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3. Una Rutina Casi Normal

Perry no había demorado mucho en llegar al "nuevo" edificio de su némesis, pues era exactamente igual tanto en Danville como ahora en Paris, incluyendo el letrero que decía "Doofenshmirtz Malvados y Asociados". Entró por la terraza, sorprendiéndose de que el interior también era igual a su antiguo hogar, hasta que súbitamente una extraña red de metal lo atrapó.

--¡Ah, Perry el Ornitorrinco! Tu llegada es sorpresiva, y con sorpresiva quiero decir... completamente insorpresiva, digo, este lugar es exactamente igual a mi departamento en Danville, así que era obvio que no te confundirías. Como sea, al parecer Charlene estaba planeando hace bastante que Vanessa fuera a esa escuela cara, y se ocupó de todos los gastos para que construyeran mi edificio aquí, aunque debo ser sincero, aún no me acostumbro a vivir en Paris. ¡Sobretodo por los mimos! ¡Acabo de descubrir que aquí existen mimos sin disfraz! ¿Sabes lo raro que es eso? Pero bueno, ese no es mi plan hoy.

--¿Quiere un panecillo, señor?--se acercó un gran robot alegremente al científico con una bandeja llena, dándose cuenta de que cierto animal estaba allí.--¡Oh! ¡Ya llegó tu enemigo!

--¡Estoy ocupado ahora, Norm! ¿Puedes volver más tarde?

--Si así lo quiere, estaré en la cocina. Suerte con Perry, señor. ¿No quiere que deje los panecillos aquí?

--¡Ya vete!

--De acuerdo.

La sonrisa del robot se volteó transformándose en una expresión de tristeza. Se dio media vuelta para regresar por donde vino, y Doofenshmirtz dejó de mirar a Norm para volver su vista hacia Perry.

--Bien, ahora que Norm se fue ya puedo contarte mi plan. Verás, el alcalde de Paris decidió hacer una reunión con el alcalde que mejor maneje su ciudad en los Estados Unidos. ¡Cualquiera pudo haber sido seleccionado! Y adivina quién fue el que mayor recepción, así es, mi hermano Roger. Ya se ha juntado con alcaldes de otros países, y yo aún no entiendo por qué lo invitan tanto a él. ¡Hay más alcaldes! Como sea, planean hacer una actividad de caridad para el zoológico en donde exhibirán nuevos animales por idea de mi hermano, así que admira... ¡El humano-inador!--El castaño señaló el gran invento con ambos brazos.--Con este inador podré dispararle a los nuevos animales que mostrarán y se convertirán en humanos reales, y cuando la prensa vea que en lugar de rescatar animales decidieron secuestrar personas, ambos van a quedar humillados. Así, lo más probable es que los dos pierdan su puesto como alcaldes, y mientras... ¡Me apoderaré de Paris! Porque bueno, ahora estoy viviendo aquí, o al menos hasta que mi hija termine sus estudios...

En tanto el hombre hablaba, Perry miró hacia todas partes, hasta encontrar un pequeño control con un botón púrpura sobre la mesa, por lo que sacó unos pequeños arco y flecha de su sombrero. Apuntó correctamente y disparó, haciendo que la pequeña flecha lograra salir por uno de los agujeros de la red y dirigirse al botón, lo que funcionó con éxito, ya que la red soltó al ornitorrinco. Doofenshmirtz logró darse cuenta, frunciendo el seño frente al animal.

--¡Perry el ornitorrinco! ¿Cómo escapaste?--exclamó el científico, para luego recibir un fuerte golpe del mencionado que lo dirigió hacia el botón verde de su máquina haciendo que comenzara a calentarse. Heinz sonrió ante esta acción, apuntando el inador hacia el monotrema.--Perry el ornitorrinco... ¿Te acuerdas cuando yo me convertí en un ornitorrinco como tú? Bueno, antes de disparar esta máquina obviamente debo probarla... ¡Así que tú serás el primer animal en convertirse en humano!

Perry no logró esquivar a tiempo cuando el rayo disparó hacia él. Tocó su cabeza, sintiendo un extraño mareo, al igual que pudo sentir cómo cada uno de sus huesos lograba estirarse. Miró sus manos, pasando de unas pequeñas verdes turquesa a crecer y cambiar por completo su color, sus patas se transformaban en pies, su abdomen se convertía en pectorales, su cola de castor desapareció y su pico de ornitorrinco ahora se separaba en una nariz y boca normales. Notaba cómo el otro hombre ya no se veía demasiado alto como solía verse siempre, logrando quedar frente a frente sin tener que subir tanto la cabeza. Ahora era un humano, un extraño humano.

--Vaya... pa-parece que después de todo sigo siendo el más a-alto.--comentó Doofenshmirtz, observando de pies a cabeza al ahora humano y ex-ornitorrinco, lo que no podía negar que lo puso incómodo.--De-Deberías... cubrirte... ya sabes, estás...

Perry miró hacia abajo, alarmándose y tapándose inmediatamente con una de sus manos. Suspiró pesadamente, dejando de pensar en la extrañeza de su cuerpo y mirando enojado al castaño.

