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El Amanecer De Un Monstruo

Nota del autor: Este capítulo trata temas sensibles como el Bullying yel suicidio.
Por favor lean bajo su propia responsabilidad y discreción.










Un grupo de personas se encuentra en un edificio, refugiándose de los peligros que acechan las calles, una pareja de héroes se les acerca para poder ofrecerles apoyo y hacer que vayan a algún refugio…

“¿Qué pasa? ¿Ahora envían niños para intentar convencernos?” Dijo una de las personas que es refugiaban en el lugar. “¡Márchense de una vez!”

“Amigos por favor, solo queremos ayudarlos, todos sabemos que los suministros no les van a durar para siempre, por favor vengan a refugiarse a Ketsubutsu con nosotros…” Un joven pelinegro trataba de convencer a la gente de que se fueran con ellos, cómo ya lo han intentado un montón de personas más sin éxito.

“Entonces dime muchacho, cuándo los villanos ataquen las áreas con mayor concentración de personas ¿Ustedes nos defenderán?” Dijo de nuevo el hombre.

“Yo mismo ya me he encargado de un par de idiotas que trataron de entrar a mi tienda.” Dijo otro hombre atrás de el.

“Todos ya lo hemos comprendido…” Dijo el primero. “Ustedes no son suficientes para ayudarnos, no hay manera de que podamos confiar en su fuerza cuando ustedes mismos están separados.”

“No hay nadie más que nosotros para defendernos.” Dijo otro más.

“Solo había un héroe que era capaz de lograrlo, pero desde que All Might se retiró ya no hay nadie más que nos proteja.” Dijo el segundo.

“Bueno… Hay uno… Pero ustedes ya saben, técnicamente ese no es un héroe.” Dijo el primero.

“Me hago una idea…” Dijo el héroe más joven. “Pero el no es más que un asesino, un villano.”

“No es más que un monstruo despiadado que acaba con todos los villanos sin darles oportunidad a rendirse.” Dijo la heroína que fue junto al chico.

Una mano le apunto directamente a la cara.

“Ten cuidado de tus palabras mocosa… Ese monstruo que dices… Es el único que nos ha dado esperanzas de que esto puede acabar.” Le dijo una mujer.

“Es increíble el como les ha lavado el cerebro a todos ustedes…” Dijo el chico.

“Nadie nos ha lavado el cerebro…” Dijo alguien. “Sabemos que estamos más seguros con el allí afuera.”

Los jóvenes se resignaron a seguir hablando de esto y se retiraron.

“No funcionó You… No funcionó…” Le decía la chica al tal You, solo deseaba burlarse.

“Ay malditos vejestorios, si hubiera usado mi Quirk hubiera derribado el edificio y me los hubiera llevado arrastrando hijos de la…”

“Eso tampoco servirá y lo sabes.” Le dijo la chica.

De pronto el teléfono de la joven comenzó a sonar.

“Ay probablemente destruyan las antenas telefónicas en un tiempo más…” Decía You.

“Oh, es Makabe… Veamos…” Dijo para contestar. “Diga…”

“¡USTEDES DOS TIENEN QUE HUIR DE AHÍ AHORA! ¡EL VILLANO VA EN DIRECCIÓN A USTEDES!” Esto alarmó a ambos. “¡ACABAN DE CONFIRMARLO EL YA VA EN CAMINO! ¡NO VAMOS A LLEGAR A TIEMPO! ¡POR ESO TIENEN QUE HUIR AHORA!” Les decía con desesperación.

De pronto, una mancha negra se vio acercarse en el cielo, está se hizo cada vez más grande.

“¡Ahí viene! ¡Es el fugitivo!” Alertó You.

“¡JAJAJA! ¡¿QUE TAL SI JUGAMOS UN RATO?!” Gritó de manera efusiva el fugitivo. “¡¿SOLAMENTE SON DOS!? ¡ESO NO ME SIRVE NI PARA EL CALENTAMIENTO!”

“¡Tatami pide refuerzos a la academia ahora y comienza con la evacuación de los civiles!” Dijo You, por fin revelando el nombre de su novia.

“¡¿Qué piensas hacer You?!” Le dijo Tatami.

“¡¿Acaso no es obvio?! Voy a derrotar a este “ Dijo el con seguridad.

Tatami entraría corriendo al edificio para pedirle a los civiles que evacuen el área, pero estos no tenían planeado hacerle caso por nada, se preparaban para ir a atacar al villano cuando…

Un enorme estruendo llamaría su atención, de improviso verían un gran borrón pasando frente a los ventanales del edificio y Tatami miraría con horror la escena.

“¡YOU!” Gritaba desesperada.

El chico se encontraba siendo aplastado por el enorme tamaño del villano contra un edificio, tratando de soportar lo mejor posible el ataque, cruzarían palabras que los civiles no alcanzarían a escuchar pero lograrían ver que el chico usaba su Quirk en el villano para darle una fuerte sacudida que lo desorientó.

Lamentablemente el ataque parecía no haberle hecho mucho efecto, por lo que este aumentaría sus brazos de tamaño y amenazaría con asesinarlo de una vez para luego ir por los civiles.

El chico veía su final cerca, pero cuando estaba a punto de recibir el golpe de gracia…

Una figura negra como el azabache dando una poderosa patada en el cuerpo del villano, tomaría a You con cuidado y lo alejaría a otro edificio.

“Muscular…” Diría la figura. “Sabia que eras tú… Esa asquerosa aura que emanas es tan horrible como siempre…”

Los jóvenes héroes lo mirarían con terror, los civiles con asombro, Muscular con una sonrisa psicótica.

“Tu… Eres…” You trataría de hablar pero no podía hacer mucho.

“E-ese es…” Trataría de decir Tatami.

“¡BlackLight!” Dirían los civiles con alegría.

“Esa voz… Lo sabía… ¡SABIA QUE ERAS TU! ¡MIDORIYA!” Gritaría Muscular.

“Haré lo que debí haber hecho esa vez en el bosque…” Dijo el nombrado Midoriya. “Esta vez…” Antes de terminar su frase, estiraría sus manos, revelando unas enormes garras de aspecto metálico.

“Te mataré.”



























3 años antes…

Izuku Midoriya es un chico que ha sufrido durante toda su vida el abuso y los insultos de la gente. Apenas teniendo cuatro años, su sueño de ser un héroe se vería truncado tras descubrir que, aquello que casi todos los seres humanos poseían, a él le faltaba…

Izuku era una persona que sería catalogada como Quirkless, una persona que como el nombre lo indica, no posee un Quirk, aquel poder especial que casi todas las personas tenían. Su madre, su padre, su amigo, todos tenían un poder.

Tras esto, día tras día su vida se volvería un infierno. Aquellos niños que alguna vez llamó amigos lo evitaban como si fuera algo contagioso, sus padres lo amaban, y lo demostraban y el lo sabía, pero también sabría a futuro que siempre lo miraban con lastima, con cuidado, con miedo incluso de tocarlo, como si no tener un Quirk lo convirtiera en alguien frágil que podría dañarse solo con tocarlo.

Izuku lo odiaba…

Pero su mejor amigo, aquel niño en quien Izuku más confiaba, aquel niño que hizo la promesa junto con Izuku de que serían los más grandes héroes, era el peor de todos.

Sus padres yo trataban como si fuera una cosa extremadamente delicada, que se podría romper en cualquier momento… Katsuki Bakugo era el opuesto total a esto.

Katsuki trataba a Izuku como si fuera una basura, y ni eso… Izuku solo era una piedrecilla que Katsuki pateaba cada vez que quería. Desde el momento en que Izuku le confesó que era Quirkless, el fue el primero en contarle a los demás, el fue el primero en insultarlo, el fue el primero en atacarlo.

Katsuki había vuelto el insultar y golpear a Izuku en su deporte favorito. Todos los días lo humillaría y lo golpearía, y no importaba cuántas veces Izuku tratase de defenderse, o pidiera ayuda. Sus compañeros lo veían como si tuviera la peste, a sus profesores no les importaba. Y sus padres, decían que solo eran cosas de niños y le bajaban el perfil a lo que decía su hijo.

Todo esto continuó por diez años, cada vez que algún nuevo niño trataba de conocer a Izuku, todos los demás le decían que era Quirkless, como si fuera una persona a la que evitar.

Pero Katsuki era aún peor que antes, desde que había descubierto su Quirk, siempre le dijeron que este era asombroso, que era el mejor, el más fuerte… Todo esto provocó que Katsuki creciera cómo alguien arrogante y engreído que pensaba que todos estaban por debajo de el, y por ende, era su deber y derecho, el maltratar a todos aquellos más débiles que el.

Izuku siempre se oponía a él, siempre que encontraba a Katsuki maltratando a algún otro niño el se pondría entre ambos para evitarle el sufrimiento al niño atacado. Katsuki jamás había aceptado esto, le molestaba, le hacía sentir humillado por esto. Y Katsuki jamás permitiría que lo humillaran.

Siempre sería el mismo resultado para Izuku, su antiguo amigo lo golpearía hasta el cansancio, y el, cansado de que sus padres siempre lo tratasen cómo alguien tan frágil, mentiría diciendo que se había caído o alguna cosa parecida.

En este momento, Izuku ya tenía catorce años, pasaba por una calle concurrida en la que se encontraría con varios héroes tratando de derrotar a un villano… Pero había algo raro en el, la sonrisa que siempre estaba en su rostro cada vez que veía a los héroes, no podría encontrarse  en el, no una mueca, nada. Estaba emocionado, pero simplemente ya no tenía nada más por lo que estar feliz. La luz que brillaba en sus ojos se había apagado desde hace años…

Izuku aún recordaba perfectamente ese día, aquel en que le dijeron que no tenía un Quirk y que no podría ser un héroe. Izuku llegó a su habitación y comenzaría a ver si video favorito. El debut de All Might, el Símbolo de la Paz. Su madre iría a verlo a la habitación y encontraría a Izuku llorando.

Con lagrimas en sus ojos Izuku preguntaría. “ Mamá… ¿Yo también puedo ser un héroe?” Diría el pequeño, su madre lo miraría con lágrimas igualmente, correría hacia su hijo, lo abrazaría con fuerza y comenzaría a pedirle perdón… Una y otra vez pidiendo perdón sin descanso por no haber podido heredarle un Don.

Izuku nunca quiso unas disculpas, todo lo que el quería que le dijeran… Era una simple frase, que nadie le ha dicho nunca, y creía que nadie le diría jamás.

Izuku decidiría ignorar la escena que se desarrollaba ante el, los héroes contra un villano que estaba causando un desastre solo por un bolso eran algo que tal vez le habría emocionado antes… Pero ahora tenía que ir a clases solamente.

Las clases darían comienzo y el profesor habría entregado las hojas que deberían usar los chicos para decir cuáles eran sus opciones a futuro, pero el hombre sólo aventó los papeles al aire, sabiendo a la perfección lo que todos querían… “Todos ustedes quieren ser héroes… ¿Acaso me equivoco?” Diría con alegría el maestro.

Todos los alumnos comenzarían a mostrar sus dones en el salón de clase mientras que celebraban alegremente.

Pero Katsuki se burlaría de sus compañeros por ser todos unos mediocres y se jactaba de que el entraría a UA y se convertiría en el mejor héroe de todos los tiempos, superando incluso a All Might y convirtiéndose en el mejor pagado.

Esto molestaría a sus compañeros que comenzarían a reclamarle lo grosero que se comportaba, sabían que era fuerte, pero aún así no era un motivo para tratarlos de extras y mediocres.

El profesor mencionó que Izuku igual deseaba ir a UA, provocando la ira del rubio y haciendo que este arremeterá contra su ex mejor amigo. “¡¿CÓMO TE ATEVES A INTENTAR ASISTIR A LA MISMA ACADEMIA QUE YO MALDITO DEKU INUTIL!?” Le gritaría con odio el rubio. “¡Además eres un maldito Quirkless! ¡No te van a dejar hacer el examen!” Le recriminó.

“Pe-pero ya eliminaron esa regla.” Trató de excusar Izuku. “A-además siempre ha Sido mi sueño… Y no sabré si no lo intento… Ya sabes, el que no arriesga no gana… ¿Verdad?” Le diría con miedo y optimismo.

Katsuki se enojaría y explotaría la mesa de Izuku con su Quirk y se acercaría a este, hasta que el profesor intervino y lo detuvo. “Ya es suficiente Bakugo, si sigues así, tendré que ponerlo en tu expediente.” Le dijo para calmarlo. “Midoriya, ve a buscar un nuevo pupitre al salón del lado.” Ordenaría.

“Pero… Si fue Kacchan el que lo explotó…” Pensaría el peliverde, creyendo injusto que el tuviera que ir a buscarlo cuando el era la víctima…

Las clases acabaron, Izuku estaba preparándose para ir a casa, pero seria interrumpido por Katsuki, el cual le quitaría su libreta para llamar su atención.

“Esto aun no ha terminado Deku…” Le dijo el rubio.

“Kacchan… Por favor devuélveme mi libreta.” Le suplicó el peliverde, ya sabia como acabaría esto.

“¿Qué mierda es esto? ¿Libros de análisis de héroes para el futuro? Jajaja, lo escribes como si algún día fueras a convertirte en héroe en el futuro.” El chico se burlaba, mientras sus otros dos amigos solo se reían de lo que decía.

“Ríndete de una vez Deku, jamás serás un héroe, no eres nada mas que un inútil e inservible… Deku.” Le dijo con rabia.

Izuku trató de decir algo, poniéndose erguido frente a el, pero aun así había diferencia entre su altura, al verlo, el rubio lo miró con odio, para luego sonreír de forma siniestra. 

“Escucha Deku… Te diré un consejo como tu amigo.” Le decía Bakugo a Izuku con un tono sarcástico y una sonrisa siniestra. vida.”

Esas fueron las ultimas palabras que Katsuki le dedicó a Izuku antes de salir del salón e irse junto a sus amigos. “Si quieres ser un héroe, lánzate de cabeza desde un edificio y ruega por un Don en tu próxima

Izuku se quedó solo, las palabras del rubio haciendo eco en su cerebro, se dirigió hacia afuera del salón en dirección a la pileta que había en la escuela, donde los peces estaban tratando de comer su libreta, la cual había sido quemada y lanzada hasta aquí por el rubio. Izuku recuperó su libreta y se dirigió a su hogar.

Al llegar a casa, su madre lo recibiría, con los años, había dejado atrás el miedo a acercarse y a tocar a su hijo, ya no tenia el temor de lastimarlo con un simple toque… Pero para Izuku era diferente, tras años de que su madre evitase tocarlo, Izuku había desarrollado una gran incomodidad en cuanto a contacto físico se trataba. No ayudaba el hecho de que la mayoría solo lo tocara para golpearlo.

Inko, su madre, trataría de tomar su mano o incluso abrazarlo, pero los años de distanciamiento que Izuku sufrió pasaban factura.

Cuando estaban cenando, Izuku vio en las noticias un informe de que su héroe favorito, All Might, había sido avistado en la ciudad persiguiendo a un villano que parecía hecho de lodo, y al final lo detuvo como siempre lo hace, rápido y eficiente, retirándose para así poder detener a más criminales.

Inko solo miraba a su hijo, sabía que le encantaban los héroes, sabía que su mayor sueño era ser uno, y sabía que quería hacer el examen de admisión a UA, pero… Sabía también que en tanto Izuku no tuviera un Quirk, le sería imposible cumplir este sueño…

“Izuku…” Le habló con cuidado.

“¿Qué sucede mamá?” Le preguntó el chico.

“Hoy me notificaron sobre lo que escribiste en tu formulario…” Dijo con algo de pesar.

“Aquí vamos de nuevo…” Susurró el chico, mientras rodaba los ojos.

“Se que es tu sueño hijo, pero de verdad creo que-

“¡Que! ¡¿Qué es lo que crees mamá?! ¿Crees que debería rendirme? ¡No te preocupes porque eso me lo han dejado en claro todas la personas a las que conozco!” Izuku gritaba, el no era alguien que levantara la voz, pero este tema ya era tan recurrente para el que no aguantaba.

“Tranquilo hijo, se que te molesta que te hable de esto pero… Es que es muy peligroso…” Inko trataba de calmar a su hijo hablando lo más calmada posible.

“Hablas como si de verdad fuera a aprobar…” Se notaba el pesimismo en las palabras del chico.

“¿Pero si tú mismo piensas que no lo lograrás porque lo haces?”

“¡PORQUE ES MI SUEÑO!” Terminó gritando, con lágrimas cayendo de sus ojos. “Sabes que siempre ha sido mi sueño mamá… ¿Por qué? ¿Por qué siempre se oponen a que haga un estúpido examen? Solo quiero llegar lo más lejos posible con mi sueño… ¿Es mucho pedir que me dejen hacer eso al menos?”

Inko solo miraba a su hijo, no sabía que decirle, de pronto, Izuku se levantó de su silla y comenzó a retirarse.

“Perdí el apetito… Hasta mañana mamá.” Sin dejar hablar a su madre, simplemente se fue a su cuarto.

Los días seguían pasando igual que antes, ser ignorado, insultado o golpeado era algo recurrente para Izuku, lo odiaba ¿Pero que podía hacer? Era débil y cobarde, jamás se había defendido y probablemente jamás lo haría… Probablemente…

Todo pasó muy rápido, un día como cualquiera, Izuku había llevado su libreta de apuntes de héroes a la escuela nuevamente, la misma y quemada libreta que aún no terminaba de rellenar…

Katsuki lo vio y justo como la vez anterior intentó arrebatársela en el receso para el almuerzo, pero Izuku pudo actuar a tiempo está vez, tomándola de su pupitre y alejándola del rubio.

“Dame esa estúpida libreta Deku… Te estoy haciendo un favor.” La sonrisa siniestra de Katsuki no le daba buena espina a Izuku, estaba seguro que una vez que terminara con la libreta, el sería el siguiente.

Izuku no sabía porqué, pero comenzó a correr. Y la cacería comenzó.

Izuku corría por los pasillos con todas sus fuerzas y Katsuki, como si estuviera jugando con el, lo perseguía con una sonrisa psicópata, con su Quirk activo y a pocos pasos de alcanzarlo.

Eventualmente lo alcanzó, acorralándolo contra un pasillo cerrado, varios otros estudiantes vieron la persecución y los que se acercaron para presenciar en primera fila la paliza que Katsuki le daría a Izuku, no les importaba el motivo, solo querían el espectáculo.

“Te dije por las buenas que me dieras esa estúpida libreta Deku… Ahora vas a ver lo que pasa cuando me desafías.” Katsuki se acercaba al peliverde, mientras que la cara de Izuku se llenaba de terror.

Todos los otros alumnos miraban, Izuku trataba de buscar con la vista a alguien que se atreviera a ayudarlo pero…

Sonrisas… Todos tenían sonrisas en sus rostros, todos pensaban lo mismo, mejor el que yo…

Todas esas malditas sonrisas iban dirigidas hacia el y su terror…

Todo pasó muy rápido. Izuku en un último intento desesperado por salvarse, estiró su mano y usó lo primero que alcanzó.

Un crujido y luego un golpe seco… Katsuki estaba en el suelo, sangre brotando de su cabeza que comenzaba a formar un charco, e Izuku, con un extintor de incendios en las manos.

Todos sus compañeros estaban callados, nadie sabía cómo reaccionar, y nadie se esperaba la siguiente acción del peliverde.

Izuku soltó el extintor, y luego con toda la fuerza que pudo, comenzó a patear a Katsuki… Una, otra, y otra, y otra vez… Izuku estaba en un frenesí, no sabía por qué, pero no podía detenerse, y no lo hubiera hecho de no ser porque los dos lacayos de Katsuki lo detuvieron.

Todos hablaban, los amigos de Katsuki le gritaban, los profesores llegaban y comenzaban a gritar para pedir que alguien viniera a atender al rubio…

Pero Izuku no escuchaba nada, sus oídos estaban tapados, solo podía oír los latidos de su propio corazón mientras veía como llegaba alguien para tratar a Katsuki y a él se lo llevaban a otro lado…

Un par de horas después Izuku seguía agitado… Sentado en la oficina del Director de la escuela mientras este lo veía y esperaba la llegada de su madre. Un suave golpe a la puerta llamó su atención y cuando está se abrió Izuku vio a su madre entrar.

Inko se sentó junto a Izuku y saludó. “Buenas tardes señor Director.”

“Buenas tardes señora Midoriya… Se preguntará el motivo de nuestro llamado.” Le hablo con calma el Director.

“Solo… Me dijeron que Izuku atacó a un compañero.” Dijo Inko.

“¿Qué?” Los pensamientos de Izuku volvieron a funcionar de manera correcta tras escuchar estas palabras, lo que provocó que mirara a su madre.

“Bueno, su hijo se vio involucrado en un ataque en efecto, los maestros que llegaron al lugar dijeron que encontraron a su compañero Katsuki Bakugo tirado en el suelo, con un charco de sangre brotando de su cabeza, un extintor tirado junto a su hijo y al joven Izuku pateando brutalmente al joven Bakugo…” Le explicó el hombre.

La cara de Inko era una de total sorpresa… Su hijo, el chico más tranquilo y dulce que había… ¿Golpeando brutalmente a su amigo? “¿Co-como está Katsuki?” Preguntó con preocupación.

Izuku no podía creerlo ¿En serio le preocupaba más el estado de ese idiota antes que preguntar porqué hizo lo que hizo?

“El joven Bakugo está bien hasta donde se, aparentemente es una contusión que lo dejo inconsciente y algo delicado, pero que en un par de días se podrá recuperar.”

“Pero… ¿Qué pasó? ¿Qué provocó todo esto?” Preguntó por fin Inko.

“Bueno, según el testimonio de dos alumnos que lo vieron, el joven Bakugo algunas veces molesta un poco a Izuku, razón por la cual no se llevan muy bien…”

“¿A veces me molesta un poco?” Esas palabras se quedaron en su mente… ¿Cómo que solo un poco?

“Parece que por algún motivo el joven Bakugo quería hablar con el, pero Izuku salió corriendo y este lo persiguió… Entonces una vez que se detuvieron, Bakugo se le acercó y luego Izuku tomó un extintor y lo golpeó dejándolo inconsciente… Luego, sin motivo alguno comenzaría a patear a su compañero entonces los otros dos alumnos intervendrían para separarlo y llamar por ayuda.” Concluyó el Director. “Esa es la historia que se nos contó.”

“Es mentira…” Habló por fin Izuku. “Es mentira, Kach- Bakugo quería quitarme algo, me amenazó y hui… Me persiguió amenazándome con su Quirk hasta que me acorraló y entonces… Entonces para defenderme usé el extintor…” Relató Izuku.

“¿Pero entonces porqué lo comenzaste a patear?” Le preguntó su madre.

“Estaba enojado… Asustado… Estaba cansado de que siempre me ataque y tener que actuar como si nada pasara.” Explicó.

“Bueno, los dos alumnos comparten la misma historia y-

“¿Y que dijeron los demás? Los demás que estaban en el pasillo, antes de golpearlo con el extintor vi a un montón de mis compañeros rodeándonos, viendo cómo el quería atacarme.”

“Los demás alumnos que estaban ahí dijeron que no sabían nada.”

“¿Qué?” La cara de Izuku se deformó cuando escuchó esto.

