26 | ten people is a lot, idiots
── Esperen ── y probablemente hubiesen pensando que solo se trataba de la persona dueña de esa voz, pero no, habían errado pues no era una persona sino cuatro.
── Esto es una broma ── rompió Lourdes el incómodo silencio del ambiente ──: vale, que yo lo entiendo un poquito de Draco porque va su hermano y toda la cosa, pero, ¿Theodore, Killiany y Astoria? ¿Qué mierda sigue? ¿El traidor pidiendo perdón de rodillas hasta que yo u alguno de los otros cedan?
── No sé si quiera acercarme a ti, me da miedo que puedas golpearme ── repuso el castaño manteniendo una distancia prudente.
── ¡Y haces bien, imbécil! Cuando volvamos y está mierda haya acabado, te voy a matar con mis propias manos si es que no mueres en el trayecto ── amenazó la Slytherin, pero no pudo continuar debido a que su hermano tomó la palabra.
Con un tono severo, pero no tan hostil, Harry se dirigió a los tres Slytherin que habían interrumpido sus planes ── para él ya era sumamente molesto que Liesel y Kellin se les hubiesen sumado ──, estos los miraban expectantes y solo parecía ser que la más humilde de los tres, era Astoria Greengrass.
── ¿Para qué quieren venir ustedes? Es muy arriesgado y aún más si somos muchos. Diez no podríamos escapar de una emboscada.
── Harry tiene razón ㅡ declaró Liesel. Por fin había tomado la palabra, aunque sabía que lo que dijera Harry o ella no serviría para convencerlos. Había un estereotipo de los Slytherin al que ella le era fiel; pues creían tener razón todo el tiempo y siempre se creían los dueños de la verdad cuando no es siempre así, al menos así era Lourdes y Draco, pero ella tenía la creencia de que Astoria y Theo también podían ser igual de tercos y cerrados ──: pero veo que la decisión no depende de mí ni mucho menos de Harry.
── ¿Qué dices? ── titubeó Ronald mirando a su hermana sin comprender.
── Es Lourdes quién tomó la decisión de que Kellin viniera con nosotros. Además, ella es la mayor ── respondió la Ravenclaw con una sonrisa mientras le dedicaba una mirada a su mejor amiga. No, Hermione ya no era la chica dulce y con sentido común que ella creía que era; por ende, ya habían roto amistades hacía tiempo por ciertas diferencias. Por otra parte, Lourdes estaba totalmente desconcertada y notando que esos idiotas no hacían más que retrasar la misión.
── ¿Por qué siempre soy yo la que tiene que tomar decisiones? ── se quejó. No recibió respuestas, luego observó a los chicos que tenía delante como si estuviese analizando sus habilidades y las desventajas que podían llevarlos a cometer algún error y ser interceptados por mortífagos ──: bien, están dentro ── sentenció y añadió con rapidez ──. Procuren dejar sus diferencias y sus sentimientos de lado, esto no se trata de ustedes ni de nosotros ¿Lo entienden no? Es por el mundo mágico más que cualquier otra cosa.
Liesel asintió dándole la razón a su amiga, pero luego recordó algo, no podía irse sin sus cosas más valiosas. Sus libros. Todos estaban en la sala de los menesteres y la chica no se iría a la casa de los tíos de los Potter sin ellos.
── ¡Alto! Necesito que me ayuden, mis libros...
── Acá están ── Theodore sonrió alzando un bolso algo pequeño causando que todos lo observarán confundidos ──: tranquilos, están todos dentro. Es solo que el bolso tiene un hechizo ilegal que Granger usó en esa bazofia que llama bolsa.
Liesel arrugó la nariz, nunca había oído a Theodore expresarse de manera despectiva a ninguna persona y aquello le llamó muchísimo la atención, pero pensó en que uno nunca conocía a las personas completamente, ya vieron lo que ocurrió con Killianey.
── Sí, sí, los libros y todo eso ── comenzó a hablar Lourdes mientras los demás, que ya por alguna extraña razón ya tenían todas sus cosas para marcharse a Privet Drive, comenzaban a caminar hacia la estación de Hogsmeade ──: ¡Tú no deberías venir asquerosa rata traicionera! ── bramó al reparar en la presencia de Killian.
