Draco Malfoy se moría de los nervios. Estaba esperando a su prima y a su mejor amiga para comprarle el anillo a su novia. Hablando de ellas, llegaban riendo y charlando.

—¡Dragón!—ambas se lanzaron a abrazarlo.

El rubio terminó en el suelo con la castaña y la pelinegra en el suelo. Todos los observaban en la calle con sorpresa. Pensaban que estaban re locos. Las chicas lo soltaron y entraron a la joyería. Estaba en uno de los barrios altos de Londres y vestían para la ocasión.

Hermione llevaba un traje negro con pantalones y una blusa y Lilliane una remera larga con un escote y una pollera con una raja en el medio. Los trajes de ambas llevaban tacones del mismo color.

La joyería estaba repleta de comrpadores.

—Bienvenidos—los recibió una empleada—¿Que están buscando?

—Anillos de compromiso—dijo amablemente la castaña.

La empleada los llevó a la sección de los anillos. Estuvieron un largo rato buscando hasta que Lilliane encontró el adecuado.

—¡Lo tengo!—exclamó la pelinegra llamando la atención de sus amigos.

—Es perfecto—dijo Draco feliz abrazando a la pelinegra.

—Es muy del estilo de Tory—asintió Hermione—. Ahora vamos que el equipo decoración ya tiene que haber terminado.

Cuándo llegaron al departamento en el que Draco y Torie vivían ya estaba todo listo.

—Buena suerte Draco—dijo Ginny dandole un beso en la mejilla.

Se ve a Astoria llegando al lujoso departamento cuando ya era de noche. Al llegar se encontró con un canino de rosas hasta el comedor en dónde estaba todo preparado con una dedicación enorme.

—Bienvenida amor—dijo Draco, quien estaba con traje.

—Hola Drake—saludó Astoria besandolo en los labios.

Draco retiró la silla del lugar para que Astoria se pueda sentar. Doby apareció vestido con un traje y dejó los platos.

—Para ustedes, señorito Draco y señorita Astoria—sonrió el elfo.

—Muchas gracias Doby—le sonrió Astoria al tierno elfo.

El elfo hizo un gesto y desapareció hacia su habitación. La comida estaba deliciosa, comieron hablando de como fue el día y de como estaban los trillizos Lupin y los hermanos Black. Al terminar fueron a la habitación, que estaba decorada hermosa.

Astoria se llevó las manos a la boca sorprendida y emocionada. Draco se arrodilló frente a ella y sacó el anillo de su bolsillo.

—Astoria, Torie. Mi querida Torie, fuiste mi luz en la guerra y la persona que siempre me sacaba una sonrisa ¿me harías el honor de ser mi esposa?

—Claro que quiero casarme Draco—dijo lanzandose a sus brazos.

Ambos se abrazaron felices y se besaron.