“Los alumnos que estaban ahí, dijeron que no sabían nada, unos dijeron que solo vieron cuando comenzaste a patear a Bakugo y otros vieron cuando ya te estaban deteniendo.”

“¡Mienten! ¡Todos vieron como me perseguía por los pasillos! ¡Y esos dos estúpidos amigos de Bakugo no llegaron hasta que fueron a detenerme!”

“Izuku, por favor cálmate.” Le dijo su madre.

“Pero mamá ellos-

“¡Izuku!” La cara de Inko era una muy firme, Izuku nunca vio a su madre enojada de verdad pero está vez, pudo verlo en los ojos de su madre.

“Señora Midoriya, cómo está es la primera vez que Izuku se mete en un problema, solo le vamos a dar una suspensión… En otros casos esto amerita una expulsión inmediata, pero haremos una excepción considerando que es la primera vez que hace algo… Pero si hace algo parecido de nuevo… No dudaremos en expulsarlo de inmediato.”

“Si señor Director… Gracias… Vamos Izuku…” Dijo Inko.

“Pero mamá…” Trató de defender Izuku.

“Dije vamos…” La cara llena de enojo de su madre solo hizo que el chico prefiriera callar.

Una vez en casa Inko le ordenó a su hijo que se sentará en la mesa, este sin oponerse obedeció de inmediato mientras que ella se dirigía al teléfono.

Pasó unos minutos hablando hasta que por fin terminó la llamada y se fue a sentar frente a Izuku.

“Acabo de hablar con Mitsuki…  Me dice que en efecto, Katsuki está bien… Solo tendrá que quedarse por un tiempo para asegurarse de que no haya secuelas…” Mientras le hablaba, Inko ni siquiera miraba a Izuku. “¿Por qué?” Dijo finalmente.

“¿Qué?” Preguntó el confundido.

“¿Por que lo hiciste Izuku? ¿Por qué atacaste a tu amigo así?”

“¿Amigo? ¿De verdad crees que ese tipo es mi amigo?” Le dijo con molestia.

“Independientemente de que sea tu amigo o no… ¿Por qué lo atacaste?”

“Ya se los dije a ti y al director, me estaba defendiendo…”

“¡Golpearlo con un extintor en la cabeza y comenzar a patearlo no es defenderse Izuku!” Comenzó a alzar la voz.

“¡Estaba harto! ¡Estoy harto de tener que aguantar sus abusos! ¡Sus insultos! ¡Sul malditos golpes! ¡Día tras día durante los últimos diez malditos años ese imbécil se ha asegurado de que mi vida sea un infierno!”

“¡Eso no justifica que lo ataques de esa manera!” Reclamó Inko. “Mañana mismo, vamos a ir a su casa y te vas a disculpar por lo que hiciste Izuku.”

“¡¿Por qué soy yo el que debe disculparse?! ¡Ya te lo dije mamá! ¡Yo soy la víctima aquí! ¡No ese maldito bastardo!”

“¡Suficiente Izuku! ¡Estoy muy decepcionada de ti! ¡¿Es que en serio no te arrepientes de lo que hiciste?!”

Esto hizo colapsar a Izuku, las palabras que dijo luego, marcarían un antes y un después en su vida…

“¡DE LO UNICO QUE ME ARREPIENTO ES QUE DEJÉ A ESE HIJO DE PERRA CON VIDA!”

Su vista se desvió abruptamente… Recién miraba a su madre a los ojos… Ahora miraba a un lado, sintió un ardor en su mejilla izquierda y llevó su mano a esta. Su madre viéndolo con una enorme decepción, con ojos llorosos y una mano alzada.

“No te crie de esa forma Izuku… Estoy muy decepcionada… Ve a tu cuarto… Estás castigado hasta que puedas volver a clases…” Le dijo con pesar y la voz temblorosa.

“Al menos ya perdiste el miedo a tocarme…” Y sin decir más se retiró.

Inko lo miro con sorpresa cuando dijo esto, trató de detenerlo cuando lo dijo, pero el ya se había ido…

Ambos pasaron una horrible noche esa vez…

La semana pasó, Izuku casi no salía de su habitación, solo salía para ir al baño y para comer… Cuando su madre le hablaba este solo respondía de manera concisa, sin mirarla…

Eventualmente su suspensión acabó, Y cuando llegó todos lo veían raro, algunos se alejaban aún más de lo normal… Y luego se encontró con Katsuki, se miraron fijamente el uno al otro, la cara de Katsuki demostrando más odio de lo normal… Y simplemente pasó de el… Cuando lo hizo, Izuku pudo notar una cicatriz en su frente, justo por encima del ojo…

Cuando vio esto, soltó una pequeña, y casi invisible sonrisa que nadie. Las semanas seguían avanzando pero Izuku seguía igual, igual de solo, igual de repudiado, pero ahora incluso más aislado que antes si eso era posible…

Su madre ya no lo veía de la misma manera, solo hablaban lo necesario, casi no interactuaba a con ella, y se sumía cada vez más en la soledad…

Un día todo cambió…

Un hombre encapuchado se mueve entre las calles de Musutafu, tratando de escapar de las autoridades, con una gabardina trata de llamar menos la atención, pero solo lo hace ver más sospechoso, chocando y tropezando con la gente que se encuentra por el camino.

