Al día siguiente todos los periódicos noruegos ya estaban enterados de los noticiones: el rey tiene una sobrina (y una hermana) de la que nadie había oido hablar jamás y esta se comprometió con su novio en pleno banquete real.

Y los periódicos noruegos de la comunidad mágica estaban mejor todavía: Lavender Brown, heroina del mundo mágico resulta ser una royal de Noruega, como bien dijo la revista Magic Magazine a las diez de la mañana.

Los amigos de la pareja quedaron sorprendidos, sabían que la decisión de ir a Noruega para las fiestas no era casualidad.

-No puedo creer que nunca nos haya dicho nada-dijo Padma mientras que caminaba con sus amigas por el callejón Diagon.

-Debió ser por alguna razón-dijo Hermione encogiendose de hombros.

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Viktor y Lavender volvieron a Inglaterra para año nuevo. Lavender se disculpó con sus amigos por no haberles dicho nada y estos aceptaron sus disculpas. Por lo que era la hora de preparar las cosas para la boda. Las gemelas Patil, Hermione y Ginny se juntaron con los novios a preparar la boda.

-Ya tenemos lugar-dijo Lavender pasandoles una foto-. El palacio de mis padres acá en las afueras de Londres.

-Parece un buen lugar, y debe tener unos salones perfectos para la recepción-dijo emocionada Parvarti.

Decidieron la fecha y echaron a Viktor, que a su vez tenía que ir al entrenamiento con los Chudley Canons. Las chicas ya habían arreglado una cita con la sede de P&D de vestidos de novias. Al entrar al negocio las atendieron las fundadoras de la marca.

-Oh que gran honor que nos atiendan las fundadoras en persona-dijo Padma con una reverencia burlona.

Las gemelas Patil y Lavender saludaron a la rubia y a la pelinegra mientras que Hermione y Ginny las abrazaron. La sucursal era pequeña, tenía unas perchas con vestidos de novias, un gran espejo con marco de oro además de un maniquí. Tambien había dos probadores para que las clientas se prueben los vestidos.

-Me encantan todos, no se cual elegir-dijo la rubia con nerviosismo y emoción.

-Encontraremos el vestido ideal para vos, Lavender-dijo Daphne mientras que la rubia se sumergía en los probadores.

Así estuvieron toda la tarde hasta que encontraron el vestido ideal.