Minah se autoproclamó la madrina del bebé apenas supo la noticia. Jimin estaba muy feliz de que daría a luz en unos meses, el único que no estaba tan seguro era Yoongi. Tenía miedo pero no lo admitiría aunque todos ya se hubieran dado cuenta por todas las veces que trató de huir. Y pese a que Yoongi lo haya pensando, siempre regresaba porque, mierda, amaba mucho a Jimin.

— Bro, ¿qué se siente ser padre? — le había preguntando cuando ponían la mesa — ¿Es tan difícil como dicen?

Namjoon sonrió. El cambio que estaba teniendo Yoongi desde que Jimin llegó a sus vidas era impresionante. Jamás creyó que su hermano formaría su propia familia o que alguien lo llegara a amar aparte de él y sus padres.

— Nah, es fácil — mintió —. Jimin sabrá que hacer, tú sólo acompañalo...¿Qué haces?

Namjoon lo encontró otra vez queriendo salir por la ventana. Suspiró negando. Era obvio que Yoongi no estaba listo para ser padre. Al igual que él, que todavía no sabía como cambiar un pañal.

— Escucha Yoon, — el rubio lo hizo sentar a su lado — a partir de ahora las cosas cambiarán drásticamente. Olvídate de dormir y tener sexo por las noches. Todo el tiempo que utilizas para desperdiciar oxígeno sentado en el sofá se acabarán una vez que nazca el bebé. Y lo peor de todo será a la hora de cambiarlo y bañarlo. Vas a tener que tener mucho cuidado con lo último, yo casi termino ahogando a Taehyung... Varias veces. En fin, también todo el dinero se irá para el bebé y espera porque esto solo es el comienzo, luego viene el preescolar, la adolescencia... Si, tendremos que aguantar por lo menos dieciocho años de tortura partenal, pero hey, al menos recibiremos regalos por el día del padre. ¿Yoongi?

El rubio vio como de apoco su hermano empezaba a tener arcadas hasta vomitar en su cara y torso. Al mismo tiempo Seokjin y Jimin llegaban con la cena.

— Creo que no me siento bien...

Luego de acostar a Yoongi en el cuarto, Jimin salió suspirando cansino. ¿Y si realmente era mala idea? Apenas llevaban dos años de matrimonio y el bebé no fue planeado... Quizás todo estaba pasando tan rápido, pero aún así siendo este uno de los planes que no tenía para su futuro, le agradaba la idea. ¿Y si no resulta?

— Resultará — Seokjin le dijo — No te preocupes tanto Jimin, él solo está pasando por la etapa "pre parto".

El pelinegro lo observó confundido.

— ¿Pre parto? ¿Qué quieres decir?

— Cuando Namjoon se enteró que iba a ser padre hizo un escándalo. No parecía un hombre de veintidos años. Pero se esforzó por hacerme sentir bien, claro que no siempre lo lograba y hacia que me estresara, pero bueno... Yoongi solo está en esa etapa que no lo asume del todo y tiene miedo. Nunca estuvo en una relación antes, nunca se enamoró, y ahora que va a ser padre debió pegarle duro.

— Pero ya lleva cinco meses así... — Jimin llevó una mano a su vientre — ¿Cuanto más tardará en asimilarlo?

Seokjin fruncio los labios pensativo. Tal vez no lleve tanto tiempo.

— Todo estará bien Jiminie — Seokjin le sonrió y en ese  momento escucharon como Yoongi lloraba del otro lado de la puerta —  Muy bien, ya lo verás...

Cuatro meses después.

— Nos hecharon del departamento — fue lo primero que dijo Yoongi semanas antes del parto — ¿Hay lugar para tres personas?

Seokjin y Namjoon se miraron. Yoongi estaba más pálido que de costumbre, tenía ojeras, su pelo teñido estaba presentando las raíces oscuras y algunas ¿canas? Por Dios, estaba hecho un asco. Jimin estaba a su lado apenado y cansino, pero siempre mostrando una diminuta sonrisa.

— El casero nos aumentó el alquiler y como ninguno está trabajando no pudimos pagar el mes... — murmuró el pelinegro cabizbajo — Minah se ofreció a ayudarme pero ella tiene que ciudar a su familia también...

— ¡Tío J'min, tío Yunki! — gritó emocionado Taehyung.

El pequeño tenía un año y medio y ya había empezado a hablar, aunque la mayoría de las veces no se le entendía. Era tierno verlo como sonreía y mostraba sus dientitos de leche.

— Tae podrá dormir con nosotros, mientras tanto pueden usar su cuarto — comentó Namjoon.

— ¡Ño! — Taehyung tiró su peluche de  leon — TaeTae no dormir.

Jimin sintió como el bebé dio una patada, él tampoco le gustaba la idea de compartir pero hasta que las cosas resultaran tendrían que acostumbrase. Aún seguía preocupado por Yoongi, cada vez estaba más estresado. O quizás solo está dejando ver una nueva etapa suya. Jimin pudo por fin respirar tranquilo cuando notó que Yoongi había vuelto a la normalidad estando peleando con su hermano. Sí, era mejor que estuvieran todos juntos por un tiempo.

Las vacaciones de verano terminaron cuando septiembre llegó. Y no sólo acabó la calurosa temporada sino que también Jimin había empezado a tener contracciones en un restaurante cuando decidieron ir a almorzar todos juntos. El escándalo que hicieron fue tanto que se olvidaron de Taehyung cuando salieron rumbo al hospital. Obviamente Seokjin volvió por él y recordó entonces que dejó algo prendido en la casa. Pero no había tiempo para eso, el sexto miembro de la familia estaba por llegar.

— Felicidades, es un varón — dijo el doctor entregándole a Jimin a su bebé recién nacido.

Yoongi, que estaba a su lado medio sordo después de escuchar las mil maldiciones hacia su persona, se fijó en el bebé e hizo una mueca.

— Este no es mi hijo, mira la nariz que tiene. Es demasiado grande. Mejor voy a comprar cigarrillos, ahora vengo.

Jimin rodo los ojos. Sí, ahí estaba el típico Min Yoongi. De un ágil movimiento lo retuvo.

— No te vas a ningún lado, idiota. Tú querías cojer, ahora te harás cargo.

— Si, amor.

Seokjin y Namjoon pasaron a ver al bebé, Taehyung observaba al recién nacido con ojos bien abiertos, confundido con la situación.

— Hey TaeTae, saluda a Jungkook — le habló Jimin.

Y Taehyung lloró. Pero también fue Namjoon al ver que una parte de la casa se había incendiado porque dejaron la ornalla prendida. Seokjin y Jimin no entendía por qué tanto sufrimiento porque se haya incendiado la cocina (aunque Seokjin pudo aprovechar para gritarle echándole la culpa cuando era él el único culpable). Yoongi sabía que ahí era el escondite de ciertas revistas que el rubio poseía. De todas formas, con el seguro pudieron remodelar la casa y construir un cuarto para los niños. Dando así un nuevo comienzo para la familia y por supuesto, nuevos obstáculos.

— ¿Cómo mierdas se cambia un pañal? ¡Jimin!

— Ah, pobre Yoongi.

Namjoon estando en el umbral observaba como el platinado luchaba contra un travieso Jungkook. Yoongi lo ignoró y de mal humor tratando de abrir el talco de bebe terminó más pálido de lo que era. Namjoon estalló de risa.

— Papi, me hice popó.

Era el pequeño Taehyung que ya había empezado a caminar y por lo tanto hacía más travesuras. Como la vez que se echó toda la crema rejuvenecedora de Seokjin en el cuerpo.

Namjoon dejó de reír.

— Pero ya estás grande para usar pañal Tae, ¿verdad? Oh...Shit.

Yoongi mientras seguía tratando de ponerle un pañal limpio a su hijo se reía al ver que Namjoon también tendría que hacer lo mismo.

— Bueno jovencito, es hora de un baño entonces — Namjoon avisó pero mala idea amigo, el castañito salió corriendo con sus pequeñas piernas — ¿¡Ya hasta corres!? ¡Taehyung vuelve acá mismo!

Seokjin y Jimin reían a carcajadas desde la cocina. Reían tanto que se olvidaron del arroz y se quemó. Ver estas situaciones a diario era el pan de cada día, no había un momento en el que no pasara nada divertido.

— ¡Tae quédate quieto! No te muevas que tengo que sacarte el pañal... Oh mierda Taehyung, ¡¿qué comiste?! ¡Jin! ¡¿Por qué a mí?!

Volviendo a la habitación de los niños...

— Jungkook con esa enorme nariz que tienes te vendería al circo si no fuese porque Jimin me mataría si lo hiciera. Ah, me cansé; no sé poner un puto pañal.

Yoongi ya cansado dejó a su hijo ahí desnudo, pero luego el pequeño bebé narigon empezó a mearlo en la cara. Y mientras Jungkook reía, Yoongi en su mente se decía mil veces que no tirara al bebé por la ventana, pero...

— I don't give a shit... i don't give a fuck — mascullaba al mismo tiempo que caminaba hacia allí.

— ¡Min Yoongi!

— Amor, sólo iba a mostrarle el cielo — comentó sonriendo nerviosamente.

Cinco años después.

Las cosas seguían siendo las mismas. Taehyung había empezado a ir a la primaria y Jungkook comenzaría el prescolar el mes siguiente. Los hermanos tenían que teñirse seguido por las canas notorias que  empezaban a salir. El paso de los años les estaba afectando el doble al criar a dos traviesos. Yoongi seguía sin trabajar pero al menos se quedaba en casa y ciudadaba de los niños hasta que los demás llegasen. Y por cuidar me refiero a dejarlos ver televisión mientras dormía. Siendo el mejor padre del año, así es.

Una cosa que Seokjin no le admitiría a Namjoon era que quería un hermanito para Taehyung. Darle esa noticia le produciría un gran ataque de pánico y quizás hasta entraría en coma, no exagero. El que Taehyung y Jungkook se llevasen como si fueran hermanos le parecía una hermosa imágen, pero aún así tenía ese deseo rodando por su cabeza.

— Mmg, ¿Jinie? — Namjoon despertó en la noche a ver la lámpara encendida — ¿Pasa algo?

— ¿Te imaginas que haya un séptimo integrante en la familia? — Se animó a preguntar.

Mordiendo su labio esperó la respuesta de Namjoon, quien confundido trató de entender a lo que se refería.

— ¿Quieres un perro?

Una almohada cayó en su cara y Seokjin le dió la espalda tratando de no reirse y llorar al mismo tiempo. El rubio quedó un buen rato sentado en la cama queriendo comprender el momento. Mmh, sí, quizás le gustaría tener un chihuahua.

A la mañana siguiente Seokjin salió a hacer las compras de la semana y estando en el supermercado notó que el destino parecía querer hacerle sentir mal mostrándole a las madres con sus hijos comprando, a los juguetes en ofertas, las promociones de los pañales... Quería volver a pasar por lo mismo pero era una locura. Tenía que dejar de pensar en eso y enfocarse en Taehyung aunque su corazón dijese lo contrario.

Y cuando salió del supermercado yendo al estacionamiento notó a un niño desaliñado pidiendo monedas, bastante asustado y perdido. Una corazonada le tomó de imprevisto, y sin dudar se acerca.

— ¿Cómo te llamas pequeño?

El de cabellos almendras mira a Seokjin dubitativo. Hace el amago de irse pero el mayor lo detiene ofreciéndole un dulce. Visto desde afuera no parecía un buen panorama pero Seokjin no iba a dejarlo solo.

