Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primera vez

"¡E-espera Yuu-chan, ve más despacio!"

Mika se retorció mientras Yuu seguía moviendo su mano cada vez más rápido. No sabía cómo había llegado a esta situación, pero sabía que tenía que detenerlo antes de que la situación se saliera aún más de control.

"No puedo Mika, no mientras sigas gimiendo así. Sé que te gusta, así que ¿por qué parar?"

Yuu apretó el miembro de Mika con firmeza, acercando su cara a la oreja y mordiendo juguetonamente. Sus oídos estaban tan sensibles que no pudo evitar gemir bajo sus cuidados, lamentando no haber ocultado sus oídos debajo de su cabello, ya que parecía que Yuu lo estaba tomando como una invitación para burlarse de él sin piedad.

"¡Porque está mal y lo sabes! Además, ¿y si tus amigos nos descubren? ¡Hmmmm! ¡¿Entonces qué?!"

Mika trató de apartarlo mientras se quejaba, sin poner demasiado esfuerzo en ello, mientras los besos y mordiscos de Yuu le quitaban toda su fuerza. ¿Era realmente tan débil ante los caprichos de Yuu? Mika sabía la respuesta a esa pregunta y lo absurdo que era siquiera considerarla. Se mordió el labio con fuerza, tratando de mantener la cordura incluso si era a través del dolor.

"Vamos Mika, son nuestros amigos. ¿Y si nos atrapan? Qué mejor manera que presumir que eres mi omega. ¿Mmm?"

Yuu comenzó a liberar más de sus feromonas, y Mika ya no pudo mostrar ni una señal de resistencia. Sí, Yuu era su alfa; solo pensar en eso lo hizo sentir resbaladizo entre sus piernas. Y su olor era simplemente irresistible. Estaba seguro de que cualquiera creería que era algo desagradable y agresivo, pero Mika simplemente no podía soportar ese fuerte olor a pino, con un pequeño matiz metálico que seguramente se debía a su obsesión con las espadas.

"Joder, hueles aún mejor que antes. Tengo que agradecer a Dios por convertirte en un omega después de que te convirtieras en mi demonio. Diablos, incluso Guren, supongo. Ahora podemos decir verdaderamente que estamos hechos el uno para el otro, Mika. Así que déjate llevar y déjame amarte como se merece mi dulce omega".

Una sonrisa fue todo lo que necesitaba para finalmente incitar a Mika a decir que sí, pero al estilo clásico de Yuu, decidió ir más allá.

El roce de sus colmillos contra su cuello trajo a Mika de vuelta al presente, cuando finalmente se dio cuenta de que el olor a canela en la habitación era suyo. La mano de Yuu siguió moviéndose hacia arriba y hacia abajo, persuadiendo a Mika para que finalmente se rindiera a él. Era asombroso cuánto autocontrol era capaz de tener Yuu cuando se lo proponía.

"Yo... Yuu-chan... joder. ¿Por qué eres así todo el tiempo? Bien, yo..."

"—Oye, Mika, ¿estás ahí?" El tono era completamente diferente de lo que había sido hace unos segundos. Mika estaba acostumbrado a ser interrumpido por Yuu, pero esto era totalmente diferente.

"¿Estás haciendo algo extraño ahí dentro? Siento un hormigueo y no estoy seguro que me guste".

Y así, en tan solo un parpadeo se desvaneció todo, como una vela apagada por el viento. Mika sintió como si su alma abandonara su cuerpo cuando Yuu apareció repentinamente frente a él, consternado por la falta de respuesta de su mejor amigo.

"¿Estás bien Mika? Tu cara está toda roja. ¿No me digas que tienes un resfriado? Espera, ¿pueden los demonios incluso enfermarse? Ashera nunca se enfermó, pero tal vez sea diferente contigo. ¡Agh! Realmente no lo sé."

Mika no pudo evitar reírse entre dientes después de escucharlo, sintiéndose un poco avergonzado por la fantasía que tuvo hace unos momentos cuando el verdadero Yuu sería completamente incapaz de hacer algo así.

"Estoy bien idiota. Solamente estaba mirando algunos de tus recuerdos y sentí vergüenza ajena cuando actuabas tan frío y emo en tu escuela".

Mentir era algo natural para Mika. Lo había hecho desde que podía recordar, ocultando sus verdaderos sentimientos para mantener las cosas como estaban. Lo había hecho para tratar de mantener a sus padres juntos. Lo había hecho para mantener felices a los niños del orfanato. Así que no tenía razón para detenerse ahora.

"¡¿P-por qué estabas mirando eso?! Dios. Pensé que estabas muerto en ese entonces y hacer amigos no era una prioridad. Además, no quería reemplazarte, ¿sabes? Solo quería vengarme y luego acabar con mi vida un segundo después. No vi ningún sentido en vivir en un mundo sin ti.

