Después de muchos años de lucha y espera, por fin tienen su primer evento juntos. Kyungsoo como planeador y Jongin cómo maquillista, claro, el trabajo más pesado se lo llevaba el planeador que tenía al menos seis meses para preparar su primera boda.

Lo primero que hace es ver a los novios y se siente nervioso cuando los ve entrar en su pequeña e improvisada oficina.

—Buenas tardes —saluda Kyungsoo y los novios regresan el saludo de muy mala gana—. Antes que nada…

—Yo sé que es tu trabajo —empieza la joven—, pero realmente me da muy igual lo que vaya a suceder. Necesitamos que sea a finales de mes.

—¿Tan… tan pronto?

—Necesitamos que nadie se de cuenta —la mujer señala su barriga—. Y claro, que nadie se de cuenta que él —señalando al chico—, no es el padre.

Kyungsoo abre los ojos a sobremanera y está un poco decepcionado con la idea de que su primera boda sea de esa manera. Los jóvenes explican que al enterarse que ella estaba embarazada la comprometieron con el mejor prospecto y claro, que beneficie a su familia. El joven se ve aún más desinteresado, es como si supiera que eso siempre debió pasar. No era lo que el planeador esperaba, él quería unos novios que soltaran corazones en cada mirada, que dijeran cosas hermosas el uno del otro, que le contarán cuántas veces soñaban con su boda, etc. No pasó eso.

Jongin por su lado tuvo su primera prueba de maquillaje para una novia que se casaría en un mes. Acomodaba sus brochas y todo el maquillaje que con esfuerzo y trabajos de medio tiempo había conseguido.

—Espero que le guste. —el joven caminaba de lado a lado con nervios esperando a su clienta.

El sonido del timbre de su pequeño estudio sonó y vio a la mujer con unos grandes lentes. Ella lo miró y Jongin se sintió incómodo desde el primer momento, no lo vió de arriba para abajo de mala manera, lo miró, pero con ganas de comérselo.

—Kim Suran. —El maquillista toma su mano, pero la mujer es atrevida dando un beso en la mejilla—. Es un honor que trabajes en mí.

Eso no sonaba precisamente inocente. Las modelos que ha maquillado siempre fueron muy formales y educadas. La mirada de la mujer le causaba mucha incomodidad, se sentía acosado.

—Mi nombre es Kim Jongin y seré su maquillista, pagaron por un paquete premium en donde se le darán tres pruebas de maquillaje. Una de ella es la previa de la sesión de fotos, la siguiente es para la antes mencionada y por último para el evento. ¿Estoy en lo correcto?

La mujer no estaba para nada interesada, ni siquiera lo estaba viendo a la cara porque al parecer su bulto era más interesante.

Jongin le pidió de manera amable que leyera el contrato nuevamente, pero la mujer solo firmó mirándolo.

—Eres muy guapo —dijo la mujer—. ¿Eres soltero?

—Mi vida personal no afecta a mi trabajo.

—Me refiero a que me podrías, no sé, hacer otro tipo de servicio…

Para este punto, Jongin hizo una reverencia, levantó sus cosas y se fue. Se supone que aquella era una prueba para una novia y no podía creer que se comportara así de descarada. La gente que estaba apunto de casarse debería estar enamorada de su pareja y ser fiel ¿por qué aquella mujer actuó así?

Tenía el auto de sus padres y manejó de manera tranquila a su casa porque quería hacer berrinche a gusto en su hogar. Esperaba que a Kyungsoo le hubiera ido mejor de lo que le fue a él.

Sin embargo, vió a su amigo en la escalera de su casa. Cuando Kyungsoo optaba por hacer eso, era porque su día había sido mierda y quería que el sol le diera para ver si "se derretía". Bajó de su auto y entró a su casa por el bote de helado de emergencias. Siempre tenía uno para cuando Kyungsoo estaba así de frustrado.

El joven planeador no necesita levantar la mirada porque de Jongin podría reconocer hasta la sombra.

—Espero lo hayas traído….

—Chocolate con chispas de chocolate y jarabe de chocolate —acto seguido, saca su teléfono y pone "hopelessly devoted to you"—. Dice Olivia Newton-John que le cuentes.

Había algo en esa canción que le relajaba muchísimo a Kyungsoo, a pesar de ser de despecho, a Kyungsoo lo hacía sentir enamorado y no sabe por qué.

—Solo tú sabes cómo calmarme, el día que tenga un novio espero sea lo suficientemente bueno como tú.

—Nadie es como yo y eso lo sabes —comenta con orgullo el moreno.

—Tuve la idea errónea todos estos años de que las bodas nacían de una pareja perdidamente enamorada y veían incluso las servilletas para la mesa como algo increíble. Mis padres me han levantado tanto la expectativa del amor que creí que todo era así —el más bajo suspira y empieza a comer el helado.

—Creo que vivimos en una errónea burbuja llena de amor y chocolates.

—¿Mal cliente?

—Pésima, ni siquiera sé por qué se casa.

—Los míos embarazo no deseado y no les importa más que la boda. Me contrataron porque soy barato.

—Me contrató porque estoy guapo.

—¿Crees que siempre sea así? —pregunta decepcionado Kyungsoo.

—Yo sé que ahí afuera hay alguna boda llena de amor, solo es cuestión de que esperemos.

Ambos entran a la casa de Kyungsoo y empiezan a ver alguna película relacionada con bodas porque ellos no van a dejar su obsesión con aquellos eventos.

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Kyungsoo sabe pocas cosas del amor de pareja, pero sabe que una boda no se debería ver cómo si los dos estuvieran firmando su sentencia de muerte. Tiene que admitir que el maquillaje que Jongin hizo era un obra de arte y que todo se veía magnífico porque claro, su agencia iba a ser lo mejor, aunque su pareja quisiera estar en un funeral en lugar de su boda.

—¿Eres el organizador? —pregunta una preciosa joven de la mano de su pareja, o al menos eso cree.

—Sí —saca una tarjeta y la entrega a la joven—. Do Kyungsoo a sus órdenes.

—Todo es increíblemente hermoso. Mi novio y yo nos queremos casar en dos meses y nos encantaría organizar una cita contigo.

Los ojos del joven organizador brillan al sentir el amor entre ellos. Porque esas sonrisas son de dos personas enamoradas queriendo unir sus vidas. Jongin tenía razón, no siempre serían malas experiencias.

—Para mí sería un honor organizar su boda.

—Perfecto —habla por primera vez el novio—. Pon una fecha con mi prometida para avisarle a mi madre.

Pudo notar algo diferente en la novia, pero no sabe que es.

—Amor, pero….

—Cielo, mi madre estará feliz de ayudarnos. Ya verás que le hará bien a su salud.

Kyungsoo quiere pensar que a lo mejor la mamá del novio es un poco complicada, pero él es un amansa señoras y podrá hacer feliz a la enamorada pareja. De manera rápida agendan una fecha y a pesar de que quiere hablar más con ellos porque así quería que fuera su primera pareja, tiene cosas que hacer, pero se separa de ellos con la esperanza de que podrá organizar la boda de los sueños de los novios.