--¡¿Qué es ésto?! ¡¿Qué me hiciste, Doofenshmirtz?!

Cubrió rápidamente su boca con su mano libre. Podía hablar, una habilidad que nunca había podido hacer antes y que ahora al fin tendría, aunque siempre le había dado lo mismo si de poder comunicarse se trataba, pero al menos podría defenderse de alguna broma pesada que su némesis le hiciera, o incluso responderle a sus largas historias.

--Wow, pu-puedes hablar.--respondió Heinz, esta vez analizando el físico de su enemigo, percatándose de lo atractivo que se veía, lo que sólo lograba ponerlo más incómodo.--C-Creo... creo que te traeré una toalla, o algo para que te cubras.

Cuando el hombre se fue, el ornitorrinco aprovechó de buscar un espejo o algún objeto parecido. Por suerte, había uno en la misma mesa del control de la trampa, así que se acercó rápidamente. Finalmente, el ex-animal logró observar su rostro, ahora con facciones de una persona normal. Analizó cada detalle con atención e hizo algunas muecas, lo que lo dejaba sorprendido y confundido a la vez. Volvió a mirar hacia la máquina de su enemigo, la que funcionó a la perfección. Recordó todos y cada uno de sus inadores, admitiendo que, en definitiva, su némesis era un genio sin duda.

--¡Aquí estás, Perry el ornito... humano!--habló el castaño, interrumpiendo sus pensamientos.--Ahora póntela alrededor allá abajo... ¿Quieres?

Doofenshmirtz cubría sus ojos mientras sostenía la toalla, y Perry la recibió para luego rodeársela en la cintura.

--Listo.

El hombre sacó la mano de su cara, soltando un suspiro de alivio. Sin embargo, el ex-monotrema seguía ahí, observándolo seriamente.

--¿Qué? ¡Está bien, lo admito! ¡Tal vez debí agregar un opción para que los animales se transformaran con ropa! Pero claro, mi plan da más resultado si secuestran humanos desnudos. ¿Ves? Ahí sería mucho más humillante para mi hermano.

--¿Qué es esto?--interrumpió Perry, tomando unas tarjetas románticas de la misma mesa, y de las que obviamente sabía gracias al Mayor Monograma.--¿Esto también va para tu plan?

--¿Qué? No, no tiene nada que ver.--dijo Heinz quitándole una de su mano.--Sólo que... estamos en Paris. Es la ciudad del amor, y planeaba conseguir novia después de que dominara la ciudad. Aunque claro, debo repasar francés para entender estas cosas.

El castaño abrió la tarjeta, intentando leerla, mientras el ex-mamífero aprovechó la distracción de su enemigo para regresar hacia el inador y volver a la normalidad, pero Doofenshmirtz logró detenerlo a tiempo sujetándolo de los hombros.

--¡Espera, Perry el or... humano! ¡Agg! ¡Todavía no me acostumbro!--se quejó el científico. Perry decidió escucharlo esta vez.--¿En serio quieres... acabar con esto y ya? ¿Como todos los días?

--¿A qué te refieres?

--Digo... ¿No te gustaría ser humano un poco más? Si te soy sincero, no te sienta nada mal, en serio. Mira, puedo posponer mi plan un rato, y mientras puedo prestarte ropa y recorremos Paris, porque ambos somos nuevos aquí y no nos haría nada mal pasear un poco, aunque ahora que lo pienso, no se cómo te quedará mi ropa...

--¿Cómo sé que no es una trampa?

--¡Vamos, Perry el humano!--El castaño dejó de sujetar al peliturquesa.--¿En serio no me crees?

Perry observó la expresión del otro hombre, la cual sí se veía bastante sincera. Sin embargo, todavía se sentía incómodo siendo humano, pero debía admitir que su némesis tenía razón con lo de que ambos no conocían la nueva ciudad en la que estaban y les haría bien recorrer. Finalmente, suspiró y asintió.

--Está bien, te creo. Entonces...

--¡Sí! Traeré la ropa en seguida.

En tanto Doofenshmirtz corrió a su habitación, el ex-ornitorrinco rodó los ojos. Tal vez no sería tan malo ser un humano después de todo, o al menos no por un rato.

Por otra parte de la ciudad, un anciano inauguraba una nueva atracción turística frente a varias personas y algunos fotógrafos.

--¡Así que espero que vengan a la Casa del Misterio! ¡Y recuerden! ¡Vendemos bolsos pero no hay reembolsos!

Los parisinos aplaudieron contentos con la nueva atracción, y Stan cortó la gran cinta roja frente a ellos, hasta que los llamados de su hermano interrumpieron el momento.

--¡Stanley! ¿Podrías bajar por favor?

--¡De inmediato, Stanford!--respondió, para luego volver hacia el público.--¡Esperen aquí, ya vuelvo!

El anciano bajó rápidamente del pequeño escenario, para observar la sonrisa del otro.

--Hermano, estoy feliz por ti, pero... ¿Quién además de ti trabajará aquí?

--Claro, olvidé presentártelos. ¡Ustedes dos, vengan acá!--gritó hacia dos hombres detrás de él.--Hermano, estos son Cavendish y Dakota, nuestros nuevos empleados.

