El amor, es amor.
Kyungsoo observaba a sus padres bailar en medio de la sala mientras escribía en su libreta los próximos cursos que debe tomar. A sus dieciocho años nunca abandonó la idea de ser Wedding planner y a la par de sus estudios tomaba muchos cursos de organización.
El amor que sus padres se profesaban lo hacía enamorarse aún más de la idea del amor y cree que algún día podría encontrar un príncipe… sí, él pensó príncipe, incluso aunque no lo diga, él no quería una princesa.
—Tienes como media hora viendo a tus papás —la voz de Jongin lo hizo casi caerse de su silla—. No te culpo, igual miro mucho a los míos.
—Jodido Jongin, me has sacado el susto de la vida.
—Perdón, es solo que estabas distraído y no sabía cómo hablarte, en fin. ¿Qué es esto? —Dijo señalando la libreta.
—Es mi agenda de cursos, ¿tú cómo vas?
—El maquillaje y peinado fueron creados para que Jongin lo haga. Te juro que no hay cosa más fácil.
—Creo que igual nací para la planeación —Kyungsoo observa a su amigo y se da cuenta que ahora él está embelesado viendo a sus padres—. ¿Son geniales, verdad?
—Somos muy afortunados de estar con padres que se enamoran cada día. Espero alguna vez tener algo así.
—¿Sueñas con casarte? —Preguntó Kyungsoo.
—Definitivamente, nuestros padres hacen que crea en el amor.
—Jongin —el más bajo, que es Kyungsoo, bajó la mirada y sintió ganas de llorar—. Necesito confesarte algo.
—¿Todo bien?
—¿Podemos ir a mi alcoba? —El moreno asintió y lo sigue, es raro ver a su amigo así y se preocupa por ello.
Cuando entran el más bajo cierra la puerta y se sienta en la cama con un nudo en la garganta, no sabe cómo empezar.
—¿Está todo bien, Soo? —Ve que su amigo empezó a llorar y tomó su mano, eso hace que se empiece a preocupar—. ¿Alguien te hizo algo?
—No, Jongin, soy yo… es que…
—Sea lo que sea, Soo, puedes confiar en mi —Kyungsoo se tiró a sus brazos y lloró aún más fuerte.
—Todos los días despierto no deseando sentirme así, odiando cada parte de mi mente y mi corazón. No me gusta ser de esta manera porque no quiero que todos se decepcionen de lo que soy.
—¿De qué hablas? —Preguntó sin dejar de abrazarlo.
—Kai, yo…. A mí…. Es que… Yo quiero casarme algún día, pero no quiero hacerlo con una mujer. —Su mejor amigo se hizo para atrás sin dejar de sostenerlo—. Me gustan los hombres.
Kai lo miró y después, simplemente sonrió. Lo acercó a su pecho y lo dejó llorar todo lo que sabía que necesitaba. El recuerda cuando se dió cuenta que no solo le gustaban las mujeres y estaba pasando por una terrible confusión y depresión por eso, sin embargo, tuvo la confianza de decirle a sus padres y ellos lo ayudaron mucho. Podía entender la desesperación que su mejor amigo pasaba, no era fácil sobretodo en una sociedad que todavía juzga a los de "su tipo".
—¿No estás decepcionado? —Pregunta de manera adorable Kyungsoo.
—Jamás podría decepcionarme de ti. Amar a alguien de tu mismo sexo no es nada malo, que más da si te gustan los hombres o las mujeres, nosotros siempre te querremos por el maravilloso ser humano que eres. —El moreno le dió un beso en la frente y Kyungsoo se sintió protegido—. Pero me gustaría que le dijeras a tus papás, no quiero que sigas sintiéndote así. Por favor.
Kyungsoo asiente y se queda ahí, en los brazos de su mejor amigo.
Cuando la noche cae, Kyungsoo siente que es el momento de decirle la verdad a sus padres. No quiere esperar más, Jongin le preguntó si quería que se quedara, pero recibió una negativa de su amigo, así que cuando le ofrecieron quedarse a cenar, él se fue.
