Beomgyu sonrió al ver a lo lejos a Felix tomado de la mano con Christopher, dándose tiernos besos en sus mejillas. Lucían como una tierna pareja de un par de niños de diez años. Estaban muy enamorados, sus ojos gritaban te amo a todo volumen.
Felix volteó a mirarlo y Beomgyu alzó la mano en forma de saludo, pero Felix corrió hacia él para abrazarlo y agradecerle por llegar.
—¡Te ves maravilloso Beomgyu! —Felix caminó hacia Christopher y lo llamó—. Él es Beomgyu, es un buen amigo que conocí hace poco, trabaja conmigo —el mayor le saludó amable y le abrió camino hacia el patio de la gran casa.
La fiesta es en casa donde Felix viviría con Christopher, era muy grande, el patio era posiblemente más grande que la misma casa, todos los invitados estaban sentados en sus respectivas mesas, unos platicando alegremente y otros murmurando al ver a Beomgyu, preguntándose quién era aquel chico nuevo.
—Te he reservado un asiento con Yuna y Hueningkai, supe que eres el hermano del mejor amigo de Hyuka.
—Sí pero... —y antes de que pudiera tan siquiera negarse, ya estaba frente a ellos. Yuna se veía diferente, estaba usando un vestido muy sencillo color rosa, tenía un maquillaje aburrido y su rostro lucía terrible, como si hubiera llorado por horas—. Espero no molestarlos —dijo Beomgyu sentándose al lado de Hueningkai quien fue el único que le sonrió y se acercó para susurrarle.
—Lo siento, es que mamá está muy triste, ya sabes. Hoy saldré con papá, me dijo que hablará conmigo por todo lo ocurrido.
—Eso es maravilloso, no deberías guardarle rencor por algo que es entre tu mamá y él, si ya no se quieren fue lo mejor, para no hacerte daño, a ninguno de los dos —Hueningkai asintió y recibió gustoso los cariños que Beomgyu le hacía en su nuca.
Beomgyu siempre había sido como un hermano mayor desde que había conocido a Soobin, los cuidaba y siempre estaba al tanto de ambos, tanto cariño le tenía que en algún momento había pensado que Beomgyu le gustaba, pero solo había sido confusión ya que luego de aquello Hueningkai había en verdad sentido un fuerte interés por una chica, la cual luego no volvería a ver pero no le importaba ya que no se molestaba por salir con alguien cuando tenía a Soobin, quien nunca le defraudaría por nada del mundo.
—¿Qué haces aquí? Te dije que lo mejor era hablar por separado con el señor Oh, no como lo teníamos planeado —se escuchó a Felix decir a lo lejos, Beomgyu miró y respiró profundo al ver a Taehyun, con su traje negro de siempre, bien puesto y derecho. Taehyun ya no era un hombre casado, ahora podía verlo como quería, como su novio de verdad, sin engaños, sin ser su "amante" no más.
—No me importa, no solo vine por Oh Sehun, vengo para resolver algunos problemas con Beomgyu. Él será de nuevo mi asistente.
—Podemos arreglarlo cuando yo regrese.
—En una semana —contraatacó Taehyun a Felix, quien pasó su mano por su mejilla, rascándola con nerviosismo y marinado de reojo a Yuna quien ya había notado la presencia de Taehyun.
—Vas a ir dentro de la casa, yo llamaré a Beomgyu, no quiero que te acerques a Yuna —le dijo Felix, caminando hacia la mesa donde el tiro se encontraba. Beomgyu entendió sin la necesidad de que Felix le dijera, solo se levantó de su asiento dando una última mirada a Yuna y a Hueningkai.
Siguió a Felix hacia el interior de la casa, estaba ansioso de hablar con Taehyun, quería que él mismo le dijera que había terminado con Yuna, lo necesitaba.
Felix miró a ambos.
—Tienen sólo diez minutos, empezaremos con el brindis y no quiero que estés aquí para él, Yuna hablará —y salió de allí, dejando a la pareja sola. Beomgyu evitó sonreír y se mantuvo serio para Taehyun, mirándolo con ojos de súplica.
Taehyun se acercó y extendió sus brazos, haciendo que el menor se rindiera y se lanzara a los brazos de Taehyun, aspirando aquel característico perfume que siempre cargaba. Pasó sus brazos por la cintura de Taehyun y lo abrazó fuerte. Estaba tan feliz.
—Ayer le pedí el divorcio a Yuna, ella no quería pero le tuve que decir que había alguien más para que quisiera firmar. Pero tranquilo, no le dije de quién se trataba... —Beomgyu alzó la mirada y acarició el rostro de Taehyun—. En aproximadamente un mes estaré totalmente libre, no necesitamos esperar más que eso, posiblemente menos, haré lo posible para que oficialmente esté libre de compromisos con Yuna antes de tiempo.
—Está bien, lo sé —Taehyun lo miró confundido—. Hueningkai fue ayer a casa por la noche, nos dijo que te habías ido de su casa y que estabas con alguien más, razón por la cual dejabas a Yuna.
—Yo les dije que no era solo eso, también que ya no sentía lo mismo y... —Beomgyu lo calló impulsándose hacia arriba y depositando un casto beso sobre sus labios—. Te dije que cumpliría mi promesa —Taehyun miró la mano de Beomgyu y notó que usaba el anillo que le había regalado. Sonrió y le extendió su mano, mostrándole que también lo usaba.
—Supongo que ahora sí que podemos usar nuestros anillos con libertad.
—Podemos —sin soltar la mano de Beomgyu, aprovechó para con su pulgar acariciar su palma—. ¿Qué te parece si mañana vamos a desayunar a mi cuarto de hotel, te invitaría a quedarte a dormir pero no puedo, Hueningkai estará conmigo.
—Me parece genial. Pero ¿no tienes que ir a la empresa?
—Soy el jefe, ¿eso que importa? Además, debemos celebrar que por fin podemos ser oficialmente una pareja libre de compromisos.
—Pero aún falta decirle a los demás y... —Taehyun lo miró con una negación y Beomgyu se rindió—. Por ahora esto es un gran avance, lo sé, lo siento.
Ambos rieron y se acercaron lo suficiente para poder besarse una vez más. Taehyun se sentó en el sofá con Beomgyu al lado y pasó su brazo por sus hombros, besándolo con cuidado.
Por primera vez ambos podían considerarse una pareja real, antes lo eran pero no era lo mismo, no cuando tenían que ocultarse de Yuna, cuando tenía que buscar pretextos para poder hablar.
Y a pesar de que ahora hacían lo mismo, poco a poco su relación iba a salir a la luz. No podían de repente salir y decirle a todos que ellos eran pareja, no cuando sabían que Taehyun había dejado a Yuna por alguien más, mucho menos cuando Hueningkai y Soobin eran mejores amigos.
—Taehyun, el brindis va a- Ah —Beomgyu se levantó rápido del sofá y apartó la mirada—. Yo, solo venía a decirles que ya vamos a brindar.
—Felix nosotros... —el más bajo negó y les dedicó una suave y temblorosa sonrisa.
—Está bien, entiendo que están juntos, no deben de sentirse así, tú y Yuna ya no están casados, si así se podría decir.
—Por favor no le digas a nadie —habló Beomgyu nervioso, mirando a los alrededores asegurándose que nadie más hubiera visto. Pero Felix había sido el único que había entrado a la casa.
—Tranquilo, no le diré a nadie —miró a Taehyun y se acercó a él—. Puedes quedarte si quieres al brindis. Oh Sehun acaba de llegar y creo que debemos dejar a un lado lo sentimental con lo laboral.
Beomgyu frunció su ceño.
—¿Oh Sehun? —Felix asintió y les dedicó una última mirada, saliendo de allí rápidamente.
—Mierda —se sentó de nuevo en el sofá y miró a Taehyun asustado—. ¿Podemos irnos? Me siento un poco mal.
—Tranquilo, Felix no dirá nada, confío en él.
—No es Felix, es Sehun, él e-
—¿Qué pasa con Oh? ¿Lo conoces? —Taehyun lo cortó, pero Beomgyu negó—. Puede que solo sea un nombre parecido, tranquilo, vamos afuera, tengo negocios que hacer, tal vez deberías ir con Hueningkai y Yuna.
Beomgyu no estaba seguro de salir, no cuando probablemente Sehun estuviera allá afuera. Lo reconocería, no solo a él, a ambos, iba a ser un gran problema si era así, más si sabía que Taehyun estaba en proceso de divorcio con Yuna y soltaba algo enfrente de todos los componentes de la empresa.
Pero había resultado aún peor.
Yuna estaba platicando animadamente con Irene, ella estaba como siempre, hermosa, imponente, tan dominante. Su vestido rojo escotado y sus hermosos tacones negros. Se despidió de Sehun con un casto beso en los labios y vió cómo se sentaba junto a otros hombres con traje, e Irene siendo acompañada por Yuna, caminando hacia la mesa con Hueningkai.
¿Por qué siempre que salía de un problema entraba otro? Heeseung, Sehun, Irene. ¿Qué más faltaba? Ese no era su día.
No cuando se suponía que por fin sería feliz, que solo tendría que hacer tiempo con Heeseung y así poder terminar con todo, y poder salir con Taehyun sin que alguien pueda exponerlos, sin que alguien más llegara a odiarlos, solo quería besar a Taehyun y decirle te amo sin necesidad de estar alerta. No, no era su día.
Mucho menos cuando Irene lo vió a lo lejos, allí parado al lado de Taehyun saliendo de la casa. No cuando ella le había sonreído tan cínicamente que podía jurar que parecía haber planeado una clase de conspiración en su contra.
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