Yuu agarró las manos de Mika con las suyas, llevándolas a su pecho para poder sentir los latidos de su corazón. Se sonrojaron a medida que pasaban los segundos, una tensión palpable en el aire que ninguno de los dos estaba dispuesto a romper en este momento. La situación solo hizo que Mika se sintiera más culpable por haber profanado la imagen de Yuu hace unos minutos.

"Eres mi familia Mika. Y contigo a mi lado, siento que puedo enfrentarme al mundo entero".

El corazón de Mika latía con tanta fuerza, algo que no había sentido desde antes de convertirse en vampiro. No sabía cómo Yuu podía decir cosas tan vergonzosas con una cara tan seria. ¿No se dio cuenta de lo mucho que sonaba como una declaración de amor? Mika sabía que la respuesta era no, ya que Yuu era lo suficientemente denso como para perderse por completo lo que dijo antes de morir...

"¿Quién es el que está avergonzado?"

Yuu siendo Yuu, sin esfuerzo logró convertir su vergüenza en una competencia. Aunque era ese tipo de estupidez infantil— característica suya— y el hecho de que sabía que decía en serio cada palabra, lo que hacía que su corazón latiera cada vez más fuerte.

"Cierra la boca. Ve a prestar atención a tu reunión. Creo que ese tipo Guren te está llamando idiota otra vez".

"¡¿Qué?! Le patearé el jodido trasero. ¡Muéstrale quién es el verdadero idiota!"

Y así como vino, se fue. El silencio se instaló en el espacio que Mika había llegado a reconocer como su hogar estos últimos días. Era extraño estar dentro de Yuu. Poder ver casi todo lo que había en su corazón. Mientras que cualquier otro demonio consideraría esto una ventaja para apoderarse del cuerpo humano, Mika no tenía ese deseo.

Solo pensar en poseerlo lo mortificaba. Le llenaba de culpa saber lo abierto que era Yuu con todas sus emociones, aunque aun se las arreglaba para seguir escondiéndole cosas como cuando eran niños. Al parecer, ni siquiera habiendo renacido era capaz de cambiar las cosas.

El único que había cambiado era Yuu, o mejor dicho, se había vuelto más intenso. La forma descontrolada en la que lo daba todo de sí sin pensar en las consecuencias. No había ningún tipo de muro que rodeara su corazón, se entregó por completo a Mika con toda la confianza de un niño. Si no hubiera sido por esa vez que le mostró cómo escondía sus deseos de su antiguo demonio, Mika lo habría regañado hasta que se le cayeron las orejas.

---------------------

Mika dejó de fantasear con Yuu durante los últimos días, todavía estaba demasiado asustado para volver a hacerlo cuando Yuu de alguna manera podía sentir lo que estaba haciendo. Pasaba su tiempo libre revisando los recuerdos de Yuu, encontrándolo lo suficientemente entretenido para cuando no tenía la energía para estar afuera con él.

Aunque todo este tiempo a solas hizo que Mika notara todos los espacios en blanco en su memoria. No estaba bloqueado, solo estaba vacío. No se encontraban por ningún lado, y dudaba que Yuu pudiera ocultárselos, al menos no conscientemente. Pero le hizo preguntarse cuánta información se había perdido; cómo eso podría ayudarlos a ampliar su comprensión de la trama en la que formaban parte.

"Lo siento, Yuu-chan. Necesito mirar aún más profundo que antes. Espero que me perdones algún día."

Tenía que volver a esa zona de su mente. Tenía que tender la mano de nuevo, incluso si eso significaba enfrentarse a Sika por su cuenta. Incluso la más mínima cantidad de información podría cambiar todo para ellos. Por el destino del mundo; incluso si Mika carecía de tales deseos altruistas, sabía perfectamente cuánto deseaba Yuu salvar a todos los que estaban a su alcance. Desde que eran niños en Sanguinem había sido un idealista, y seguramente crecer con Guren no había ayudado a mantener eso bajo control.

Entrar en el mar que era la conciencia de Yuu era como nadar en un remolino descontrolado. Todo estaba en ebullición. Mika estaba apostando a que era producto de la batalla que tuvo inicialmente con su antiguo demonio. Aunque esta vez, hubo algo que llamó la atención de Mika. Le sorprendió no haberlo notado antes. Era un área tan tranquila que no tenía razón de existir en medio de todo este caos. Se sintió paranoico a medida que se acercaba, su instinto le gritaba que huyera antes de que fuera demasiado tarde.

Una puerta se materializó frente a Mika. Podría jurar que lo había visto en alguna parte antes, pero no podía recordar dónde. Extendiendo la mano y agarrando el pomo de la puerta con firmeza, armándose de valor mientras la abría. La luz en el interior lo obligó a usar su brazo para proteger su visión, haciendo todo lo posible para reconocer lo que fuera este recuerdo.

" Hmmgn... Mika..."

Nada, ni siquiera en mil años, podría haberlo preparado para lo que estaba viendo en este momento. Solo le tomó un par de segundos hacer clic en la ubicación. Era la habitación de Yuu, la que tenía cuando estaba en el ejército. Estaba sentado en su cama, mordiendo su camisa y mostrando su abdomen. Su frente estaba sudorosa y su cabello se veía aún más desordenado que de costumbre. Tuvo que frotarse los ojos un par de veces, incluso pellizcarse para asegurarse de que no estaba soñando.

"¡Mierda Mika! ¡Mueve tu mano más rápido!"

No importaba cuánto tiempo lo miraba, no podía creerlo: allí estaba, su mano agarraba su pene mientras se masturbaba con una ferocidad de la que nunca había imaginado que Yuu sería capaz. Mika se quedó paralizado y, por primera vez desde que se había convertido en el demonio de Yuu, sintió que se estaba entrometiendo en algo que debería ser privado.

Las preguntas seguían apareciendo una tras otra en su mente mientras observaba la escena que se desarrollaba ante sus ojos.

"¿Por qué Yuu-chan se toca mientras dice mi nombre? ¿Conoce a otro Mika? ¿Quizás una mujer? Tal vez solo estoy malinterpretando todo. Tal vez solo me estoy volviendo loco, o tal vez sea un mecanismo de defensa. Un mecanismo de defensa muy extraño, lascivo, realista y sexy".

Mika tragó saliva, dando un paso adelante para enfrentar lo que estaba bastante seguro que debía ser algún tipo de ilusión para disuadirlo de seguir investigando. Sin duda, no podía ser un recuerdo de Yuu, era una especie de invención del demonio anterior. Una última defensa seguro.

Otro paso y comenzó a procesar el cuerpo de Yuu con gran detalle. Mika se preguntó cuán realista era todo esto. Si así es como realmente sonaba Yuu cuando se tocaba a sí mismo. La forma desesperada en que jadeó su nombre tuvo un fuerte efecto en él, quien por más que quería negarlo había comenzado a sentir las consecuencias de ver todo esto.

Para el tercer paso, Mika ya se sentía completamente hipnotizado por los movimientos de Yuu. El como envolvió sus manos alrededor de sí mismo, cómo esos largos dedos terminaron ligeramente cubiertos por el líquido pre seminal que su miembro había soltado. Mika se relamió los labios, preguntándose si la ilusión llegó tan lejos como para darle sabor. Tenía que investigarlo, era su deber como demonio de Yuu asegurarse de que no hubiera nada peligroso dentro, ¿verdad?

El cuarto y quinto paso no fueron más que un instante, terminando frente a él. Sus piernas temblaban, cuando finalmente sintió que las feromonas de Yuu lo golpeaban como un camión. Se arrodilló frente a él, observando atentamente mientras su pene palpitaba. Su punta brillaba. Los instintos de Mika le dijeron que se lo llevara a la boca. Ya no sabía si era su omega interior el que hablaba o sus propios deseos. No estaba acostumbrado a lidiar con su nueva biología, y Yuu no se lo puso fácil en los últimos días.

"S-sí, justo así Mika. Lámemelo por favor."

Yuu bajó su ritmo, usando su pulgar para frotar la cabeza de su miembro. Mika podía ver como estaba temblando, sintiendo una intensa necesidad de lanzarse. Tragó saliva, observando el verdadero tamaño del pene de Yuu. En las ilusiones que Mika había creado antes le había dado un tamaño más realista. ¿Pero ahora? Yuu tenía una bestia entre las piernas. No estaba seguro de poder rodearlo ni usando las dos manos, y de solo pensarlo, Mika no pudo evitar sentirse extrañamente vacío.

La tentación lo estaba comiendo por dentro. Su mano se movió más cerca del miembro de Yuu. Un pequeño toque no le haría daño a nadie, ¿verdad? Era solo para asegurarse de que no era peligroso. ¿Qué clase de demonio no se aseguraría de que su anfitrión estuviera a salvo? No era más que simple responsabilidad y precaución.

"Mika".

Levantó la vista demasiado tarde, su visión se volvió borrosa por lo que estaba seguro había sido el semen de Yuu. Se limpió con la mano, pero cuando volvió a abrir los ojos, Yuu ya no estaba frente a él. De hecho, ya no estaba en el mismo lugar.

Su corazón se detuvo cuando miró frente a él, reconociendo el supermercado donde abandonó su humanidad solo para poder quedarse con Yuu un poco más.

Sin embargo, había algo diferente en el lugar. Hacía más calor, o eso le parecía a él, no como si pudiera percibir cambios tan pequeños en la temperatura. Entró en el edificio, mirando las manchas de sangre en el suelo. Ni siquiera tuvo que probarla para saber de inmediato que era la sangre de Yuu. No era algo de lo que estuviera orgulloso, pero había aprendido a reconocerla con solo una mirada. Era más espesa que cualquier sangre que hubiera visto antes. Y el color era único, al menos a los ojos de Mika.

"O-oh dios."

La voz de Yuu demandó toda la atención de Mika. Parecía estar quejándose. ¿Jadeando? Asumiendo que esta era solo otra trampa tendida por el demonio anterior, seguramente era Yuu tocándose a sí mismo nuevamente. Ese truco no funcionaría dos veces, no ahora que estaba preparado.

Decidido, Mika se dirigió a la fuente del sonido, pasando la mano por los estantes vacíos para anclarse en la realidad. Un poco tonto, pero necesitaba recordar que nada de esto era real. Los sonidos se hicieron más fuertes a medida que se acercaba. Había una clara humedad en los sonidos, pero no le prestó atención.

Al darse la vuelta, Mika supo de inmediato lo ingenuo que era creer que estaba preparado. Verse de rodillas, con sus labios alrededor del miembro de Yuu. Era demasiado para él. Llevaba puesto el uniforme de vampiro que usó cuando bebió la sangre de Yuu por primera vez, todo manchado y cortado por las heridas que había sufrido para rescatarlo.

"Tus labios son tan bonitos Mika. Tan suaves. Me estás dando una probada del cielo."

El estante de metal se dobló bajo el agarre de Mika. Era sofocante ver cómo su... clon lo disfrutaba tanto. Como Yuu lo disfrutaba tanto. Su clon se atragantó cuando Yuu empujó contra su rostro, y habiendo visto lo grande que era, no fue tan sorprendente. Pero aun así, nada podía quitar que su doble tuviera esa mirada de pura adoración y felicidad plasmada en su rostro. Se estaba tragando a Yuu, más desesperado por servir que cualquier otra cosa.

"A la mierda Mika. Voy a correrme si sigues así. Vas a ser bueno y te lo beberás todo como mi sangre, ¿verdad?"

Mika no podía ver más de esto, necesitaba salir. Su pene estaba tan duro que dolía, su entrada empapaba la tela de sus pantalones, haciéndolo sentir aún más incómodo. Sabía que nada de esto era real, pero aun así su corazón dolía mucho. ¿Por qué no podía ser él quien le daba todo este placer a Yuu?

Mika cerró los ojos con fuerza, negándose a seguir cayendo en el vacío. De pie y completamente inmóvil, desconectando todos los sonidos que se originaban que no eran los latidos de su corazón, o su respiración más fuerte de lo normal. No pudo evitar reírse un poco al darse cuenta de que el momento que más vivo se sentía era después de que había muerto por segunda vez.

Resurgió lo más rápido posible, regresando al lado tranquilo del corazón de Yuu. Donde todo era cálido y acogedor, como un abrazo. Mika se permitió soñar de nuevo, imaginándose sentado en el regazo de Yuu, envuelto cómodamente contra su pecho, mientras su aspirante a novio pasaba los dedos por su cabello. Escuchó los latidos del corazón de Yuu, sabiendo que mientras tuviera pulso, nunca volvería a estar solo.

"¿Mejor ahora, Mika?" Escuchar su voz lo puso de nuevo en alerta e incluso trató de alejarse de un salto, pero el agarre de Yuu en su cintura lo mantuvo en su lugar.

"¡Mika, está bien! ¡Soy yo!" Mika se relajó tan pronto como sintió las feromonas calmantes de Yuu rodeándolo. Este era su Yuu, el verdadero.

"Tal vez fue demasiado dejarte ver que... yo... lo siento Mika, no fue mi intención asustarte".

¿Dejar que... vea eso? Mika tardó un par de segundos en procesar lo que acababa de escuchar. Seguramente no había oído mal, no con sus superiores sentidos demoníacos. Sombríamente, miró a Yuu, sonriendo levemente.

"Yuu-chan... tienes diez segundos para explicar todo antes de que tome el control de tu cuerpo y pierda una pelea contra Kimizuki de la manera más vergonzosa posible"

La calma detrás de su amenaza hizo que la piel de Yuu se erizara. Sabía que estaba hablando en serio, y conociendo a Mika, seguro que no quería ver qué haría si se decidía a cumplirlo.

"¡Tú! ¡¡Agh!! Está bien, pero necesitaré más de diez segundos, Mika, cielos."

Mika trató de quitársele de encima, pero Yuu aún no lo soltaba. Suspiró, resignándose a ser su calentador de regazo por un momento, tratando de ocultar lo feliz que estaba de estar tan cerca de él. Esperó pacientemente, dándole a Yuu todo el tiempo que necesitaba para explicarse. Se rio entre dientes al darse cuenta de que Yuu no tenía una rápida respuesta preparada como usualmente eran todas sus discusiones.

"Mira, sé lo que haces dentro de mi cabeza. Quiero decir, no sé cómo nunca te diste cuenta de eso antes, pero sigue siendo mi cabeza, y tú no eres mi primer demonio, Mika."

Sus orejas fueron las primeras en ponerse rojas, seguidas de sus mejillas. Saber que Yuu estaba al tanto de cada una de sus "aventuras" dentro de su cabeza no era algo que lo hiciera sentirse muy bien consigo mismo.

"Y antes de que te molestes conmigo, no te mostré todo eso como una especie de venganza o algo así. Mantuve ocultos esos recuerdos de ti al principio, porque creía que era tu lado omega".

