Pareja principal: Katsuki Bakugo x Midoriya Izuku

Autora: NatsukiHaru

Día 31.

« Halloween »

Caminó alegremente por las calles llenas de niños, las risas se escuchaban por doquier, el olor a caramelos inundaba el aire, no había duda de que era Halloween.

Katsuki Bakugo, un pequeño rubio cenizo, caminaba felizmente por las calles, llevaba una bolsa llena de caramelos y una sonrisa de orgullo dibujada en su rostro. ¿A qué se debía eso? Pues a que estaba seguro de que ese año Deku de seguro solo le pondría atención a él, apartando de una vez por todas a la sanguijuela de dos colores y a la fastidiosa de la cara redonda.

Después de caminar por un buen tiempo varias calles abajo, la risa de los niños se perdió y el silencio se apoderó de todo. A lo lejos se podía ver una enorme y deteriorada casa, cosa que emocionó al infante, el cual corrió hasta llegar frente a esta.

—¡Deku! —gritó al estar junto a la gran reja de metal oxidado-. Tengo los caramelos de este año.

—¡Kacchan! -—exclamó un niño disfrazado de fantasmita justo al lado del Bakugo.

—¿Ya vinieron los perdedores? —preguntó el rubio escondiendo los dulces detrás de él.

—¡Si! Ulalaka me tlajo tles bolsas enolmes llenas de dulces —contó el pequeño niño de mejillas pecosas y cabello verde—, y Todoloki vino con una cajota.

Al escuchar eso, el pequeño rubio bajó su cabeza lleno de tristeza. Su madre le había advertido que algo así pasaría, pero él guardaba la esperanza de ser el ganador si se esforzaba y con diligencia iba casa por casa pidiendo los caramelos, aun así, no fue suficiente.

—¿Pol qué tus olejitas se cayelon? —preguntó el pequeño peliverde tomando las mejillas del más alto con sus frías manos—. ¡No lloles Kacchan!

Los verdes iris cuál esmeralda del más pequeño se inundaron de lágrimas al ver las que brotaban de los rubíes contrarios.

—Y-yo te traje esto —dijo Katsuki ofreciéndole la bolsa llena de dulces.

Un grito emocionado salió de los rosados labios del pecoso, y con sus pequeñas manos el peliverde tomó la bolsa y se acercó a la reja enseñándosela a una sombra junto al deteriorado portón.

—¡Mami! ¡Mila lo que tlajo Kacchan! —exclamó Deku completamente feliz—. ¡Tiene muchos de mis chocolates favolitos!

Con mucha rapidez sacó una de aquellas azucaradas barras, la desenvolvió y partió ofreciéndole una mitad al rubio.

—Kacchan tu colita se mueve —rio el pecoso contemplando la rubia cola moverse de un lado al otro, para después abrazar con fuerza al niño más alto.

"En sus caras bruja fea y tonto vampiro, Deku me quiere a mí", pensó Katsuki correspondiendo el abrazo.

—Quiero tomarles una fotografía —pidió una dulce y fantasmal voz detrás de ellos.

—¡Sí mami! —gritó Deku lleno de emoción.

—No me gustan las fotos —gruñó Bakugo cruzándose de brazos.

—Katsuki, no seas gruñón —regañó la mujer mientras flotaba hacia Bakugo para arreglarle el cabello—. El hijo de los líderes de los hombres lobo no puede ser antipático.

—Si reina Inko. —Eso fue lo que dijeron sus labios, pero Kacchan no cambió su expresión, aunque sus orejas levantadas y cola moviéndose lo delataba.

Su clan era pequeño y no tan rico como el aquelarre de los Uraraka o tan poderoso como el ducado de los Todoroki, por eso su madre estaba cansada de advertirle que no podría estar con el príncipe Izuku, hijo de la reina de todas las criaturas de la noche. Sin embargo, los niños no saben de esas cosas y Katsuki lo único que quería era pasar tiempo con el pecoso y sonriente fantasmita.

—Izuku cariño acércate más a Katsuki —pidió Inko sonriendo.

El peliverde flotó más cerca del pequeño lobo y abrió los brazos riendo feliz.

—Denme un buen susto —declaró la reina acomodando la cámara.

—¡Boooo! —exclamó Izuku.

—¡Grrrr! —gruñó Katsuki.

Entonces un flash iluminó la oscura calle inmortalizando el momento.

Hola Natsuki versión dibujante. El último día y yo quería hacerles dar caries, así que inspirándome en el dibujo que hice para este día escribí esta pequeña historia.

Bueno hasta aquí llegó mi visita en el perfil de Jess, espero que les gustara nuestra colaboración.

Y Jess, capitana, muchas gracias por invitarme a colaborar contigo en el BNHAtober, fue un verdadero gusto.

Me despido con un abrazo.

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