Un héroe lo encuentra y procede a ordenarle que se detenga, con las prisas, no notaría que algo se cae de uno de los numerosos bolsillos que tenía.

“ ¡Alto ahí! ¡Estás bajo arresto por contrabando de sustancias ilícitas!” El héroe trata de detener al traficante, pero usando su Quirk cómo una distracción, al crear una cortina de cenizas entre el y el héroe, logra huir.

Izuku ahora se encuentra en la cima de un edificio, un lugar que solía frecuentar ya que este era de libre acceso… Cada vez que se sentía superado por lo que sufría cada día, vendría a este lugar para mejorar sus ánimos… Pero no estaba funcionando. Se preparó para bajar, pero unas palabras hacen eco en su mente…

“Si quieres ser un héroe, lánzate de cabeza desde un edificio y ruega por un Don en tu próxima vida.” Esas fueron las últimas palabras que quién antes fue su amigo, le diría antes de marcharse en aquella ocasión. La idea de estrellarse contra el pavimento parecía tentadora… Demasiado tentadora… Tanto que sin dudarlo mucho, Izuku se acerca cada vez a la orilla del edificio.

El chico contempla la opción de acabar con esto de una vez, y piensa en su madre, en lo triste que estará, pero también piensa en que ya no deberá sufrir más abusos, en que el imbécil de Bakugo, tal vez sea una mejor personalidad al ver las consecuencias de sus actos, en que su madre no tendrá que aguantar más el tener a un Quirkless inútil viviendo en su casa… A un Deku… A una decepción…

Considerando todos estos supuestos beneficios, Izuku se inclinó hacia adelante, acomodando su cuerpo en el aire para tratar de caer de cabeza, estrellarla contra el suelo tal vez ayudaría a reducir el tiempo que tardaría en acabar con todo.

A gran velocidad el cuerpo del chico cayó y se estrelló contra el duro suelo, un callejón escondido era el mejor lugar para que su cadáver quedara hasta que alguien lo encontrase.

Le dolía, el dolor era insoportable, no pensaba que aún tratando de asegurarse de caer correctamente mantendría la conciencia.

Sus huesos rotos, su sangre escapando de su cuerpo, sus extremidades adoloridas, su consciencia desvaneciéndose… Izuku estaba perfectamente seguro de lo que le pasaría… Quiso dejarse llevar por la inconsciencia para que la muerte se lo llevará…

Pero no pudo morir… No quiso morir…

Sus órganos dejaron de funcionar, pero no quiso morir, su huesos rotos le hacían daño y harían que cualquiera quisiera morir… Pero no quiso morir… No quería irse en malos términos con su madre, no quería irse sin decirle que la quería, no quería irse… Sin hacerlos pagar… Más que el solo deseo de ver a su madre, el deseo de buscar retribución por todo lo que le habían hecho era enorme… Recordaba a sus compañeros, profesores, a Bakugo… Frunció el sueño al recordarlo ¿Por qué debía morir para que el se comportará como una persona decente?

“No… Debo… Vivir… Para hacerlos… ¡Pagar!” Y tras esto, se desmayó.

Estuvo un par de horas en el lugar, tirado, desangrándose… Hasta que alguien lo vio. Era un tipo adulto, una enorme gabardina cubría su cuerpo, parecía buscar algo, pero no encontraba nada, y de pronto vio a una persona tirada en el suelo. Se le acercó para comprobar que había pasado, pero al hacerlo, notó que era solo un estudiante que parecía dormido… Miró a todos lados, verificando si había alguien más… Al comprobar que no había nadie, comenzó a registrar al muchacho, buscando algo de valor que poder vender, y lo encontró. El teléfono y la billetera del chico estaban ahí, se dispuso a intentar sacarlo de la chaqueta del chico con cuidado de no despertarlo. Tomó el teléfono…

Una mano sujetó su muñeca, trato de zafarse pero el agarre de dicha mano era muy fuerte. De la nada el muchacho se levantó y lo tomó del cuello, arrastrándolo contra una pared, el sujeto suplicó pidió y rogó que lo dejara ir.

Pero no lo hizo, el muchacho que hace unos instantes estaba tirado en el suelo ahora lo sujetaba del cuello con fuerza, sus ojos de un verde oscuro pero luminoso lo veían directamente a los suyos.

