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capítulo único

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Respetese a usted y respeteme a mí.

Con la historia NO ESTOY PROMOVIENDO una conducta ni estoy apoyando a los personajes. NO ESTOY NORMALIZANDO NI ROMANTIZANDO ESTÁS CONDUCTAS INAPROPIADAS.

TODO ES FICCIÓN, NO TIENE NADA QUE VER CON LA REALIDAD.

SEPARA LA REALIDAD DE LA FICCIÓN.

Esta historia solo tiene el fin de entretener.

🔞Mención del canibalismo!!!
🔞Vocabulario vulgar!!!!
🔞Relaciones sexuales forzadas!!!
🔞Conductas indebidas!!!
🔞Asesinato!!! Tortura!!!

Ya con la advertencia CLARAMENTE PUESTA no quiero ningún tipo de comentario grosero.

dedicado a -iskss la primera persona en leer la historia cuando fue escrita y publicada por primera vez, gracias por apoyarme y hacerme ver que estoy loca, besos <3













Hoy era el día en el que Kim TaeHyung podría conquistar a aquel hombre que tanto había observado las últimas semanas. Era gracioso ya que el chico más codiciado de Seúl estaba detrás de un hombre que ni siquiera lo conocía, pero sabía que ese hombre no aguantaría tanto y al final si podría obtener lo que quería de él, una follada.

Todo hombre que lo conocía quería probar de su delicada esencia, pero pocos hombre tenían la dicha de poder tener a Kim TaeHyung a su lado.

Y uno de esos hombres sería él.

Estaba seguro de que ese hombre le proporcionaría la mejor follada en su vida.

Y para eso, esta noche debía usar sus mejores recursos para atraerlo.

El maquillaje listo, era algo sencillo, simplemente algo de sombra color café al final de sus ojos, un poco iluminador, rubor y un labial rosita.

La vestimenta también estaba lista, había optado por un suéter blanco channel, jeans oscuros, sus zapatos favoritos y obviamente las joyas. Anillos de oro y collares caros.

Kim TaeHyung estaba completamente listo para relucir en aquella discoteca.

Estaba listo para llamar la atención de aquel hombre que hace que su pene se endurezca en segundos.

Así era TaeHyung, a donde sea que vaya él era el centro de atención. No importaba a donde fuera él siempre era el foco.

La apariencia coqueta y elegante que portaba el chico captaba la vista de cualquiera de chicos, chicas y hasta de adultos algo mayores por muy raro que suene, era cierto.

El rubio observó el reloj en la pared de la habitación y supo que era hora de salir para esperar a su mejor amigo.

Después de una larga y extenuante espera donde lo único que hizo fue estar parado en el medio de la cera, los faros de un hermoso Mercedes Benz iluminaron su rostro de porcelana.

El auto frenó frente a él.

Una de las ventanillas se bajó y un chico con el cabello teñido de rosa se asomó por el, guiñó uno de sus ojos, para luego decir;──Vaya... Te chupo hasta los mocos.

El rubio rió asqueado ──Ay JiMin que puto asco, ¿Por qué te tardaste tanto? ── preguntó subiéndose en el lado del copiloto, el recién nombrado subió la ventana y luego que el castaño estuviera en el interior del auto, colocó los seguros.

──Pasó algo en el edificio, habían algunos policías, dijeron que cerca de mi departamento escucharon gritos ── frunció el ceño ──, comenzaron a revisar cada uno de los que hay en mi piso y como me vieron la cara de "Chico malo" y los tatuajes no duraron en molestarme, me interrogaron y bueno... ── Suspiró recordando lo molestos que fueron los policías con él. ── por eso tardé tanto.

TaeHyung solo asintió, sin decir más nada.

JiMin suspiró nuevamente y pisó el acelerador del auto tomando rumbo hacia la dichosa discoteca.

El viaje fue algo largo y silencioso, Itaewon estaba algo lejos de Gangnam pero aún así llegaron a tiempo.

A tiempo para lucirse.

Bajaron del auto y JiMin colocó la seguridad para prevenir cualquier cosa o... a cualquier loco, se acercaron a la entrada del lugar y no hicieron fila, ellos nunca hacían fila.

El guardia de seguridad observó a Kim TaeHyung de pies a cabeza, conocía a ese chico desde que tenía dieciséis años y no era necesario pedirle alguna identificación.

El rubio había comenzado a asistir a fiestas desde que era muy joven, no tomaba pero incitaba a los mayores a tomar para poder acostarse con ellos y obtener algo de dinero extra.

¿Lo necesitaba? No, su madre era lo suficientemente consentidora para darle un montón de tarjetas de crédito.

TaeHyung era bastante conocido por aquellos lugares, conocido por ser todo un seductor de primera y cotizado.