--¡Un gusto conocerlos!--dijo estrechando la mano.--Soy Stanford Pines.

--Vaya, ancianos gemelos. ¿No?--habló Dakota hacia su amigo.--¿Ves, Cavendish? Te dije que este trabajo sería interesante.

--Bueno, me convenció con las exhibición de rarezas.--respondió.

--Espero que no te moleste que vivan aquí.--dijo Stan.--O al menos hasta que encuentren un lugar para quedarse. ¡Sabía que sería genial hacer esta casa más grande! ¡Y lo mejor de todo es que está justo al lado de uno de los mejores bares y clubs nocturnos de la ciudad!

El anciano señaló a la edificación vecina, la cual efectivamente tenía apariencia de bar cerrado. Ford se volteó hacia su hermano.

--Bien, los dejaré aquí. Yo debo averiguar el origen de los akumas y Hawk Moth. Aprovechando que estamos en Paris, no voy a dejar de investigar.

Stanford se adentró en la casa, mientras Stanley observó a sus nuevos trabajadores.

--Bien, yo debo seguir presentando, y ustedes... ¡Pónganse a trabajar! A menos que no quieran ir a ese bar esta noche.--dijo el anciano antes de irse, dejando solos a ambos.

--Creo que este nuevo jefe será un poco estricto, pero si hay un bar cerca en el que nos divertiremos todas las noches, podremos estar más motivados. ¿Eh, Cavendish?

--Tal vez tengas razón. ¿Quién diría que al pasar unas cortas vacaciones en Gravity Falls después de que nos despidieran como viajeros en el tiempo y cuidadores de pistachos, terminaríamos en Paris con un nuevo hogar y un nuevo empleo?

--En realidad, hace un rato Stan nos dijo que nos cobraría la estadía cuando tengamos el dinero suficiente.

--Quizás, pero...

--¡Cavendish, a la caja registradora! ¡Dakota, toma la escoba!--exclamó Stanley desde lejos.

Ambos caminaron en silencio, siguiendo las órdenes de su nuevo jefe.

--Rayos, quería recorrer la atracción antes de sentarme allí. Sólo espero que paguen bien.

--¿Tú te quejas, Cavendish? ¡Yo tengo que limpiar todo! Espero que me den un sándwich cuando termine.

Antes de entrar a la casa, observaron a unas cinco palomas que estaban en el techo, las cuales volaron rápidamente hacia una misma dirección.

--Vaya. ¿A dónde crees que irán, Dakota?

--¿Desde cuándo te interesa la vida de las palomas?

--Tú también te detuviste mirándolas.

--No, yo sólo me distraje.

Mientras tanto, a aquellas palomas se le sumaban cada vez más, hasta que todas se dirigían hacia un hombre de traje gris y rosado, quién las controlaba a su antojo. Los parisinos lo observaban sin mucho asombro, pues ya lo habían akumatizado 100 veces en total.

--¡Aquí Nadia Chamack, observando a señor Pichón una vez más! ¡Seguro Ladybug y Chat Noir no tardarán en llegar! ¡Y miren! ¡Allá están!

Los dos superhéroes mencionados comenzaron a atacar al hombre con una mirada seria, pues ya les aburría tener que batallar contra el mismo villano siempre, lo que se volvía más en contra para el chico, ya que le afectaba su alergia a las plumas. Sin embargo y en cuestión de segundos, Ladybug usó su amuleto encantado y Chat Noir su cataclismo. Todos los que estaban mirando la "batalla", grababan con sus celulares hasta el momento en el que Ladybug capturó el akuma y arregló todo con su último poder: el Miraculous Ladybug, el cual había restaurado todos los daños de la ciudad.

--¡Y una vez más, Ladybug logró salvar el día! ¡Vamos al estudio!

--¡Y corte!

La reportera y su camarógrafo se retiraron del lugar, en tanto Chat Noir rodó los ojos al escuchar las últimas palabras de Nadia, pues estaba algo harto de que la mayoría de veces lo ignoraran y sólo se fijaran en Ladybug. Los espectadores de aquella pelea los felicitaron, para luego retirarse mientras veían sus celulares, con excepción de dos hombres sorprendidos que aún no se iban del lugar. Posteriormente, los héroes sintieron un pitido proveniente de sus joyas.

--Creo que debemos irnos.--habló Ladybug, a punto de estirar su yo-yo.

--Tienes razón, mi Lady.--respondió Chat Noir, hasta que se acercó al oído de la azabache para susurrarle.--Te espero en el lugar de siempre.

El rubio le guiñó el ojo, haciendo sonreír a la chica. Ambos se alejaron por direcciones separadas, y en el caso de la ojiazul, se dirigió hacia una pequeña y arrinconada calle en donde usualmente no habían personas. Se ubicó al borde de una pared para esperar al chico, el cual seguro no tardaría en llegar.

Ladybug observó hacia los techos, en donde al fin logró ver a Chat Noir, quién daba unos gritos de felicidad al correr por los edificios para luego equilibrarse con su bastón hasta llegar a su destino. El rubio, ya con sus pies en el suelo, no dudó en acercarse a la chica, quedando los dos frente a frente mirándose a los ojos. Sin embargo, los dos decidieron romper toda tensión con un apasionado y largo beso, los que comenzaron a aumentar al tener que separarse unos segundos por falta de aire, para luego volver a besarse de la misma manera varias veces.

--A-Adrien...

Al escuchar a la chica hablar, el ojiverde detuvo la maratón de besos por un momento para escuchar a su amada.

--¿Pasa algo, Mari?

--Yo...--suspiró.--Sólo quería que aclaremos... ¿Cuándo le diremos al maestro Fu?

--¿A qué te refieres?

--Que él es el guardián, y le hemos ocultado hace bastante que sabemos nuestras identidades. ¿En serio vamos a seguirle mintiendo?

--Mi Lady, ya sabes lo que hará si le decimos. ¡Nos quitará nuestros Miraculous y se los dará a otras personas! Y créeme, no existirán mejores gato y bicho que nosotros. De hecho, gracias a eso tú y yo nos volvimos novios.

--Pero le estamos mintiendo, y en algún momento nos descubrirá si seguimos así.

--No te preocupes, lo dudo considerando que no puede salir mucho por ser el guardián, a menos que quiera que Hawk Moth lo atrape como gato encerrado, claro. Además, sabemos escondernos muy bien.--sonrió coquetamente.

--Ay, Chat.--rió la azabache, para luego volver a ponerse seria.--¿Y qué hay de tu padre? ¿Le diremos alguna vez nuestro noviazgo?

--Princesa, tu sabes que él sólo quiere que esté con Kagami de novia, por eso le debo mentir para que se quede tranquilo, y créeme, ella tampoco está muy de acuerdo con eso y lo sabes, porque son amigas. ¿No?

--Sí, ya me ha contado.--volvió a suspirar.--Sólo que quiero formalizar nuestra relación con él. Yo ya te presenté a mis padres, e incluso cenamos juntos.

--Es distinto, Marinette. Tus padres son muy distintos al mío.--se entristeció el chico, mas cambió su cara inmediatamente.--Pero te prometo que todo eso cambiará cuando cumpla dieciocho, y al fin tendré la libertad legal de hacer lo que se me plazca. Podré irme de esa casa... ¡E incluso podremos escapar juntos! ¿Qué te parece, mi Lady?

--Primero, tú ya haces lo que se te plazca.--rió la chica.--Ahora, que uses tu poder egoístamente para escapar de los castigos es otra cosa.

--¿Y? Eso vale la pena.--sonrió Chat Noir cruzándose de brazos.--Mi padre no tiene idea de cómo lo hago, y eso sólo demuestra que ya no me puede mandar como al "modelito perfecto" que era antes. Me odia, pero prefiero eso a no tener libertad.

--Como quieras. Lo segundo, es que olvidas un pequeño detalle antes de "nuestro gran escape". ¿Qué no iremos a la universidad? ¡Aún quiero ser diseñadora de modas!--exclamó empujándolo levemente mientras sonreía, lo que también hizo sonreír al chico, pues le gustaba que su novia se pusiera así de juguetona.--¿Y qué hay de ti? ¿Has pensado en lo que quieres estudiar?

--Ni la menor idea.--dijo tomando su cinturón-cola y girándolo en círculos.--De todas formas, aún tengo todo el año para pensarlo, así que Hakuna Matata.

Los pitidos sonaron por última vez, haciendo que ambos volvieran a sus formas de civiles y sus kwamis salieran de sus joyas.

--¿Y? ¿Nos darán comida o qué?--se quejó Plagg.

--¡Seguro el recreo está por terminar!--exclamó Tikki.

--Tranquilo, pequeñín.--dijo Adrien sacando un pequeño camembert de su chaqueta.--Disfrútalo mientras puedas, ya que pronto nos transformaremos de nuevo, y debo llegar rápido para ver si los chicos entregaron todos los volantes.

Marinette observó al chico con una leve sonrisa, para luego sacar de su pequeño bolso el macarrón para su kwami.

Mientras tanto, Isabella decidió ir a su cuarto después de estar con su amigos la mitad del recreo, siendo seguida por Melissa, quién observó a la azabache algo rara.

--Isabella... ¿Segura que no necesitas ayuda con lo de la fiesta de bienvenida? Tal vez eso te tiene un poco estresada.

--No, no es eso.--suspiró.--Sólo necesito recostarme un rato. Creo que he pensado demasiado hoy.

Abrió la puerta, encontrando a Amanda arrodillada en el piso anotando frenéticamente en una libreta y con una gran sonrisa en su rostro.

--Wow, Amanda. ¿Te quedaste todo el recreo aquí?--preguntó Melissa, posando una mano sobre su cadera.

--¡Chicas! ¿No lo entienden?--dijo soltando la libreta y levantándose de un salto.--¡Adrien Agreste abrió las audiciones! ¡El chico más lindo de la escuela! ¡Debo asegurar que mi audición salga perfecta!

--Pff, a mí me da lo mismo ese chico.--respondió la pelirroja.--No entiendo que le ven de especial aún. ¿No Isa... Isabella?