Izuku comenzó a golpear al tipo, que trataba de reincorporarse y defenderse, pero la fuerza del chico estaba a otro nivel. Hasta que de pronto el chico lo tomó del hombro y dándole un fuerte puñetazo en el pecho, este lo atravesó con su brazo.

Izuku entonces despertó, su brazo atravesaba un hombre, y el sujeto de pronto siendo alcanzado por una especie de tentáculos que provienen de Izuku. El sujeto comenzó a ser cubierto y luego consumido por estás extremidades extra que surgieron de Izuku.

Izuku aún podía escuchar los gritos del hombre mientras este era absorbido, y tras solo unos segundos, esa masa lo cubrió a el, convirtiéndolo en el tipo que recién había asesinado.

“¿Pero que?” Antes de poder pensar en lo que estaba sucediendo, un dolor de cabeza lo hizo retorcerse.

“¿Entendiste? ¡Quiero que toda la mercancía llegue aquí está tarde!” “¿Como que perdiste uno de los frascos imbécil? ¡Ve a buscarlo antes de que pierda la paciencia!” “Si no lo encuentro el jefe me mata… ¡Todo porque esos malditos héroes no dejaron de seguirme!”

De alguna manera, Izuku pudo ver las memorias del hombre que había absorbido, sus recuerdos, su conocimiento, sus habilidades… Su Quirk…

De alguna manera era consciente de que el tipo tenía un Quirk… ¿Pero como es que el podía tenerlo?

“Bueno… Hagamos el intento…” Se concentró un poco para poder entender que pasaba y luego lo sintió… Había un Quirk…

Minimap HUD: Un don que permite al usuario ver en su visión periférica un mini mapa al estilo de los videojuegos, el cual le permite orientarse por cualquier terreno. Este don solo muestra el terreno en el que está y si es que hay caminos en un radio de 20 metros, pero no puede identificar si hay personas o animales en los alrededores.

“Tengo un Quirk… No… ¿Absorbí su Quirk? Es imposible… ¿Qué me pasó?”

Izuku tenía muchas dudas en la cabeza, pero no quería seguir pensando por ahora, primero, había intentado acabar con su vida… Pero ahora, había asesinado a alguien y absorbido su fuerza… Ahora había otro problema…

“¿Cómo puedo volver a ser yo?” Preguntaba desesperado.

Pasaron unos minutos en los que trato de hacer cualquier cosa, y entonces tras relajarse solo un momento, volvió a su verdadera forma.

“Ok… Eso es… Raro…”

Izuku no entendía con claridad que estaba sucediendo, era demasiada información que asimilar en tan poco tiempo.

De pronto se dio cuenta, había asesinado a una persona… ¡Tenía que huir de aquí!

Tomó sus cosas y comenzó a correr lo más posible, nadie lo seguía, sabía eso, pero no podía evitar correr, hasta que se encontró con una valla alta que debía cruzar si quería seguir en línea recta.

Se acercó para poder escalar la valla, acumuló la mayor fuerza posible y cuando dio el salto para sujetarse, su salto lo llevo mucho más arriba de la misma valla, pasando de ella directamente y cayendo parado en medio de la calle.

El sonido de varias bocinas lo hicieron fijarse en la situación, casi provocando un choque, este decidió entonces que mejor se iría al camino para peatones.

Era raro, sabia que había matado a alguien, pero no podía evitar sentir que lo que había hecho no era malo.

Decidió que ya era muy tarde como para estar pensando estás cosas, además, ya había anochecido y quería ir a casa, su madre estaría muy preocupada y no quería hacerla preocuparse más.

Está vez caminando, llegó a casa, golpeó la puerta y escuchó unos pasos, alguien corría a la puerta. La puerta se abrió de par en par y ahí estaba su madre.

“Izuku… ¡¿Tienes alguna idea de la hora que es?!” Le dijo en una mezcla de preocupación y enojo.

“Lo siento mamá, no quería asustarte.” Le dijo este con algo de vergüenza.

“Solo entra de una vez…”

Una vez adentro, Izuku le dirigió la palabra a su madre de inmediato.

“Lo siento mamá…” Le dijo para sorpresa de ella.

“Solo no vuelvas a llegar tan tarde…” Le dijo calmándose.

“No me refiero a eso, bueno, si, perdón por llegar tarde… Pero quiero pedirte perdón por lo del otro día… No debí decirte eso…” Izuku hablaba con sinceridad, no le gustaba tener problemas con ella.

“Esta bien Izuku… Entiendo que… Me he comportado de manera incorrecta contigo desde que… Bueno, ya sabes…”

“Esta bien… Me… Me voy a la cama…”

“No comerás?” Le preguntó.

“No… Comí afuera… Hasta mañana…”

Una vez en su cama, Izuku se dio cuenta de algo… No podía dormir ¿Sería la adrenalina? Bueno, lo mejor sería intentarlo.

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