06
Maratón (1/3)
—Estamos muertas... realmente nos matarán.
—Oye deja de ser tan negativa que ya estoy asustada, debe haber una solución.
—Si, nos ahorcaran .
—¡Chloe! Ya basta, no va a suceder nada, la mujer tiene problemas para recordar ese es un punto negativo pero por alguna razón siempre recuerda quien soy así que eso es un punto a nuestro favor.
—Ivy...no todo es tan sencillo, sabes que no podemos entrar ahí, ellos solo resuelven problemas de los suyos.
—Ella es parte...solo iremos, hablaron con la policía y listo. ¿Está lista?
—¿Mi hijo está ahí?
—No pero ellos nos ayudarán a encontrar lo.
—Ivy...yo no quiero entrar, amiga...
Lo entendía, era demasiado intimidante acercarse a ellos, los hombre lobo no eran tan fácil de tratar.
—Ve al auto entonces...solo espérame.
En un principio también quería esperar afuera, mandaría a la señora pero su remordimiento no se lo permitió, con un suspiro avanzó tomando de la mano a la mujer.
Las enormes puertas fueron abiertas revelando una realidad parecida a la suya, gente con uniforme y carpetas entre sus brazos.
Su presencia llamo la atención de todos.
Cada paso que daba era visto por los hombres, sus miradas recorrían su cuerpo.
Al llegar a dónde un oficial estaba sentado con voz temblorosa habló —B-buenas tardes.
—Este no es lugar para ti...¿Lo sabes verdad?
—S-si...lo que sucede es que esta mujer se perdió, no recuerda muchas cosas y bueno ayer fue que me dijo quien era...¿Podría ayudarme a encontrar a su familia?
La mirada del hombre era dura, casi como si quisiera saber si eso era verdad, después volteó a ver a la mujer y de forma brusca se levantó, su rostro ya no reflejaba enojo, ahora solo el miedo se veía incrustado.
—¡Aléjate de ella!—Ivy fue lanzada al suelo por el hombre y como si ella fuera venenosa cubrió a la mujer—¿Que le haz hecho?
Preguntó con furio dejando salir sus colmillos.
—Mi nieto...no, no la toques.
Como pudo quitó al hombre y se acercó a Ivy revisando si su cuerpo no había recibido daño alguno.
—Señora...no se acerque a ella.
—¡Cállate!
La situación no había salido como planeó.
—Shim ... llama al señor Kim.
(...)
Ahora la situación era diferente, la mujer la abrazaba mientras cubría su rostro con sus manos, Ivy se sentía asustada pues aún que ya lo sabía ,sentir la fuerza de ellos causaba aún más un temor grande.
—Todo está bien...yo estoy aquí.
Su voz era suave tratando de tranquilizar la, aún que funcionaba ella no podía evitar reaccionar ante cada movimiento de los individuos.
De golpe, las puertas fueron abiertas, ocasionando un ruido bastante alto —¡DONDE ESTÁ MI MADRE!
Aquella voz tan alta y profunda calo hasta el fondo de su ser. Ese día estaba sufriendo por el miedo que causaba toda la situación.
—Mi bebé —la señora reaccionó ante la voz dejando la sola al correr hasta su hijo, con cariño se acercó hasta él, acaricio su rostro observando como este se volvía suave ante su tacto.
—Mamá...¿Dónde haz estado?
Él se veía intimidante, vestido con ese traje por completo negro, con su cabello firmemente peinado y sus ojos profundos, en definitiva se veía como un hombre difícil.
—Es hora de ir a casa.
Trato de irse juntos con ella pero se detuvo—Mi nieto—Él pareció no entender a qué se refería así que solo la siguió con la mirada mientras ella se acercaba a Ivy—Es hora de ir a casa.
La ayudo a levantar se pero Ivy no avanzo —Ya ha encontrado a su hijo señora...es hora de despedirnos.
Trato de sonar tranquila pero la realidad era que temía por su hijo, no quería acercarse pues noto como todos se cohibieron ante su llegada.
—No, no puedes irte...debes venir con nosotros.
—No puedo señora, tengo una vida...y una familia que debo cuidar —dijo esto último colocando su mano en su vientre.
—Es mi nieto.
—No lo es...—respondio sin ver a su alrededor.
—Lo es...ese es mi cachorro —su hijo se había acercado y solo así pudo ver a la mujer, ese misma que estuvo a punto de ser llevada por unos hombres, la misma que salvó y con la que esa noche tuvo sexo a pesar de su estado.
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