PAVEL

¿Qué carajos me había sucedido con Pooh? ¿Y por qué carajos no le di una patada en la entrepierna y lo mandé a la mierda?

No tengo idea de lo que me sucedió, pero de lo que estaba seguro era de que no volvería a pasar.

De sólo recordar sus labios a centímetros de los míos un escalofrío me recorre. Es increíble la precisión con la que hago memoria de sus ojos iluminados por la lujuria, de su piel cediéndole calor al mío.

Aún podía sentir su voz rasposa susurrándome cosas pervertidas al oído.

Aunque el chico era molesto, estúpido y demás adjetivos aberrantes, no podía negar que era guapo, tan guapo que con una sonrisa podría bajarte los pantalones.

-¿En qué tanto piensas?- Oí la pregunta

Volteé hacía Sailub que se había sentado junto a mí en el sofá con dos botellas de cerveza, de las cuales una me entregó a mí.

-Ya sabes, maquetas, trabajos, exámenes- Le dí un sorbo a mi cerveza inspeccionando mi alrededor.

Nuestras fiestas no eran reconocidas por ser tan locas como las de las facultades de leyes o ingeniería, pero no estaban tan mal.

Los estudiantes de arquitectura bebían y se agrupaban en varios lugares de la sala donde charlaban, jugaban a las cartas y algunas otras cantaban las canciones que resonaban a todo pulmón. Otros pocos bailaban, pero esos eran lo que ya sobrepasaron la línea de la sobriedad.

-¿Seguro que no piensas en alguien especial?-  Formó una sonrisa juguetona

-Sea lo que sea lo que estás tratando de decir, es completamente erróneo-Lo señalé con molestia.

Sailub pasó su brazo por detrás mío y la apoyó en la parte superior del sofá.

-¿Entonces negarás que First te vió muy acurrucadito con Pooh en los vestidores?

Maldito chismoso.

-Sí, porque lo único que pensaba en ese momento era en sacarmelo de encima y como asesinar a alguien sin ser arrestado.

-¿En serio no te gusta ni un poco? No está nada mal- Reprimió una pequeña sonrisa mirando hacia abajo seguramente recordando al chico castaño.

-Sailub, creo que no entiendes el significado de heterosexual. El concepto quiere decir que por más que un chico sea un bombón andante, no me enamoraré y menos lo dejaré meterse dentro de mis pantalones- Le expliqué seriamente.

-Sólo decía, ¿a caso no tienes sentido del humor?

-No cuando hablamos de un hombre queriendo seducirme-Jadeé- En serio no sé que le ven a ese tipo, es tan arrogante.

-Bueno, tiene razones para hacerlo si su apellido es Kitjaruwannak

-Gran cosa, la tercera parte de los universitarios se apellida así

-Bueno, no todos son Krittin Kitjaruwannak hijo de... -Esperó a que completara la oración.

-¿Su padre?

Sailub meneó su cabeza y entrecerró sus ojos hacía mí como si mentalmente se dispusiera a colocarme un cartel con la palabra "estúpido".

-Kris Kitjaruwannak

-¿Kris Kitjaruwannak? -Salté en mi lugar- ¿El famoso basquetbolista?

-No, el borracho de la esquina-Puso sus ojos en blanco- ¡Claro que él!

&No puedo creerlo, he soñado con conocerlo desde que soy un niño -Sonreí tontamente, pensando en que las posibilidades de conocerlo no eran tan lejanas, además cuando estuve cerca de Pooh indirectamente estuve cerca de su padre.

¡Qué emoción!

-Mirándole el lado bueno, podrías ser su yerno- Sailub subió y bajó sus cejas.

-Sí, claro, prefiero seguir soñando- Bufé.

Preferiría que me arrancaran las uñas a tener algo con Pooh. De sólo pensarlo, náuseas se acumulaban en mi garganta.

-Por favor, Pooh es guapo, rico y tiene estilo, ¿qué podrías perder?

-La dignidad- Afirmé. Además si tanto te gusta, ¿por qué no te lo coges tú?

-Lo haría, pero sólo eres tú quien le gusta- Me revolvió el cabello.

-No le gusto- Empujé a Sailub juguetón que terminó acostado en el sofá- Lo único que quiere es cualquiera de mis orificios con el cual complacer a su pequeño miembro.

-¿Quién dijo que la tengo pequeña? -Inesperadamente Pooh se sentó junto mí con ambas manos en sus bolsillos.

Sailub se volvió a sentar como un resorte al escucharlo y su expresión cambió de "me vale madre el mundo" a "adoración infinita" con tan sólo ver a Pooh

En seguida apreté la botella con mis dedos mirándolo con todo el odio acumulado en mi interior y queriendo salir en forma de un leve puñetazo hacía Pooh.

-¿Tú que haces aquí? -Lo miré de arriba abajo.

Tenía un estilo muy fiestero y refrescante. Llevaba puesta una camisa hawaiana y unos pantalones cortos color beige, su cabello peinado cubría su frente.

-Pues debo hacerle honor a mi apodo de acosador, ¿verdad? -Se burló.

-La palabra honor y tú no pueden ser utilizados en la misma oración.

Pooh río y se acercó aún más a mí, invadiendo mi preciado espacio personal.

-Me gusta el escote de tu camisa- Pooh relamió sus labios.

De forma instantánea, cerré los botones superiores.

-Gracias por decirlo, la próxima me cubriré hasta la cabeza- Sonreí sin ganas.

-Hola, Pooh- Sailub lo saludó con un sonrojo llenádole las mejillas.

-Hola, Sailub- Pooh le devolvió la sonrisa y juro que las hormonas desbordantes de mi amigo se sentían en el aire.

-Sailub, ve por más bebida- Le ordené.

-P-pero... -Intentó reprochar, sin embargo  obedeció al mirar mi expresión seria.

Si yo no estaba con este acosador, menos permitiría que mi amigo este con alguien así.

-Como sea, me tengo que ir- Hice el ademán de levantarme con mi cerveza, pero Pooh me obligó a caer nuevamente junto a él.

-Déjame traerte algo- Se oía suplicante.

-Tengo pies.

-¿Quieres bailar?

-Sí, pero no contigo.

Pooh resopló e inclinó su cabeza de manera que si me evaluara.

-¿En serio no te gusto ni un poco?

-Tal vez es difícil para ti comprenderlo, pero no es mi problema que tu cerebro no pueda procesarlo- Irritado, con un dedo le empujé la cabeza- No me gustas y  nunca lo harás

Pohh río como si hubiera escuchado el chiste del siglo.

-Lo que no sabes es que a mí me fascinan los retos.

-Espero que te fascine más perder- Hice un puchero.

Sin embargo, cuando me dispuse a marcharme, Pooh me sujetó del brazo nuevamente y me susurró:

-Aquí el único que perderá eres tú, cuando te tenga de rodillas y no exactamente para pedirme un favor- Sonrío- Tú mismo te encargarás de decirles a todos que serás mío y sólo mío

Me solté bruscamente y apreté mis puños.

-Vuelve a decirme algo así y realmente me conocerás.

-Eso es lo que quiero- Me guiñó un ojo antes de ponerse de pie y aproximarse hacía mí.

Dió un paso trás de otro, al igual que yo, sus ojos perdiéndose en los míos hasta quedar frente a frente. Mi respiración se agitó de repente y pudo mezclarse con el aliento a alcohol que desprendía el tipo frente a mi, pero cuando pensé que me besaría, me arrebató la botella y se fue dejándome parado en medio de la pista de baile sin saber como reaccionar.

Lo único que tenía seguro era que debía darle una lección a Pooh