Vió a sus padres acomodar la mesa y repartirse besos como siempre hacían. Jonghyun sirvió una deliciosa pasta y Taeyeon sirvió unos panes recién hechos. Ellos eran chef's de banquetes, también era por eso que Kyungsoo estaba muy familiarizado con las bodas, puesto que sus padres siempre lo llevaban con ellos al trabajo.
—Corazón, siéntate a comer.
—Antes de cenar, necesito hablar con ustedes.
Sus padres lo miraron con ojos muy abiertos y se pararon ambos. Los vió caminar de un lado al otro y después aparecer con una bolsa y un bate de béisbol.
—¿Qué te hizo Jongin? ¿Rompió contigo? —Preguntó su madre
—¿Le gusta alguien más o qué pasa? —secundó su padre.
—¡No! El no me gusta y no me hizo nada.
—¡Bendito sea el señor! Amo como me maquilla como para perder a ese gran chico —Taeyeon suspiró y se sentó en la mesa—. ¿Dime cariño qué sucede?
—Es solo que… —Cuando las neuronas de Kyungsoo hicieron conexión sacudió su cabeza y los miró—. Esperen… ¿Cómo saben que me gustan los hombres?
Jonghyun sonrió y se acercó a él para tomar su mano y empezar a hablar.
—Cuando tenías diez años, me preguntaste qué se sentía estar enamorado de tu mamá y yo te contesté, pero tú en voz muy baja dijiste que así te sentías cuando veías a Jongin y lo supe.
—Pero Jongin no me gusta —Jonghyun lo miró y sonrió—. Es en serio.
—El punto es, desde ese momento supe que tú eras diferente y eso está bien.
—Yo lo supe de una manera menos agradable. —Taeyeon empieza a reírse.
Cuando todos están sentados la mujer cuenta que escuchó a su hijo en un momento íntimo, esos donde explora su cuerpo y sus labios soltaron un nombre nada femenino. Kyungsoo se sonrojó, su padre pidió que por favor no contara eso otra vez y Taeyeon reía a carcajadas. Por mucho, esa noche fue nombrada la favorita del muchacho.
Al día siguiente se sentía un nuevo Kyungsoo y sólo se le ocurrió tomar una libreta y diseñar lo que sería la boda de sus sueños. Tendría tres colores, el blanco, el negro y cuál sea el color favorito de su futuro esposo. Darían la comida favorita de ambos y también de beber. El no quería una típica boda coreana donde todos comerían y se irían, tiene mucho tiempo buscando información de bodas y quiere una en donde todos bailen y convivan hasta que sus cuerpos no dieran más.
Esa libreta será la más sagrada que tenga porque quiere que todo sea perfecto y según como avance en las bodas verá que le gusta y que no. Así que por cada boda que haga apuntará cosas.
Jongin por su parte, está en el curso de maquillaje y su modelo luce aún más hermosa de lo que se veía al inicio.
—¿Te gusta? —Pregunta el novato.
—Es magnífico, serás un increíble profesional. Si la empresa de tu amigo triunfa en el futuro, tendrás muchísimo trabajo, ya verás. Serás su maquillista estrella.
—Yo sé que Kyungsoo y yo seremos el mejor equipo del mundo.
—¿Cómo es él? —Pregunta curiosa la mujer.
—Es una maravilla, es mi persona favorita en el mundo. Estamos juntos en las buenas y las malas, da la casualidad que cumplimos solo con dos días de diferencia, nos gustan las mismas cosas y todos nuestros planes siempre se arman en conjunto.
—Pareciera que están muy enamorados.
—¿Él y yo? Pff, para nada —Jongin contesta sin una pizca de nerviosismo o enojo, está acostumbrado a oír ese tipo de comentarios—. Somos muy buenos amigos y quiero que siempre lo seamos. Lo amo, cómo amigo.
Ambos están seguros de eso, ninguno se ve de manera romántica y eso está bien. A veces, tu alma gemela no es precisamente una pareja. Ellos creen que así es.
Ellos creen que siempre será así.
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