Melissa se sorprendió al ver que la chica estaba sentada en la cama llorando mientras cubría sus ojos. Ambas se acercaron a la azabache, sentándose a sus lados preocupadas.

--Isabella.--suspiró la pelirroja.--Hace bastante que somos compañeras de cuarto, y también tus amigas. Puedes confiar en nosotras.

--Si tienes algo que contarnos, puedes hacerlo.

--Y-Ya... ya n-no puedo más.--sollozó.--E-Este secreto me atormenta desde hace un tiempo, pero... prometan que no le dirán a nadie.

--Tranquila, no saldrá de este cuarto.--habló la morena.--¿Qué sucedió?

--Fue... unos días después de que iniciara el segundo semestre del año pasado, exactamente en la fiesta de aniversario de la escuela.--suspiró, secando sus lágrimas con su mano.--Quería invitar a Phineas a bailar, pero cuando lo hice invitó a todo nuestro grupo también. Me acobardaba demasiado decirle que quería bailar a solas con él, como siempre, pero unos minutos después quise atreverme, hasta que lo vi... intentando coquetear con otra chica.

--Y por lo visto no le gustó tanto.--dijo Melissa.--Digo, aún no tiene novia que yo sepa.

--No fue sólo ella.--volvió a suspirar.--Cuando lo rechazaron, intentó con otra, y otra... el punto es, que claramente yo no le gustaba más allá de una amistad, y él intentaba conseguir novia. Una parte de mí creyó que lo mejor era dejarlo ir para que sea feliz con alguien más, pero otra parte sólo sentía rabia y tristeza. Lamentablemente, la segunda se hizo más fuerte que la primera, así que después de beber demasiado ponche, decidí salir de la fiesta para no confrontar a Phineas, y ahí me encontré a Adrien, solo allí afuera. Me acerqué a él y sin pensarlo, lo besé.

--¡¿Qué?!--exclamaron ambas.

--Y eso ni siquiera es lo peor.--Estaba a punto de sollozar de nuevo, pero decidió controlarse para continuar su historia.--Él correspondió mi beso, sin siquiera importarle que tenía novia. En fin, nos fuimos a mi habitación y... simplemente nos dejamos llevar. Perdí mi virginidad con él, y no saben cuanto me arrepiento, sobretodo porque no sabría lo que vendría. Después de dos semanas comencé a sentir mareos...

--Recuerdo esos días.--comentó Amanda.--Fuiste varias veces a la enfermería, pero creí que sólo estabas enferma.

--Sí, también yo.--continuó la pelinegra.--Decidí descartar sospechas y comprar un test de embarazo, y recién ahí recordé que tuvimos relaciones sin protección, pues... salió positivo. Al principio no lo creí, así que compré más sólo porque creí que hubo un error, y no fue así.

--¡Ese idiota las pagará!--exclamó Melissa.--¿Qué rayos le costaba usar condón?

--Seguro fue ese ponche, sabía más raro de lo normal. Ni siquiera recuerdo mucho esa noche, e incluso me atrevería a decir que ambos estábamos borrachos. Como sea, le conté a mis amigas de Danville, pero no podían hacer mucho porque estamos a distancia. Ginger me aconsejó no mentir y decirle la verdad a mi mamá, la cual justo llegó para visitarme esos días, así que seguí su consejo y le conté todo, por lo que decidimos ir a un ginecólogo, y efectivamente estaba... e-embarazada.--volvió a sollozar.--T-Tenía dos opciones, o lo dejaba nacer o lo abortaba.

--Entonces esa es la razón de porqué lo odias tanto.--habló Melissa.--¿Y qué hizo ese imbécil? ¿Te obligó a abortarlo sólo para no arruinar su popularidad o algo así?

--¡Jamás se enteró!--exclamó, llorando todavía más, para luego susurrar.--J-Jamás se enteró. Lo aborté sin decirle nada. Ni siquiera tiene sentido que le tenga rencor si fue mi culpa empezar con ésto, y todo por un capricho por estar celosa.

--¡Claro que fue su culpa!--dijo la pelirroja.--Tú sólo estabas dolida por lo que pasó con Phineas. ¡A Adrien fue al que no se le ocurrió usar un maldito condón! Y estoy segura que de haberse enterado, también te hubiera obligado a abortar. ¡Imagina a cuántas chicas más les habrá hecho eso!

--¡No tiene sentido! ¡Yo lo besé sin ninguna razón! ¡Y ni siquiera fui lo suficientemente valiente para decirle que esperaba un hijo de él! ¡Si nunca lo hubiera hecho, esto jamás hubiera pasado!--Isabella volvió a llorar.

--Ya, tranquila.--dijo Amanda, mientras acariciaba a la chica.--Todos hemos hecho cosas impulsivas alguna vez, pero eso no nos hace culpables.

--C-Como dije, s-solamente mi madre y mis amigas de Danville lo saben, ni siquiera se lo conté a los chicos. No pude, n-no tuve el valor...

--Y está bien, tú decides a quién contarle estas cosas.--habló la morena.--Ellos también lo sabrán en el momento indicado.

--Yo aún quiero patear en el trasero a ese chico.--dijo Melissa abrazando a la pelinegra.

