Pareja principal: Katsuki Bakugo x Midoriya Izuku x Todoroki Shoto

Autora: -YESYESCHAN

Día 9.

« ¿Qué es Poesía? »

El ruido de la sartén sonando en la mañana era habitual en aquel departamento, la palabra correcta para describirlo era: Cotidiano.

El rubio ceniza se encontraba malabareando entre sofreír el guiso que había preparado al mismo tiempo que elaboraba las bolas de arroz para poder preparar los onigiris, esos serían los almuerzos para su novio y él.

— Katsuki.

— ¿Qué mierda quieres?.— respondió indiferente, ignorando que su novio bicolor se recostaba en la isla de la cocina mirándole fijamente.

— Izuku regresa hoy de su diligencia en el extranjero.

— Por supuesto que lo sé, ¿me crees imbécil?.— con un movimiento la cebolla, y varias verduras volaron en el aire para luego volver a caer con gracia en la sartén.— ¿Qué traes allí?

— Le quiero dedicar un poema a Izuku, por su regreso.— mencionó Shoto sin haberse visto afectado por las palabras ásperas del rubio ceniza. El bicolor ya estaba acostumbrado.— ¿Quieres escucharla?

— ¿Ah? ¿La escribiste tú?.— miró por el rabillo del ojo al contrario, sin detener su labor.

— En realidad no. ¿La escucharás si o no?

Katsuki se encogió de hombros desinteresado. Shoto al ver la afirmativa de su novio ya con más confianza decidió tomar la iniciativa de recitar lo que estaba escrito en el papel.

— Rima veintiuno.— Katsuki alzó la ceja intrigado, dejó a un lado las cosas y apago la cocina para después apoyarse de la isla sin mirar al bicolor. Shoto no pudo evitar sonreír al haber obtenido su atención.— ¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

— Idiota, Deku no tiene pupila azul.

— Podría adaptarlo para cuando se lo declame pero de igual forma, así es el original.— ahora fue el turno del bicolor encogerse de hombros.— Es de Gustavo Adolfo Bécquer.

— Corriente del romanticismo ¿eh? Si te queda.— comentó con burla mostrando una sonrisa de lado.

— ¿Sabes de quién hablo, Katsuki?.— preguntó Shoto mostrando tranquilidad en su expresión, en cambio su voz sonaba sorprendida.

— ¡Claro que lo sé! ¿Quién no conoce al bastardo de Bécquer?

— Katsuki no debes de insultar a los muertos, menos a un poeta mundialmente conocido.— le regaño Shoto, ganándose una muestra de cariño de parte del rubio ceniza; le dedicó su dedo del corazón con una sonrisa torcida.

Katsuki regresó a limpiar la cocina y Shoto se quedó en su mismo lugar, observando el poema en sus manos sin decir palabra alguna. Transcurrieron los minutos y cuando el rubio ceniza salió de la cocina listo para irse a arreglar fue que se percató que el bicolor no se había movido en todo ese tiempo.

De un manotazo le arrebató el papel de sus manos, y Shoto quedó ido al tener las manos vacías. Al voltearse miró como el rubio ceniza con una mano leía el contenido nuevamente en silencio para luego soltar un bufido y lanzar al aire la hoja.

Shoto corrió a atrapar la hoja como si se fuera a quebrar al tocar el suelo, cuando la tomó entre sus manos levantó la mirada hacia Katsuki.

— ¿Sucede algo?.— preguntó Shoto, cualquiera vería simplemente un ceño fruncido en la expresión del rubio ceniza, pero él veía algo más.

Lo conocía perfectamente, después de todo entre los tres a veces Shoto era la voz de la razón. A veces claro, porque la mayoría de veces era Izuku quién los consentía y el único que podía hacerle frente a Katsuki cuando tenía sus cotidianos berrinches explosivos.

— Esa mierda es muy cursi.

Shoto frunció el ceño, se cruzó de brazos.— ¿Acaso dices que puedes escribir un poema mejor que Gustavo Adolfo Bécquer? Poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Que tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el gran prestigio que actualmente posee, el mismo autor de Rimas y Leyendas ¿En serio, Katsuki?.

— ¿Me estás retando, Shoto?

Vaya, no está usando apodos de por medio. Esto se torno interesante.

La mirada heterocromática y la rubí se mantuvieron cruzadas por un periodo de tiempo inexacto, desafiandose. Hasta que el bicolor soltó una risa suave, desconcertando al rubio ceniza que frunció el ceño demostrando su confusión.

— Tal parece que Izuku no tendrá como regalo solo un poema, ya quiero escucharlo.— expresó con una sonrisa cerrada para luego desaparecer en el pasillo.

Katsuki luego de algunos segundos, se dio cuenta de la trampa en la que cayó y maldijo bajo por ser tan impulsivo.

Llevó ambas manos a sus hebras rubias sacudiéndolas, dejó escapar un suspiro para así acercarse al escritorio de la sala y sacar del cajón un cuaderno, de allí arrancó una hoja y busco un lápiz.