Sus suaves toques se reanudaron mientras Yuu continuaba explicando, Mika sintió que se volvía más pequeño mientras escuchaba. Era difícil calmarse sabiendo que había estado expuesto desde el primer día. Se sintió tan culpable al darse cuenta de que Yuu básicamente no le ocultaba nada, mientras él seguía mintiéndole.

"Sabes, porque eras una beta antes de ser mi demonio, pensé que solo estabas escuchando tus instintos y usándome como tu alfa. Entiendo que debe ser bastante difícil para ti lidiar con todos esos nuevos impulsos que nunca antes tuviste".

Yuu tenía toda la razón. Mika no estaba acostumbrado a estar tan necesitado todo el tiempo. Era incluso peor que lo que pasó en su cuerpo cuando se negó a beber sangre como vampiro.

"Pero después de unos días, noté que solo me usaste a mí. Como tú... inspiración. Diablos, ni siquiera trataste de pensar en alguien más, ni siquiera cuando Yoichi es un alfa más puro que yo. Así que me di cuenta de que no estabas buscando a cualquier alfa."

Se le cortó la respiración, esperando las palabras que sabía que iban a salir a continuación. La ansiedad lo devoraba por dentro. Si no fuera por el hecho de que ahora era su demonio, ya habría saltado por la ventana y huido sin pensarlo dos veces.

"Siempre me estabas buscando. Y bueno... incluso alguien tan tonto como yo puede entender lo que eso significa. Así que hoy... te llevé a... mi más profundo... deseo."

La voz de Yuu se volvió más suave cuando terminó su oración. Mika miró hacia arriba, sintiéndose un poco mejor al ver que él no era el único avergonzado con todo esto.

"El primero fue un recuerdo. La mayor parte de mis días libres los pasaba así. Ni siquiera me hagas hablar de mi celo. Fue horrible, y no tenía intención de usar un omega enviado por el ejército para lidiar con eso".

Eso no respondía la pregunta que Mika tenía desde el principio: ¿por qué él? Estaba más que seguro de que debía tener docenas de otras personas a las que podría haber usado para eso.

"La segunda fue... ah, una vergonzosa fantasía mía. Sabes, cuando chupas mi sangre se siente demasiado bien. Siempre tengo una erección por eso".

Yuu no podía mirar a Mika a los ojos, algo que encontraba extremadamente adorable. Dejó escapar un poco de sus feromonas en un intento por calmarlo, lo que pareció funcionar, incluso considerando el terrible control que tenía sobre estas.

"Pero Yuu-chan, ¿por qué yo? Yo era solo una beta en ese entonces. No entiendo por qué tú... ya sabes."

Su rostro pasó de la vergüenza a la completa incredulidad. Mika no lo comprendía. Su corazón decía una cosa, pero su mente lo negaba rotundamente. No había forma de que esa fuera la razón, así que algo más debía de se—

Los siguientes movimientos de Yuu fueron tan rápidos que Mika tuvo que repetir todo dentro de su cabeza cien veces antes de entender lo que estaba pasando. Sus labios tocaban los de Yuu, su mano agarraba la nuca de Mika, esperando que él le devolviera el gesto.

Le tomó un par de segundos, pero su egoísmo ganó por primera vez en su vida mientras le correspondía desesperadamente. Lágrimas se deslizaron por su mejilla mientras todas sus emociones se arremolinaban dentro de él, formando un doloroso nudo.

El beso fue torpe, lo que hizo que Mika se sintiera bien de haber logrado ser el primer beso de Yuu. Mika cerró suavemente sus ojos, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Yuu mientras abría la boca un poco; como lo había leído en una novela romántica.

Yuu aceptó con gusto la invitación, explorando nerviosamente la boca de Mika con su lengua, profundizando el beso hasta que finalmente se vieron obligados a separarse por la falta de aire.

"Te amo Mika. Siempre te he amado, desde que éramos niños."

No tenía forma de responder a tal declaración. ¿Qué se suponía que tenía que decir él? La honestidad de Yuu siempre había dejado a Mika sin palabras, ahora más que nunca.

"¿Ahora entiendes por qué te dejé ver eso?"

Mika asintió suavemente, todavía bastante incrédulo de que todo esto estuviera pasando. ¿Cuál se suponía que era el siguiente paso? Ni siquiera estaba seguro de qué preguntar. Tal vez todo esto era solo una forma de hacer que sus sentimientos salieran a la luz y dejar que se pudrieran.

"Entonces... ¿Serías mi omega, Mika?"

Como siempre, Yuu fue tan perspicaz cuando Mika más lo necesitaba. Podía sentir el nerviosismo en sus feromonas, y no hacía falta ser un genio para saber qué se debía a la falta de respuesta de Mika.

"¿Qué estás preguntando, Yuu-chan?"

Mika se secó las lágrimas, sonriendo felizmente mientras lo miraba con adoración. Ese era su único deseo, pasar el resto de sus días con él, sin importar cuántos le quedaran.

"Por supuesto que quiero ser tuyo. Por los siglos de los siglos, hasta que la muerte nos separe".