--No es por defender a Adrien, pero concuerdo con eso de que el ponche sabía raro ese día.--mencionó Amanda.

--Bueno, yo nunca lo probé, de hecho, nunca he ido a muchas fiestas escolares. Desde que llegué a esta escuela con mis amigos, la ley de Murphy nos atacó, como siempre, así que yo y Zack decidimos quedarnos con Milo cada vez que intentaba ir a alguna celebración, y no íbamos a dejarlo sólo. Supongo que este año será igual.

Isabella sonrió levemente al escuchar a su amiga, pues el simple hecho de cambiar de tema la hizo olvidar por unos segundos la situación.

--Seguro podrán ir este año, Melissa.--intentó animarla.

--No me importa mucho eso, lo que me importa ahora eres tú.--sonrió, hasta que el timbre sonó lo suficientemente fuerte para que las chicas se levantaran.--Bien, debemos ir a clases antes de que se nos haga tarde.

--Tienes razón, pero antes, quiero decirles que no me molesta que participen de la audición. Es más, si quieren estar en ese grupo, les deseo mucha suerte.

--Gracias, Isabella. ¿Al final tú no vas a participar?

--No pienso hacerlo. De tan sólo ver a Adrien... todos esos recuerdos vienen a mi cabeza. Y tenga la culpa o no, sigue siendo un arrogante y un creído que no deja de burlarse de mis amigos desde que llegó, y no me gustaría estar en el mismo grupo de alguien así.--suspiró.--Ahora sí chicas, en serio debemos ir a clases.

--De hecho, deberíamos correr.--dijo Amanda, señalando el reloj de pared que daba las 9:51.--La escuela está en el otro edificio. ¡Vamos!

El trío se va rápidamente de la habitación para volver al aula. Las clases pasaban, hasta que al fin llegó la hora de almuerzo. Chloe, Sabrina, Gideon y Pacífica se sentaron en una mesa mientras cargaban sus bandejas. Observaban de reojo al grupo de los populares, quienes estaban en una mesa detrás de la suya hablando y riendo. Volvieron a voltearse, y Chloe tomó la palabra.

--Escuchen, chicos. Esta audición es la oportunidad de que por fin entremos al grupo de los populares. ¿Se dan cuenta? ¡Si logro entrar, al fin estaré cerca de mi Adriboo! Y lo más probable es que termine con esa panadera que tiene de novia. Además, yo se bailar muy bien.

--No quiero arruinar el momento, Chloe.--la interrumpió Sabrina.--Pero recuerda que es baile en patines, y no aceptarán a personas que no sepan patinar.

--¿Bailar en patines? ¿Patinar? Pfff, pan comido. Como dije, soy muy buena bailando, y dudo que hacer lo mismo con un par de patines sea tan complicado.

--Creo que Sabrina tiene razón, Chloe. ¿Alguno de nosotros sabe patinar?--preguntó Gideon, recibiendo negaciones por parte de las tres chicas.--Sí, tampoco yo, y estoy seguro que es más complicado de lo que creen.

--¿No se acuerdan de las presentaciones que hizo el grupo el año pasado?--mencionó Pacífica.--¡Su técnica era muy profesional! ¡Hicieron muchos trucos difíciles! Si en serio queremos ingresar a ese taller, debemos al menos aprender algunos pasos en patín.

--Querrás decir aprender a pati...

--¡Silencio, Sabrina!--exclamó Chloe, volteando hacia la otra rubia.--Muy inteligente, Pacífica, es una excelente idea.

--¿Y entonces?--dijo el peliblanco.

--Entonces apenas terminen las clases nos pondremos a patinar.--contestó la ojiazul.--Los talleres no empiezan hasta el miércoles, así que de seguro nos dejarán ocupar algún salón grande y vacío por ahí. De los patines no se preocupen, porque mi papi los conseguirá en seguida.

La chica sacó su celular para mandar un rápido mensaje, en tanto la rubia de flequillo rodó los ojos. Ella y Chloe eran muy parecidas y eso le gustaba, pero había una clara diferencia en sus maneras de pensar, pues a la otra rubia siempre se le escapaban algunos detalles importantes y no solía reflexionar bien las cosas. Por eso hacía un buen par con Sabrina, pues ambas se complementaban a la perfección.

Mientras tanto, Gideon no dudó en juntarse bastante con Pacífica, pues al no caerle tan bien los hermanos Pines, o al menos uno de ellos, descubrieron que tenían más cosas en común de lo que creían, volviéndose mejores amigos en el tiempo en el que estaban juntos en el colegio.

--Chloe, creo que se te olvida algo importante.

--¿Qué, Pacífica?--preguntó en tanto guardaba su teléfono.--Ya le envié el mensaje a mi papi, así que está todo bajo control. Apenas sean las cuatro quince...

--¡Necesitamos un maestro!--exclamó.--Alguien que, en primer lugar, nos enseñe a patinar, y cuando al fin sepamos cómo equilibrarnos parados, que nos enseñe cómo bailar en ellos.

--Eso mismo iba a decir.--musitó la pelirroja.

--Por tres.--habló Gideon, para luego darle un bocado a su helado de postre.

--¡¿Quién es la líder del grupo aquí?!--gritó Chloe fuertemente, haciendo que todos voltearan a verla por lo fuerte que se escuchó. La rubia sonrió incómodamente en tanto los demás se volteaban otra vez. Su grupo esta vez se quedó en silencio.--Eso pensé, pero en serio, chicos. ¡¿Donde conseguiremos un maestro en tan poco tiempo?!

--¿Alguien dijo maestro?

Una voz femenina se acercó al grupo, la cual provenía de Lila, quien estaba acompañada de Kagami.

--Los escuchamos, chicos, y creo que necesitan de nosotras.--sonrió la japonesa.--Nos encantaría ayudarlos si lo desean.

--¡Sería asombroso!--exclamó Sabrina alegremente.

--Mmm, no lo sé.--dijo Chloe, observando a las chicas, para luego mirar de reojo a Adrien, pues sabía perfectamente que ambas sentían lo mismo que ella por el rubio.--¿No hay alguna clase de trampa aquí?

--¡Claro que no!--habló Lila poniendo una mano en su pecho, para luego dejar de dramatizar y cruzarse de brazos.--Escuchen. Sabemos que ustedes son el segundo grupo más popular, claro, después de nosotros, así que no nos molestaría que tengan un poco de ayuda para unirse al taller, y también... unirse al grupo.

--Espera... ¿Lo dices en serio?--se sorprendió el peliblanco.

--Pues sí. ¿Se imaginan? ¡Seremos mucho más populares si hay más personas en el grupo! Además, pronto nos graduaremos, así que alguien tiene que mantener el legado de los más populares. ¿No, Gideon y Pacífica?

La castaña le guiñó el ojo a la de flequillo, haciendo que ambos sonrieran de tan sólo imaginar ser los más populares en la escuela, justo como alguna vez lo fueron en su antiguo pueblo.

--Pero recuerden que esta oportunidad depende de ustedes.--comentó Kagami.--Sólo tenemos dos horas y quince minutos para ustedes. Debemos ensayar nuestra presentación antes de la fiesta, así que espero que aprendan rápido si no quieren quedarse sin recreos ni almuerzo mañana. Y si no lo logran, ya saben, hay un montón de personas ahí esperando su oportunidad.

La azabache señaló hacia todas las mesas, haciendo que el grupo observara cada una de ellas y a sus respectivos compañeros.

--Estaremos en el salón de la pista de patinaje.--mencionó la morena.--En tanto más temprano lleguen, mejor. ¡Buen provecho!

Las dos volvieron a su mesa, dejando al grupo sin palabras. Pacífica observó a Gideon, quien era el único que todavía no se había volteado, pero se veía muy sonriente y atento.

--¿Gideon? ¿Qué tanto miras?

La rubia miró hacia su misma dirección, observando a la mesa de Candy y Grenda, quienes ahora estaban con Mabel, aquella chica que nunca le terminó de agradar del todo. La castaña jugaba con una cuchara sobre su nariz, provocando risas por parte de sus amigas.

--Es tan hermosa. ¿No lo crees?

--Pff, por favor. No es la gran cosa.

--Espero que logre entrar al taller con nosotros, y así será mía...--Una bofetada por parte de su amiga lo distrajo de sus pensamientos.--¡Auch!

--¡No vuelvas a repetir eso, Gideon!--suspiró.--Entiendo que la ames y que estás feliz de que haya llegado a esta escuela, pero ella no está a nuestro nivel, o al menos no aquí. Ahora voltéate. ¿Quieres?

--Tal vez en un rato más.--respondió embobado.

Pacífica rodó los ojos, en tanto Chloe sólo sonreía malévolamente observando a Marinette. Sabía perfectamente que ella participaría en la audición sólo para estar con su novio, pero conocía su gran torpeza desde que estudiaron junto a Adrien en su antigua escuela, por lo que no tenía oportunidad contra una chica como ella, que tendría de profesoras a dos de las que siempre estuvieron en el grupo.

--Será tu fin, Dupain Cheng.

Por otra parte, tres chicos se encontraban en su habitación, aunque uno de ellos sin poder sonreír después de aquella incómoda escena antes de comenzar la primera clase.

--¿Qué voy a hacer?--se preguntó Jeremy recostado en su cama, observando el techo de su habitación.--Digo... ¿Cómo iba a saber que ella vendría a estudiar aquí?

--¿Nunca te avisó que vendría?--habló Monty, observándolo desde su cama.

--No, de seguro quería sorprenderme.--suspiró el rubio.--Desde que la vi en persona otra vez, todos nuestros recuerdos vinieron a mi mente, incluso... dudé de mis sentimientos con Wendy.

--¿En serio los dudaste?--se sorprendió Robbie, levantando la vista de su teléfono.--Oye, yo fui ex-novio de Wendy, y créeme, es una chica nada fácil de olvidar. Me costó bastante, de verdad, pero de un momento a otro logré superarla para tener una relación con Tambry. Es más, estoy hablando con ella ahora.

--Wow, ella en serio no se despega de su teléfono.--respondió el castaño.--Y hablando de chicas, me alegró saber que Vanessa estudiará aquí todo el año, y como mi padre continúa en Danville, sólo nos tendremos que ocultar del suyo.

