PAVEL

-Este año debemos tener determinación, carácter, pero sobre todo pasión por el basquetball- Caminó por el gimnasio con las manos detrás en mi espalda- Quiero que cuando salgan lo den todo- Los chicos del equipo asienten ante mis palabras- ¿Alguna pregunta?

-¿Puedo tocar tus pechos?- Aquella pregunta me deja anonadado y lo estoy más, al ver de quien provenía.

Los chicos del equipo también voltean hacía el chico desconocido.

-Tú- Ví al tal Pooh con desprecio y este incremento al ver que  tenía puesto el uniforme de mi equipo- ¿Qué haces aquí?

-Pues jugar y verlos_ Pooh miraba la zona de mi pecho- Quiero decir verte.

-Ni siquiera estás en esta universidad- Me cruzo de brazos.

-Uh, capitán Promphaopun, ¿me estuvo investigando? -Sonrió arrogante.

-Cierra la boca o te la cerraré a golpes- Lo amenacé -Hablaré con el entrenador y...

-Muy tarde, ya lo sobor... hable, hablé con el entrenador a solas.

Genial, lo que me faltaba.

-Como sea, yo estoy a cargo ahora y opino que te vuelvas por donde viniste- Indico la puerta con una sonrisa fingida.

-Lamento decirte que para lograrlo la mayoría tiene que estar de acuerdo.

-Tiene razón- First uno de mis amigos, me susurró.

-Gracias por el apoyo- Exprese con sarcasmo

Pooh fue hasta donde guardamos los balones y colocó tres en el suelo, uno junto al otro.

-¿Qué esta haciendo?- Sailub, otro de los jugadores, frunció el ceño al igual que lo hacíamos lo demás.

Pooh se dió media vuelta y me miró a los ojos, los suyos chispeaban con audacia. Tomó el primer balón y aún dado vuelta, lo lanzó y encestó de una manera magistral.

Los jugadores se impresionaron emitiendo un sonoro "wow" y yo simplemente, no podía cerrar mi boca.

-Ese fue para ti, guapo- Me guiño un ojo.

Siguió con los otros dos balones y al igual que el primero fueron a caer directamente en la canasta.

Los chicos me miraron y luego a Pooh y él sólo me miraba a mi con esa sonrisa que quería borrar  con mi puño.

-Así que, ¿quién está de acuerdo con que entre al equipo?

Los traidores levantaron su mano dejándome como un idiota.

-¡First! -Lo regaño y él baja su mano al instante

-¡Lo siento, es que es muy guapo! -Chilla.

Pooh con aire de superioridad me lanza el balón que atrapo en mi pecho. Da pasos hasta quedar frente a mí.

Trago en seco por los nervios que me provocaban su cercanía.

-Creo que estoy dentro.

Sólo quería tomar su cabeza y jugar basquetball con ella.

-¿Qué quieres a cambio de irte y dejarme en paz?-Mascullé cansado.

-Quiero tocar tus pechos.

-Hablo en serio.

-Yo también.

-Nunca dejaré que me toques- Determiné.

-Eso lo veremos, lindura- Me arrebató el balón y se acercó a mi oído- No eres el único que tiene determinación aquí.

Tragué saliva, los vellos de mis brazos se erizaron por completo.

Pooh como si supiera lo que causó en mí, me da una última sonrisa y se une a los demás jugadores.

Este chico si que me daría problemas.