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5. La Fiesta De Bienvenida (Parte 2)

--¡Eso fue asombroso!

La voz de Candace, quien iba acompañada de Stacy, hizo que Vanessa volteara a verla. Si toda la escuela estaba asombrada por su hazaña, no se sorprendía que su amiga le dijera eso en algún momento.

--Gracias, pero no fue la gran cosa.

--¿No fue la gran cosa?--dijo la pelinegra.--¡Pero si lo hiciste excelente!

--Sólo le puse los puntos donde debía. Ese chico tenía que parar de una vez.

La castaña volteo su cabeza, observando cómo el chico al que el rubio había golpeado ahora caminaba con ayuda de las dos chicas junto a él saliendo del gimnasio, posiblemente hacia la enfermería.

--Una de esas chicas es la novia de Adrien. ¿Cierto?--preguntó la de cuello largo.

--Sí, o eso supongo.--suspiró.--No quiero ver lo que hay dentro de su relación, en serio.

--Al menos no lo golpeaste.--comentó la del moño.--No me hubiera gustado que te expulsaran en tu primer día de clases. ¿Qué hubieran dicho tus padres?

--Bueno, mi padre es malvado pero sobreprotector a la vez así que...

--Cada día me sorprendes más, Vanessa.

Una voz masculina se acercaba hacia ella, y sonrió levemente al ver de quién se trataba.

--Sabías tanto como yo lo mucho que se lo merecía, Monty.

--Bueno, creo que los dejaremos solos.--dijo Candace.--¿Vamos?

La pelinegra asintió, para luego alejarse con su amiga. Mientras ambas chicas caminaban y conversaban, observaron a un grupo de adolescentes que parecían divertirse mientras bromeaban con su amigo robusto.

--Mira eso.--señaló la del moño.

--¿Qué sucede, Stacy?

--Hay unos chicos allí que parecen simpáticos. ¿Por qué no los saludamos? Así haremos nuevos amigos aquí.

--Sí, creo que tienes razón.

Ambas se dirigieron hacia el grupo, el cual animaba fuertemente a su amigo para que se tomara todo un bowl de ponche.

--¡Thompson! ¡Thompson!

El chico bebió todo el contenido, para luego tirar el bowl de vidrio en el suelo hasta que este quedara hecho pedacitos. Las dos se sorprendieron de aquella acción.

--¿No estarán en problemas por eso?--le preguntó la pelinegra a uno de los chicos.

--Descuida, siempre le echamos la culpa al mapache y el director es tan idiota que se la cree. Por cierto, soy Robbie y la chica que toma fotos a mi lado es mi novia Tambry.

--Es un gusto conocerte. Yo soy Stacy y ella es mi mejor amiga Can...

Cuando la chica iba a señalar a su amiga, se dio cuenta que ésta estaba observando pegada hacia una dirección, por lo que ella siguió el rastro de su mirada. Sin embargo, se dio cuenta de que la pelirroja estaba concentrada en el otro extremo del grupo, mirando atentamente a Jeremy junto a su nueva novia. No obstante, también logró observar a Coltrane al lado del rubio, aquel chico que igualmente fue su novio alguna vez, pero a diferencia del otro éste reía sin compañía.

Las miradas no fueron eternas, puesto que ambos chicos se dieron cuenta de las chicas que los espiaban. Robbie se percató de esto, y le hizo señas a Wendy para acabar con el incómodo momento. Ella simplemente asintió, para que luego comenzara a hablar.

--¡Chicos! ¡Hay más ponche en la otra mesa!--exclamó a sus amigos.--¿Por qué no vamos para allá antes de que se acabe?

--¡Si!

Todo el grupo comenzó a alejarse, incluyendo Robbie y Wendy. Sin embargo, Jeremy tomó del hombro a la pelirroja que se estaba alejando.

--Amor... ¿Qué estás...

--Tú y Candace necesitan arreglar sus problemas, y no quiero ser un impedimento para ello.

La chica le dio un corto beso en los labios, para luego retirarse. Sin embargo, observó a ambos hermanos tras de ella, esos que reconocía a la perfección. Observó la triste expresión del chico y la sorprendida mirada de la castaña.

--¡Hola, Wendy!--saludó ella con una leve sonrisa, mirando de reojo a su hermano.

--N-No sabía que... tenías novio.

La pelirroja suspiró triste ante las palabras de Dipper. Desde el primer verano que se vieron se había enterado de los sentimientos del chico hacia ella, pero sabía que no podía corresponderle por ser mayor que él. Ahora finalmente lo veía a él y su hermana después de tanto tiempo, más altos y todos unos adolescentes, por lo que a pesar del incómodo momento decidió abrazarlos fuertemente.

--¡Chicos!--exclamó felizmente.--¡No puedo creer que están aquí!

--¡Lo se!--dijo Mabel correspondiendo el abrazo, al igual que el castaño a su lado.--¡Nos divertiremos mucho estando aquí! ¿No es así, Dipper?

--Tienes razón.--soltó un suspiro, para que luego los tres se separaran.--¿Y cómo has estado?

--Pues... tengo novio, como acabas de ver.--sonrió incómodamente.--Su nombre es Jeremy, y es un chico muy agradable. En cuanto a mi estadía en la escuela, es bastante exigente y agotadora, no te mentiré. ¡Pero hay muy buenas fiestas! En mi antigua escuela jamás hacían unas de este nivel. ¿Y qué hay de ustedes?

--¡El tío Stan hará una especie de cabaña del misterio aquí en Paris!--exclamó la chica.--Por eso estamos aquí ahora, y claro, por la beca que ganó Dipper.

--¿Qué?--se alegró la chica.--¿En serio?

--Algo así.--dijo tocándose la nuca nervioso.--Aunque aún no conozco mucho esta escuela y todo es muy raro. No quiero fallar en algo y que ese bravucón termine haciéndome algo.

--¿Te refieres a Adrien? Pff, ese chico es así con todos. Siempre intenta sacar lo peor de los demás para hacerles creer a todos que él y su grupo son mejor.--rodó los ojos.--Que bueno que esa chica nueva se atrevió a tirarle ese ponche en la cabeza.

--¡Fue fantástico! ¿Cierto?--comentó Mabel.--Se lo tenía merecido después de golpear a ese chico, además por haberse burlado de mi hermano y su nuevo grupo de amigos esta mañana.

--Wow, me gustaría conocerlos si es posible.

--Bueno, si quieres los puedo buscar y te los presento ahora mismo.

--Cool.--sonrió la pelirroja.--Bien, estaré en la mesa de comida con mis amigos por si quieren venir.

--S-Seguro, Wendy.--tartamudeó.

--Adiós.--se despidió Mabel, mientras observó a la otra chica irse.--Y hablando de relaciones sociales, voy a acompañar a Candy y Grenda a bailar. ¡No vuelvo pronto!

Su hermana se alejó, mientras el chico suspiró y se puso en busca de sus nuevos amigos. En tanto, el cuarteto hablaba a unos pocos centímetros alejados del aquella mesa de comidas en donde el grupo se encontraba.

--Candace, necesito que escuches todo lo que pasó. Prefiero que sea desde mí en lugar de enterarte por otra per...

--Habla rápido.--se cruzó de brazos Stacy.

--De acuerdo.--asintió el rubio.--Wendy y yo llegamos el mismo año a la escuela, y al ser compañeros de clase comenzamos a llevarnos muy bien juntos. Luego comencé a sentir cosas que comenzaron a fluir de la nada y una cosa llevó a la otra...

--Se besaron ese mismo año. ¿No es así?--preguntó la pelirroja triste.

--Un año después, en realidad.--suspiró.--Aunque no tengo excusa. Seguíamos siendo "amigos" cuando eso pasó, pero esa misma noche decidimos formalizar nuestra relación.

--¿Y supongo que no se han separado desde entonces?--habló la pelinegra levantando una ceja.

--Así es.--confirmó.--Lamento no decirte esto, Candace, pero las relaciones a distancia son muy difíciles y es complicado mantenerlas. ¿No sentiste que necesitabas a alguien todo este tiempo?

--Cuando de verdad amas a alguien, sabes que esa persona siempre estará ahí. Y aunque estén separados por un montón de kilómetros de distancia, esperarías todos los años posibles para volver a verla algún día.--habló la ojiazul, para después secar una lágrima.--Lo siento, yo...

--No, Candace. Tienes razón.--se entristeció.--Sólo espero que volvamos a tener una amistad algún día.

--Sí, también yo.--asintió la pelirroja esquivando su mirada.

--¿Qué tal Stacy?--interrumpió Coltrane.

--Pff... ¿Tu mejor amigo le mintió a mi mejor amiga por años y tú preguntas eso como si nada?

--Solamente quería que este momento dejara de ser incómodo.

--¿Acaso tu también tienes una novia secreta?

--De hecho no.--respondió.

--Pues no te creo.--se cruzó de brazos.--Mi amiga y yo tenemos cosas más importantes que pensar en hombres ahora, así que si nos disculpan nos iremos ahora mismo. ¿Verdad, Candace?

--Tienes toda la razón.--afirmó fingiendo fortaleza, pero sabiendo que esta situación aún le dolía.--Suerte con tu novia, Jeremy.

Ambas chicas estaban a punto de irse, pero el rubio tomó el brazo de la pelirroja para susurrarle una última cosa.

--Sólo piensa lo de volver a ser amigos. ¿De acuerdo?--susurró

--Está bien, lo pensaré.

Se fue rápidamente con su amiga dejando a ambos chicos solos. Mientras tanto, Isabella y el señor Damocles entraron al gimnasio. La pelinegra dirigió al hombre al lugar donde aquellos hechos habían ocurrido, pero ahora ya no había nada.

--Aquí fue el lugar en donde sucedió esto.

--¿En serio? Yo veo todo normal.

--Entonces vaya a la enfermería y vea por usted mismo lo que ese joven causó.

--Si es lo que desea, eso es lo que haré.

El director se volteó para salir una vez más del gimnasio. En tanto, Phineas, Ferb y su grupo se acercaron a la chica.

--¡Por fin volviste, Isabella!--dijo el pelirrojo con su animado tono de siempre.

--¡Te perdiste la mejor parte!--exclamó Buford.

--¿De qué hablas?--preguntó ella.

Inmediatamente todo el grupo miró a Ferb, pues sabiendo que la chica que le gustaba terminó el drama de los golpes de la mejor manera posible, debía ser él quién hablara.

--Vanessa tiró ponche en la cabeza de Adrien.

--¿En serio?--se sorprendió la pelinegra.--¿Y qué pasó después?

--Básicamente lo provocó un poco.--respondió Baljeet.

--¿Lo provocó un poco? ¡Querrás decir que lo desenmascaró!--gritó el castaño emocionado.--En serio, esa chica es genial para mi amigo.

