Quizás Draco debía olvidar el asunto, ni siquiera se disculpó con ella, no eran más que conocidos que nunca pudieron ser amigos realmente, aun así, verla con Theodore Nott le había hecho un poco de daño ¡Y no estaba mal que ambos leyeran juntos! Liesel no estaba cambiando a nadie porque Draco y ella no fueron nada. Simplemente él creía estar siendo reemplazado.

── ¿Qué diablos te pasa? Estás pensativo, tal vez distraído y tú por lo general no piensas mucho ── habló Kellin, la sala multipropósito había quedado en silencio cuando Lourdes salió por aquella puerta.

── No lo entiendo Kellin ¿Tan fácil de reemplazar soy? Vamos, no creo que tú seas capaz de ir y juntarte con Potter.

── Bueno digamos que eres algo detestable, complicado e irritante, y por eso es mejor reemplazarte ── eso no ayudaba mucho a Draco ──. Y, además, específica cuál Potter, idiota.

── Si me cambias por San Potter voy a matarte. Puedes quedarte con tu novia.

Kellin se echó a reír ante su respuesta, aunque su risa no tenía un ápice de gracia.
── Yo no te cambiaría por él, es un imán de problemas, te prefiero mil veces a ti antes que a él ── las palabras del Hufflepuff hicieron sonreír a Draco, hacía semanas que no se veía una sonrisa en su rostro ──, pero Lourdes no es mi novia.

── Eres adorable cuando quieres.

── Jo, me ofendes ¡Yo siempre soy tierno! Por eso estoy en Hufflepuff ㅡ respondió el chico orgulloso de estar en la casa de Helga.

── Estas ahí porque eres muy sensible y leal, aparte de porqué no te sientes para nada cómodo con la idea de estar en Slytherin ── Kellin le tiró una almohada ──. Por cierto ¿Crees que debería arreglar las cosas con Liesel?

ㅡ ¡Maldición, Draco! Debiste haberte disculpado hace más de una semana atrás, imbécil. ¿Qué le hice al mundo para que Dione me mandara a esta vida?

Tal vez porque era el único universo al que Kellin podía aportar algo, solo Dione Demsley lo sabía.

Por otro lado, dejando el tema de la fundadora perdida, Draco algún día llegaría a disculparse con Liesel por haber insinuado cosas tontas, su orgullo podía irse a la mierda.

── Lo intentaré, pero hoy no es el día. E insisto, no somos amigos como para que le importen unas disculpas vacías.

── Solo te diré una cosa Draco, tú dijiste que se consideraban amigos, deja de ser tan malditamente contradictorio. El día en que te decidas a pedirle disculpas, será tarde ── nunca es demasiado tarde, pensó Draco, pero a veces lo que pensamos nos juega en contra ──. Y recuerda, a esta edad nadie es tuyo, solo es tu turno en su vida.

Y Kellin tenía razón, por Dione decidió abrir aquella brecha entre sus universos paralelos.