Salta seguía en la espalda de Mato Groso, mientras que Pasco los seguía por atrás.

Pasco: ¿Qué tal si nos vamos? - le sugirió a todos. -

Mato groso: Pero a donde iríamos.

Salta: Que tal, si vamos a mi casa.

Pasco: tu casa queda mas lejos.

Mato groso: Y que tal si vamos a la mía.

Salta: Eso, y después veamos que hacer.

Y así los tres se fueron caminando tratando de perderse, porque por suerte llegaron a la casa de Mato groso.

Pero en otro lado, con Santa Cruz que caminaba con una sonrisa tranquila, y atrás un Valparaiso que temblaba cada que escuchaba sonidos raros.

Valparaiso: Oye, y si tal vez regresa solo, no se, quedarnos por aquí no es buena idea. - Escucho otro sonido más raro, y dio un saltito, el cual rápidamente se fue a agarrar a Santa Cruz del brazo. - Esto no es bueno.

Santa Cruz: Tranquilo, no nos va pasar nada, solo sigamos caminando.

Valparaiso: Me quieres matar aquí! - le reclamaba, mientras no pensaba en desprenderse del brazo del otro, si se moría, se moriría con él. -

Santa Cruz: No, como puedes pensar en eso, solo quería que me ayudarán a buscar a la mascota de mi hermano menor.

Valparaiso: Yo no puedo estar aquí por tanto tiempo, ocurren cosas raras. - Escucho como una ramas se rompían, muy cerca de ahí. Saltando para que el otro lo sostenga. -

Santa Cruz: Tranquilo no es nada malo. - Dijo mientras sentía que estaba por asfixiarle - Oye me estas asfixiando. - Puso sus brazos en la cintura de este para levantarle y no le asfixie -

Valparaiso: No. - Empezó a mover los pies para que lo baje - Bajame, no me gusta eso.

Santa Cruz: Oye, si sigues así, al final vas a llamar a los depredadores de verdad.

Valparaiso: - Le miro de frente, mirando a los ojos - Sácame de aquí, no quiero morir así, aun soy lindo para esto.

Santa Cruz: Oye tranquilo, en serio no te va pasar nada. - Lo bajo y se agachó un poco, para luego quitar los brazos del otro de su cuello. -

Valparaiso: No te pienso soltar, hasta que no me lleves de nuevo a mi casa! - le tomo del brazo de nuevo, para que no le soltara -

Santa Cruz: Pero no nos podemos ir, los demás deben estar aun allá dentro.

Valparaiso: Ya no importa ellos, ahora yo soy importante para ti.

Santa Cruz: Oye no, los demás también están allá no los puedo dejar solos.

Valparaiso: Ellos son tres, nosotros solo somos dos! - le seguía reclamando -

Santa Cruz: - Estaba mirándole, la verdad no sabia como hacer para que deje de reclamarle, para él ese momento no era tan peligroso. -

Valparaiso: Si me dejas, te va a ir mal. - Fue lo último que le dijo, para agarrarlo con fuerza del brazo. -

Santa Cruz: Oye tranquilo viejo, solo sigamos buscando por un rato mas, sino lo encontramos te llevo a tú casa, esta bien.

Valparaiso: - Quedo pensando por un momento y asintió - Pero no pienso soltarte en ningún momento. - se aferro, para ir caminando a su lado. -