--Wow, tal vez sí debí quedarme.--rio Isabella.

--Hola chicos.--saludó Dipper caminado hacia ellos.--¿De qué charlaban?

--De lo que pasó con Adrien hace un rato.--contestó el moreno.

--No te lo perdiste también. ¿Verdad?--comentó Buford.

--Claro que no, y creo que casi toda la escuela lo vio.--respondió.--Oigan chicos... ¿Les molestaría presentarse ante una antigua amiga mía?

--¿Quién? ¿Wendy?--preguntó el peliverde picarón.

--¿Cómo lo sabes?

--Nos aclaraste que la conocías esta mañana. ¿Recuerdas?--rio Phineas, haciendo que el chico se sonrojara.--No sé si estabas enterado, pero...

--Sí, se que tiene novio.--suspiró.--Pero seguimos siendo amigos, o eso creo.

--¡Ustedes dos!

La fuerte voz de aquella chica de cuello largo hizo que todo el grupo volteara a verla.

--¿Qué sucede, Candace?--preguntó el pelirrojo.

--Estuvieron aquí por bastante tiempo... ¿Y tanto les costaba decirme que Jeremy tenía novia?--dijo enfadada, haciendo que ambos hermanos se miraran.

--Creímos que ya te lo había dicho.--habló Ferb.

--Es cierto. Siempre dijiste que no nos metiéramos en tu relación a distancia con él, pero nunca creímos que Jeremy te ocultaría algo como eso.

--Lo sé, tampoco yo.--cambió su cara a tristeza.

--Con que tú debes ser Candace, la hermana de mis amigos... ¿No es así?--habló el de gorra mientras la observaba.

--Ah, sí. Hola.--contestó volteándose hacia él.--¿Cuál es tu nombre?

--Dipper

--Gusto en conocerte. ¿También eres nuevo aquí?--preguntó la pelirroja.

--Sí, algo así.--rio.--Y sé como te sientes respecto a ese tal Jeremy.

--Jeremy.--suspiró.--No se qué ve en esa tal Wendy que no ve en mí.

--Lo mismo, pero al revés.

--Espera... ¿Te gusta esa chica?

Candace lo señaló con el dedo, mientras el castaño sólo asentía lentamente. La chica sonrió sin parar de mirarlo.

--Ay no. Ya sé lo que significa esto.--añadió Buford.

--¿Estás pensando lo mismo que yo, Dipper?--habló la de cuello largo.

--Si te refieren a idear un plan para separarlos, no creo que sea buena idea. Lo intenté una vez con uno de sus ex-novios, pero no funcionó del todo.

--Chicos... ¿Qué tal si me llevo a su amigo un rato?--consultó a ambos hermanos, aunque tomando del brazo al castaño.--¡Gracias!

--¡Nos vemos luego!--se despidió incómodamente el de gorra a la vez que era arrastrado por Candace.

--Muy bien, eso fue extraño.--comentó Ferb.

En tanto, Melissa y Zack observaron toda la conversación de aquel grupo. La chica sonreía, pues no dudaba lo divertida que había sido.

--Wow, esto ya parece una serie o algo así.--rio.

--Bueno, veo difícil que puedan separar a Wendy y Jeremy. Digo, han estado años juntos.

--Pero ellos los conocen de hace mucho antes.--sonrió.--Tal vez sí lleguen a lograrlo.

--¿Desde cuándo quieres que se separen?--preguntó el moreno, para luego darle un sorbo a su vaso de ponche.

--Yo sólo estoy del lado de la acción, como lo que acaba de pasar hace un rato. Adrien estaba golpeando a ese chico y luego... ¡Boom! Ponche alcoholizado en su cabeza.--sonrió la ojiazul, para luego observar a su amigo escupir todo lo que tomó.

--¡¿Qué?!--exclamó alterado.--¿Esta cosa tiene alcohol?

--Pff... ¿No le sentiste el olor antes? Es obvio que algún alumno le puso algún licor o algo, pero la mayoría son tan ingenuos que no se dan cuenta.

--¡Oye!

--Descuida, no es tu caso Zack.--rio Melissa, para después suspirar.--Ahora entiendo por qué todo el mundo ama las fiestas escolares.

--¡Hola, chicos!--se acercó Amanda.--Estoy feliz de que al fin pudieran venir. ¿Y dónde está Milo?

--Encerrado en su cuarto, otra vez.--respondió la pelirroja.

--Por suerte Sara y Diogee le están haciendo compañía.--completó el moreno.

--Es una lástima que gracias a su ley no pueda asistir.--se entristeció la castaña.--En serio tenía la esperanza este año.

--Y esperamos que así sea algún día.--intentó animarla Melissa.

Mientras tanto, dos chicos salían del baño para que posteriormente uno de ellos subiera al gran escenario.

--¡Atención alumnos!--exclamó Nino ante el micrófono, haciendo que varios de los estudiantes se voltearan.--Llegó el momento más romántico de la noche, así que busquen a su pareja y gocen.

El moreno se alejó del micrófono, para luego dirigirse a su consola de DJ y hacer sonar una balada. Adrien estaba en una esquina de brazos cruzados observando todo, pues hubiera bailado abrazado con su novia de no ser por aquel reciente incidente.

--¡Adriboo!--gritó Chloe, sacándolo de sus pensamientos.

--¿Qué quieres?--la miró de mala gana.