Algunos lo tachaban de fácil pero al rubio ni siquiera le importaban los comentarios, era su culo y él hacía con el lo que quisiese.

Nadie iba a cambiarlo.

El más alto guiño su ojo y el guardia de seguridad dejó que ambos chicos pasarán al lugar escuchando como a los lejos las personas en la fila soltaban algunos abucheos. Una vez dentro buscaron una mesa libre para poder sentarse y tomar algunas bebidas, la música reinaba, había buena energía y todo era genial.

Algunas personas bailaban, otras bebían, hablaban o simplemente se comían la boca en alguna esquina del lugar "tratando" de ser discretos.

TaeHyung movía su cabeza al ritmo de la música, le guiñaba el ojo a algunas personas y sonreía coquetamente, por otra parte JiMin buscaba algunas bebidas en la barra.

El lindo barista lo atendió amablemente y conversó un poco con él, al final le entregó sus bebidas y se acercó a su amigo rubio nuevamente.

──Vaya... Estabas muy entretenido con ese chico, ¡eh! ── se burló TaeHyung. ──por poco y lo llevas a una habitación.

──Yah... Solo estaba tratando de ser amable. ── aclaró.

Comenzaron a beber tranquilamente y a hacer un par de bromas, JiMin giraba su cuerpo hacia la derecha y con su mano se tapaba el vaso para así poder tomar de su bebida.

A pesar de tener una sólida confianza con TaeHyung y poder hacer lo que se le antojase, le gustaba mantener algunas formalidades como los honoríficos y la manera en hacer algunas cosas.

El chico de cabello rubio bebía de su trago con normalidad, a él sí que no le gustaba ser formal cuando estaba con su mejor amigo.

Sabía que aquel hombre que necesitaba debía estar en algún lugar de esa discoteca, probablemente en la zona VIP tomando un trago o conversando con otras personas.

Un par de chicas invitaron a JiMin a bailar, pero este se negó ya que estaba bebiendo con su mejor amigo y no quería dejarlo ahí, TaeHyung lo reprendió por haber negado la invitación diciéndole que podía ir a bailar tranquilamente y que no tenía ningún problema en quedarse allí.

Aunque la realidad era diferente, estaba esperando que JiMin se distrajera para ir en busca de alguien.

Una hora más tarde donde ya perdieron la cuenta de cuantos tragos habían tomado, TaeHyung y JiMin bailaban tranquilamente en alguna zona de la discoteca.

──Hola, JiMin... ── saludó el chico de la barra, tenía otro vestuario y sonreía dulcemente. ──¿Quieres bailar un poco? ── cuestionó.

JiMin observó a TaeHyung preocupado puesto a que no quería dejarlo, pero el rubio simple alzó sus pulgares y sonrió con picardía.

El mayor se rió avergonzado y aceptó bailar con aquel chico.

El rubio siguió bailando sin prestar algún tipo de atención a lo que sucedía a su alrededor, sólo se dedicaba a bailar y a tomar su bebida tranquilamente, movía sus brazos y saltaba algunas veces dejándose llevar por la música. Después de estar tanto tiempo moviéndose en la pista de baile, pensó que sería bueno ir a sentarse durante un rato, mientras que JiMin se quedó en la pista bailando y riendo con su enamorado.

Mientras bebía tranquilamente sintió una mirada taladrando su nuca y cuando giró su anatomía encontró la mirada de un hombre clavada en él.

Era Jeon JungKook y su mirada no era lo único que quería que se clavara en él.

El era hombre que tanto había esperado y el que tanto ansiaba tener entre sus piernas.

Por otro lado estaba Jeon JungKook, tenía una bebida alcohólica en su mano derecha y sus ojos sobre TaeHyung, mirándolo atentamente, Dios, lo estaba comiendo con la mirada.

──¿Quién es? creo que lo conozco. ── le preguntó un hombre junto a él.

──Kim TaeHyung, es algo conocido aquí, tiene veinticuatro años, gustos caros, viven en Gangnam y no tiene pareja. ── respondió de manera lenta y fría.

Cuando le sonrió al chico fue una invitación para que se acercara a él.

Aún con su bebida en la mano se acercó hasta la zona VIP donde se encontraba aquel hombre.

──Kim TaeHyung ¿no? ── cuestionó el azabache frente a él.

TaeHyung respondió un "No sé" mordiendo su labio ──Jeon ¿cierto? ── preguntó de igual manera. ──Empresario, dueño de un famoso restaurante, millonario y caliente... que suerte.

El hombre dejó salir una sarcástica y palmeó su muslo invitando al chico a sentarse, gustoso TaeHyung se sentó sobre el regazo de hombre y cruzó la piernas coqueto.

──Claro que sí eres Kim TaeHyung.── aseguró el nombre, el chico en su regazo susurró un "Tal vez" y el hombre habló nuevamente ──Eres tú quien me ha enviado cartas indecorosas ¿no?

El rubio no dijo nada, solo miró a JungKook con una sonrisa y se levantó de su regazo.

Aquello fue como una carta de invitación para TaeHyung para seguir avanzando con aquel hombre.

──¿A dónde vas? ── preguntó cuestionó.

──¿Qué te parece si tenemos esta conversación en otro lado? ── su voz sonó coqueta, obviamente había doble sentido en sus palabras porque eso era lo único que quería de ese hombre.

JiMin se volteó y observó a TaeHyung salir de la zona VIP con un hombre tras suyo, y el rubio sólo le guiñó el ojo.

Y salieron del establecimiento.

El camino al departamento de JungKook no fue largo, solo fueron unos quince minutos y un par de preguntas de un guardia de seguridad en el estacionamiento.

TaeHyung miraba detenidamente todo, ese lugar le recordaba al edificio donde vivía JiMin, pocas veces había ido ya que el mayor prefería usurpar la suya, hasta que vio la horrible alfombra en la puerta de un departamento y supo que si, estaban en el mismo edificio donde vivía JiMin.

Jeon JungKook abrió la puerta de su hogar y todo se veía lujoso y caro, muy caro, le gustaba.

El azabache cerró la puerta, colocó sus manos en los hombros de JungKook tirando un poco de su abrigo para quitárselo y obviamente el más bajo no lo dejó esperar.

Complaciendo el pedido de JungKook se dejó quitar el abrigo, el chico de piel pálida lo colocó en un perchero cerca de la puerta.

──¿Quieres... algo de tomar? ── cuestionó.

El invitado asintió ──Lo que sea está bien.

Sin vergüenza alguna el azabache tomó la mano de su contrario y lo llevó hasta la cocina. TaeHyung comenzó con su plan.

La cocina se veía lujosa y bastante limpia, no debía haber ni un poco de polvo, perfecto.

Sabía que JungKook era un gran chef y por eso debía debía tener una cocina tan pulcra.

TaeHyung la copa que le entregó JungKook dejándola completamente vacía, se acercó a la mesa y la colocó allí con cuidado.

El azabache se acercó a él, hundiendo su nariz en el cuello del chico aspirando su aroma ── Coco chanel, ¿eh? Huele de maravilla ── halagó ── Es un perfume femenino ¿lo sabes no? ── cuestionó.

El rubio sonrió coqueto y respondió ──Me gustan los perfumes de mujer, llaman la atención de hombres como tú.

JungKook comenzó a dejar suaves besos sobre la piel del castaño, TaeHyung sonrió ladeando su cuello, permitiendo que el azabache tuviera más acceso a la zona. Colocando sus manos en las caderas del más bajo, lo empujó levemente guiandolo hacia la mesa, para seguir mordiendo y besando la blanquecina piel del chico.

──¿Por qué...? ¿Por qué me coqueteas? ── cuestionó mientras besaba la piel contraria ──Sé lo que estás haciendo.

El chico rió ──Porque soy todo eso que buscas, todo lo que quieres tener. ── respondió altanero y tenía razón, TaeHyung era todo lo que JungKook buscaba.

Un joven rubio de estatura pequeña, un cotizado de primera, malcriado y altanero que no tenía miedo de abrir la boca para soltar perversiones o groserías.

──Sabes... Creo que tengo hambre ── soltó con voz ronca y succionó la piel grácil dejando algunas marcas escuchando como el menor jadeaba, se sentía bien, muy bien... joder se sentía de maravilla. ──Y creo que encontré un delicioso postre.

── A-ah ¿si? ── gimió el castaño.

── Sí, ¿qué tal si vamos a la parte donde te quito la ropa y te como?

TaeHyung asintió torpemente ──Bon Appétit, JungKook

El azabache sonrió con la mirada lasciva sobre él, su miembro comenzaba a despertar y sin vergüenza llevó sus manos hasta los botones del chico y los comenzó a desabrochar lentamente.

Cuando el pecho de TaeHyung estuvo descubierto, el azabache volteo al chico para acercar su rostro a la grácil y blanca piel colocando su nariz sobre el pecho contrario, aspiró fuertemente y sintió el aroma dulzón que desprendía.

El rubio posó sus manos sobre el cabello del más alto para acariciarlo y jalarlo levemente sin buscar hacerle algún daño.

JungKook beso la piel expuesta haciendo un largo recorrido desde su cuello hasta el cierre de su pantalón, el rubio suplicó entre gemidos para que quitara su jean de una vez y el mayor aceptó.

El más pálido colocó su mano sobre la hebilla del cierre para bajarlo lentamente, todo esto con la suplicante mirada del rubio que lo único que podía hacer era jadear y gemir por más.

Al mayor se le ocurrió algo, se alejó de TaeHyung - quien chilló al no sentir el tacto sobre él - y se acercó a uno de los refrigeradores abriéndolo para buscar algo.

