hundy 2/3
Hannah Longbottom solía tener a clientes que iban a descargar sus penas a su bar, pero ese día había una chica en especial que le interesaba: Druella Snape. Había recibido una extraña petición por parte de su ahijada Mandy Nott. Y la tenía que cumplir porque ella tambien se imaginaba lo que le pasaba al chico pelirrojo.
—Hola Drue—la saludó acercandose a su mesa—. Veo que estás desanimada ¿por qué no hacemos algo? Imaginémonos tu boda ideal.
—¿Cómo?—preguntó la joven con sorpresa, a lo que la mujer sonrió.
—Iremos a tiendas de bodas y todo eso como si te fueras a casar—dijo la rubia y antes de que Druella responda Hannah ya la yabía arrastrado afuera del Caldero Chorreante en dirección al Callejón Diagon.
Semanas después se reunieron Lucy, Rose, Judith, Ludmi, Aby y Selene a organizar la boda. Lo primero que hicieron fue ir a comprar el vestido. Mandy las llevó a la tienda de su madre y su tía Pansy y sin dudarlo fue a por un hermoso vestido largo con un escote pronunciado y muchos tules.
—Me encanta—dijo su futura cuñada con emoción.
—A mi tambien, te ves hermosa ves hermosa hermanita. A Hugo se le va a caer la baba de tan solo verte—sonrió Ludmi.
Pasaron a hacerse las uñas en dónde tenían un turno ya programado. Druella se hizo unas hermosas uñas blancas. La joyería y la liga la comprarían en el mundo muggle al día siguiente. Antes de volver al departamento pasaron por la pastelería de Molly a encargarle las cosas y ya que estabam a tormar algo.
—Me alegra que hayan venido—dijo la pelirroja mientras les servía té y una degustación de tortas.
—Muchas gracias Molls—agradeció Ludmi cortando un pedazo de brownie.
Estuvieron ahí hasta mitad de tarde, en dónde después de pagarle a Molly volvieron al departamento. Mandy revisó su lista, siguiente paso: el lugar.
—Chicas—dijo la chica Nott—. Me encanta el enorme jardín de la mansión Prince para la recepción ¿les podemos preguntar a los abuelos si lo podemos hacer ahí?
—Dale. Yo hablo con Delphix y arreglo con el abuelo Sev y la abuela Bella—solucionó Rose con una sonrisa entusiasmada.
Mandy volvió a revisar su lista y tachó el lugar. Siguiente paso en la lista: música. Tenían que elegir las canciones para todo: la entrada de la novia, la música de tirar el ramo y todo eso. Estuvieron una media hora discutiendo, la música en vivo sería dada varios temas por Lily y Druella (para sorpresa de los novios), lo cual sería su regalo de bodas. Lo siguiente en hacer fueron encargar las invitaciones.
Las mismas llegaron una semana después por lechuza, eran justo como Mandy había imaginado.
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