--Que carácter.--rodó los ojos la rubia.--Yo no tengo la culpa de que hayas golpeado a ese chico y que por eso te tiraran ponche en la cabeza. ¿Duh?

--No tenías para qué recordármelo.

--Entonces cambiando de tema.--la chica iba a saltar sobre él, pero este la detuvo justo antes de que lo hiciera.--¿Quieres bailar conmigo?

--No quiero bailar ahora.

--¡No seas amargado!

La ojiazul tomo a Adrien del brazo, pero este se negó a entrar a la pista de baile. Ella soltó un suspiro, pues tampoco le gustaba ver al rubio de esa manera. Al fin y al cabo, habían sido amigos desde que sólo eran unos niños.

--Adrien...

--Necesito estar sólo, por favor.--suspiró el chico cambiando su enojo por tristeza.

--Pero...

El ojiverde se alejó hacia la mesa de comidas sin decir nada, y sacó otro vaso para tomar más ponche de lo mucho que había estado tomando. Por otra parte, Ferb observaba fijamente a una pareja en específico, quienes bailaban juntos sin querer despegarse.

--Oye Ferb... ¿No vas a invitar a Vanessa?

--Parece que ya la invitaron.

El pelirrojo miró hacia la misma dirección de su hermano, para darse cuenta que la castaña bailaba con un chico unicejo, pero bastante atractivo.

--Lo siento mucho. ¿Y si conseguimos una pareja juntos?

--Prefiero sentarme en esa banca por ahora.

--¿Estás seguro?--preguntó, a lo que e peliverde asintió. Su hermano soltó un suspiro.--Bueno, yo iré a buscar a alguien con quién bailar. Si me necesitas, avísame.

Su hermano le palmeó el hombro para después irse. Ferb se dirigió a la banca, justo como había mencionado. Ya sentado, se dedicaba a observar a las parejas que bailaban juntos. Buford bailaba con Brigitte, Baljeet con Mishti, Amanda con Bradley, entre otras, además de una de las parejas más queridas de la escuela: Wendy y Jeremy. Sin embargo, no se atrevía a mirar a Vanessa, pues sabía lo mucho que dolería volver a verla con aquel chico. Dos personas y una discusión interrumpieron la gran mayoría de la vista de parejas.

--¡Por favor, Mabel! ¿Por qué no quieres bailar conmigo?

--¡No me gustas, Gideon! ¡Te lo he dicho mil veces en Gravity Falls!

--¡Pero ahora es distinto! ¡Hace tiempo no nos vemos y somos mucho más grandes ahora!

--Entonces tú no has cambiado mucho que digamos.--rodó los ojos.

--¿Y cuál es tu excusa para no bailar conmigo? ¿Eh? No me digas... ¿Acaso hay otro chico cierto?

--Emm... ¡Sí!--dijo Mabel sin pensarlo, pues prefería mentirle a que le siguiera insistiendo toda la noche.--Justo como dices, sí que lo hay.

--¿Y quién es?

--Pues...--observó todos sus alrededores, hasta toparse con el peliverde sentado frente a ellos. La castaña corrió hacia él y se sentó a su lado.--¡Es Ferb! Le había prometido bailar desde mucho antes. ¿No es así?

La chica guiñó un ojo en señal de que continuara con la mentira, por lo cual él sólo asintió ante el peliblanco, quién ahora miraba horrorizado.

--¡¿Qué?! ¿En serio prefieres cambiarme por ese nerd? ¡Soy uno de los semi-populares, Mabel!

--Me importan los sentimientos, no el estatus.--dijo tomando rápidamente la mano del chico, haciendo que se levantara del asiento.--¿Por qué no mejor vamos a la pista de baile? No quiero seguir perdiendo el tiempo con él.

La pareja se dirigió hacia el centro del gimnasio, mientras Gideon aún miraba sin poder creer la elección de su amada.

--Gran trabajo, cerebrito.--se acercó Pacífica, hablando sarcásticamente.--Espero que mejores en eso o nunca tendrás a esa chica.

--Muy graciosa.--respondió de la misma manera el chico.

En tanto, Candace y Dipper observaban como aquella dichosa pareja danzaba muy pegada, hasta terminar abrazados entre sí.

--Muy bien, lo que debemos hacer es bailar juntos cerca de ellos, pero no tanto o sabrán que los estamos espiando.--habló la pelirroja.

--Sigo creyendo que esto es una mala idea.

--Bueno, hay que ver como sale antes de decir que es mala.

El castaño soltó un suspiro a la vez que asentía, para luego tomar la mano de la chica y dirigirse a la pista de baile. Ahora sólo faltaba que la pareja se fijara que ellos estaban ahí. No obstante, ambos se dieron cuenta de que sus propios hermanos estaban bailando juntos en la pista, pero en lugar de hacerlo románticamente creaban pasos que no tenían nada que ver con la lenta música. Sin embargo, se veían felices juntos.

--Creo que tendré que preguntarle a Mabel muchas cosas después de esta fiesta.--sonrió picaronamente Dipper.

--¿Lo ves? ¡Hasta ellos son felices como pareja y nosotros no! Pero eso cambiara ahora.

Candace miró hacia todas partes, hasta que encontró un punto exacto en donde se encontraba la pareja. El chico siguió su mirada con algo de inseguridad.

--¡Allá están! ¡Vamos!

La chica arrastró al castaño hacia otra parte de la pista, a unos pocos metros en donde Jeremy y Wendy estaban bailando juntos. En tanto, Isabella estaba sentada en una esquina con una triste mirada, observando a cierto chico intentando pedirle a otras chicas que bailaran con él. Sin embargo, gracias a la imagen de "nerd" que Adrien le había dado todas lo rechazaban. Al ver que el pelirrojo se aproximaba cabizbajo, la pelinegra corrió rápidamente hacia él. Estaba decidida, esta vez sí bailaría con él.

--¡Phineas!

--Ah, hola Isabella.--saludó el chico levantando la cabeza, pero aún con su expresión triste.--¿Tampoco tienes pareja?

--No, y ya que ambos estamos solos... ¿Sabes que significa eso?

--¿Que no bailaremos con nadie?

La chica suspiró rodando los ojos. Amaba a ese chico, mas odiaba cuando se ponía así de ciego. Sin embargo, también odiaba cuando ella se ponía nerviosa cuando estaba sola con Phineas.

--Me refiero a que... bailemos juntos.

--¿Tu dices? Pero somos amigos.

--Eso no importa. Yo sí quiero bailar contigo a diferencia de esas chicas.

El pelirrojo lo pensó un poco, hasta que finalmente accedió a hacerlo. Sonrió hacia la pelinegra, a la vez que ella se enrojeció al ver la expresión de él.

--Creo que tienes razón, Isabella.--el chico posó su mano hacia ella.--¿Te gustaría bailar conmigo? Como amigos, claro.

La chica tomó su mano sin dudarlo ni un segundo, y ambos se acercaron a la pista de baile. Se pusieron en posiciones y comenzaron a bailar al son de la música. Una cosa llevó a la otra, ya que sus lentos pasos de baile los llevaron al centro de la pista sin que se den cuenta. Las otras parejas comenzaron a alejarse para que dicha pareja disfrute bailando en aquel lugar que el año pasado Adrien y Marinette habían ocupado. Ambos habían cumplido sus objetivos este año, mas el chico comenzó a sentir una extraña pero agradable sensación mientras bailaba con una de sus mejores amigas.

Por otra parte, Luka estaba recostado en la camilla de la enfermería acompañado de Marinette y Juleka, a la vez que la enfermera curaba la herida de su labio.

--¿Entonces ustedes dicen que no vieron quién le hizo esto y lo encontraron así?

--Así es.--mintió la azabache. No quería encubrir a Adrien, pero tenía miedo de que llegara a hacerle algo a Luka de nuevo si revelaba que él había sido el culpable.--Estas fiestas a veces pueden ser muy locas.

--¿Y usted sigue sin recordarlo?--dijo la mujer volteándose hacia el peliazul.

--No.--respondió, lanzando un leve quejido cuando el alcohol tocó su herida.--Sólo recuerdo que me dio un puñetazo y un golpe en el estómago. Iba a defenderme, pero él fue más rápido.

--Supongo que con palabras. ¿No, señor?

--Sí, con palabras.--suspiró el chico mintiendo de nuevo.

--Bien.--la mayor se levantó.--De seguro su madre no tardará en llegar.

--Gracias.--habló Juleka, observando a la mujer asentir para después ordenar sus cosas.

--En serio, no era necesario decirle a la enfermera que llamara a mamá.--Se levantaba el peliazul para sentarse.--Pude irme solo de aquí, no era para tanto.

--Creo que no fue buena idea ocultar que fue Adrien.--susurró Juleka.

--Sí que lo fue. No quiero que vuelva a herir a tu hermano o a alguien más por esto, pero créanme que no estoy feliz por lo que él te hizo. Es más, le reclamaré mañana mismo.

--Gracias, Marinette, pero no es necesario.

--Claro que sí, Luka. Lo haría ahora mismo pero ya no tengo ganas de estar en esa fiesta. Estaré mejor en casa.

--Sí, nosotros también.--afirmó la pelinegra.

El trío dejó de hablar al ver la puerta abriéndose. Se trataba del mismísimo director de la escuela, quien se acercó a la enfermera para hablar ciertas cosas por unos segundos, para que al terminar se acercara a Luka.

--Wow, así que lo que dijo la señorita García-Shapiro es cierto. Fuiste golpeado. ¿Verdad?--preguntó el hombre, a lo que el chico asintió como respuesta.--Bueno, ella me contó que fue Adrien Agreste el culpable.

--En realidad...

--Sí.--afirmó el peliazul, interrumpiendo a la azabache. No tenía miedo de ser golpeado una vez más, pero prefería que el culpable sea revelado desde ahora.

--La enfermera dijo que no...

--Ahora lo recordé.--suspiró.--Merece un castigo. Si sigue así, le hará lo mismo a más chicos de la escuela.

--Esta bien, lo entiendo.--habló el señor Damocles.--Lamentablemente, no tenemos pruebas aún, y sin algo que compruebe que fue Adrien no podemos culparlo sin razón.

--¿Qué? ¡Pero si todo el mundo lo vio! Es más, amenazó a todos para que nadie dijera que él fue.

--¿Ustedes también vieron eso, chicas?--preguntó, a lo que ambas chicas asintieron sin decir nada. El director volvió a suspirar.--Escuchen, alumnos. Yo les creo, de hecho he escuchado muchas quejas sobre él, y eso sin contar que sus calificaciones apenas logran hacerlo subir de grado. Incluso lo he castigado algunas veces, pero sin pruebas puedo arriesgarme a perder mi trabajo.

--¡¿En serio?!--exclamó el chico ahora enojándose.

--Luka, por favor.--habló Juleka intentando tranquilizarlo.

Marinette sólo se quedó callada observando todo. Casualmente siempre estaba ahí para defender este tipo de injusticias, pero era distinto cuando se trataba de su novio. No estaba para nada de acuerdo con lo que hacía y ese tipo de actitudes le molestaban bastante de él, pero también reconocía que jamás lo había visto tan celoso antes. Estaba enamorada, pero le dolía que su actitud no fuera la misma que la de cuando se conocieron.

--¡Luka! ¡Juleka!

Anarka exclamó entrando por la puerta abierta, abrazando a sus hijos bastante preocupada.

--Hola, mamá.--suspiró el chico.--¿Cómo llegaste tan rápido?

--Pedí el primer Uber que me llevara a la escuela. ¿Cómo es eso de que te dejaran así?--se cruzó de brazos--¿No te defendiste acaso?

--Ese chico me golpeó en el estómago tan sólo unos segundos después de romperme el labio, pero hubiera reaccionado más rápido de saber que haría eso.

--Entonces ahora que lo sabes, espero que le demuestres de qué están hechos los Couffaine. ¿Queda claro?

--Así es.--respondió. El chico no quería problemas con el novio de su amiga, pero tampoco permitiría que lo volviera a golpear así.--Vamos a casa. ¿De acuerdo?

--Está bien, pero tomaremos el metro ahora.--rio Anarka.

--Bien, creo que volveré a la fiesta para estar más atento esta vez.--habló el señor Damocles, para después salir de la enfermería.

--Nosotros también debemos irnos.--habló el peliazul parándose de la camilla y posicionarse al lado de su familia.--Gracias por todo, Marinette.

--No hay de qué.--respondió sonriendo.--Te prometo que haré todo lo posible para ponerle los puntos a mi novio.

--No te preocupes de eso. No quiero que su relación se vea afectada por mi culpa o...

--Eres mi amigo, Luka, y siempre estaría ahí para defender a un amigo.

El chico se quedó pegado observando a la chica unos segundos, hasta que el chasquido de su madre lo sacó de sus pensamientos.

--¿Y? ¿La vas a invitar a cenar?

--¡Mamá!

--Está bien, era una broma.--rio la mujer.

--Adiós, Marinette.--se despidieron ambos hermanos al mismo tiempo.

--Adiós, chicos.--respondió la azabache, para luego lanzar un suspiro. Definitivamente, ella y su novio tendrían una conversación muy pronto.

El tiempo pasó rápido, y la gran fiesta ya había terminado. Adrien estaba sentado en el asiento del copiloto mientras Nino conducía, pues siempre era así después de las fiestas gracias a que el rubio jamás regresaba en el estado adecuado para poder manejar.

--Bien, ya llegamos amigo.--habló el moreno.--Puedes bajarte.

--Claro, eso haré.--respondió el chico tomando su mochila y ubicándola en su hombro.--Espero que mi papá no me grite tanto por estar todo el día fuera de la casa y llegar a las diez de la noche.

--Te deseo suerte con eso, viejo.

--Joder, desearía que estas fiestas duraran más.

--También yo, pero sigue siendo en una escuela y hay alumnos que duermen ahí.

--No me lo recuerdes. De todas formas, fue la peor fiesta de todas, y todo por culpa de ese imbécil de Luka. Si él no se hubiera acercado a Marinette, nada de esto hubiera pasado.

--Adrien, no puedes prohibirle a tu novia alejarse de todos los chicos del mundo. Digo, algunos sólo son sus amigos y nada más.

--Tal vez, pero conozco cuando los chicos le tienen ganas, y ese nuevito es uno de ellos.--el rubio se bajó del auto, para después voltear hacia su amigo para despedirse.--Adiós, Nino.

--¡Adiós, viejo!--exclamó el moreno, para seguidamente arrancar el auto y retirarse.

--¡No vayas a chocar!--gritó el ojiverde bromeando, pues sabía lo cuidadoso que era su amigo con el auto, incluso más que él. Volvió a voltear para quedar frente a la mansión y a aquella gigante reja que la bloqueaba.--Plagg, sal.

El kwami salió de su escondite. Observó como el chico sacaba un pequeño camembert de su bolsillo y lo extendía hacia él, el cual tomó en un par de segundos. Sabía lo que significaba eso, pero no podía decirle que no a su queso favorito. Después de tragárselo por completo, vio a Adrien sonriéndole.

--No otra vez.--suspiró el pequeño.

--¡Plagg, las garras!

El rubio se transformó rápidamente. Acto seguido, se apoyó en su bastón para estirarlo hacia la entrada de su casa, así saltando la reja y evitando tocar el timbre para que le abran. Se destransformó, y su kwami se cruzó de brazos después de salir de su anillo.

--Todavía no entiendo por qué no tocas el timbre solamente.

--¿Y? Prefiero entrar en secreto y así evitar alarmar a todos. Saltar la reja es la mejor opción.

--¿Y no sería más fácil irte directo a tu cuarto, cerebrito?

--Primero, la ventana sólo a veces está abierta. Segundo, sería muy sospechoso. Prefiero que crean que realmente logro escalar y saltar esa reja a que descubran mi identidad, cerebrito. Ahora escóndete, necesito entrar.