Refunfuñó nuevamente.— Escribiré el mejor puto poema, ya verán malditos bastardos de mierda.

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La oscuridad de la noche era adornada por las estrellas y sus constelaciones, otorgando esa luminosidad tan reconfortante. Hace muchas horas atrás el crepúsculo de ese día se había despedido dándole espacio a la dama lunar, que con su luz vivaz invadía las calles oscuras de Tokio.

 Izuku suspiró cansado mientras ingresaba a su hogar, su dulce hogar con maletas en mano. Al pisar un pie dentro fue sorprendido por las manos cálidas de su novio bicolor que lo rodearon de forma espontánea haciendo que sus pertenencias cayeran de golpe al suelo.

El peliverde con una sonrisa amplia aceptó el abrazo escondiendo por unos segundos su rostro en el hueco que había entre el cuello y hombro de Shoto, luego levantó la mirada encontrándose con los dos preciosos rubí que poseía su otro novio, lo observaba desde la distancia con desinterés para luego desviarla a la televisión que se encontraba encendida.

Rió leve porque pudo interpretar muy bien esa mirada. Se separó del abrazo con lentitud y sin darle tiempo de reaccionar el bicolor le robó un beso para así tomar sus cosas colocándolas en la sala, luego con una mano cerró la puerta detrás de él y con un agarre suave lo sostuvo desde la muñeca indicando que le siguiera.

Izuku no podía entender las acciones del contrario, pero tampoco iba a negar que le parecía muy tierno ver las expresiones de Shoto cambiar de acuerdo a cómo él respondía. 

Sintió un tirón.

Sin esperar más dejó guiarse por él hasta llegar donde el rubio ceniza se encontraba.

— Ya estoy de regreso Kacchan, Shoto. Los extrañe.— expresó con una sonrisa grande.

— Bienvenido, nerd.— saludó Katsuki.

— También te extrañamos Izuku, siéntate aquí.— le indico Shoto mientras se hacía un lado para que el peliverde se situará entre ambos.— ¿Qué esperas?

Izuku se sonrojo levemente, y se rascó la nuca apenado.— Shoto, debo cambiarme pri... ¡Oye!

Izuku había sido jalado por Shoto y de un golpe quedó en medio de ambos chicos en el sofá, Shoto se acurrucó a su lado luego tomó entre sus manos la mano contraria y posicionarla en su cabeza, así el bicolor cerró los ojos dichoso. Mientras tanto Katsuki apago la televisión y así limitándose solo a colocar su cabeza en el hombro del peliverde, cerró igualmente los ojos para después rodear la cintura del peliverde con sus brazos y atraerlo a él.

Shoto al sentir el tirón del cuerpo de Izuku, simplemente se recostó más casi estando encima del peliverde y volvió a disfrutar aquel contacto en silencio.

Tanto Katsuki como Izuku estaban seguros que si Shoto fuese un gato, estaría ronroneando en esos precisos momentos.

El pecoso suspiró resignado negando con diversión, para así darse el momento de otorgarles a ambos caricias efímeras. Izuku debía de admitir que él estaba igual de ansioso por regresar y entregarse a estos momentos que reconfortaba a su alma y corazón.

Permanecieron así un largo tiempo, Izuku acariciando las hebras bicolores de Shoto y al mismo tiempo que trazaba en un suave toque los brazos fornidos de Katsuki mientras que ambos se mantenían en silencio disfrutando de la suavidad con la que la mano del pecoso recorría con mucha calidez.

— Izuku tenemos un regalo para ti.— soltó de repente Shoto, rompiendo la atmósfera entre los tres.

— ¿Cómo?

— ¡Joder, Bastardo! ¡No puedes quedarte callado un maldito minuto!

— Pero se hará tarde, si esperamos más tiempo no tardará mucho hasta que Izuku se duerma.

— Podrías declararle tu estúpido poema mañana, ¿Acaso no ves lo cansado que está?

— Sé lo que intentas hacer, y no te desharás de esto tan fácilmente Katsuki.—expresó tan apacible como siempre.

— Eres un-

— Alto, ¿Un poema?.— Izuku habló finalmente, ladeo la cabeza intrigado.— ¿De qué hablan?

Los tres se reincorporaron en el sofá, dejando libre a Izuku para poder mirarlos a ambos por sus lados porque después de todo seguía en medio del mueble.

Shoto ignorando la mirada del rubio ceniza, sacó de su bolsillo una hoja arrugada y miró a Izuku mientras señalaba la misma con una mirada brillante.— Quiero dedicarte este poema.

Más bien el rostro de Izuku era todo un poema, su mirada cual esmeraldas se volvieron más brillantes ante la emoción latente en él y sus mejillas eran cubiertas por un leve rojo carmesí acentuando aún más sus pecas en ellas.

Aclaró su voz, le dio una pequeña leía mental para luego apartarla a un costado y así empezar.— Yo no te pido que me bajes una estrella azul, sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz. Yo no te pido que me firmes diez papeles grises para amar, sólo te pido que tú quieras las palomas que suelo mirar. De lo pasado no lo voy a negar, el futuro algún día llegará y del presente qué le importa a la gente si es que siempre van a hablar. Sigue llenando este minuto de razones para respirar, no me complazcas, no te niegues, no hables por hablar. Yo no te pido que me bajes una estrella azul, sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz.— finalizó suave, con su voz aterciopelada sin dejar de observar los ojos de su amado con un amor infinito.

Izuku al haber quedado sin palabras, simplemente soltó una suave exclamación para luego aplaudir con euforia sin apagar su sonrisa en ningún momento.

— ¿Lo escribiste tú, Shoto?

El bicolor negó.— Es un poema de Mario Benedetti, pertenece a la Generación del cuarenticinco.

— Oh, muy bonito. Después de todo es parte de tu profesión, ya que eres profesor de Literatura.— comentó encantado. Shoto asintió.— Muchas gracias, me gustó mucho.

— Eso no es todo.

— ¿No...?

— Katsuki tiene uno también para ti.

Abrió los ojos con sorpresa y desvió su mirada hacia el rubio ceniza, quien evitaba cruzar miradas con el pecoso mientras bufaba, extendió una hoja arrugada hacia él. Izuku no podía estar más sorprendido...

— ¿Por qué me miras así, eh?

— ¡A-Ah, n-no es nada! Es solo qué... de verdad es toda una sorpresa.— Izuku se rascó la nuca, intentando disimular su nerviosismo.— Kacchan, cariño, ¿Te encuentras bien? ¿Tienes fiebre?

A Katsuki se le visualizó una vena en su frente, claro, no hay que ignorar el gran sonrojo que adorno sus mejillas pálidas que invadía tanto su cuello como sus orejas de la vergüenza.

— ¡Maldita sea! ¡Si no la quieres solo dilo de una vez, Deku bastardo!

Shoto no pudo evitar sonreír ante el intercambio de ambos e Izuku empezó a mover sus manos con exageración tratando de negar aquello, pero debía de admitir que eso era nuevo. Katsuki se levantó de su lugar en el sofá luego de que Izuku tomó entre sus manos la hoja del contrario y colocó ambas manos en su bolsillo tratando de aparentar indiferencia.

— Lee esa mierda cuando me vaya a la cocina.

— Pero, Kacchan-

— ¡ LEES ESA MIERDA CUANDO ME VAYA, DIJE !.— gritó para luego literalmente escabullirse a la cocina.

Tanto Izuku como Shoto observaron la silueta de su novio con asombro, para después ambos desviar la atención hacía carta que reposaba en las manos de Izuku con suma curiosidad. El bicolor se aproximó a un costado del pecoso y rodeó su cintura con sus manos para así atraerlo hacia él, preparándose mentalmente Izuku procedió a leer al sentir la cabeza de Shoto en su hombro.

¿Qué es Poesía?

Poesía es amar con este tímido silencio.
cerca de ti, sin saberlo expresar,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor en tu presencia.

¿Qué es Poesía?, vuelvo a preguntar.

Poesía es aguardarte.
Como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos juntos
entre los juegos y los cuentos 
sobre la tierra seca.

¿Qué es Poesía?, pregunto otra vez sin cesar.

Poesía es percibir, cuando te ausentas,
Tu perfume en el aire respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando te cierro la puerta en la noche.

¿Qué es Poesía?, insisto sin más.

Poesía es nuestro sentimiento;
Es mi furia, es su paciencia, es nuestra conversación.

Poesía somos tres, es nuestro amor.

Shoto soltó una risa tenue al terminar de leerlo mentalmente, Katsuki era perseverante y una caja llena de sorpresas. Su mirada heterocromática ahora se desvió hacia el peliverde.

Se sintió satisfecho con el resultado de ese día.

— ¿Qué tal te pareció, amor?

La mirada verdosa de Izuku desborda un cariño inmenso al leer las palabras escritas en la hoja por segunda vez, iluminando con fuerza, como dos bellas esmeraldas resplandeciendo ante la luz vivaz del sol. Su sonrisa era única, quizás su amor hacia esos dos si podía ir más allá de la razón.— Es perfecto.

Aquí Jess con un nuevo os. ¿Se nota que escribí la mitad durante mi clase de Literatura? Puede que me exhibí sola JAJAAJA

Hace unas semanas me tocó declamar un poema de Bécquer en mi clase en vivo y de allí la inspiración. OJO Fue divertido decir "Sobre los pies ensangrentados, sobre la roca dura" mirar la roca con mucho drama para luego terminar el poema diciendo "Y allí estará mi tumba..." luego morí en el suelo dramáticamente equis de

En fin, estoy oxidada en la creación de poemas, no sé si me di a entender con la metáfora en el poema de Kacchan así que lo aclarare acá de una vez por si acaso.

Furia = Katsuki
Paciencia = Shoto
Conversación = Izuku.

Como mencione en el anterior os, este sería otro shipp pedido por mis seguidores y queda finalmente decir que... Ame este shipp ¡Arriba los tríos tiernos!, y que tengan un lindo día /c va corriendo.