Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Valiente

No me aguanté, me encantó escribir sobre ellos, esas cosas pasan /corazón, corazón

Valiente

2002

Para el cumpleaños número veintidós de Harry, su novio apareció en la puerta de Grimmauld Place con unas entradas para el Mundial de Quidditch. Por obvias razones, se perdieron el de 1998, y esta era una oportunidad que Harry no buscó, ni creyó que volvería a presentarse por su cuenta, así que se echó a reír, tomó las entradas, y se lanzó a los brazos de Draco para reclamarle un par de besos.

Hay que aclarar que el regalo no era sólo para él, técnicamente, aunque sabía que sería perfecto para que Harry se relajase después de un semestre estresante de estudiar formas de protegerse de las maldiciones para ser un día profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.

Draco también había conseguido entradas para Hermione y Ron (como parte de su tregua extendida y forma de fingir que no los consideraba sus amigos ahora) y para Pansy y Theodore. A la primera le gustaba más ver a los jugadores que el juego en sí mismo, y el segundo sólo acompañaba a sus amigos Slytherin y a Hermione, con quien llevaba saliendo algunos meses, pero Draco estaba seguro de que disfrutarían salir de sus ambientes rígidos y serios.

En voz baja, hablando casi sobre los labios de Harry, le confesó que el mundial de 1994 fue muy emocionante para él por eso. Sin tonterías sangrepura, sin tanta formalidad, sólo él sentado en un palco viendo un deporte que amaba con su familia. Habría sido perfecto, sin la intervención de los Mortífagos.

Harry decidió que tendría que darle el mejor mundial que podía vivir, después de oírlo.

Entonces, a mediados de agosto, Hermione comprobaba que todo estuviese organizado en la tienda que montaron con el tamaño de una mini Mansión Malfoy, y Theodore asentía y tachaba de la lista que le dio lo que ella nombraba. Esos dos parecían entenderse de algún modo. Pansy se había tirado en una de las literas inferiores y preguntaba qué debía usar para el partido de Bulgaria contra Francia.

—Ni siquiera te van a ver —contestó Ron, haciendo una pausa de sacar su ropa de la maleta para mirarla como si fuese incapaz de comprender lo que tenía en la cabeza—, hay millones de personas en el estadio, Pansy.

—Ponte algo que diga "estoy dispuesta a oírte hablarme de Quidditch y alimentar un poco tu ego, si luego te monto como tú a la escoba y tenemos un juego emocionante" —Draco simuló escribirlo en un cartel flotante con las manos y su amiga Slytherin se empezó a carcajear.

—¡Ese es el espíritu, Draco! Qué bien que estar "atado" no te quite el sentido del humor…

Draco emitió un sonidito negativo y envolvió a Harry con los brazos. Le besó la mejilla. Harry sonrió y lo abrazó también, mientras Ron simulaba una arcada, pero como ya estaba acostumbrado, siguió poniendo su ropa sobre la cama.

—¿Qué va a usar mi chico bonito hoy? —indagó Harry, jugando con el cabello de su novio.

—Uhm, un mundial de Quidditch no es lugar para un vestido, cariño. ¿Overoles? —Draco frotó su mejilla contra la de Harry—. ¿Y combino tu ropa con la mía?

Fue Pansy la que fingió la arcada esa vez. Ron y ella entrechocaron las manos después.

—¡Váyanse con su cursilería a otra parte, shú, shú! —Pansy se levantó de un salto y los "alejó" con gestos. Luego sujetó un brazo de Ron y examinó la ropa sobre la cama con ojo crítico—. Los del club de solteros vamos a discutir qué ponernos para conseguir montar a un jugador de Quidditch hoy…

—Oh, no, no —Ron se zafó de su agarre—, a mí no me incluyas en ese plan. Yo vine a ver el juego.

Harry y Draco intercambiaron miradas. El segundo sonrió. Presionó otro rápido beso en el rostro de su novio y lo soltó, para ir hacia Ron y Pansy.

—Weasley, créeme, es mejor arreglarse incluso si es sólo un partido de Quidditch…como tú lo dijiste, hay millones de personas aquí. ¿Esperas que millones de personas te vean —Draco lo miró de pies a cabeza— así?

Ron rodó los ojos y tomó prendas al azar.

—Cómo si me importara…

Apenas se metió al baño de la tienda, los cinco magos dejados atrás se vieron entre sí.

—Lo bueno es que él no es superficial —Draco se encogió de hombros, resignado.

—¿Creen que Ron se moleste? —preguntó Hermione, apoyando su espalda en el pecho de Theodore, que acababa de rodearla por detrás.

Pansy fingió pensarlo con un ruidoso "hm".

—A ver, lo trajeron gratis a un mundial de un deporte que ama, hay comida, mercancía, es la final, apoya a uno de los equipos…y puede que sí acabe montando a alguno hoy. Yo no estaría molesta. Más que eso, si me consiguen mi propio jugador profesional de Quidditch, les aseguro que voy a hablar bien de ustedes a cualquiera por años…

Hermione negó, divertida, y se distrajo con algo que su novio le dijo. Draco atrajo su maleta con un accio, la agrandó hasta que tuvo cuatro veces su tamaño, y comenzó a buscar dos atuendos para combinar, todo frente a un impresionado Harry que sabía que no tenía caso preguntarle por qué pensó que le haría falta tanta ropa para un fin de semana. Así era él.

Después de que le pasó la ropa que eligió para ver si le gustaba, Draco encontró algo más en su maleta, ahogó un grito, y puso en las manos de Harry uno de los gorritos con flores que parecían unas snitches y que tanto le gustaban. Harry se rio, asintió, y se lo puso con cuidado.

—¿Cómo me veo? —Rodeó con un brazo a su novio y lo jaló hacia él.

Draco lo observaba con los ojos brillantes y una sonrisa.

—Bonito —afirmó, besando a Harry—, siempre eres bonito, y si usas cosas bonitas, todavía más, amor.

—Bien —Harry rozó su nariz con la de él—, vamos a ponernos esa ropa combinada para que Pansy y Ron tengan tiempo de fingir arcadas un rato antes del partido.

Su novio se rio, asintió, y se desviaron hacia una de las orillas de la tienda, en que podían bajar las cortinas para cambiarse a gusto. Como predijo, cuando salieron y se toparon con un Ron ya vestido, él y Pansy vieron que Draco en serio combinó su ropa, y empezaron a fingir de nuevo.

0

Se estimaba que el partido estaría bastante reñido. Era una final. Francia había mostrado una gran técnica y tenían miembros nuevos que eran las estrellas del Quidditch en ese momento. Bulgaria tenía su táctica dura usual y a Viktor Krum, a quien todavía no le arrebataban su título como uno de los mejores Buscadores de Europa.

Draco se apoyaba contra el costado de Harry y le robaba mordiscos de las golosinas que compró. Hablaban en voz baja sobre las jugadas y qué podrían haber hecho ellos en su lugar, de estar en el juego. A unos pasos, Hermione le explicaba a Theodore el origen de un movimiento que vio por primera vez hacer a Harry cuando estaban en Hogwarts, y Pansy animaba con ganas a un Cazador que aseguró que era el tipo más atractivo presente en el Mundial.

Ron se inclinaba sobre la barandilla y sus ojos seguían la trayectoria de los Buscadores desde que la snitch apareció. Cada vez que Krum estaba por tomarla, se estiraba más hacia adelante y contenía el aliento, maldecía apenas la perdía, y sentía que se moría de nervios cuando pensaba que el otro Buscador se la quitaría.

—¡…está detrás de ella, está tan cerca! ¡Bajan y…vaya! ¡La snitch se ha elevado y los Buscadores tienen que levantar rápido sus escobas si no quieren estrellarse! ¡Esa snitch no está siendo fácil! ¡Va hacia las gradas! ¡Krum está dejando atrás a Allamand, pero Allamand no piensa renunciar a su posibilidad de victoria todavía! ¡Todo puede pasar hasta que alguien tenga en sus manos esa pelotita! ¡Ahí van de nuevo…!