El kwami obedeció, y el ojiverde sacó las llaves de su mochila para abrir la puerta y acceder a su hogar. Sin embargo, cuando el chico cerró la puerta logró observar que su padre levantó la vista de su teléfono y se paró del pequeño sofá en el que estaba sentado. Anteriormente, nunca había entendido por qué había un asiento en el piso principal de la mansión, pero ahora finalmente lo comprendía. El chico siguió su camino hacia la escalera, pero sabía que no duraría mucho antes de que su padre lo detuviera.

--Adrien. ¿Si sabes qué hora es?

--A esta hora terminaba la fiesta. ¿De acuerdo? Y hubiera llegado más tarde de haber durado más.

--Tus clases terminaban a las cuatro quince hoy, y tu chofer esperó bastante tiempo afuera pero jamás llegaste.

--Uy, lamento por quedarme un rato más en la escuela.--respondió sarcásticamente.--La fiesta comenzaba a las siete, así que no tenía sentido alguno que estuviera aquí por unas horas y luego volviera.

--No sería así porque no te hubiera dado permiso para esa fiesta.

El hombre se acercó más hacia su hijo, sintiendo un cierto olor a alguna bebida alcohólica en él. En tanto, el chico sólo lo observaba cruzado de brazos y sin expresión alguna, ya que claramente no le tenía miedo a su padre. Gabriel suspiró, para luego enojarse aún más de lo que ya estaba.

--¡¿Estuviste bebiendo otra vez?!--exclamó, mientras el rubio sólo rodó los ojos.--¡Respóndeme, Adrien!
--¡Sí, lo hice! ¿Y sabes qué? Me halaga que me lo preguntes, porque ahora que al fin soy yo realmente te preocupas más por mí que cuando era el "niñito perfecto".

--¡Deja de hablarme así!

El adulto tomó violentamente unos de los rubios mechones de Adrien, justo como el joven había hecho en la fiesta con Luka. El chico hizo una mueca a la vez que respondía.

--¿Puedes... dejarme ir a mi cuarto al menos?

El hombre soltó a su hijo, pero sin dejar de mirarlo con su cara de rabia. De tan sólo mostrar una pequeña parte de aquella faceta, su carrera como diseñador quedaría arruinada, o al menos eso pensaba el chico.

--Estás castigado. ¡¿Me oíste bien?!

--Gracias. Nunca pensé que diría esto, pero prefiero quedarme encerrado a estar cerca de mi bruto padre.

El ojiverde se alejó y subió rápidamente las escaleras para alejarse de ese tóxico momento.

--¡No me obligues a llegar a los golpes otra vez!--exclamó Gabriel, pero el mencionado entró a su cuarto sin responderle y cerró la puerta de un portazo.--¡Te estoy hablando, Adrien! ¡Y más te vale que no vuelvas a beber!

--Señor... ¿Se siente bien?--preguntó Nathalie, quien se acercaba a él después de salir de la oficia al escuchar todos los gritos.--Si quiere puede contarme.

--No es nada, Nathalie. Mi hijo y sus rabietas de nuevo.--suspiró.--Creo que dejaré de trabajar por ahora. Necesito descansar.

El hombre subió las escaleras hacia su habitación. Nathalie lo observó triste, pues seguiría intentando para hacer todo lo posible para que Gabriel sea feliz, aunque eso significara que jamás correspondiera sus sentimientos. Por el momento, siempre estaría apoyándolo y sería su trabajadora más fiel.

Mientras tanto, dos hermanos salían de la escuela después que sean justo las diez quince y la fiesta ya haya terminado, ya que de no ser por el chico, su hermana jamás se habría ido.

--Aún no puedo creer que el plan no funcionó.--habló el castaño.--Es que no lo entiendo. ¡Estuvimos bailando casi al frente de ellos y no se voltearon ni un segundo!

--Por eso no tienes que hacer planes tontos, Dipper.--bufó.--Al final el único que termina peor eres tú.

--En realidad, Candace me obligó a hacerlo, pero aun así acepté.--suspiró.--Al final lo único que pudimos comprobar fue lo enamorados que están. Se acabó, Wendy no volverá a fijarse en mí.

--Vamos, seguro que lo hará esta vez, como Gideon lo hizo conmigo. ¡Es increíble que todavía no me supere!

--Espera... ¿Entonces sólo bailabas con Ferb para alejarte de Gideon?

--¿Cómo sabes eso?--preguntó levantando una ceja.--¿Acaso me espiabas, hermanito?

--Pff, claro que no.--negó cruzándose de brazos.--Mientras bailaba con Candace los vimos en la pista por casualidad, y de hecho se reían tanto juntos que no parecía que fingieran.

--Bueno, Ferb es muy simpático. ¡Y eso que ni siquiera habla mucho!--exclamó la castaña.--Fue una buena elección para alejar a Gideon de mi vista, y hablando de eso...

La chica observó a aquellos dos hermanos caminado juntos en dirección a uno de los edificios, por lo que Mabel arrastró a Dipper para dirigirse hacia ellos. Al verlos, el pelirrojo sonrió.

--¡Hola, chicos!--saludó.--¿Qué tal estuvo la fiesta?

--¡Fue la mejor de todas!--exclamó ella.--Pero quería hablar en privado con Ferb... ¿Puedo?

El peliverde asintió, por lo que ahora la castaña tomó del brazo a Ferb para llevarlo hacia un árbol cercano.

--¿De que quieres charlar?--preguntó él.