— Mi nombre es Hoseok— dijo al cabo de unos minutos —. Jung Hoseok, señor.

— ¿Y qué haces aquí solo, Hoseok? — por como estaba, sentía que el niño había sufrido abandono — ¿Sabes dónde podrían estar tus padres?

— No lo sé.

Su voz era frágil, y estaba a punto de ponerse a  llorar pero no lo hizo. Cabizbajo empezó a jugar con el borde de su camiseta. Un nudo en la garganta aparece en Seokjin, tenía que hacer algo y tal vez, solo tal vez, su deseo se cumpliría.

— Namjoon, hola, ya estoy yendo para casa — Seokjin atendió la llamada y por el espejo retrovisor miró como Hoseok observaba por la ventana —. Les tengo una noticia.

— ¿Adoptaste el Chihuahua que querías? — Namjoon casi gritó por todo el ruido que tenía detrás— Iba a ir a la tienda más tarde, quería darte la sorpresa.

Seokjin rodó los ojos.

— No adopté un perro, Namie.

Dobló en una esquina, estaba a cinco cuadras. Hoseok miró hacia el frente y al ver que Seokjin lo notó se ruborizó desviando la vista.

— ¿Adoptaste un gato? — era la voz de Yoongi — Yah idiota, yo estoy hablando. Ve a cuidar que Jungkook no se electrocute.

— Oh Dios... ¿Están solos cuidando a los niños?

Hoseok escuchando esa palabra volvió a fijar su vista al frente. ¿Habría sido buena idea subirse al auto?

— Nah, Jimin se está bañando — comentó Namjoon — ¿Eh? No, Taehyung deja eso, no se come las plantas de papi ¡Taehyung!

Seokjin suspiró y le sonrió a Hoseok.

— Tranquilo corazón, te va a encantar esta familia.

En la casa Jimin estaba regañando a Yoongi por no cuidar bien a Jungkook en esa media hora que estuvo en el baño. Namjoon corría a Taehyung ahora desnudo y Jungkook jugaba en el medio del camino con sus autos de carreras y varias galletitas a su alrededor.

Seokjin abrió la puerta y se encontró con un panorama bastante absurdo. Jimin corría ahora con una escoba en manos a Yoongi porque éste se le habia burlado de su pelo naranja diciéndole que parecía una calabaza. Namjoon tras querer agarrar a un desnudo Taehyung se golpeó el dedo meñique del pie contra la mesa y resbaló con los autos de Jungkook cayéndose de culo. Los menores empezaron a reírse fuerte.

Seokjin respiró profundo y trató de sonreír, no pasaba nada. Hoseok observaba todo detenidamente y una sonrisa se le dibujó en su cara. Era divertida esa extraña familia.

— ¡Oigan! — gritó Seokjin al ver que nadie se había percatado de su presencia— Tengo algo que decirles.

Namjoon aprovechó que Taehyung había dejado de correr y lo agarró para ponerle el pantalón, Jimin también y le dio con la escoba en la cabeza a Yoongi.

Jungkook se acercó y miró curioso al visitante.

— ¿Quién es él papá? — Taehyung preguntó acercándose también — ¿Es mi nueva mascota?

— Creí que querías adoptar un chihuahua... — murmuró Namjoon temiendo lo que estaba por ocurrir.

— Se llama Hoseok, él será mi hijo.

Jimin dejó caer la escoba y lo miró sin poder creerlo. Jungkook sonrió al igual que Taehyung, que estaba más feliz porque tenía un hermano. Yoongi miró a Namjoon enmudecido por la noticia. El rubio estaba como pez salido del agua.

— ¿Dónde hay una tienda de cigarrillos por acá? — Pregunto casi inaudible.

Yoongi río pero al momento su risa es callada por el ruido seco de su hermano desmayándose.

— ¡Bienvenido Hoseokie!

Taehyung cortó el silencio yendo a abrazar al nuevo miembro de la familia. 

Por fin presenté a todos los personajes. Ahora si se viene lo chido.