Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

37. Egoísta

Capítulo 37

Egoísta

— ¿Estás segura de lo que estás haciendo?—pregunté de nuevo mirándola.

— ¿Por qué todos me dicen eso?—rodó los ojos—Mis padres no se preocupan por mí y mis hermanos tienen sus propios problemas. ¿Qué tiene de malo que quiera quedarme aquí?

—Pero...

—Sé que mi lado lobuno necesitará respirar aire fresco y correr de vez en cuando—me interrumpió doblando una de sus blusas—Me gusta estar aquí, he aprendido mucho y quisiera aprender más. Además, Mayra y tú son como mis dos hermanas mayores. Me han ayudado mucho.

Sonreí un poco tomando asiento a su lado.

—No tengo problemas contigo aquí—admití—También he aprendido de ti.

— ¿Enserio?—me miró sorprendida con una pequeña sonrisa.

—En un comienzo te juzgué mal...

—Naomi, no importa...

—Si importa, no he podido disculparme por eso—me apresuré a decir antes de arrepentirme—Es obvio que nunca fuiste como tus hermanos, no tuviste la culpa de nada, incluso después de todo eso fuiste una buena amiga y gracias por eso.

—Tú también eres una buena amiga—me abrazó. Correspondí el gesto sintiéndome más tranquila—Una amiga que vale mucho.

—Y pronto serás una tía que vale mucho—ambas reímos aunque la noté nerviosa.

—Diego tendrá alguien con quien jugar.

—Sí, cierto.

— ¿Debes regresar con tu hermana, cierto?

—Sí. Así es—suspiré tomando la ropa limpia que estaba doblada y la llevé al armario—Quiero terminar la carrera, tengo en mente conseguir algún trabajo, Lauren tiene algunos amigos que podrían ayudarme. Podría colocar a Diego en una guardería cuando esté más grande...

— ¿No estarás en el nacimiento de mi sobrino?—se mostró algo triste.

—Creo que no—hice una leve mueca de duda—Sé que es un momento importante, especialmente para Mayra pero dudo mucho que pueda venir en vacaciones. Es agotador algunas veces.

— ¿Pero regresarás?

—Por supuesto que sí—regresé a la cama guardando lo demás—Alaska es mi verdadero hogar y quiero que Diego crezca aquí.


Por la noche, Dilara me ayudaba con la cena, era gracioso cuando se molestaba con Lionel que parecía quemar todo por sólo verla enfurruñada como niña pequeña. Cuando todos estuvimos en la mesa Dilara y yo discutíamos sobre la decoración de la casa. Jamás le había colocado atención a eso, ahora me parecía necesario teniendo un niño en la casa. Era la primera navidad de Diego y debía ser especial.

Lionel se encargó de lavar los platos, Dilara se despidió con algo de sueño subiendo a la habitación. El niño que estaba en mis brazos estaba muy tranquilo y callado, sus párpados se estaban cerrando mientras que él intentaba luchar. Besé su frente con cuidado acariciando su pequeña mano.

— ¿Quieres que lo lleve a la cuna?—miré a Leo que secaba sus manos con el pañuelo.

—No, está bien.

— ¿Podemos hablar un momento?—se acercó al comedor sentándose junto a mí. Me preocupé un poco. Esas palabras nunca traían nada bueno. ¿Habrá descubierto lo de Astor?

— ¿Está todo bien?

—Sí, no es nada malo—acarició el cabello del niño dormido. Respiró profundo antes de seguir—Después de navidad volverás a irte—asentí—Sé que esta vez será por más tiempo, no quiero quedarme solo de nuevo, quiero tener más tiempo con Diego—sus ojos azules se encontraron con los míos—Quiero quedarme con el niño, Naomi.

Mi corazón se aceleró un poco. Eso no lo había pensado por un segundo. ¿Dejar a mi niño con su padre? Sí, no parecía mala idea, es decir, Lionel había demostrado ser un buen padre, se preocupaba por Diego, me ayudaba cuando estaba muy cansada o necesitaba espacio. No dudaba por un segundo sobre el bienestar de él con su padre pero...el problema era el siguiente.

—No estarás solo, Dilara se quedará contigo...

—Sabes a lo que me refiero exactamente—siguió acariciando su cabello—No te estoy prohibiendo nada. Sólo quiero cuidarlo por el tiempo que no estarás.

—Lionel yo...

—No le pasará nada, estará bien, Dilara me ayudará sin dudarlo, estaré con él todo el tiempo—tomé su mano deteniéndolo.

—No estoy dudando de eso—mordí mi labio unos segundos—No dudo de ti, dudo de mí. No puedo alejarme de él.

—No vas a alejarte...

—Estaré a una gran distancia de Alaska—intenté no ser dura—Sólo he estado tres meses con él, dentro de poco serán cuatro, ¿Quieres que te lo dije por otros meses más?

— ¿Crees que no soy capaz de cuidar a un bebé? ¿A mi hijo?—mantuvo el tono bajo. Hasta en eso había cambiado, el Lionel de antes le hubiera importado un carajo que alguien más pudiera escucharnos—No seas egoísta.

—Y tú no seas tan malo conmigo, intenta comprenderme, soy su madre...

—Y yo su padre. ¿Cuál es la diferencia?

—Yo lo tuve nueve meses en mi vientre, ¿Qué hiciste tú?—acusé—Sólo trabajaste por la noche. Hiciste el trabajo que todo hombre podría hacer—no pude creer que había dicho eso.

— ¿Entonces Eric ya lo intentó?

— ¿Qué?

—Dijiste que era un trabajo que todo hombre podía hacer—tomó mi barbilla obligándome a mirarlo—Dime, ¿Ya te has acostado con él?

— ¿Qué te pasa?—aparté su mano de un manotazo. Me levanté apoyando la cabeza de Diego en mi hombro.

—Naomi—reprochó.

—Estamos hablando de nuestro hijo y tú vas a tocar otro tema que no tiene nada que ver—me giré al llegar a las escaleras—Creí que había dejado en claro que no teníamos nada.

—Pero sigue sintiendo algo por ti—rodeé los ojos a punto de perder el control— ¿Por qué no me respondes?

—No. No estuve en su cama, ni siquiera hubo un beso, ¿Sabes por qué? Porque ese chico sabe que muero por ti—mi voz fue firme y segura—Gracias a él estoy aquí. Entre las personas que me han ayudado con tu hijo puedo decir que es la primera, cuando Lauren se encargaba de criticarme por mis decisiones siempre aparecía él para consolarme—alcé mi mano callándolo—Y no como un hombre pervertido consuela a una mujer, lo hizo como un verdadero hombre consuela a una mujer—señalé—Te sugiero que cierres la boca porque no tienes la más mínima idea de lo que ese chico ha hecho por mí. Si yo fuera tú, le agradecería por ser una segunda mano amiga.

Subí a la habitación sin querer escucharlo más. Dejé a Diego en su cuna, me cambié de ropa por algo cómodo para dormir y de inmediato me metí en la cama dejando que el sueño viniera a mí.


— ¿Omi? ¿Omi?—susurró una voz ronca. Desperté mirando alrededor encontrando al niño dormido todavía—Tranquila, está bien.

— ¿Qué sucede?—pasé mi mano por mis ojos intentando alejar el sueño.

—Mayra llamó hace minutos.

— ¿Está bien? ¿Pasó algo con el bebé?

—No, de hecho, es sobre tu abuela—fruncí el ceño incorporándome. Su rostro era uno que me hizo sentir una punzada en el pecho.

— ¿Qué sucede con mi abuela?—acomodó mi cabello detrás de mis orejas sin responder. Allí entré en razón consiguiéndole sentido a su mirada triste—Oh, Dios—llevé mis manos a mi cabeza—No, por favor, dime que no es cierto.

—Lo siento—me rodeó con sus brazos y en ese instante me derrumbé entre ellos.

*******************************

¡Cada vez más cerca del capítulo final! Quiero decir el nombre de la segunda parte pero esperaré "tranquilamente"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro