Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: Destino y pañales


Seokjin suspiró en el momento que  Taehyung salió corriendo al patio trasero y empezó a jugar con Hoseok, el de cabellos almendra no entendió de qué se trataba pero cuando Taehyung empezó a mover los autos supuso que se debía a una carrera. El castaño continuó con la comida pues en cualquier momento llegarían Namjoon y Jimin del trabajo. Oh esperen, otra vez volví a adelantarme.

¿Quién es Jimin? ¿Park Jimin? Ah, bueno... Para saberlo tenemos que retroceder hace aproximadamente siete años y seis meses.

— Oiga señor, no puede dormir de esa manera — había dicho un enfermero.

Los gritos habían cesado, la sala de emergencias estaba con bastante movimiento y amanecía. Yoongi medio adormilado trató de sentarse en el frío suelo. Sus ojos aún no se acostumbraban a la luz fosforescente del techo y tratando de enfocar lo que tenía frente suyo no pudo pensar con claridad al descubrir que un ángel estaba ante sus ojos.

— Le puede hacer mal la columna si duerme de esa forma.

El enfermero seguía reprochandole por la forma en la que lo encontró tendido en el piso, con el cuello y media espalda contra la pared y las piernas impidiendo el paso por el pasillo. Yoongi solo escuchaba el latir de su corazón bombeando con fuerza,  las luces blancas se convertían en burbujas al rededor del enfermero y aquellos labios rojos y voluptuosos tendían a querer besarle.

— ¿Entendió?

— ¿Eh? Ah, sí, sí — Yoongi se levantó casi de un salto cuando reaccionó — Gracias...ahm, ¿cuál es tú número?

— ¿Disculpa?

Park Jimin, un joven enfermero, pelinegro, de pequeña estatura; igual que Yoongi, sus manos también eran pequeñas. Frunció el ceño ante la descarada e inesperada pregunta.

— Okey, te dejo el mío por si quieres llamarme — vaya uno a saber por qué el rubio platinado tenía tarjetas con su número — Tengo que ver si mi sobrino ya nació. Nos vemos, hermoso.

Dejándolo solo en el pasillo, Jimin observó la tarjeta donde se apreciaba el nombre del rubio y su teléfono. Sonrió avergonzado pero luego arrugó la tarjeta llevándola al bolsillo. No iba a perder el tiempo con un hombre que le habló de esa forma. Aunque le haya parecido lindo... No, Jimin era un hombre de clase, no se iría a involucrar con cualquiera solo por una noche de pura pasión.

— Oh vamos Jimin, eres jóven y guapo. Debes disfrutar tu juventud mientras puedas.

Kang Minah, su compañera, estaba hace media hora tratando de convencerle para que saliera con el desconocido no tan desconocido. Llevaba dos meses desde que lo había visto y desde entonces ni siquiera registró su número, pero por alguna razón seguía guardando la tarjeta. Y ese día su amiga lo había descubierto.

— No tengo tiempo para acostarme con tipos Minah, regresamela.

La jóven le sacó la lengua cuando le fue arrebatado el papel. Observó como Jimin volvía a guardarla en su bolsillo y se servía café. Pero su sonrisa traviesa le advirtió a Jimin que ella planeaba algo.

— Hola, ¿hablo con Min Yoongi? — la pelirroja había agendado el número. Jimin escupió el café — Si, soy Minah, amiga de Park Jimin. ¿Te acuerdas del lindo enfermero que conociste hace dos meses?

Otra enfermera entró a la sala de descanso y los observó forcejeando mientras Minah seguía en el teléfono. Salió negando al momento que tomó una bata. Jimin no paraba de murmurarle que se detuviera o cortara la llamada, pero Minah estaba feliz con la situación que le parecía divertido ver como desesperadamente su amigo se ponía cada vez más rojo de la vergüenza. Probablemente luego no querrá dirigirle la palabra, pero se lo agradecería en el futuro.

— Dice que te recuerda y que nunca dejó de pensar en ti — le susurró apartando el celular  — Es tan dulce Jimin, dale una oportunidad.

— ¡Ni loco! — chilló — Ya cuelga, Minah. Además, seguro ni se acordaba que me dio su número y lo dijo para quedar bien.

— ¿En dónde? — tratando de que Jimin no le quitara el teléfono, agarró un papel y empezó a anotar — Oh, claro que le gustara verte. Es un poco tímido, por eso me pidió que te llamara.

Jimin la fulminó y la pelirroja tuvo que aguantar la risa.

— Claro, a él también le gustaste — Minah empezó a correr alejándose de  Jimin bastante enojado — Okey, si, me aseguraré de que vaya. Ahora debo colgar ¡adiós!