El rostro de Yuu se suavizó y el corazón de Mika dio un vuelco. Lo besó de nuevo con la misma pasión antes de crear cierta distancia entre ellos. Mika llevó sus manos al pecho de Yuu, sabiendo que se volvería adicto en un instante si seguía así.

Yuu se inclinó hacia él, besándolo suavemente. Jadeó, dejándose llevar al sentir que algo explotaba en su pecho, un ligero hormigueo recorría todo su cuerpo. Las manos de Yuu se deslizaron por su rostro, acariciando sus mejillas mientras juntaba sus labios con los suyos. La presión de estos le impedía poder emitir el más mínimo sonido. Sus manos se movieron hacia abajo, arqueando su espalda baja, acercándose peligrosamente a la base de su cola.

Mika instintivamente mordió el labio de Yuu, sintiendo el delicioso sabor de su sangre mezclándose en su beso. Necesitaba más ahora, ansioso por seguir explorando todas estas sensaciones desconocidas. Intentó con todo su ser aferrarse a los detalles, pero se sentía como si se le escurrieran entre los dedos. El beso se sintió interminable, pero cuando Yuu finalmente tuvo que soltarlo, Mika no pudo evitar pensar que había sido demasiado corto.

"Sabes aún más dulce de lo que imaginaba. Incluso aunque ninguno de nosotros dos sabe besar."

Ambos rieron, sabiendo cuán cierta era esa declaración. Pero a pesar de que estaban seguros de que no obtendrían ningún tipo de premio por sus besos, el hecho de que fuera algo que compartieran los hacía invaluables.

"Eso es una mentira. Obviamente yo beso mejor que tú. No te preocupes, el gran Mikaela te enseñará a hacerlo correctamente".

"No tienes ninguna prueba de que besas mejor. Así que cierra la boca o te besaré hasta que se te hinchen los labios."

Ah, pero Mika tenía una forma de comprobarlo. Un ligero empujón contra él fue todo lo que necesitó para que Yuu gimiera de necesidad. Él era el único que estaba duro por el beso, no importa, y Mika iba a aprovecharlo al máximo. La idea de ser la causa de eso hizo que su estómago se agitara con mariposas. Se preguntó qué más podría hacer.

"Sabes... no estaría en contra de hacer eso".

Yuu miró hacia otro lado bastante avergonzado, pero su erección sólo creció al escuchar eso. Sabía exactamente a qué se refería Mika, y no podía negar que esa había sido una de sus fantasías más recurrentes.

Mientras Yuu pensaba en ello, finalmente aprovechó la oportunidad para mirar a su alrededor y familiarizarse con su entorno. Estaban dentro de un pequeño estudio, sentados encima de una cama que había sobrevivido milagrosamente al apocalipsis. Se sentía tan acogedor, y esperaba que pudieran vivir juntos en un lugar similar cuando todo esto terminara.

"¿Estás seguro? No creo que sea capaz de... durar lo suficiente."

Cómo Yuu logra confesar las cosas más vergonzosas estaba más allá de Mika; su sinceridad era una de sus mayores fortalezas y una de las razones por las que se enamoró de él.

"Esta bien. Mientras lo disfrutes, no me importa si dura un día completo o diez segundos. Y además, ¿quién dijo que solo podemos hacerlo una vez? Creo que encontraste un buen lugar para pasar la noche, ¿no estás de acuerdo?"

Mika no le dio a Yuu la oportunidad de rechazar su oferta. Al fin y al cabo, él no era el único que se moría por hacer realidad todas y cada una de sus fantasías. Eso y el hecho de que se moría por comprobar finalmente si no era el ego de Yuu lo que había inflado su longitud o si realmente tenía ese talento.

Liberándose del agarre de Yuu, se arrodilló entre sus piernas. Su olor se sentía aún más fuerte ahora, probablemente porque Yuu estaba luchando por mantenerse bajo control y no ceder a su lado alfa. Puso una mano en la entrepierna de Yuu, sintiendo el calor que emanaba de él. Empezó a acariciarlo, mirando el rostro de Yuu en busca de algún tipo de aprobación.

Sintió cómo todas sus acciones tenían cada gramo de atención de Yuu. Sintió la chispa cuando supo que Yuu se estaba saliendo con la suya siendo el que tenía el control. Su cuerpo estaba lleno de poder y deseo mientras usaba su pulgar para frotarlo un poco más.

La desesperación de Yuu se notaba hasta en el aire, así que continuó lo más rápido posible. Moviendo su mano en círculos sobre sus pantalones mientras sentía el contorno de su pene. Tragó saliva cuando se dio cuenta de que era tan grande como temía. Era intimidante pensar que Yuu todavía estaba creciendo, ya que le faltaban un par de pulgadas tanto en la altura como en la parte inferior.

