34-Discusión familiar
Tras entrar en la casa, Tn miró el hogar que tiempo atrás dejó. Todo estaba más o menos igual, solamente habían cambiado unos pocos muebles. Todo estaba impoluto y el servicio que tenían estaban ocupados limpiando y asegurándose de que la casa estaba sin polvo.
Poco a poco los recuerdos fueron llegando a la mente del chico quien se veía a sí mismo correteando por la casa, siendo inocente hasta que lentamente su mentalidad cambió a lo que era actualmente. Sobretodo, gracias a los valores transmitidos por parte de su abuela.
—Siéntate—dijo el padre tras llegar a la habitación y ocupaba el lugar que siempre tenía.
La sala era grande, con títulos y muchas fotos con reconocimientos y premios. El chico examinó un poco, los estantes estaban más llenas que hace años. No le iba mal. Los cuatro se sentaron ocupando un lugar en la mesa.
—¿Y bien?, ¿a qué has venido?—preguntó el hombre sirviendo un poco de vino para sí mismo.
—Quiero que dejéis la idea de comprar los derechos de la familia Addams—respondió él serio—. estáis cruzando unos límites que no son propios de gente de vuestra...''categoría''.
—Te recuerdo que te marchaste negando de nuestro apellido hermanito—Daisy sonreía maliciosamente—. y más tras dejar en evidencia a nuestra familia.
—No he hecho nada para dañar el apellido familiar—replicó serio y mirándolo.
La mujer intervino y le miró a los ojos.
—¿Sabes que vergüenza fue para nosotros tener que afrontar las criticas de nuestros amigos?, ¡nuestro hijo nos dio la espalda!—su voz se elevó hasta que suspiró y se sirvió algo de beber.
—Vosotros disteis la espalda a los valores y manzanas de la abuela—miró ahora a su padre.
—Por favor...solamente era un terreno—su padre estaba relajado—. tanto tiempo y aún continuas llorando por ello.
—Me pregunto que pensaría la abuela de ver en la clase de basura que se ha convertido su hijo—su padre frunció el ceño.
—Tu abuela cambió a partir de la muerte de tu abuelo, y se refugió en sus malditos manzanos.
Tn tocaba un poco la mesa, pensativo, no venía a hablar del pasado.
—¿Entonces no vais a dar marcha atrás?—preguntó mirando a todos y cada uno de ellos.
—Por supuesto que no, es una oportunidad de negocio—contestó su hermana.
—¡Lo hacéis por joderme la vida!—golpeó la mesa—. ¡no sois más que una panda de desgraciados y rencorosos que tenéis el alma negra!—se iba calentando—. ¡os juro que como le pase algo a Jenna o sigáis por ese camino os lo haré pagar!.
—¿Es una amenaza?—preguntó su hermana—. si que tienes valor.
—Os lo diré por última vez, cancelad el acuerdo—dijo con una mirada seria y firme.
Ellos se quedaron callados, mirando a éste.
—No—contestó la mujer finalmente—. ¿algo más?.
El chico trataba de aguantar el tipo, no le estaba resultando fácil aguantar las ganas de pegarles.
—Ya veo, de verdad...es un poco triste que esto haya terminado de está manera—Tn se acomodó en su asiento.
—Tenías todo y ahora...mírate, un actor de segunda—comentó la hermana sonriendo.
—¿Os hace gracia mi vida?—preguntó cambiando su semblante—. entonces...—miró su reloj—. debe de estar al caer.
—¿Quién?—preguntó su madre.
—Ya lo verás—su cara cambió a una de confianza.
Alguien irrumpió, un mayordomo quien decía tener visita. Y era muy importante. Ellos se extrañaron mucho mientras que Tn estaba en su sitio, de espaldas a la puerta.
—Dile que pase—ordenó el hombre.
Los pasos resonaron, pronto, una figura apareció y el mayordomo le cedió el paso. Todos y cada uno de los presentes salvo Tn, se quedaron impresionados y sintieron unos fríos.
—Hola familia—saludó una mujer mayor con el pelo blanco pero con un buen aspecto, vestida de manera elegante y cara.
—Hola abuela—dijo Tn sin mirarla—. ¿qué tal el viaje?.
—¿Mamá?—la mujer se quedó helada.
La anciana pasó por su lado a paso seguro y mirando a su nieto.
—Todo bien, gracias por el aviso—se acercó a donde estaba la joven y le miró—. ¿qué haces niña?, estás en mi sitio.
Daisy se retiró de inmediato y sentándose en otro asiento cercano a su padre. La sonrisa que había mantenido hasta el momento desapareció por completo desde la entrada de la mujer.
—Tn me ha informado de vuestros negocios...¿de verdad?—miró a su hija quien a pesar de la edad, el miedo hacia su madre no había cambiado—. por lo que veo...hasta mi nieta ha sacado esa frialdad sin corazón—ahora su nieta agachaba un poco la cabeza, sin mirarla, incapaz de mirarla directamente a los ojos.
La mujer quien tenía una gran influencia y sobretodo, le tenían mucho respeto, ordenó de inmediato la retirada de ese contrato junto a una serie de normas que involucraban no hacer nada contra Tn ni su pareja. No les quedó otra que aceptar pues a pesar de tener mucho dinero, la mayor parte de la inmensa fortuna era controlada por la anciana. Prácticamente todos los negocios pasaban por sus manos e intentaron hacerlo a sus espaldas. Tn avisó por si acaso, conocedor de ello, a su abuela.
—De acuerdo—miró enojado a su hijo—. retiraremos la oferta y los contratos, tienes mi palabra.
Después de eso, abuela y nieto se retiraron, Tn con un aire triunfante. Antes de salir de la habitación, volteó y vio el enojo en los ojos de elos...música celestial para él.
El vehículo de la mujer estaba preparado, solamente quedaba que ella se subiese.
—Abuela...—empezó Tn.
—No hace falta decir nada...sé que te alejaste de todo...pero te echaba de menos pequeño...—volteó y le miró—. tu abuela era una gran mujer...y una gran amiga. Cuando su marido, es decir, tu abuelo murió...se entristeció mucho. Pero gracias a las manzanas recobró la alegría.
—¿Llevas un negocio con manzanas cierto?
—Por supuesto, el legado de la familia, o parte de ello proviene de las manzanas. Siempre ha habido un miembro de árbol genealógico que ha estado ligado a ello. Yo lo inculqué a tu abuela y ella a ti. Me recuerdas mucho a ella, ¿sabes?—él asintió emocionado—. estoy segura que de estar viva, estaría muy orgullosa de ti. Lamento lo de los terrenos...lo hicieron a mis espaldas.
—Gracias.
La mujer asintió con una sonrisa.
—Sidra, zumos...todo lo relacionado con manzanas lo manejo...¿no conoces mi producto?
—Si, pero es caro...
—Siempre has sido tacaño, especialmente desde tu marcha...te enviaré un cargamento. Y saluda a esa muchacha de mi parte
—Jenna Ortega—recalcó él.
—Así que las redes decían la verdad...en fin, nos vemos nieto, espero que tengas la decencia de enviarme algún mensaje que otro.
Los dos se despidieron y ella se marchó en su coche. El de Tn no tardaría en llegar, y cuando se alejaba lentamente, volteó a ver la casa que esperaba nunca volver a pisar. Cerró los ojos y esbozó una gran sonrisa.
Pero a pesar de esa victoria...sabía que sus padres y hermana tramarían alguna. Por el momento, prefería descansar y regresar.
Tim llegaría al hospital sonriente y abrazó a Jenna después de comunicarle la noticia que no tardaría en hacerse eco en las redes.
—Algo me dice que has tenido algo que ver—dijo viendo una foto de su chico—. eres el mejor.
Jenna se recostó sobre su almohada, cerró los ojos y tras mucho tiempo...pudo desconectar y dormir totalmente tranquila.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo.
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