Cuando por fin lo halló, lo sacó de allí.

TaeHyung lo observó era una botella de crema batida y sonrió sabiendo lo que venía.

JungKook se acercó a él, y guió la botella a su boca llenándose de la dulce crema blanca.

──Lo voy a poner sobre ti. ── colocó la botella sobre la mesa, para tomar a TaeHyung de las caderas y subirlo al mismo lugar, terminó de quitar la camisa de su contrario y también quitó la suya, mostrando su pecho ligeramente trabajado.

El rubio abrió su boquita formando una tierna "O" sin despegar su vista del más alto, ídem vio como llenaba su pecho con el blanquecino líquido espumoso, se sentía nervioso, no sabía porqué, pero simplemente se sentía así.

Por otro lado, JungKook anhelaba seguir sintiendo la grácil piel contraría, pasó su lengua por todo el pecho lampiño retirando y saboreando la dulce crema batida que había colocado hace unos segundos. La piel del chico era dulce y no era simplemente por la crema batida.

TaeHyung fruncía el ceño antes las sensaciones que le provocaba aquel pecaminoso y excitante hombre.

Un gemido salió de su boca cuando sintió los finos labios de JungKook sobre su botoncito café.

El hombre mordía y chupaba con tanta necesidad y rudeza como si quisiese arrancar el pequeño pezón café.

Ambos miembros yacían dentro de su ropa interior completamente erectos esperando ser liberados.

Con sutileza se acercó a los labios del grácil, sus respiraciones se mezclaron y se hicieron algo pesadas, el más bajo movió su cabeza y estampó sus labios contra los del azabache. JungKook acariciaba los labios de TaeHyung con su propia lengua, el chiquillo colocó sus manos en el cuello del azabache haciendo un recorrido con sus dedos tocando sus hombros, su pecho y parte de su espalda.

JungKook era demasiado sexy.

El beso se tornaba más veloz y necesitado, sus respiraciones estaban mezcladas y sus cuerpos no paraban de tocarse entre sí. Anhelando por más, deseando fundirse y volverse uno solo.

El azabache mordió levemente el labio contrario, escuchando como un dulce gemido se escapa de estos, adentro se encontraba su lengua queriendo explorar, conocer y saborear cada rincón.

El grácil movió su lengua, comenzando a tocarse, empujarse y saborearse, comenzando una batalla donde creía ser el ganador. Quería invadir la boca contraría ser quien llevaba el mando en este juego... Oh... Tan lindo... Pero qué equivocado estaba.

El azabache movía su sin hueso con agilidad, aclarando que él era quien llevaba las riendas de ese juego, y a TaeHyung le quedó más que claro cuando intentó meter su lengua en la cavidad contraria y escuchó un gruñido del mayor.

──Vamos a mi cuarto...

Los intensos gemidos del grácil era música para quien pasara por aquel pasillo del edificio, la cama rechinaba con fuerza como si en cualquier momento se llegase a romper.

El calor era abrasador, los cuerpos sudados uno sobre el otro como si quisieran adherirse al otro.

El hombre de cabellos azabaches se movía con ímpetu sobre el cuerpo contrario, su vaivén era rápido y certero. "Se más suave" era lo que chillaba el menor en algunas ocasiones.

TaeHyung gemía, chillaba y sollozaba.

Era una mezcla entre dolor y placer que ni él mismo podía reconocer, pero le gustaba, amaba sentir como su cuerpo parecía quemarse entre las llamas del infierno.

YoonGi comenzó a morder los hombros del chico llegando a sacar un poco de sangre que era retirada rápidamente por su lengua

Era simplemente exquisito para.

──Estas bastante estrecho para ser una zorra ¿eh? ── comentó entre gruñidos ── Vamos Kim, gime como la puta que eres ── mandó. ──Para eso me coqueteabas ¿no?

¡Clash! una cachetada resonó por la habitación, JungKook sostenía con una mano el cuello de su contrarío y con la otra soltaba cachetadas, una tras otra mientras seguía hundiéndose en lo más profundo del rubio.

TaeHyung se sentía aturdido con la cara llena de confusión y la mejilla adolorida.

Quiso apartarse de JungKook pero este afianzó la mano en el cuello evitando que se soltase.

──E-espera, Jung-... JungKook... ── empezó a habla con dificultad ──M-me ¡Ah! haces daño...

El azabache no se movió, solo soltó un bufido y soltó el cuello del chico. ──¿De que mierda hablas? ── cuestiona con rudeza ──A las putas como tu le gustan que sean duros.

Sin cuidado sacó su miembro del orificio del rubio y con fuerza lo tomó de los hombros.

TaeHyung siseó de dolor guiando sus manos hasta sus hombros y observando como estas se llenaban de sangre.

