romione 3/3
𝔏𝔞 𝔥𝔢𝔯𝔪𝔬𝔰𝔞 𝔟𝔬𝔡𝔞 𝔡𝔢 ℜ𝔬𝔫𝔞𝔩𝔡 𝔅𝔦𝔩𝔦𝔲𝔰 𝔚𝔢𝔞𝔰𝔩𝔢𝔶 𝔶 ℌ𝔢𝔯𝔪𝔦𝔬𝔫𝔢 𝔍𝔢𝔞𝔫 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔤𝔢𝔯. 𝔈𝔰𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔩𝔞 𝔡𝔦𝔰𝔣𝔯𝔲𝔱𝔢𝔫.
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Cuando las chicas se despertaron eran las cinco y media de la mañana. Mandaron a Hermione a bañarse mientras que ellas se iban a bañar en otros baños que había en la madriguera. Cuando se terminaron de bañar se pusieron sus batas de damas de honor. Hermione se terminó de bañar tambien se puso su bata de novia. La castaña agarró una frambuesa de su pote de frutas de su bandeja de desayuno.
Hermione no podía creer que el día de su boda había llegado. Habían decidido hacer una boda muggle porque su padre así lo había querido y los Weasleys no habían puesto resistencia. Asi que era 100 por ciento sin magia, lo que estaba dificultando a algunos invitados llegar porque se tenían que manejar en transportes muggles.
Los padres de Hermione eran catolicos, y aunque la chica nunca había practicado la religión, decidieron hacer una boda catolica muggle, lo que era muy parecido a una boda mágica pero sin la magia. El mundo mágico había adaptado las ceremonias catolicas muggles a su estilo. Pero como era una tradicional muggle todo se había hecho a mano.
Hermione tenía un vestido con tules por abajo de las rodillas, unos tacones hermosos, un maquillaje sencillo, una pulsera de plata y un peinado.
La pulsera se la había regalado su madre, por lo que era algo viejo y algo azul, el broche de plata con girasol lo había usado Luna para su boda, por lo que era algo prestado. Y esas eran las tradiciones de novia.
- No puedo creer que te vas a convertir en mi cuñada-dijo Ginny emocionada.
Y eso era cierto, Hermione se veía hermosa, y de las damas de honor ni hablar: Luna, Lilliane, Ginny y Lav. Cada una con un vestido azul de distintos modelos pero casi con el mismo tono.
-Nos vemos genial-dijo Luna con su clasica voz soñadora.
John Granger entró a la habitación con un buen traje negro muy al estilo muggle. Sonrió al ver a su princesa tan elegante, siempre había soñado con eso.
—¿Ya es hora, papá?—preguntó Hermione.
Y entraron las niñas de las flores junto a Tonks. Las niñas eran Bia, Vinda, Victoire y Artemisa. Las cuatro con vestiditos blancos y hermosas coronas de flores. Tonks por otra parte solo había entrado para asegurarse de que las niñas lleguen bien. Hermione se agachó para hablarles.
—Okey pequeñas ¿se acuerdan como lo practicamos?—preguntó la novia con una sonrisa.
—Por supuesto que sí tía Hermione—dijo Vinda con seriedad. Era 2001 y ya tenía seis años.
Empezó a sonar Thinkig on Out de Ed Sheeran y esa fue la señal para las niñas. Empezaron a bajar las escaleras mientras empezaba la melodía. Hermione y su padre las siguieron y cinco segundos después fue el turno de las damas de honor.
El altar era un arco de metal decorado con flores y plantas. El camino estaba ya repleto de pétalos tirados por las noñasy había luces colgando de los árboles. Era todo muy hermoso.
Mientras sonaba la canción, la novia y su padre caminaban hacia el altar. Y Ron pudo ver lo hermosa que lucía su novia y futura esposa. John Granger y Hermione estaban caminando al altar recibiendo miradas de todos. Hermione por su asombroso, pero sencillo vestido blanco un poco por arriba de los tobillos. Al llegar al altar, John dejó a su hija ahí, y Hermione le tomó las manos a Ron. Los dos se miraron a los ojos y Klingsey empezó la ceremonia.
—Hoy estamos reunidos para celebrar la boda de Ronald Bilius Weasley y Hermione Jean Granger. Sus votos porfavor.
—Hermione Jean Granger Blue. La primera vez que te vi me pareciste una chica sabelotodo mandona—los novios, Harry y Lilliane hicieron una mueca—. Pero después de la aventura del troll entendí que lo que sentía hacia vos era envidia. Año tras año nos metíamos en toda clase de problemas y en cada aventura nueva te quería más. Cuando vi que Viktor te invitó al baile de navidad y me puse celoso entendí que te amaba. Después de la guerra cuando empezamos a salir me sentí el chico más afortunado del mundo. Y hoy lo reafirmo.
—Ronald Bilius Weasley Prewet, cuando te ví en el tren a punto de hacer magia sentí emoción—dijo la castaña con una sonrisa y los chicos del cuarteto se sumergieron en sus recuerdos: recordando como había sido aquel primer encuentro —. Cuando me dijiste que era una insoportable me sentí herida. Ustedes me habían caido bien y los consideraba lo más cercano a mis amigos. Cuando me rescataron supe que nuestra amistad duraría para siempre. En mi cuarto año empecé a sentir cosas por vos. Me dolía no poder contarte nada de lo que hacía. Te amo Ronald Weasley.
En ese momento volvió a sonar la música y llegó Larisse con los anillos. Eran hermosos aniloos de oro rosa.
Ron y Hermione se pusieron los anillos sin dejar de mirarse a los ojos.
—Ya pueden besarse—dijo Klingsey.
Hermione agarró a Ron del traje y lo besó con fuerza. Cuando bajaron del altar todos los invitados les empezaron a tirar pétalos de flores, cosa que habían elegido en vez del tradicional arroz. Firmaron el registro civil y era hora de la recepción. En la recepción había una especie de carpa bien hecha con telas y banderines de techo. Además de luces y una pista de baile de madera en el medio de las mesas.
—Me trae malos recuerdos—dijo Harry cuando con Ginny se acercaron a darles el regalo.
—La boda de Bill y Fleur ¿no?—preguntó Hermione con un escalofrío.
Las damas de honor ya se habían cambiado y tenían vestidos normales. Ginny estaba embarazada de ocho meses y Harry no se despegaba de su lado. Los siguientes en saludarlos fueron Viktor y Lavender con los pequeños Esmeralda y Viktor II, de dos años.
—Tita Mione, felitidades—dijo Esmeralda con una sonrisa. Recibiendo una sonrisa de su madrina.
—Muchas gracias Esme—dijo dandole un beso en la cabeza.
Lavender abrazó a Ron y Viktor a Hermione. Despues de eso, Lavender felicitó a Hermione y se perdieron de vista. Los hermamos de Ron fueron los siguientes en felicitarlos.
—Vaya Ronnie ¿quien diría que te casarías con Hermione?—preguntó Fred con burla mientras abrazaba a su cuñada.
—Era obvio—dijo Lara encogiéndose de hombros, ella era la acompañante y novia de Charlie.
—Lara tiene razón—dijo Angelina con una sonrisa.
—Bien, ya entendimos el punto—dijo Hermione con fastidio—. Eramos muy obvios.
Y empezó el vals de novios con la canción de "Por el Boulevard de los sueños rotos" de Sabina.
Ron bailaban torpemente mientras que Hermione bailaba con gracia gracias a las clases que recibió de parte de Narcissa.
Después de aquello Hermione bailó con su padre y Ron con Molly. Al finalizar la canción: Katie y Lavender pusieron dos sillas en el centro de la pista de baile y los novios se sentaron en las sillas. Se sacaron los zapatos y se quedaron cada uno con un zapato diferente.
Lilliane se paró y agarró el micrófono que estaba en el pie.
—Bienvenidos a todos al famoso juego del zapato—dijo la pelinegra mientras que el resto de los invitados magos la miraban con confusión—. Es un juego en el que se le harán preguntas a los novios y ellos tendrán que responder levantando el zapato de a quien le pertenezca. Primera pregunta... ¿Quién es el que hace mejores chistes?
Tanto Ron como Hermione levantaron el zapato del novio, provocando que los invitados rieran.
—Raro sería que Herms haga un chiste—comentó Daphne con diversión, haciendo que más rieran. Sobre todo los amigos de la castaña.
—Siguiente pregunta... ¿Quién es el más vago?—preguntó Lilliane, aunque para los amigos de la pareja era evidente la respuesta. Más clara que el agua como dirían los muggles.
Hermione levantó el zapato de Ron en su mano sin dudarlo, y Ron tambien lo hizo. Más rojo que su cabello. Se escucharon más risas por parte de los invitados. Sobre todo los que habían compartido años de escuela con ellos. Todos se acordaban las míticas peleas Ron/Hermione por las tareas escolares y porque Ron nunca las hacía.
—Bien... pasamos a preguntas de convivencia ¿quien se levanta más temprano?—preguntó la azabache y los dos sin dudarlo levantaron el zapato de Hermione.
—¿Quién es más obsesivo con la limpieza?—preguntó Lilliane leyendo las preguntas.
—Hermione—dijo Ron sin dudarlo levantando el zapato de su ahora esposa.
La castaña también levantó el zapato con orgullo. Y era que sin ella el departamento estaría patas para arriba.
—Y, señoras y señores... ¡que empiece el festín!—dijo Lilliane haciendo desaparecer las sillas.
Cada uno volvió a su mesa y apareció la comida traida por mozos (porque es una boda al estilo muggle). El buffet consistía en carne y puré de papa. Además de fideos con tomate y distintas ensaldas.
Mientras que todos comían la comida, que había sido elegida para los gustos de todos. Como era obvio, las bebidas eran completamente muggles aunque algunos Slytherin hicieron trampa y cambiaron la champania y la sidra por el whisky de fuego, cosa de la que Hermione y Ron hacían ojos ciegos. Llegó la hora del ramo. Por lo que todas las que no se habían casado todavía corrieron para agarrar el hermoso ramo.
Hermione se dió vuelta y lanzó el ramo a las chicas que se mataban por atraparlo. En todo caso lo atrapó Katie Bell, quien se sonrojó violentamente. Ya tenían un hijo con Oliver y no estaban en sus planes casarse pronto, pero el ramo dictaba.
Todas la felicitaron mientras que Oliver estaba muy sonrojado y los chicos se burlaban de él. Después de ello se escucharon los gritos de emoción de los niños: había una chica en un camión de helados.
Hermione y Ron sonrieron, hasta su pequeña hija se dirigía al camión de helados. La tarde pasó y los novios bailaron hasta el cansancio.
—Herms—dijo Theo acercandose a la castaña que estaba tomando un descanso junto a Sofía—. Ya es hora del pastel.
—Muchas gracias, Theo—dijo Hermione.
La música animada cambió a una tranquila y ahí todos prestaron atención al pastel que ahora estaba en la mesa de dulces. El pastel estaba rodeado de flores y tenía cinco pisos y la mesa de dulces era de lo más variada del mundo.
Hermione agarró la gran cuchilla y empezó a cortar el pastel mientras que sus amigas y Ron lo repartían entre los invitados. Vaya, si que era incómodo hacer esto sin magia. Todos agarraron sus copas y esperaron al discurso. Por supuesto quien se subió a darlo fue el mismísimo Harry.
—Hoy se casan mis mejores amigos y no puedo estar más feliz por ellos y tambien espero que su unión dure para siempre. Cuando tienes a tan buenos amigos desde tan chico y los ves crecer sabes que van a terminar juntos. Los quiero mucho chicos, espero que su matrimonio dure. Muchas gracias por todos estos años de amistad y por nunca abandonarme—dijo levantando la copa y todos brindaron con emoción.
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