--Al menos ustedes si saben como mantener una relación a diferencia de mí.--volvió a suspirar.--¿Por qué fui tan cobarde de no decirle antes?

--No lo sé, pero ya no lo hiciste amigo.--contestó el pelinegro.--Ahora lo único que te queda es elegir a una de las dos.

--Ya lo se.--Jeremy se acomodó para sentarse.--Lo más probable es que siga con Wendy, ya que Candace ni siquiera me quiere ver. Además, terminé con ella hace bastante.

--¿Y por qué terminaste con ella?--preguntó el unicejo.

--Por la distancia, es todo. A Wendy también la quiero mucho, pero no lo se. Hay cosas que Candace tiene, pero ella no. Siento que son... diferentes, es todo.--El rubio se levantó de su cama.--Pero no voy a arruinar las cosas otra vez. Intentaré convencer a Candace para que volvamos a ser amigos, aunque siga con Wendy. No voy a romperle el corazón dejándola ahora sólo porque un... gran amor del pasado regresó. Debo seguir mi vida normalmente como todo este tiempo en que estuve de novio.

Sus compañeros de cuarto se miraron entre ellos, para luego ver al chico tomando su guitarra y tocando algunas notas. Nunca habían visto al chico actuando de esa manera, pues siempre había sido muy alegre y relajado, y se veía el gran cariño que le tenía a su novia. Sin embargo, también estaban conscientes de todas las videollamadas que habían entre él y la otra pelirroja, los cuales transmitían una gran química hasta por computadora, hasta un poco más de la que tenía con su actual novia. Robbie, al ver a Jeremy tan concentrado, se acercó a Monty para susurrarle.

--¿Cuánto tiempo le das para que termine con Wendy? Yo máximo una semana.

El castaño rodó los ojos sonriendo, para luego empujar al pelinegro levemente. Si bien tenían distintos grupos amistosos con los que pasaban el rato, al tocarles como compañeros de habitación crearon una amistad que ni ellos pensaron que se formaría, y no dudaban en bromear, ayudar y apoyar a sus compañeros cuando era necesario.

El rubio dejó de tocar al sentir a alguien tocar su puerta. Dejó la guitarra a un lado para levantarse y abrirla a fin de saber de quién se trataba, y no era nadie más que su novia. Suspiró para comenzar a hablar.

--Hola Wendy.

--¡Hola, amor! Otra vez.--rió, para luego besar su mejilla.--¿Y bien? ¿Ya pensaste si irás a la fiesta de bienvenida?

--Pues...

--Pfff. ¿En serio lo dudaste?

Robbie no pudo evitar hablar de fondo, a lo que Monty inmediatamente le cubrió la boca.

--¡Que tal, chicos!--saludó la pelirroja al dúo, quienes correspondieron su saludo con la mano. Ella volvió la vista a su novio.--¡Vamos! ¡Será divertido! ¿No quieres que tú, Coltrane y mi grupo retemos a Thompson para ver cuánto ponche puede beber este año?

--Tal vez, pero... es complicado.

--Es por esas chicas nuevas. ¿No? Intentaste evitarlo todo el día, ahora me tienes que contar.

--Yo...--suspiró. No podía callarle a su propia novia después de haber sido testigo de aquel momento.--Una de ellas fue una parte importante en mi vida y me dio... un poco de nostalgia volver a verla. Además, está algo enojada conmigo y no se si querrá verme en la fiesta.

--Sí, algo así noté. Te vi seguirla y luego hablaste algunas cosas con su amiga, pero descuida, entiendo que es tu ex y es algo difícil la situación de ambos, aunque si aún siguen siendo amigos de seguro volverán a llevarse bien en poco tiempo.

--¿Tu crees?--preguntó el chico, a lo que ella asintió sonriendo.--Gracias, Wendy.

Los dos se abrazaron, lo que dejó a Jeremy pensando en lo difícil que sería dejar a aquella chica. No había duda de que era una gran persona que, sin contarle mucho sobre el tema, lograba entenderlo bastante, a pesar de que su cabeza seguía sin parar de pensar en Candace. Ahora todos sólo deberían esperar a la primera fiesta de este nuevo año escolar, en donde todos los alumnos nuevos y antiguos podrían disfrutar y hacer nuevos amigos antes de que las tediosas clases se extendieran.

Sin duda una fiesta que no olvidarán.

Hola!!!! Primero que nada, quiero pedirles disculpas por la demora. (Fueron más de dos meses, lo admito 🙈). Pasa que estas vacaciones, aunque las haya pasado bien, no estaba emocionalmente bien por algunos días, tipo fue un problema tras otro (Problemas de mi futuro, problemas familiares, etc.), y no tenía ganas ni inspiración de nada, en verdad no siento :(.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Hay algunas faltas de ortografía? ¿Han vuelto a clases o aún no? (La única ventaja de haber salido de la escuela es tener que esperar por mis resultados y las matrículas, así que estoy salvada... por ahora uwu)

Weno, eso es todo por hoy. Espero que les haya gustado :). Sin nada más que decir... ¡Bye! 😁❤👋🏻

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