JungKook rodó los ojos y con rudeza volteó a TaeHyung escuchando como se quejaba de dolor.

Colocó al castaño boca abajo y alzo su trasero dejando su orificio a la vista.

TaeHyung se sentía muy incómodo y adolorido pero antes de poder quejarse emitió un chillido de dolor.

JungKook había tomado sus caderas y lo había comenzado a penetrar otra vez.

El rubio intentó apartarse ante la intromisión forzada pero JungKook era más fuerte que él.

──¡Suéltame! ── comenzó a gritar.

──¡Silencio, maldita zorra! ── grito el azabache de vuelta tomando a TaeHyung del cabello y estampando su rostros contra la almohada ──¡Deja de chillar tanto y acepta lo que te doy puta!

Si había algo que TaeHyung odiaba con todas sus fuerzas era eso, ser llamado "zorra" y "puta".

Y por más dulce y lindo que había sido el mayor con él, eso no lo iba a dejar pasar.

JungKook estaba siendo demasiado brusco con él y no le estaba gustando.

Cuando el azabache soltó su cabeza TaeHyung lo miro con enojo.

──Permiso. ──pidió, JungKook no hizo caso solo lo miraba con una mueca de superioridad y TaeHyung al ver que no hizo nada alzó la voz ── ¡Que te quites, mierda! ── Con la poca fuerza que tenía empujó al chico.

El rubio se levantó de la cama sintiendo cómo sus piernas temblaban en el momento y con furia se comenzó a vestir.

El azabache rió con amargura y se colocó su propio bóxer.

Mientras se vestía podía ver a Jeon observarlo de manera lasciva.

Ya vestido y arreglado TaeHyung tomó rumbo hacia la entrada con el ceño fruncido, estando en la cocina tomó su celular listo para irse.

Pero eso no quedaría así, JungKook no dejaría que se iría así de fácil. TaeHyung había venido hasta él, había abierto las piernas y le había cortado su ansiado orgasmo. Claramente no iba a dejar eso así.

──¿A dónde vas, mocoso? ── sujetó su brazo.

TaeHyung comenzó a removerse intentado liberar su brazo del agarre. ── Me voy a largar de aquí, no voy a dejar que me sigas llamando zorra y seas un cretino.

El mayor soltó una risilla y dijo ── ¿Por qué te molestas? ¿eh? Es la verdad... eres una zorrita.

El rubio siguió moviéndose pero el mayor era más fuerte, mucho más fuerte, después de unos segundos donde intentaba liberarse, hazlo su rodilla y golpeó la entrepierna del azabache, sacándole un grito de dolor.

Al no sentir el agarre en su muñeca corrió hacía la entrada, se colocó su abrigo rápidamente - que por suerte yacía en el perchero del departamento - caminó hasta la puerta y trato de abrirla. Cuando la puerta por fin abrió, pudo ver el pasillo del edificio y luego...

Luego no vio más nada.

Todo era negro, vacío, indoloro, oscuro.

Su cuerpo cayó hacia atrás, y JungKook dejó caer la roca que tenía en sus manos. Se acercó a la puerta cerrándola y le colocó el seguro.

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Un par de horas después TaeHyung despertó sin entender nada, su desnudez temblaba y sentía que se iba a congelar.

Sus bonitos labios esponjosos estaban azules por frío, estaban casi morados.

Cuando abrió sus ojos completamente notó que estaba en un lugar muy extraño y pequeño, era frío, muy frío.

A los costados de su cabeza habían algunas bolsas transparentes con diferentes cosas, algunas tenían carne y otras un líquido rojizo que parecía... Sangre.

Con los nervios a flor de piel empujó hacía al frente, viendo como la "pared" que en realidad era una puerta se abría lentamente.

Su cuerpo no mantuvo el equilibrio y volvió a caer, pero esta vez hacia adelante, cayendo sobre la palma de sus manos y sobre sus rodillas.

Un horrible dolor de cabeza lo hizo jadear, guió su diestra a la parte posterior y pudo sentir la zona bastante húmeda y blanda.

Su rubio cabello estaba manchado de la sangre que escurría de su cabeza y gimió de dolor al tocar una herida abierta.

Observó el lugar, aún seguía en la casa del azabache, que por alguna razón no lo veía por ningún lado ¿Acaso él lo había metido allí? ¿JungKook estaba en casa o... era su momento para escapar? Con lentitud y sin hacer ruido se levantó del suelo.

Hacía frío, mucho frío, su cuerpo temblaba por cada paso que daba.

──¿A dónde vas? ── preguntó una voz detrás de él, podía reconocerla, claro que lo hacía.

El asustado y tembloroso cuerpo del grácil se volteo encarando al mayor, que lo observaba con una mirada de superioridad, como lo hacía siempre.

TaeHyung retrocedió cuando vio como el chico se acercaba a su desnudo cuerpo.

──Pensé que ya habías muerto con el golpe que te di... ── susurró decepcionado de sí mismo.

El menor volvió a retroceder asustado, sin saber qué hacer. No se sentía lo suficientemente bien para echarse a correr, podía intentarlo, pero nada le aseguraba que funcionaría.

El hombre lo miraba, analizando cada uno de sus movimientos, veía como temblaba, como retrocedía lentamente y como clavaba sus inexistentes uñas en las palmas de sus manos.

──Esta vez no vas a escapar, pequeña zorra, sácate eso de la cabeza. ── aclaró.

── ¡Vo-voy a llamar a la policía! ── sollozo.

──¿Ah, si? ¿Con qué celular? ¿El que destruí hace unos minutos? ── preguntó. ── No vas a salir de aquí, muñeco... O al menos no vivo.

Aquello le heló la sangre al chico, que sin pensar dos veces, corrió.

Corrió con la poca e insignificante fuerza que le quedaba.

No conocía el lugar en su totalidad, no sabía a donde ir y mucho menos en donde esconderse.

Su mente estaba bloqueada, no había ningún pensamiento coherente que lo ayudara a escapar.

JungKook sonrió, dejándolo correr por donde quisiese igual no había ningún lugar por donde pudiera salir.

Mientras corría vio algunas puertas, todas yacían cerradas.

Intentó abrir una, pero el pomo no cedió, intentó con otras pero fue el mismo resultado.

Ninguna abría.

Siguió corriendo hasta que vio otra puerta, era de caoba y tenía un bonito pomo dorado.

La abrió con delicadeza, sin hacer ruido, pero lo que vio allí dentro lo hizo chillar.

Había una cama era blanca y lucía suave como el algodón, pero tenía una gran mancha que cubría gran parte y sobre eso había un cuerpo.

Un cuerpo desnudo y desmembrado.

Su piel había perdido color, volviéndose en un pálido casi gris, su cabello era de un bonito color rojizo, casi como su sangre y sus labios eran azules.

Los dedos de la mano derecha no estaban, en su muslo faltaba un gran pedazo de carne y su delicada cara adornaba con una gran mordida en el pómulo... Tenía el pecho abierto, sus costillas estaban algo rotas y faltaban algunos órganos.

──Uh... Creo que ya conociste a mi otra zorra... ── susurró YoonGi detrás de JiMin. ── Ay... Su nombre era HoSeok creo... era lindo... Vendía pasteles cerca del edificio y creyó que con regalarme uno iría por él.

El rubio tragó presa del miedo, ¿Ese sería su final? ¿Iba a terminar igual que este chico?

Se volteo con miedo ──Ahjussi... Déjeme ir... ── pidió asustado ── No le diré nada a la policía, lo j-juro, déjeme ir. ── suplicó.

JungKook no caería tan fácil.

Ya estuvo cerca de ir a la cárcel una vez, no pasaría por eso de nuevo.

──¿Creés que te dejaré ir tan fácil...? ── acarició el rostro de su menor ──Tu nunca saldrás de aquí, bebé.

Sus ojitos se cristalizaron, era su fin y no había alguien que lo detuviera.

JungKook sujetó su mano, sacándolo de la habitación. Guiándolo al lugar donde había iniciado todo: la cocina.

El chico sollozaba, esperando algo, aunque sea una gota de piedad.

──Ahjussi, por favor... por favor. ── pidió entre susurros, sintiendo como el hombre lo abrazaba ──Déjame... ──suplicó.

El azabache beso el grácil cuello de su contrarío lentamente comenzó a succionar, a morder y a lamer por todo el lugar.

Los besos eran con ímpetu, con rapidez, como si fuera el final.

Como si fuera el último.

Las manos de TaeHyung estaban en los hombros del mayor, intentando empujarlo, pero nada funcionaba.

Tenía frío y sus articulaciones dolían.

Jadeo al sentir como sus clavículas estaban siendo atacadas por el azabache que mordía la zona.

Escuchando la respiración entrecortada y los jadeos del rubio, enterró sus dientes en el lugar.

Abriéndole la piel y dejando salir el espeso líquido rojizo con un fuerte sabor a metálico.

No podía moder más allá de la exquisita piel porque la clavícula de TaeHyung le impedía hacer una mordida profunda.

──¡Ah! ¡Detente! ── gimió de dolor.

Pero el azabache no lo hizo.

TaeHyung lo empujó con todas sus fuerzas, su clavícula dolía y tenía la marca de la mordida que le había dado el victimario.

El más alto limpio sus labios con el dorso de su mano y la sangre del menor dejó manchado el lugar.

Su mirada se oscureció y su corazón se aceleró, deseando por más. Anhelando deleitarse una vez más con delicioso líquido carmesí.

──¡Aléjate! ── gritó el menor.

El azabache hizo caso omiso y se acercó más al chico, sostuvo sus muñecas y comenzó a succionar nuevamente el grácil cuello.

Una pequeña pelea de empujones se desató, TaeHyung trataba de alejarlo y JungKook solo intentaba mantenerlo quieto.

──¡Estás loco, animal! ¡suéltame! ¡basta! ── gritó.

──Estoy más cuerdo de lo que crees, niño. ── aseguró mirándolo a los ojos.

El millonario llevó su boca hasta los belfos, besando con fuerza al chico.

──¡Eres un caníbal! ¡loco! ── gimió de dolor.

──Sí, bebé, y tu eres mi postre ¿No lo recuerdas? Eso es lo que haré ahora. ── y mordió con certeza.

TaeHyung se quedó petrificado viendo como JungKook se separaba de él, como sus labios estaban manchados de su sangre y como masticaba con tanta tranquilidad.

Con su temblorosa mano tocó su labio interior, sintiendo como está se mojaba y el belfo le dolía. La sangre comenzaba a brotar por montones cubriendo la blanquecina piel.

──¿Qué pasa, bebé? ¿Te gustó? ── preguntó burlándose ── ¿Quieres probar tu propia carne?

La víctima negó presa del miedo que lo consumía.

La adrenalina en su cuerpo lo mantenía más vivo que nunca pero sus extremidades se sentían dormidas.

Con un cosquilleo recorriendo su columna.

JungKook sonrió, cargando al liviano chico y colocándolo sobre la mesa. TaeHyung parecía estar en shock, sin procesar lo que había pasado hace unos segundos atrás.

El caníbal se dio la vuelta y se acercó a un estante donde tenía varios cuchillos colocados perfectamente sobre un pequeño porta cubiertos.

──Y dime... ¿Por donde te gustará que empezará? ── preguntó sacando un cuchillo de hoja ancha y de unos veinte centímetros aproximadamente. ── Tal vez... ¿Por aquí? ── acarició el muslo del chico con el afilado objeto. ── O... ¿Por aquí? ── repitió la acción anterior pero esta vez lo pasaba por el abdomen plano castaño.

TaeHyung negó asustado, su labio inferior temblaba de dolor y el líquido rojo bajaba por su mentón y recorría su cuello hasta llegar a su pecho.

JungKook sonrió viendo el miedo que le causaba a su víctima.

──P-por favor... No... ──suplicó nuevamente.

Aquello le gustó al victimario, amaba escuchar como sus víctimas pedían clemencia o lloraban de dolor.

Con el cuchillo comenzó a hacer rasguños por los muslos del chico. No eran lo suficientemente profundos para dejar que se desangre y muriera, pero tampoco era lo suficiente pequeño para que no sufriera.

El grácil colocó sus manos sobre sus piernas intentando disminuir el dolor o parar el sangrado.

Eso enojó a JungKook quien tomó la mano de chico dejando su palma hacia arriba ──Mmmm... Yo no dije que podías hacer eso.

Con su mano empuñando el cuchillo paso la hojilla suavemente por la palma contaría.

──No, no, no, no... ¡Ah! ── un grito escapó de sus rotos labios al sentir como el cuchillo se hendía en su mano. ── ¡Ah! ¡Déjame ir!── chillaba.

JungKook dejó el cuchillo lejos del alcance del chico, iba a tomar su cintura y bajarlo de la mesa, pero el menor negó.

Con su otra mano comenzó a golpear y empujar al más alto.

Entre los golpes que daba sintió como JungKook sujetaba su muñeca fuertemente, lastimandolo, haciéndolo llorar aún más.

Tomó el cuchillo nuevamente y lo miró.

──Si no quieres que te asesine, quédate quieto. ── amenazó.

TaeHyung solo negaba con la voz temblorosa y los ojos humedecidos de pavor, el hombre iba acercando el cuchillo a su otra mano. ¿Acaso le haría lo mismo a su otra mano?

No lo sabía, pero algo le decía que si iba a suceder.

Con miedo intentó alejar su mano, pero el más alto no dejó que sucediera.

Solo observó al chico con una sonrisa malévola.

──¿Qué harás? ── preguntó en un susurro.

El azabache soltó una risilla y dijo ── ¿Qué creés que haré?

El miedo del menor simplemente excitaba a JungKook, le hacía sentir bien ver sus lágrimas de dolor.

TaeHyung intentaba parar el sangrado de su palma cubriéndose con la otra mano, su labio temblaba y tenía el pequeño cubierto de sangre.

──De-dejame ir...juro que no diré na-nada...

── Ya, deja de hablar. ── gruñó ──Tu voz aturde, baja de la mesa ── lo apuntó con el arma.

──¿Qué? ── cuestionó asustado.