Podría jurar que sintió la ráfaga de aire golpearlo cuando ambos Buscadores pasaron frente a los palcos que ocupaban. Pero también le sucedió a cientos de personas, porque nadie quería estar cómodamente sentado en ese momento tan tenso.

—¡Abajo de nuevo, abajo, abajo…! ¡Esta snitch está decidida a hacer que los Buscadores se estrellen!

No te estrelles, pidió Ron, no te estrelles.

—¡Y…Viktor Krum la atrapó! ¡Bulgaria gana!

La parte del estadio que los apoyaba estalló en la emoción de la victoria, pero Ron no respiró con calma hasta que vio a Viktor trazar una curva en el aire y evitar golpear el suelo.

Veinte minutos más tarde, recibía empujones de Pansy por un pasillo hacia la zona contraria a la salida. Miró por encima del hombro, en pánico; Harry le enseñaba un pulgar arriba, Hermione asentía entusiasmada para alentarlo, y Draco gesticulaba para que se apresurase.

—Uno no se puede acercar a los jugadores así como así, estoy seguro-

—Los Slytherin siempre encontramos un modo —alegó Pansy, mostrándole un carnet de reportera.

Ron se quejó, intentó frenar, pero Pansy poseía una fuerza impresionante para ese pequeño cuerpo, y pudo llevarlo al final del pasillo. Podía oír al Capitán del equipo y el entrenador contestar preguntas de los reporteros más allá.

—Fue hace años, sé que deben tener buenas intenciones, pero es imposible que me-

Pansy lo empujó más fuerte cuando tenían que doblar en la esquina. Ron se encontró de pronto en un corredor con varios jugadores del equipo de Bulgaria que decidieron tomarse un descanso entre el partido y la conferencia de prensa, dejándole el trabajo más tedioso a su entrenador y el Capitán.

Ni en la guerra tuvo tanto miedo.

—¿Ron?

Una vocecilla en la cabeza de Ron gritó un "¡oh, Merlín bendito!". Viktor Krum se acercó a él, atravesando el corredor con zancadas tan pronto como lo identificó.

—¿Ron Weasley?

Ron no se había puesto tan rojo desde el cuarto año, frente al primer chico que le pareció atractivo, le dio un beso inocente, y le dijo que era un poco menor para él, que podía buscarlo después.

No esperaba que en serio hubiese un "después".

—Sí- sí- —Ron carraspeó—. Felicidades por…ganar.

Viktor sonrió y él estaba seguro de que algo andaba mal con su respiración. No estaba inhalando.

—Encontré hace tiempo un artículo que decía que te dieron una Orden de Merlín, esto no es gran cosa comparado a eso. Me impresionó mucho lo valiente que eres.

Oh, por Merlín, repetía esa vocecilla histérica que eran sus pensamientos. Cree que soy valiente.

Luego reaccionó a lo que dijo antes de esa parte, frunciendo el ceño.

—¡Pero si fue un partido genial! —replicó Ron, empezando a gesticular deprisa—. Realmente pensé que te ibas a estrellar varias veces contra el piso- y cuando pasaste por los palcos, ¡qué giro! ¡Estuviste increíble!

En el otro pasillo, Pansy y Draco entrechocaban las manos. Ella incluso entonó una cancioncilla de "las serpientes son lo mejor, las serpientes son lo mejor, hazte amigo de una serpiente" que tuvo a los demás riéndose.

Cuando Ron regresó a la tienda, los cinco lo esperaban expectantes. Rojo hasta las orejas, se lanzó sobre la litera que le correspondía y hundió el rostro en la almohada.

Harry se aproximó y tocó su hombro.

—¿Ron…?

Ron giró para quedar boca arriba y se sentó.

—Saben que los adoro, ¿verdad? —Sacó un trozo de papel de su bolsillo y lo agitó en el aire—. ¡Adivinen quién va a ir al hotel donde estará el equipo de Bulgaria después del Mundial y tendrá una cena con Viktor Krum!

Pansy volvió a cantar su "las serpientes son lo mejor, las serpientes son lo mejor…" y Harry abrazó a Ron, que estaba en un colapso de emoción.

Y la cena salió bien.

Y el encuentro que vino después también.

Y el otro…

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro