La noche más esperada había llegado

Y ninguna pensó que eso ocurriría

Al levantarse, Freen tomó una ducha y dejó en la mesita de luz una nota para su amante. Becky leyó que estaría en una reunión urgente con su agente y algo de negocios que le daría dolor de cabeza.

La inglesa se preparó un desayuno rápido, aunque no tenía mucha prisa, se quedó limpiando un poco el departamento y se quedó hablando con la novia de Irin, Jane, con quien logró formar una linda amistad. Todavía escuchaba a Irin pedirle que tocara en su bar, sin embargo, negaba riendo al escuchar que, según las palabras de la mujer, se arrepentiría de eso

Así que mejor salió a almorzar con Jane quien le dijo que Irin estaba con Freen, quien siempre se ponía un poco nerviosa con esas reuniones de hombres que solo pensaban cuanto ganarían.

Hizo unas compras: su vestido para la noche, maquillaje nuevo y hasta unos aretes que le gustaron como lucían en el aparador. Su tarde siguió pasando, con Freen escribiéndole que la vería en la exposición y que aún tenía mucho trabajo y preparativos.

Becky no quería pensarlo mucho, pero una extraña sensación se apoderó de ella horas antes del momento esperado.

Nam había hablado con ella también. Nam era una chica que trabajaba en el bar de Irin solo que estaba en el área de bebidas; no era tan conformista como ella, de hecho, siempre bromeaba con que dejaría el trabajo pronto porque recibía muy poco. Esa noche le confirmó que iría con ella a ver el arte de Freen.

Se vistieron juntas, arreglándose mutuamente, diciéndose cuál delineador quedaba mejor, cual rubor combinaba con su vestido y hasta que peinado quedaría bien. Freen era fanática de su cabello suelto y natural, en especial, por las ondas que se le formaban así que Becky siguió ese camino

El pequeño auto de Nam no era el mejor, pero las logró llevar hasta la galería donde había mucha gente; algunos con ropa cara y admiración falsa. Los cuadros estaban tapados y Becky encontró el principal en un pequeño escenario. Ella sabía que ese era el suyo.

Con el tiempo muy ajustado, Freen llegó al lugar. Estaba vestida elegante pero aun conservaba su estilo urbano. Sonrió en grande al ver a su novia entre la gente, quería correr hacia ella, pero debía presentar la colección primero por lo que subió al escenario y llamó la atención del público

—Muchas gracias por venir esta noche, estoy muy agradecida por su participación e interés. Sobre todo, porque he oído que algunos vienen de otras ciudades y eso me alegra

Becky no dejaba de mirarla, impresionada de que esa mujer fuera su novia, de que esa hermosa mujer pintora y dueña de esos cuadros que aun no se habían revelado fuera la que la noche anterior le dijo que la amaba.

—Cuando comencé esta colección, tenía una idea de lo que quería lograr, pero en definitiva cuando conocí a mi musa todo cambió. Ella solo estaba tocando en ese horrible bar y aún así logró tocar una parte de mi alma que nunca nadie había podido.

» Con el paso del tiempo, conociéndola y hablando entendí que ella era mi destino. Yo buscaba inspiración y encontré amor. Encontré a una mujer que podía amarme y que yo podía amar. Y me enamoré tanto.

» Me enamoré de sus pequeñas partes. Me enamoré de su risa, de sus ojos, de su cabello, de sus manías, de sus gustos, de sus expresiones. Me enamoré de su valentía, me enamoré de sus errores, me enamoré de sus virtudes. También me enamoré de su rostro a despertar, de su voz cuando me clama. Me enamoré de su forma de cocinar y de caminar.

» Me enamoré tanto que la vida antes de ella no es nada y me enamoré tantas veces como la he visto y pensado. Siempre de ella, porque Rebecca Armstrong me enseñó que amar es el más hermoso de las artes. El arte de amar es único,

—Así que aquí se los presentó I Love demuestra el arte de amarla, el arte de enamorarse todos los días

Las telas fueron quitadas una por una por diferentes asistentes y Becky quien tenía tantos deseos de ver las pinturas se quedó boquiabierta. La pintura principal era ella, ella sentada en una silla con manchas de pintura por su cuerpo, el cuadro la mostraba como si de una diosa se tratara.

Como si no existiera nada más hermoso que ella.

Y el resto de las pinturas seguían siendo ella: Becky bailando, Becky cantando, Rebecca durmiendo, Rebecca enojada, Becky. Solo Rebecca Armstrong.

Cuando se encontró con su amada, Freen recibió el abrazo más sincero y especial que alguna vez le dieron y recibió en su boca besitos que la hacían sonreír. Becky quería llorar, quería decirle tantas cosas, pero no encontraba la forma adecuada

—Te amo mucho. — dijo en su lugar, sintiendo como sus ojos picaban cada vez más. — Te amo, te amo

—Siempre es una alegría escucharlo ¿debería decirlo también?

—Siempre es una alegría escucharlo.

—Te

Pero de pronto el lugar pareció rebotar, la gente gritó y todos se movían a gran velocidad. La policía entro corriendo, parecía estar detrás de alguien.

Cuando Freen miró hacia su costado rápidamente sintió unos brazos fuertes moverla de lugar y usarla como escudo.

—¡Suelte a la civil! — gritó un policía con su arma preparada

Y fue cuando Freen lo sintió, un objeto duro y pesado pegarse en su sien

—¡Déjeme ir! — respondió el hombre a su espalda.

—¡Maldita sea, no tienes ninguna escapatoria!

Pronto Becky era arrastrada hacia atrás, un círculo de policías estaba rodeando al hombre que tenía a Freen

Y luego todo se volvió confuso

Dos disparos, dos cuerpos cayendo a la vez.

Becky recuerda haber gritado, recuerda que quería correr hacia adelante, pero Nam la sostuvo. Recuerda que los policías se acercaron rápidamente a ambos cuerpos, recuerda que alguien gritó que llamaran a la ambulancia.

Especialmente recuerda como Freen giró la cabeza hacia su dirección como si quisiera decir unas palabras más y sus ojos que hace una hora estaban llenos de vida se apagaron.

El amor es trágico igual que el arte.