Se despertó a eso de la media noche. Cuando el silencio inundaba todo Hogwarts. Estando recostada en la fría cama, se preguntaba que paso como para llegar hasta allí. Nuevamente no recordaba.
A unos pasos más delante de ella, escucho la voz de Victoire que hablaba con Madame Pomfrey, sin notar que Mika ya había despertado, aunque está cerrase los ojos fingiendo dormir, para poder escuchar la conversación a escondidas.
–¿Así que nadie comprende porque se desmayo la chica? – hablo Victoire sin entender la situación –, ¿sus amigos no saben que pudo haberlo ocasionado?
–Ya hablamos con cada uno de ellos, ninguno entendía porque ocurrió eso. Además, hay que aclarar que cuando nos la trajeron la joven estaba pálida cual muerto, y se convulsionaba como si estuviera poseída. Es evidente que no entienden que pasa con la chica, fue repentino.
"¿Convulsiones? ¿Qué fue lo que paso exactamente? ¿Por qué estoy aquí? No puedo recordar lo ocurrido antes de desmayarme. Todo iba normal, seleccionaban a los nuevos, no había absolutamente nada como para hacer que me desmayara." Pensó. De esa manera Mika no podía concentrarse en todo lo demás, necesitaba encontrar las respuestas pronto. Se odiaba a si misma, por no saber si quiera por donde comenzar.
Se volvió a dormir dentro de un rato, cuando Victoire y la enfermera continuaron platicando de cosas normales, al fingir estar dormida, el sueño llego en serio. Descanso por primera vez luego de tantos días, e incluso durante dos meses, desde que había terminado el anterior año, no había estado teniendo sueños agradables, claro, ninguno lo lograba recordar. A eso de las cuatro de la madrugada, Mika abrió sus ojos aun estando adormilada, percibió unos ojos azules, y sintió como unas manos heladas cual muerto, le acariciaban el rostro, y acomodaban cabellos rebeldes.
Se despertó en un minuto pasado eso. Se sentó, y trato de comprender si lo visto fue parte de un sueño o realidad. Su atención se desvió hasta la puerta de entrada que estaba entre abierta. Mika era demasiado curiosa, ese era su defecto. Sin importarle el frío se puso de pie, y tomo su varita que estaba a un lado, en la mesita de noche. El suelo estaba frío ante el tacto de sus pies descalzos.
–Ven... – Thobias. Fue lo primero que llego a su mente, esa voz era del chico. Poso su mano derecha sobre la pared, utilizándola como guía. No iba a utilizar el encantamiento Lumox, o de esa manera, llamaría la atención de algún profesor. Estaba siendo lo más sigilosa que podía llegar a hacer. – Ven... – Mika, dio paso por paso, por los pasillos oscuros, y silenciosos. Una voz interna le dijo que se detuviera, le dijo que algo no andaba bien, que todo estaba muy raro. Se detuvo. Sintió un frío descomunal a sus espaldas, de pronto ya no se sentía para nada sola. La estaban siguiendo desde el principio.
"–Si te volteas... puede que no vuelvas a ver nunca más a tus seres queridos, oh claro, los podrás ver, pero... sin vida. Sigue tu camino, y no dudes, solo continua caminando, o ya sabes que podrá pasar."
Sabía que estaba mal continuar, pero no iba a dejar que pudiese ocurrir algo malo. Por primera vez, esa voz de la razón, llego a ser engañada. Mika, la chica más inteligente fue engañada por una voz desconocida. Asustada, y con su mente gritándole y reclamándole que ojala nunca se hubiera levantado de esa cama, estaba al punto de que no estaba siendo ella misma. O tal vez si, solo que ante el mundo y sus amigos solía mostrar su parte A, aquella chica sería, e inteligente, que a la vez se preocupaba por los demás.
"–Ya estás llegando."
Escucho las goteras, escuchaba el agua golpeando el suelo a cada segundo. Supo que estaba en el baño de chicas. Aquel baño, no le causaba ninguna buena impresión. Sus pies pisaron el agua cuando se introdujo en el. Estando dentro, una varita se ilumino, y pudo ver la figura del chico.
–T-Thobias... – Musito Mika–.
–Que buena chica eres Mika – comenzó diciéndole. Observándola con sus profundos ojos azules –, en serio muy buena siguiendo ordenes, pero... hay algo en ti que te ha traído a un lugar muy malo para ti – Mika tembló –. Esa curiosidad tuya, es lo que te llevara a lo que podría ser tu abismo.
–¿D-De que hablas?
Sin poderle responder, solo mostrándole una sonrisa, algo comenzó a arrastrarse por el suelo. Entendió lo que sucedía, y en ese entonces solo quería correr a advertirle a los otros. Sus piernas se quedaron inmóviles, y aquel basilisco no le dio la cara en ningún momento, pero la tenía rodeada.
–Te quedan solamente siete días, y durante esos siete días, podrás divertirte con tus amigos, y estudiar cuanto quieras. Que lamentable que no puedas advertirle a nadie, tu memoria es tan fácil de manipular. Fue tan fácil asustarte, por ello, al finalizar el séptimo día, TU, sucumbirás a la oscuridad, este basilisco cuidara muy bien de ti, y claro... eh de agregar que deberías de temer de tus amigos, si ellos encuentran el libro, y deciden destruirlo por el tonto pensamiento de volverte a la normalidad y pararlo todo... ¡El libro se destruirá junto a ti! Disfruta de este año en Hogwarts Mika Scamander Lovegood.
Todo lo que escucho en ese momento fue demasiado para si. Estaba buscando miles de maneras de huir y advertirles a los demás, en si, a ella no le importaba que pasara con ella misma, solo quería salvar a todos. Y supuso que el libro aunque fuese destruido, no detendría absolutamente nada. Solo se arruinarían la oportunidad de conseguir lograr salvarse.
–¡Desmaius!
Y ante eso, todo lo visto allí, fue olvidado por obligación. Mika quien pudo advertirles a todos, perdió sus recuerdos. Esa noche, era la clave para detener lo que venía. Ya era tarde para todos.
La mañana del viernes dos de septiembre, Mika descubrió una peculiar mancha sobre su brazo derecho. Había una parte roja, como si se hubiera golpeado fuertemente contra algo. Supuso que ocurrió cuando se desmayo en el gran comedor el día de ayer. Por un momento, se acordó de Ninako. Ese lugar le hacía pensar en ella. Quien con normalidad estaba siempre recostada en una de esas camas, a veces tratando de sonreír, y otras solamente llorando. La enfermería era un lugar un poco deprimente, al menos, si pensabas en Ninako, lo era.
–Mika, que bueno es verte despierta – dijo Rose de forma animada mientras le entregaba un par de galletas, y se sentaba a un lado de si –, ¿estás bien, cierto?
–Gracias por las galletas, y por preocuparte Rosie... – comenzó a masticar la primera galleta, sintió como por dentro se sentía mucho mejor – estoy bien, aunque Victoire y Madame Pomfrey me han dicho que debo de permanecer por hoy aquí...
–Eh... ¿Paso algo malo? ¿Descubrieron la razón del suceso de anoche? – pregunto, esperando a obtener un poco de información–.
–Pues veras... no puedo ocultártelo a ti, pero... me comentaron que anoche encontraron mi cuerpo en el baño de Myrthle la llorona. No saben como fue que me salí y di a parar a ese lugar, además de que estaba todo cubierto de agua... también, siento como si estuviera pasando algo raro conmigo, muchas veces cuando hablo, miro a las personas o lugares, siento como si me estuviera olvidando de algo.
–Piensas que... ¿algo ocurre?
–No quiero decir que si, pero... no puedo pensar en otra cosa.
–En cierto punto, explicaría la razón de porque te desmayaste repentinamente anoche, y explicaría el hecho de que te encontraran en el baño a altas horas de la noche. No te preocupes Mika, tratare de averiguar que pasa, te ayudare en lo que pueda.
–Gracias Rosie...
Mika observo a las espaldas de Rose. Se sintió algo nerviosa al ver a Thobias atrás, que le miraba con una sonrisa relajada, y parecía tranquilo, e incluso algo nervioso. Sus manos se movían demasiado. Rose se volteo a mirarle con mala cara, y se puso de pie.
–Les dejare a solas... nos vemos en la tarde Mika – le regalo una mirada de cariño, y un "Cuídate" que no se escucho–.
Thobias se acerco a paso firme y elegante hasta sentarse frente a ella. Con su cabello rubio alborotado, y ojeras muy notorias, se veía muy diferente a como solía mostrarse con normalidad, este Thobias hacía que Mika sonrojara, y se sintiera un tanto nerviosa. Él se quedo mirándole, y luego sin más sujeto ambas manos de Mika.
–¡¿E-Eh?! – y efectivamente más palabras no llegaron a salir–.
Sin poder esperárselo Thobias rompió el silencio, y claro corto los centímetros entre ambos. Soltó una de sus manos, y la llevo detrás de la cabeza de ella, y comenzó a besarla. Ella permaneció con sus ojos como platos, siendo besada por Thobias, mientras él acariciaba su cabello. Mika no le pudo seguir el paso, por primera vez, cumplió uno de sus sueños tal vez, pero, no se sentía feliz. Y, cuando Thobias se detuvo, alguien apareció de la nada, y sin más lo arrojo al suelo con un golpe en el rostro. Era Albus. De alguna manera, Thobias no hizo absolutamente nada, solo se puso de pie, y sin más, devolvió el golpe cuando Mika pensó que no actuaria.
–¡BASTA! – grito ella, harta de todo lo ocurrido – ¡THOBIAS, VETE! – en lo absoluto quería verlo ahora mismo, de hecho, no se sentía bien con haber sido besada por él, lo quería desde mucho, pero no le agrado, ella no entendía–.
Thobias con mala cara se retiro de la enfermería, y Albus solo se quedo allí, sin saber que decir al respecto, pues Albus y Mika no eran cercanos, solo lo conocía por ser pariente de Rose, pero no habían tenido muchas conversaciones. Él se quedo de pie, y luego solo se sentó en el lugar en donde estuvo antes él rubio.
–¿Me podrías explicar que fue lo que ocurrió? – Mika hubiera preferido haberse quedado toda la noche desmayada en el baño donde dicen que la encontraron, así se hubiera evitado todo ese asunto, era una idiotez tener que hablarlo cuando ni siquiera lo podía entender – ¿Por qué estaba ese tipo aquí?
–Pues... ¡No sé! Solo sé que Thobias llego, y bueno eso... y después llegaste tu, y ya sabes... – su manera de hablar siempre era clara. Excepto cuando la hacían sentirse avergonzada, esa era una conversación que quería evitar. Su rostro estaba rojo como el de un tomate, igual al de Albus – eso paso...
–No estas siendo clara... – Mika le miro con una expresión de "Por favor... evitemos el tema"–.
–Ehm... solo paso lo que viste, y... no me hagas hablar del tema, por favor... en serio no entiendo absolutamente nada, ni siquiera quise...
–Así que... hice bien en golpear al tipo.
–Pues... supongo que si, digo... estaba incomoda, así que... gracias Albus... – está vez no pudo mirarle a la cara a Albus, sus mejillas se habían puesto de un tono rosa notorio. Aunque Albus de igual manera desvió su mirada –, pero... no vuelvas a hacerlo, pudiste salir lastimado... bueno, más de lo que ya estás.
–Lo volvería a hacer... – dijo, antes de que Victoire pasara por la puerta de la enfermería–.
–Oh, Albus será mejor que vuelvas a clas... – se detuvo en seco cuando al final pudo notar que el ojo izquierdo de Albus no estaba muy bien – ¡¿QUE FUE LO QUE TE PASO?! ¡NO PUEDES IR ASÍ A CLASES!
Mika solo se detuvo a recostarse y cerrar sus ojos, ya estaba agotada por solo un suceso incomodo en su vida. ¿Qué sentía realmente por Thobias? Sabía que dentro de si, ella estaba enamorada de él, pero... el beso, no fue de su agrado, tal vez, porque no lo quería de esa manera. Mika, se oculto bajo las sabanas, mientras escuchaba a Albus hablar con Victoire, diciéndole una mentira sobre lo ocurrido realmente. Solo pedía un poco de paz, y descansar para poder irse lo más pronto posible de ese lugar.
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¡Hola de nuevo! Ha, supongo que un día de estos podré poner la nueva foto de la portada (Algún día, aunque de hecho es lo de menos). Ahora que caigo, quiero aclarar que está historia no posee en si muchos capítulos, ni siquiera tiene epilogo, aunque espero no sea molestia, ya que tiene una continuación, que empezara a continuación de está. Otra cosa que no es muy importante, pero... estaba revisando el cuando escribí está historia, al menos el inicio y ha sido hace mucho, al menos en septiembre 28 del año pasado, ah, espero les haya gustado el cap. ¡Nos leemos en el siguiente!
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