( meeting diana )

Al día siguiente, el sol despertó a Thomas con un beso en la mejilla.

Al abrir los ojos lentamente sonrió abiertamente y saltó emocionado de su cama. Tal vez estaba tan emocionado que se golpeó el pie con la punta de la cama.

Reprimió una quejido de dolor y agarró su pie con las manos mientras saltaba en un solo pie.

Si Thomas hubiera sido otra persona, probablemente no se habría caído al suelo haciendo un estruendoso ruido.

- ¿Thomas?¿Está todo bien?- él escuchó la voz confundida de Marilla al otro lado de la puerta.

- ¡S-si, está todo bien!¡No se preocupe!

Thomas respondió mientras se levantaba del suelo y comenzaba a abrir la cómoda con la escasa ropa que le quedaba.

Luego de unos segundos pasando sus ojos por las piezas sin decidirse abrió un poco la puerta y asomó su cabeza.

- Pss, Anne- susurró él mirando a la chica, la pelirroja que estaba al frente del espejo trenzado su cabello no lo escuchó- ¡Anne!

Alzó un poco la voz y ahora si lo había escuchado.

- ¿Que?- preguntó ella mirándolo sin dejar de lado lo que estaba haciendo.

Thomas se sonrojó un poco.

- ¿Qué se supone que usan lo chicos para ir a la escuela?- preguntó tímidamente.

Anne rió un poco y encogiendose de hombros le contestó.

- No lo sé, camisas y pantalones, lo usual.

Thomas asintió un poco y le agradeció, antes de que volviera a su habitación Anne habló nuevamente.

- ¡Usa la celeste! Resalta tus ojos- agregó ella.

- ¡Gracias!

Thomas se vistió cómo Anne le sugirió y agarrando sus libros de la escuela más uno extra de puro entretenimiento por si tenía tiempo libre.

El cambio de estación había empezado hace unos días y el frío otoñal se comenzaba a percibir en todos los rincones de Avonlea, por lo que se decidió por agregar un suéter gris por encima de la camisa.

Ambos desayunaron demasiado rápido para su salud y luego de saludar a Marilla y a Mathew se encaminaron juntos a la escuela.

- ¿Y tú a donde vas?- Jerry le gritó divertido a Thomas desde el establo.

Jerry ya sabía adónde se dirigía, pero quería molestarlo un poco, y le hacía gracia ver a su amigo tan arreglado.

El castaño se dio vuelva sin dejar de caminar y le gritó igual.

- ¡A la escuela!¡Ahora seré inteligente!¡Te ayudare con las tareas apenas vuelva!- bromeó él. Jerry rió y siguió haciendo lo de antes.

Ambos chicos siguieron caminando mientras hablaban de libros o cosas sin importancia.

- Oh mira. Ahí está Diana- dijo Anne mientras observaba a una chica castaña a lo lejos que movía su mano de un lado para el otro.

Anne agarró a Thomas del brazo y lo arrastró hasta donde la chica estaba.

- ¡Diana!- ambas se abrazaron y la castaña observó al chico con una sonrisa-. Thomas, Diana. Diana, Thomas.

- Un placer- dijo el chico sonriendo nerviosamente-. Me gusta tu... em, delantal- terminó él con un pequeño gesto de la mano. Diana frunció el ceño pero le agradeció con una sonrisa de todos modos.

Ambos se estrecharon la mano y continuaron su camino a la escuela.

- Es lindo- susurró Diana al oído de Anne mientras observaba al chico.

- Lo sé- susurró Anne de vuelta.

Luego de observar las flores por el resto del camino los ojos de Thomas notaron un pequeño edificio blanco que resaltaba ante toda la hierba verde del lugar.

- Llegamos- habló Anne emocionada, se giró hacia el chico y con expresión muy seria le dijo-. Thomas, Diana y yo debemos discutir un tema muy importante con Ruby, tú quédate aquí que luego te mostraré el resto de la escuela.

Antes de que Thomas pudiera decir algo más, la chica corrió adentro de la escuela junto a Diana. Dejando a un Thomas desorientado detrás.

El chico no estaba muy nervioso, todo saldría perfecto... ¿verdad?