su mente en blanco. No pensó en nada, ni en nadie, sólo miraba sus zapatos y las hormigas.

Le gustaba tener un momento así, donde no piensa a en nada y nadie le interrumpía. Hacía eso normalmente cuando se sentía un poco cansado o agobiado.

El sol ya se había escondido y decidió regresar, quería ver que comerían para ayudar a preparar o elegir que pedir.

—Menos mal llegaste —Jin le habló cuando entró —. Jungkook estaba buscándote.

—Si, salí un rato —se tiró en el sofá cansado.

—Hoseok, puedo hacerte preguntas… eh, así… ¿íntimas? —asintió dudoso Hoseok.

—No se que rol tienen ustedes en su relación, pero quisiera saber como es la… ay, me da mucha pena —se sonrojó —. Preparación.

Los colores a Hoseok también se le subieron y mirando a otro lado habló de lo poco que sabía del tema.

—Es mejor hacerlo con un preservativo, así es más fácil y se protege.

—Tú eres el…

—Pasivo Hyung —murmuró —. Por eso Kook tiene fascinación con mis pompis.

Jin no dijo nada, guardó toda la información que le dio Hoseok. El timbre sonó y Namjoon corrió a abrir, regresando con una gran pedido de comida.

—¡Ya vamos a comer! —gritó desde la sala camino a la cocina.

Comieron como si no lo hubieran hecho nunca, dejando un completo desastre. Ahora el turno de limpiar sería de Jimin junto con Tae.

Hoseok se acostó en el sofá y revisó su celular, se quedó conversando con su hermana un buen rato, mientras le pasaba fotos de su mascota.

Un mensaje de Jungkook llegó. —Amor, ¿a qué hora vienes?

Se levantó rápidamente y corrió a la habitación compartida con Jimin. Entró primero al baño, luego de empujar a su compañero y cayera en su cama.

—Estoy bañándome.

El mensaje fue leído y Hoseok suspiró.

•⍣•

—Quedaron marcas Hyung.

—Te dije que me dolía.

—Pero el color rojizo que se formaba en cada chupetón o mordida que hacía me encendía para hacer muchas más.

—Y por eso decidiste dejarme como un dálmata con manchas rojas —murmuró con la cabeza en la almohada.

Jungkook había descubierto la sábana que los cubría y dejó a la vista uno de los glúteos de su novio. Le gustó ver las marcas que el solito había formado y sonrió orgulloso. Dejó unos cuantos besos en las zonas rojas y acarició con ternura la piel suave de su novio.

—Ya despier… —Taehyung se quedó helado al ver la imagen íntima de la pareja. Cerró de un portazo y se escuchó la voz de Jin.

—¿Qué pasó?

—Vamos a hacer algo en mi habitación —Taehyung dijo con decisión.

—Espera… no me arrastres.

Hoseok se removió un poco al escuchar el alboroto fuera. —Y ese es Jin…

—Siendo arrastrado por Tae luego de ver tu nalga con marcas.

—¡Qué! —gritó horrorizado.

—Si, creo que piensa hacer lo mismo con Jin.

El mayor se sentó y soltó un quejido de dolor.

—Recuéstate amor, iré al baño a traer una crema para los moretones y el dolor.

Hoseok hizo caso y se dejó mimar por su novio, que en parte tenía la culpa. Lo consintió llevándole el desayuno a la cama preparado por el menor, luego se asearon y decidieron pasar el resto del domingo en la cama viendo series o películas.

—Permiso, entraré con los ojos cerrados —Taehyung abrió la puerta —. Los chicos quieren salir y me dijeron que les pregunte. Yoongi también va a ir pero Jin tiene unas ocupaciones y solo iremos los cuatro.

—Puedes abrir los ojos —Jungkook habló burlón —. Creo que no, decidimos pasar el domingo aquí en mi habitación. Quizás en la noche salgamos, pero sería en plan cita.

Hoseok besó la mejilla de su novio y susurró un Gracias.

—Bueno, les diré a los chicos que no podrán —cerró la puerta y corrió por el pasillo.

Se quedaron dormidos abrazados, con una mano entrelazada y la otra en la nalga del mayor. No tenía porque decir algo que todos tenían conocimiento. A Jungkook le encantaban las nalgas de Hoseok.

—¿Qué te parece si hago una almohada con forma de tus pompis?

Y si, ahí quedaba más que confirmado la fijación de Jungkook hacia esa parte del cuerpo de su novio, y este último no diría en voz alta que le encantaba ese tipo de atenciones.

•⍣•

No saben cuanta gracia me hizo escribir este OS. Amo el JungHope y mi corazón necesitaba una historia sin dramas ni enredos .

Espero que les haya encantado.

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