── Creí que...
── Lou, él sabe que lo que hizo estuvo mal, tranquila ── intentó Harry calmarla, pero simplemente lo empeoró, aunque aquella no hubiese sido su intención.
Ahora la chica ── que era sujetada por Ron, Kellin y Theodore ──, estaba a punto de aniquilar a quien en su momento fue su mejor amigo y a quien más confianza le dio. Tardaron un poco en que se sintiera menos enfadada y cuando ya subieron al tren con las miradas curiosas de la mayoría (eran diez chicos apretados en un solo compartimiento, cualquiera los miraría extraño), Lourdes comenzó a hablar, más calmada pero igualmente hostil.
── ¿Y por qué lo hiciste, Jane? ㅡ Killian odiaba su segundo nombre, en primer lugar, porque era el de su hermana con algunas letras distorsionadas y porque muy a su pesar era también el segundo nombre de Dolores Umbridge ──: no, mejor dicho ¿para qué? ¿ganar fama? ¿dejar de ser la sombra? Killian... tú nunca fuiste la sombra ── todos observaban expectantes y con miedo a que volviese a ocurrir un intento de asesinato por parte de la muchacha. Liesel sabía que las palabras de ambos serían destructivas y acabarían con su estabilidad emocional que, deduciendo por sus reacciones, dicha estabilidad era casi nula.
── Ah ¿Eso crees? ¿Cuándo alguien me conoció a mí por un medio que no haya sido mi hermana? ── Hermione dio un respingo. Se sentía culpable, aunque no era su culpa ¿O sí? ¿Acaso haber presumido sus calificaciones, con quiénes se codeaba o sus logros habían llevado a su hermano a ese punto? Oh, quizás solo un poco. Killianey era valiente y por eso no temió unirse a las filas de Voldemort y lo pagó caro. No por haber perdido a su hermana o su credibilidad, perdió a sus amigas, su hermana era quién menos le importaba en comparación a ellas dos que lo quisieron aún sin importar su estatus social o sanguíneo ──. Responde Lourdes ── siseó.
── Sí, yo te conocí sin saber siquiera que tenías una hermana presumida y escéptica. Te conocí porque me llamó la atención las cosas de las que hablabas, tu banda favorita y así nos hicimos amigos, luego supe que tu hermana era una amargada, pero seguí allí Killian, sigo aquí por ti y no por ella. Sin ofender Hermione ── dijo con la voz más quebrada que alguno de los presentes hubiese oído en su vida. Kellin Malfoy no había despegado la vista del suelo en todo el discurso de la chica, su hermano en cambio se había quedado dormido en el hombro de Astoria.
Esta última miraba con tristeza la escena, se sentía mal por ellos ya que eran amigos desde hacía años ── ella no tenía a nadie, salvo a su hermana mayor, Daphne ──, luego estaba Theo que estaba comiendo unos caramelos pues no había probado un bocado e intentaba que Liesel hiciera lo mismo pues su cara gritaba que no había comido en días y luego estaba el trío de oro que lucía tan indiferente ante las cosas dichas, bueno, todos menos Ron que parecía que en cualquier momento se echaría a llorar.
Claro, él creía que sus amigos eran unos idiotas por no ponerse en los lugares de sus hermanos ¡Cómo eran tan fríos ante eso! Él no podría a pesar de tener, según Hermione, la capacidad emocional de un ladrillo. Lo que más le dolía a Ron, era que su hermana estaba perdiéndose, que Lourdes se estaba desmoronando, Killianey se había arruinado y que ── sin conocerlo a fondo, pero igual sintiendo compasión por él ──, Kellin Malfoy y su hermano habían renunciado a todo por amistad, o tal vez amor.
Vaya uno saber qué era lo que esos dos sentían.
AUTHOR'S NOTE:
Este es el último capítulo que ya tenía escrito y debía corregir, ahora sabrá Dios cuando vuelva a actualizar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro