Pareja: Bakugo Katsuki x Midoriya Izuku.

Autora: NatsukiHaru

Día 23.

« Decisión Fallida »

Cada gota caía aquel día tan fría como mi corazón,
tan solitaria como mi vida,
quisiera caer yo también como las gotas.

Un día más la monotonía abrumadora,
el letargo que me mueve cuál muñeco de madera
y nada queda de lo que fui,
ni el rastro más ínfimo de aquel niño
que soñaba con los ojos abiertos,
solía haber algo que valiera la pena en ese entonces.

¿En qué momento lo perdí?

Tan fácil fue el rendirse,
entregarse a los brazos del destino,
fácil fue caminar por el sendero trazado,
sin sentido luchar una batalla ganada,
darle la espalda al esfuerzo
y negarse a la gloria conquistada con sudor y lágrimas.

¿En qué momento ya no valió la pena luchar?

Las gotas caen con mi dolor
como la vida que se me escapa entre mis dedos.

¿Acaso me he equivocado?

Tal engañó me he tragado
que marque mi alma con una palabra sin sentidos,
hiriente, destructora y vacía,
más mortal que cualquier arma.

Inútil me había dicho aquel a quién admiraban e inútil me creí,
ahora mi elección me ahoga, me estrangula,
cuál garras me corta desde adentro.

¿Por qué di el brazo a torcer?

Un chillido lastimero termina de destrozar
lo que quedaba de mí,
un empujón sin empatía de un completo extraño queriendo quitarme del paso.

Doy un paso a adelante hacia el bus que me espera,
hora de seguir con mi vida,
hora de intentar mentirme de nuevo,
hora de fingir que nada de esto importa,
pero importa, realmente importa,
importa demasiado.

¿Dónde se fueron mis sueños?

Los lamentos ya no sirven de nada,
el tiempo no para, mucho menos retrocede,
el tiempo no sabe de piedad,
no tiene ni idea de cuánto deseo dar marcha atrás,
de cambiar mi camino,
de seguir mis sueños ya perdidos.

Lágrimas son lanzadas en vano,
la vida en mis ojos se convierte en estéril pantano;
ya no importan mis deseos,
ya no hay marcha atrás.

¿Aún tengo siquiera el derecho a llorar?

Cruel destino que decidió mostrarme lo que hubiera sido,
cruel destino que me enseñó lo que pude haber tenido.

Si tan solo no hubiera chocado con sus ojos azules,
si tan solo la dulce niña no hubiera hablado,
si tan solo no me hubiese sumergido en su cantarina voz,
si tan solo su don no me hubiera dado a probar lo que pudo ser.

Pero los hubiera no importan,
lo que sí interesa en lo que realmente fue.

¿Mi sueño se hubiera cumplido si no me hubiese rendido?

Recrimino una y otra vez a mí yo del pasado,
a aquel niño de catorce años confundido y lastimado.

¿Por qué te dejaste convencer?

¿Por qué te quebraste tan fácil?

¿Tan difícil era ser persistente?

¿Tan complicado era creer?

Mi corazón ahora más roto que antes me lastima a cada latido
y un grito desesperado se atora en mi garganta
mientras doy un paso más hacia aquel bus que espera
para llevarme a casa bajo el frío torrente de lágrimas.

¿El cielo llora conmigo?

Un paso más hacia adelante, hacia un futuro gris,
tan gris como las nubes en el cielo,
tan frío como el viento que me quema,
tan desolado como la calle casi solitaria.

¿Es demasiado tarde para cambiar ese futuro?

¡Si tan solo no me hubiera rendido ese día!

Dos luces queman mis ojos siendo mi salvación.

¡Si tan solo no me hubiera rendido ese día!

Un grito desgarrador inunda mis oídos.

¡Si tan solo no me hubiera rendido ese día!

Una bocina cercana calma mi alma.

¡Si tan solo no me hubiera rendido ese día!

Adiós dolor, compañero fiel, este será nuestro último día.

—¡Si tan solo no me hubiera rendido ese día!

—¡Deku! — grita mi pasado con angustia inexplicable, un héroe ha llegado a salvar este despojo a la mitad de la calle.

Como si le importara esto,
como si le interesara más ahora que antes.

¡No mientas, nunca fui importante para ti Kacchan!

Dos luceros rubís me miran.

Una mueca triste en tus labios,
un abrazo fuerte de tus brazos,
y una lluvia angustiada de:
"lo siento, lo siento tanto, yo también choque con la niña",
cayeron sobre mí, como suaves gotas tibias descongelando mi alma
y me aferro como un cobarde a un brillo de esperanza.

—Lo siento Deku, tú si eras un héroe.

Hola, soy Natsuki otra vez.
Como si la prosa no fuera lo suficientemente difícil ya, quise escribir en verso.
Nadie me detuvo al querer hacer un poema, así que aquí esta este poema en verso libre con la temática de día lluvioso.

¿Y por qué es tan melancólico? Se preguntarán.
Es porque los días lluviosos los siento así, grises y tristes.

Espero que les guste mi yo versión poeta y gracias por leerlo, realmente espero que haya quedado bien.

Nos leemos después, chaito.