Poco a poco fue perdiendo el control, intoxicado por las feromonas de Yuu. Lo hace anhelar a su alfa, hambriento por su toque y amor. Mika desabrochó los pantalones de Yuu y bajó su bragueta con un poco más de desesperación de la que le hubiera gustado mostrar. Inclinándose hacia su entrepierna, lo acarició suavemente antes de lamerlo experimentalmente. Su cerebro casi hizo un cortocircuito, el placer corría por sus venas después de finalmente probarlo. No sabía cómo explicar el sabor, pero se sentía incluso mejor que beber su sangre. Ligeramente picante, junto con ese fuerte olor a pino que emanaba de sus feromonas.

"P-por favor no me hagas esperar demasiado Mika. Te necesito tanto que siento que voy a estallar."

Tampoco estaba en mejor posición y mucho menos después de escuchar como prácticamente le rogaba que se diera prisa. Ignorando sus propios deseos de seguir lamiendo durante horas, liberó el miembro de Yuu de su ropa interior y pasó un par de segundos admirando lo perfecto que se veía antes de tomarlo entre sus manos. Sentía que se iba a quemar por lo caliente que estaba; aunque el último vestigio de su lado racional le decía que era por lo sensible que era su cuerpo ante la perspectiva de entregarse a un alfa.

Casi hipnotizado, acercó sus labios a la punta de su miembro, plantándole un pequeño beso antes de lamerlo con cierta inseguridad. Yuu agarró con fuerza la cama en la que estaba sentado, luchando intensamente contra el impulso de abalanzarse sobre Mika y darle toda su atención. Era la primera vez para ambos, por lo que se aseguraría de que fuera algo que ambos pudieran disfrutar, sin importar nada.

"No te detengas ahí Mika, por favor".

Impulsado por los constantes gruñidos y jadeos de Yuu, Mika continuó experimentando, memorizando los puntos que provocaron la mayor cantidad de reacciones en él. Aun así, le resultó difícil reunir la confianza suficiente para dar el siguiente paso. Pero tenía que hacerlo, después de todo, ¿de qué otra manera podría cumplir este capricho a su amada Yuu?

Decidido, tomó la punta en su boca, usando su lengua como pensó que se sentiría mejor. Deseaba poder hacer exactamente lo que Yuu había imaginado en su fantasía, pero no tenía ni idea de si era posible. Sabiendo que no había mucho que pudiera hacer para llevarlo hasta el fondo, Mika usó una mano para cubrir lo que no podía tomar dentro de él, mientras que la otra se fue directo a sus genitales. La única experiencia sexual que tuvo Mika fueron las pocas veces que se tocó a sí mismo, así que por ahora haría lo que pensaba que le gustaría a Yuu.

Poco a poco fue tomando más de Yuu, pero no pudo pasar de la mitad. Se ahogaba cada vez que lo intentaba, aparte del hecho de que Yuu había comenzado a mover un poco las caderas contra su rostro. Mika aceleró el paso, sabiendo que tenía que trabajar el doble para compensar la torpeza y la inexperiencia del acto. Movió ambas manos en cierta coordinación con su boca, guiado por el volumen del ruido que hizo Yuu. Parecía que estaba en el camino correcto, especialmente cuando Yuu comenzó a gemir más y más fuerte.

"¡¡D-Demonios, Mika, espera!!"

Mika lo ignoró, lo cual fue un grave error. De la nada sintió como un líquido espeso se hacía presente en su boca, obligándolo a tragar desesperadamente si no quería atragantarse. Se apartó del miembro de Yuu, tosiendo con fuerza mientras el resto de su semilla manchaba su rostro y parte de su cabello. Mika volvió a mirarlo con algo de vergüenza por no haber podido siquiera tragar, pero al parecer no era el único que se sentía así.

"Por eso te dije que esperaras. Se sentía demasiado jodidamente bien".

Yuu estaba aún más rojo que Mika, incapaz de ver su rostro manchado con su semilla. La cola de Mika se movía de lado a lado, feliz de haber hecho un buen trabajo por primera vez, aunque odiaba cómo su apéndice extra revelaba tan rápidamente sus verdaderas emociones.

"Aquí, déjame limpiarte".

Yuu usó su pulgar para limpiar su semen de la cara de Mika, admirando lo cachonda que se sentía. Mika se veía tan bien con su semilla ensuciando su linda carita, y la forma en que sus ojos rogaban por más hizo que Yuu sintiera ganas de abalanzarse sobre él y tratar de tomarlo.

Mika agarró su muñeca con firmeza después de que terminó, lamiendo el semen de sus dedos, con la esperanza de que fuera lo suficientemente bueno para su alfa. Se sentía ebrio con sus feromonas y no quería nada más que mantenerlo feliz y satisfecho. Liberándolo después de que terminó de lamer, una vez más se inclinó hacia él, llevándose la punta a la boca.

"Mika e-espera, todavía soy demasiado sensible".

Relajó su garganta, tomando lentamente pulgada tras pulgada dentro de su boca. Cada vez que tenía ganas de atragantarse, se quedaba quieto durante unos segundos, lamiendo la parte inferior de la miembro de Yuu hasta que se sentía lo suficientemente cómodo para seguir. Fue un esfuerzo que le tomó largos minutos, lleno de sonidos de sorbos mientras hacía todo lo posible para darle una mamada mucho más placentera.

"Mierda Mika, desde cuándo eres tan— ¡¡ahhh!!" y le da un beso cálido y amoroso en la punta de su pene, deliberadamente humedeciéndolo lo más posible. Yuu jadea, empujando sus caderas hacia adelante para frotar la parte inferior de su miembro contra la nariz y los labios de Mika. Buscando algo para distraerse, acarició sus oídos, instándolo suavemente a comenzar a chupar una vez más.

Mika le dio unas cuantas lamidas más antes de volver a prepararse, cerniéndose lo suficientemente cerca de su miembro tembloroso que su aliento lo inundó. Quería hacer tantas cosas diferentes, pero en este momento su mayor deseo era tener algo de miembro en su boca. Cerrando los ojos con dicha, envolvió sus labios alrededor de su dura miembro, hundiéndose en él. No sucede todo a la vez: centímetro tras centímetro de miembro caliente y almizclada se desliza por su garganta, sus entrañas lo envuelven con bastante fuerza. Se detuvo tan pronto como sintió que su punta golpeaba la parte posterior de su garganta y comenzó a moverse, moviendo la cabeza de un lado a otro a un ritmo lento mientras atendía la parte inferior de su pene con la lengua. Tener toda esta miembro metida en su boca, llena hasta el borde por una miembro gruesa, solo pensar en eso hizo que su estómago se agitara y su ingle cosquilleara.

H-hmmn! ¡Mikaa!"

Yuu agarró el cabello de Mika bruscamente, aún haciendo todo lo posible por mantenerse bajo control. Movió una mano a la parte posterior de su cabeza, impidiendo que se alejara, aunque no es que quisiera hacerlo. Con sus dedos rascando y jugando con sus oídos, Mika podría quedarse allí chupando su miembro para siempre, envuelto en una cálida felicidad.

Comenzó a chupar en serio, haciendo que sus golpes fueran más enérgicos mientras mantenía sus movimientos tranquilos y medidos. Como si los alentadores gemidos de Yuu no fueran suficiente señal de su aprobación, su pene se contraía cada vez que bajaba más, salpicando gotas de presemen por toda su lengua. Después de tanta persuasión, Yuu finalmente comenzó a mover sus caderas con empujones fuertes y constantes, follándolo en serio.

Mika se atragantó mientras trataba de suprimir su arcada, los músculos de su garganta se apretaron animando a su alfa a seguir reclamando su boca como suya. Mika gimió, enviando deliciosas vibraciones por el miembro de Yuu mientras lentamente se hundía más profundamente dentro de él. Los sonidos que salían de él no eran más que balbuceos, y el movimiento constante de su eje insinuaba su clímax.

Con un gemido final y estremecedor, la semilla reprimida de Yuu salió corriendo de su pene, hundiéndose tan profundo como pudo cuando la primera ráfaga golpeó la parte posterior de la garganta de Mika, bajando directamente a su estómago. Se detuvo un poco, por lo que las siguientes ráfagas de su cálida semilla llenaron la boca de Mika. Tragó saliva desesperadamente para no atragantarse y toser como la última vez, tomándose poco tiempo para saborearlo en detalle, para su consternación.

"Dios Mika... eso se sintió como el cielo. Y, por lo que parece, no fui el único que lo disfrutó tanto".

Mika se entristeció cuando Yuu se retiró, ignorando por completo cómo logró ensuciarse los pantalones con su propio semen sin siquiera tocarse. No prestó atención a cómo Yuu se estremeció cuando comenzó a lamerlo de nuevo, pero esta vez solo para limpiarlo ya que su cuerpo lo exigía. Le dio un último beso antes de arreglarse los pantalones, riéndose al ver a Yuu estremecerse ante el gesto.

Yuu le ofreció una mano, que Mika tomó con mucho gusto. Sentado una vez más en su regazo, abrazó a su alfa lo más fuerte posible, antes de darle un beso en los labios. Se sentía tan satisfecho y sonriendo con orgullo mientras sus fantasías apenas podían rascar la superficie de lo bien que realmente lo estaba haciendo con Yuu.

Yuu acarició la espalda baja de Mika, acariciando su cuello. Realmente lo amaba con todo su corazón. En ese instante, ambos amantes se prometieron en silencio protegerse uno al otro, sin importar nada.

"No podemos quedarnos aquí para siempre, Yuu-chan. Tenemos que volver." Lo reprendió mientras se ponía de pie, arreglando su ropa con solo un chasquido de sus dedos.

"Bieeeeen. Aguafiestas." Yuu gimió, pero obedeció de todos modos.Era consciente de que si tardaban más, Shinoa probablemente se burlaría de ellos sobre cómo follaban. Es divertido pensar en la razón que tendría. Yuu le ofreció su mano a Mika, y él la tomó con gusto mientras salían del pequeño estudio. Miró hacia atrás, con la esperanza de tener una familia con él algún día.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro