Había pasado una semana desde la vez en la que Draco y Liesel tuvieron aquella discusión. No habían leído juntos, no habían hablado y él parecía querer evitarla a toda costa según Kellin.

── ¿Aún no encuentras una frase que valga la pena? ── preguntó Lourdes tirándose en uno de los sofás de la sala multipropósito. Lourdes había adoptado la mala costumbre de rayarse los brazos con garabatos o frases que Liesel le enseñaba de sus libros.

── No, además, ¿sí sabes que los marcadores muggles son tóxicos? Dañan la piel, deberías dejar de hacer eso ── advirtió.

Lourdes dio un gruñido y le arrebató el libro El diario de Noah. Todavía no lo terminaba, pero ya estaba en eso, unas cuántas páginas y finalizaría la lectura.

── ¡Mentirosa! Sí encontraste un par de frases, como esta mira: "Él es un buen muchacho, pero es... es basura". ¡Demonios! Me recuerda un poco a Kellin ── Lourdes volvió a leer la frase y sacó del bolsillo de su túnica un marcador muggle y comenzó a escribir la frase ──. Gracias Liesel, iré a ver a Killianey jugar. Gryffindor le tiene que ganar a Ravenclaw o de lo contrario, Slytherin no podrá jugar contra ellos, sabes que los clásicos son mis partidos favoritos ── chilló la Potter y salió por la gran puerta.

La pelirroja bostezó cansada, aquella tarde había pasado volando. Ya casi ni sentía la ausencia del que fue su amigo temporal. Era hora de cerrar ciclos, ¿y qué mejor que leyendo un libro? Era mejor que cortarse el cabello o hacer una idiotez, no perdía nada con leerse otro libro seguido del actual al que no le quedaban más que seis hojas por acabar.

── Y supongo que de eso se trata, de eliminar una parte insignificante de tu vida sin dañarte a ti.