──¿Ahora eres sordo? ── suspiro ── te dije que bajes de la maldita mesa.

Sin decir algo más, lo hizo.

Al bajarse sus piernas temblaron y sus gotas de sangre mancharon el frío suelo.

Con su mano libre tomó al chico de los hombros para volteador bruscamente. Besó sus hombros y su espalda, sintiendo la suavidad en sus labios, empezó a repartir besos a lo largo de su cuerpo dando pequeños chupones dejando la piel roja.

TaeHyung ya estaba desnudo, no había mucho por hacer.

El azabache comenzó a desabrochar cada uno de los botones que tenía su camisa, con sus pálidas manos deslizó con rapidez sacándola por completo.

──Eres bonito... ¿Ya te lo había dicho? ── pregunta en un tono coqueto.

El grácil no dijo nada, tenía miedo.

Sin dejar la espalda de TaeHyung comenzó desabrochar el botón de su pantalón y a bajar el cierre rápidamente.

Al quitarse el pantalón tomó las caderas de TaeHyung y empezó a simular embestidas, la tela de su bóxer estaba reteniendo su erecto miembro que dolía ligeramente.

El chico gimió y no sabía si era por el dolor a causa de las heridas o por lo que el azabache estaba haciendo.

Con una mano empujó la espalda alta casi por la nuca de su menor para que apoyara su cuerpo sobre la mesa.

TaeHyung cerró sus ojos, esperando lo peor y gritó al sentir su anillo muscular abriéndole paso al erecto y caliente miembro del mayor.

El victimario se recostó en la espalda del menor y le susurro ──Ahora si vas a gemir como la puta que eres.

Con lentitud sacó su miembro y le propinó una estocada que hizo chillar al chico.

Comenzó a embestir al menor con fuerza, gimiendo y gruñendo sobre la oreja del menor.

TaeHyung sollozaba y gemía, no sabía si era de dolor o placer. Era una extraña mezcla que ni él podía reconocer.

JungKook acercó su boca al hombro del chico, comenzando a morder y a succionar con brusquedad la suave piel.

TaeHyung seguía gimiendo y pedía que el mayor parase con lo que hacía, pero nada parecía resultar, el simplemente no cedía a lo que su menor pedía.

Las estocadas eran certeras y cortas, intentando ir más allá de lo que podía. Las pieles chocando era la dulce música del lugar combinada con los gemidos de ambos y los llantos del menor.

Una sinfonía que al victimario le gustaba.

En el suelo habían gotas de sangre que escurría de la piel de TaeHyung, su vientre se contraía y sus piernas temblaban.

Unos segundos después TaeHyung había llegado a su orgasmo con un fuerte gemido y dejó salir todo lo que había estado reteniendo, aquello cayó sobre la mesa perdiéndose en los charcos rojizos.

Su cuerpo no daba para más, dolía, ardía y no dejaba de escocer, se sentía vacío, ligero, como si estuviera sobre una nube.

Su piel estaba pálida y un poco fría.

Estaba cerca. Iba a morir.

El caníbal arremetía como si la vida se le fuese con cada empuje, se sentía muy bien, las paredes de TaeHyung envolvían y calentaban su miembro con delicadeza.

──Detente... ── susurró TaeHyung.

JungKook negó y tomó al chico de sus rubios cabellos jalando su cabeza hacía atrás lastimando aún más la herida.

El chico dejó salir un chillido que JungKook calló con un gruñido.

La otra mano del azabache estaba en la cadera de TaeHyung sujetándolo con fuerza impidiéndole moverse.

El sonido del pelvis de JungKook chocar contra el trasero del menor era exquisito, acompañado de los gemidos y sollozos que dejaba salir el grácil.

Sentía sus manos picar, necesitaba tener lastimar al menor.

──Estoy cerca ── gruñó, con rapidez apartó la mano del cabello del menor y la colocó en el mentón alzando la cabeza del chico.

Sin pensarlo dos veces afianzó el objeto entre su otra mano y lo pasó con agilidad por el cuello del chico realizando un corte perfectamente sintiendo como se corría y llenaba el interior del menor.

Cuando terminó de expulsar todo, salió del chico y soltó su cabeza. Observando cómo su cuerpo caía al suelo y el charco de sangre se hacía más grande.

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Toc toc toc.

JungKook se acercó a la puerta y la abrió suavemente, observando a su vecino de un piso más abajo.

──¡JungKook, muchas gracias por la cena! ── agradece con una sonrisa ──La carne estaba excelente, muy jugosa.

El nombrado sonríe con orgullo ──Me alegro que te haya gustado, Jin Hyung.

──La próxima vez que haga espero que me invite otra vez. ── sugiere divertido.

──Puedes venir esta noche a prepararla conmigo. ── invita con un coqueteo observando como el chico sonreía enamorado.

JungKook sabía como atraer a sus victimas.


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