--¡Ay! ¡Me encanta cuando hablas!--sonrió emocionada, para luego aclararse la garganta.--Bueno, quería agradecerte por haber bailado conmigo. De no ser por ti, Gideon me hubiera estado siguiendo toda la fiesta. ¡Muchas gracias, nuevo amigo!

La chica le dio un corto abrazo al chico, mientras el peliverde sólo sonrió levemente. La que le había hecho el favor de dejar de pensar en Vanessa y ese chico juntos y alegrarle la noche había sido ella.

--No hay de qué.

--Oye Ferb, mañana es la audición para el taller de baile y patín. ¿Vas a ir a apoyarme? Con tus amigos, claro.

--De hecho también voy a participar.

Al escuchar esas últimas palabras, la castaña volvió a abrazarlo alegremente, para luego soltarlo rápidamente con una gran sonrisa en su rostro.

--¡Es asombroso! ¿Cómo no lo pensé antes? ¡Tus pasos en la pista de baile son geniales! ¡Y estoy segura que podrás hacerlos patinando también!

Efectivamente, ella tenía razón. Todavía recordaba esa vez cuando patinaba junto a su hermano y su abuela en el parque de Danville, y uno de sus talentos era patinar bastante bien a la vez que bailaba. Además, también había ayudado a Jeremy a bailar para el concurso en el que él y Candace participarían. Era un talento innato, tal vez, al igual como la construcción.

--¿Te imaginas si Adrien nos selecciona? ¡Iríamos a ese taller juntos! ¡Sería tan divertido!

--Y para eso necesitan dormir, alumnos.

El señor Damocles se había parado frente a ambos con una autoritaria expresión, haciendo que la chica sonriera incómoda.

--Lo lamento, señor. De casualidad... ¿No le han dicho lo bien que se ve con ese traje?--comentó Mabel, intentando agradarle para evitar castigos o problemas futuros.--Porque en serio, se le ve muy bien.

--¿En serio? Pues gracias, señorita.--sonrió el hombre.--Pero eso no quita que sea muy tarde para estar afuera, ya que la fiesta acabó y ustedes deben estar en sus habitaciones. Espero que se duerman rápido, porque está prohibido que estén despiertos después de las doce de la noche.

--Con excepción de los fines de semana. ¿No?

--Eres muy simpática, niña.--rio el señor Damocles.--Aun así, entre ahora mismo, y eso también va para usted joven.

El director miró hacia el peliverde, para luego volver a mirar al par. Ambos adolescentes asintieron y se dirigieron al edificio que tenían al frente, dándose cuenta que Phineas y Dipper también habían entrado.

--Wow, estuve tan concentrado en Wendy que no me había dado cuenta de eso.

--Sí, de hecho hasta a mí me parece extraño que seamos la pareja más famosa por bailar en el centro de la pista.--rio.--Isabella y yo sólo somos amigos, así que seguro debe sentirse igual de rara que yo.

--¿De qué hablaban?--interrumpió la chica, con el peliverde acompañándola a su lado.--Escuché algo sobre parejas en la pista de baile. ¿Qué es?

--Luego te contaré, Mabel.--respondió el castaño.--Pero ahora debemos irnos a nuestras habitaciones antes de que el director nos vuelva a echar.

--Hablando de eso, espero que Perry esté allí.--suspiró el pelirrojo.--No ha vuelto desde que desapareció esta mañana. Sólo espero que no esté perdido en Paris, pobrecillo.

--Esperen... ¿Su ornitorrinco desapareció?--preguntó ella.

--Sí, pero descuida, pasa siempre. Sólo que nunca lo había hecho por tanto tiempo.

Al escuchar eso último, la castaña decidió correr hacia las escaleras con la esperanza de que a su mascota no le hubiera pasado lo mismo.

--¿Mabel?--habló el castaño observando a su apresurada hermana.

--¡Voy a ver si Pato sigue en la habitación!--exclamó, para después comenzar a subir las escaleras rápidamente.--¡Buenas noches, Dipper! ¡Buenas noches, chicos!

Cuando la chica desapareció de su vista, el trío se quedó allí por unos segundos, pero después decidieron subir por la otra escalera para dirigirse a su habitación.

--Seguro Perry aparecerá pronto, Phineas.--habló Ferb intentando tranquilizarlo.

--Eso espero. Ahora sólo necesito descansar esta noche.

--Sí, creo que todos lo necesitamos.--le sonrió el de gorra.

Sin embargo, lo que para unos era una noche de descanso, para otros aún seguiría viva.

Hola!!!!
Bueno, les pido disculpas por la enorme demora en subir este capítulo, pero como ya vieron en mi muro algunos, no me sentía lo suficientemente bien como para publicar pronto. Además, la universidad me deja muy poco tiempo libre también, y eso que debo estudiar el doble porque últimamente no me está yendo muy bien :( me está costando muchísimo más que a mis otros compañeros, e incluso estoy teniendo dudas existenciales sobre si elegí bien la carrera o no xD mejor vamos con las preguntas.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Hay faltas de ortografía? ¿Vieron las nuevas imágenes que salieron de Candace Against The Universe? Yo ya quiero que se estrene pronto, o espero que saquen un tráiler lo más pronto posible 😻

Y este ha sido el capítulo de hoy!!! Ojalá les haya gustado porque no se si me quedó muy bien la verdad ewe (sep, desde que obtuve un 2.9 en un certamen ya no tengo autoestima xd). Los quiero muchísimo, y sin nada mas que decir... ¡Bye! ❤❤

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