— Eres tan detestable.

— De nada.

Mirando la dirección una vez más para corroborar que la casa frente a él era la correcta, avanzó hasta la puerta y desde allí pudo escuchar como un bebé gritaba y varias personas también lo hacían, o quizás eran dos, no estaba seguro. Creyó que el lugar de la "cita" sería en un parque o restaurante y no en una casa que al parecer vivía varias personas. ¿Lo que estaba al costado del arbusto era un pañal?

— ¿Quién eres y qué buscas? — Namjoon abrió la puerta portando solo un short y pantuflas. Jimin se ruborizo — ¿Eres testigo de Jehová?

— Namjoon ¡quién carajos es! — Jimin escucho alguién gritar desde el fondo de la casa — ¡Tae, quédate quieto así te limpio!

Namjoon seguía parado en el umbral esperando una respuesta. Jimin se aclaró la garganta pero de su boca solo salieron susurros, estaba tan avergonzado. Quería irse de allí corriendo, no debió hacerle caso a su amiga ¡por Dios! Estaba frente a una casa desconocida, delante de un hombre con el torso desnudo mirándole impaciente o confundido, no lo sabe. Sabía que ir había sido una grandísima mala idea.

— Uhm... ¿Vive aquí Min Yoongi?

Namjoon sonrió cual niño, marcándose así sus característicos hoyuelos.

— Oh, mi hermano, sí, está en su cuarto — lo miró confundido—  ¿Eres su novio?

— ¿Eh?... No, yo-

— ¡Yoongi, tu lindo novio está aquí! — y volviéndose a él le sonrió y le hizo pasar — Adelante, no tengas vergüenza. Soy Kim Namjoon.

— Park Jimin...

Jimin dio una pequeña reverencia y entró pidiendo permiso, porque ante todo siempre educado y cortéz. Al llegar a la sala divisó varios juguetes de bebé, ropa tirada por todas partes, comida chatarra desparramada en el sofá... Y Kim Seokjin salía de una de las habitaciones con un bebé en brazos.

— ¿El idiota de tu hermano logró enamorar a alguien? — le preguntó a Namjoon y éste se encogió de hombros — Andá a ponerte una camiseta y ten, tira el pañal. No hagas esa cara de asco Nam, tu tapas el baño. Oh, hola, soy Kim Seokjin.

Jimin se sobresalto al tenerlo cerca y sonrió apenado. Otra reverencia y le hizo caritas al bebé.

— Y el es Kim Taehyung. Saluda a tu tío, corazón.

¿Tío? Alerta roja Jimin, sal de ahí ya.

Taehyung sin embargo solo comenzo a llorar poniendo al pelingero más nervioso y estresado desde que pisó la sala. Namjoon volvía de tirar la basura, vestido y comiendo una paleta helada.

— Yoongi debe estar durmiendo, la tercera puerta a la izquierda es su habitación.

Jimin asintió y tímido avanzó por el pasillo logrando ver varias fotos colgadas en la pared. En algunas se podían ver a Namjoon y a Yoongi cuando iban a la preparatoria, en otras salía Seokjin graduándose de la Universidad, otra foto aparecía con el vientre abultado, de los tres con el bebé parecía ser la foto más reciente. Sonrió, a Jimin siempre le gustaron las fotos familiares y quizás él estaría en una más adelante. Se detuvo cuando se dió cuenta de lo que estaba pensando. ¿Él siendo parte de esa familia? No, no, Jimin jamás lo permitiría. Tenía un gran futuro como médico por delante, formar una familia no era una de sus opciones.

Llegó a la habitación de Yoongi donde un cartel de "no pasar" colgaba. Golpeó y esperó a que abrieran. Solo lo saludaria y se iría, nada más. Sí, solo eso.

— Creí que nos veríamos en un parque o en un cine...

Comentó Jimin sin mirarlo. Yoongi dejó de ordenar la habitación, no había caso para su caótica morada. Sonriendo se sentó al lado del pelinergo.

— Eso es para mortales inútiles. Nada mejor que una cita en una cama. Una sexy cama al lado de un sexy chico.

Jimin se sonrojó. Toda la situación desde que llegó le parecía tan irreal y a la vez una buena anécdota que contar en el hospital. Su amiga tendría buen material para reírse de él. Ah, si no le hubiera hecho caso estaría en su casa horneando una tarta y mirando su serie favorita. Pero..., de todas formas es su culpa, guardó la tarjeta por dos meses y en varias ocasiones tuvo la tentación de marcarle. Tal vez no sería tan malo salir con Yoongi. Algo de química había y estaban demasiado cerca de besarse pero...

— ¡Yoongi, ve a comprar pañales! — Namjoon abrió la puerta de golpe — Ups, ¿interrumpo algo?

— ¡Si idiota! — gritó Yoongi — ¡¿No ves que estuve a punto de tener sexo?!

Namjoon sonrió y cerró la puerta. Jimin se puso rojo como un tomate. ¿¡Sexo!? Él no era la clase de chico que se acostaba en la primera cita. Avergonzado se alejó un poco pero la mirada insistente de Yoongi le ponía más nervioso y sofocado. Sí, era una mala idea seguir allí. Abortar misión.

Y no, no tuvieron sexo aquel día.

— Quiero ser virgen hasta el matrimonio — había dicho.

— Entonces cásate conmigo.

— Pe...pero no somos novios.

— Entonces se mi novio y acepta casarte conmigo.

— Lo dices porque quieres cojer, ¿verdad?

— Seh.

El golpe de su mano contra la mejilla de Yoongi resonó por toda la habitación. Sin decir nada salió enojado y cerrando la puerta con fuerza. En la sala se encontró con Seokjin y Namjoon asombrados por el ruido, hizo reverencia y pidiendo disculpas dejó la casa. Estaba furioso y se sentía un estúpido por creer que iba a resultar salir con Yoongi, que quizás el destino lo había puesto en su camino. Ja, que el destino siguiera soñando, Jimin jamás saldría con un idiota como él.

Aun así, durante los próximos días no pudo dejar de pensar en aquel cabello platinado, en sus orejas perforadas, aquellos ojos gatunos ni en esa sonrisa hermosa que tenía. Pero lo que más le había gustado a Jimin era su voz grave y profunda. Y solo tenía eso, sus características físicas, porque ni siquiera sabía su edad, dónde trabaja o qué le gusta hacer.

— Soy un idiota — gimoteo llevándose otra cucharada de helado a la boca —. Por alguna razón no dejo de pensar en él y ya pasaron semanas.

Minah, quien estuvo todo el tiempo a su lado en la cama, escuchaba como su amigo sufría su primer enamoramiento.

— Lo odio, desde que lo ví en el hospital no ha dejado de arruinar mi vida.

— O quizás solo la está mejorando. ¡Auch, eso dolió! — la pelirroja le sacó el dedo del medio desde el suelo — En serio, lo de ustedes fue amor a primera vista.

— Amor a primera vista, no me hagas reír.

— ¿Quieres que lo vuelva a llamar? — Jimin la miró mal. — Okey, no lo haré, no me mates.

Y el timbre sonó.

— De todas formas lo hice antes de venir...

— ¿¡Que hiciste qué!? — Jimin tiró el helado y se levantó de la cama — ¿Le dijiste donde vivo?

— Sip, y lo invité a que tomara helado y viera películas con nosotros para discutir sobre el amor a primera vista y esas cosas, ya sabes, lo típico — un almohada estampó contra su rostro — De nada, otra vez.

— Estas loca si crees que le daré otra oportunidad — Jimin seguía negándose en abrir — Ni lo pienses Minah...

Pero la pelirroja fue más rápida y salió corriendo a abrirle a Yoongi. Segundos después estaba Jimin en el umbral, vestido solo con una camiseta blanca de mangas cortas y su pantalón de Hello Kitty. El rubio sonrió.

— Hola.

— Ho... Hola — Jimin notó sus pintas y se puso más rojo. A su lado Minah trataba de retener la risa —. No debiste venir, adiós.

Y la puerta se cerró para luego abrirse.

— Perdona, Jimin es un poco tímido— Minah le hizo pasar — Traere más helado, pónganse cómodos.

— ¡Kang Minah! — exclamó avergonzado — Uhm, lo siento. Mi amiga hace cosas estúpidas a veces.

Yoongi tomó lugar en el sofá y le tendió un ramo de flores que no notó antes que llevaba. Lo tomó tímido y le agradeció en un susurro tratando de que sus latidos no lo delataran.

— Bueno, eh.., desde que te fuiste traté de localizarte pero en la ciudad hay más de mil Park Jimins y entonces recordé que trabajas en el hospital pero tu amiga me llama diciéndome que querías disculparte y yo-

— ¡¿Disculparme yo?! — Jimin lo sorprendió mirándolo a los ojos — ¡El que debería disculparse eres tú, hiciste que mi primera cita fuese un asco y me hicieras pensar en tí aún cuando no quiero hacerlo!

Yoongi levantó una ceja sorprendido.

— Quiero decir... Eh, yo-

— Te ves lindo cuando te pones nervioso — el ramo de flores estalló contra su cara —. Y hermoso cuando me pegas.

Minah desde la cocina comía el helado observando como Jimin aceptaba el beso de Yoongi y salir a una nueva cita.

Una cita de las muchas que luego tendrían. Namjoon era el que mas feliz estaba por la relación ya que Yoongi no vivía muy seguido con ellos y la pasaba en el departamento de Jimin. Y un quince de noviembre decidieron casarse. No fue nada grande, la ceremonia se dio en una pequeña capilla fuera de la ciudad y entre familiares y amigos cercanos. Pero la historia de aquella boda tendrá que esperar.

— Me despidieron, otra vez.

Informó Yoongi llegando a casa para la cena. Seokjin los había invitado ese viernes a comer su espectacular estofado y para ese entonces ya pasaron dos años. Namjoon rodó los ojos acostumbrado de escuchar lo mismo desde que eran solo ellos dos.

— Es la tercera vez que te despiden en esta semana. ¿Qué haces para que te echen tan rápido?

Jimin era el único que estaba enojado en la mesa. El resto simplemente estaba acostumbrado. Típico del buen Yoongi.

— Nada, solo me quedo dormido. Eso es todo — dijo con indiferencia.

— Idiota, ¿cómo vas a mantener a una familia así?

Silencio. Seokjin sin querer había dicho algo que no debía. Namjoon y Yoongi fruncieron el ceño.

— ¿A qué te refieres Jin?

Seokjin se puso nervioso e ignoró la pregunta. Sólo siguió dándole de comer a Taehyung que ya estaba por su cuarto plato.

— Yoongi... — Jimin habló —. Deberás buscar trabajo. Estoy embarazado.

Taehyung comenzó a llorar de la nada, Namjoon casi se atraganta con el estofado y Yoongi se levantó.

— ¿A dónde vas? — preguntó Seokjin.

— A comprar cigarrillos.

— Pero tú no fumas — declaró Namjoon.

— Ahora sí.

Vos no vas a ningún lado — expresó Jimin.

— Yo no recuerdo haber tenido sexo contigo Jimin. Ese bebé no es mío.

De nuevo silencio. Taehyung había parado de llorar al escuchar como la mejilla de Yoongi era golpeada. Y luego comenzó a reír.

— ¡Eres un idiota!

Jimin salió corriendo del comedor y se encerró en el cuarto del bebé que anteriormente era de Yoongi. Namjoon miró con reproche a su hermano.

— ¿Qué?

El rubio bufó y fue hacia el cuarto, abrió la puerta encontrándose con Jimin cerca de la cuna llorando en silencio.

— Amor... ¿Estás enojado?

— Claro que estoy enojado, imbécil — se sorbio la nariz — Vete.

Un nudo en el estómago se le formó al mayor, estaba nervioso. Acercándose precavido lo tomó por la cintura y llevó su mentón al hombro ajeno respirando la fragancia a vainilla de Jimin.

— Perdón bebé.

El pelinergo suspiró.

— Olvídalo, ya encontraré a un buen padre para mi hijo.

Yoongi se apartó espantado y Jimin retuvo una sonrisa al verlo asustado de esa manera.

— ¿¡Qué!? ¿Quieres dejarme?

Pero no pudo no sonreír y volvió a suspirar. Si hace dos años le hubieran dicho a Jimin que se casaría con un vago y que además sería padre, se hubiera reído mucho. Pero su amiga tenía razón, quizás el destino había querido que él fuese a ese pasillo a las seis de la mañana para despertarlo.

— Tonto — Jimin acarició la mejilla — Perdón por la bofetada.

— Tranquilo, me lo merecía — Yoongi volvió a tomarlo de la cintura— Entonces... ¿Seremos padres?

Jimin asintió sonriendo y con los ojos brillosos.

— ¿Te harás cargo?

— Obvio que sí. Será un hijo con mucho swag.

Yoongi se acercó un poco más a Jimin para besarle pero...

— ¿Ya se arreglaron? — Namjoon volvió abrir la puerta de golpe y en cambio recibió un zapato en la cara — Sorry bro.

— ¿¡Por qué tienes que interrumpirme en el mejor momento!?

Jimin comenzó a reírse a carcajadas que casi se cae. Sí, aunque en un principio su idea no era tener una familia el hecho de que se haya enamorado de Yoongi quizás no sólo fue destino, sino algo más fuerte. Ahora él también estaba en una foto familiar colgado en la pared.

Ah Namjoonie... ¿Cuándo aprenderás a tocar antes de entrar?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro