Pareja: Hitoshi Shinso x Kaminari Denki.

Autora: -YESYESCHAN

Día 16.

« Flores en tu Corazón »

Las estaciones transcurren durante el año con cambios en el clima y en la cantidad de luz en el día. A pesar de solo ser cuatro estaciones que conoce perfectamente, la primavera es la que más apego le tiene.

Las flores empiezan a salir, crecen las hojas de los árboles, las crías de los animales nacen, las personas nuevamente retoman su rutina empezando por las labores correspondientes y aunque para él todo es monótono, con colores opacos y sin importancia, en algún momento aquello no fue así.

Alguna vez él fue realmente feliz.

Un día en primavera.

Un día por la tarde.

— ¡Bienvenidos a la florería Smash! —Exclamó una voz energética cuando ingresó al establecimiento.— ¡Oh, Toshi! No pensé que vendrías hoy.

— Denki tú me pediste que viniera.

— ¡Verdad! ¡Lo había olvidado! Espérame ahí, ¡No te vayas!

El rubio rápidamente se perdió al cruzar el área de empleados, con un suspiro decide recargar su espalda en una de las cuatro paredes de la florería en donde trabaja uno de sus mejores amigos y primer amor.

A veces se pregunta cómo llegó a enamorarse de aquel rubio, energético, infantil. Él es una persona fuerte a sus ojos púrpura, no tiene miedo a decir lo que piensa y si existe algo que le interesa de forma remota lo hará al instante y perseguirá sus sentimientos. Realmente aquel chico es digno de admirar, su cabellera rubia cual oro, sus ojos como dos soles que roba el aliento con solo verlos y su sonrisa, joder, su sonrisa es lo más hermoso que ha tenido la dicha de ver.

Quizás si sabe la razón de su enamoramiento, aún así no lo dirá en voz alta.

El día que lo conoció todo pasó muy rápido, aquella tarde de primavera andaba entre tienda y tienda buscando algún detalle para regalarle a su madre por su cumpleaños, pero, era muy indeciso a la hora de escoger algo correcto para cualquier situación. Apenas pasó al lado de la florería tuvo la idea de entrar observar y luego irse, no tenía la intención de comprar alguna flor por el simple detalle de su desagrado por las mencionadas ¿Por qué su aborreció por ellas? Ni él mismo lo sabía, simplemente pasó, pero su decisión de entrar fue gracias al recuerdo de su madre regando algunas rosas en su balcón y quizás un ramo sería de su encanto.

Ahí lo vio a él, tan radiante como el mismo sol.

No fue mucho para que el rubio se metiera en su vida, casi al instante, como una torrente de nuevas oportunidades para su alma desafortunada que busca una salvación.

En busca de un amor.

Nuevamente aquel chico llegó a invadir sus cinco sentidos, su bondad y sonrisa siempre le daban un cálido sentimiento que él no sabía como describirlo en totalidad. Estaba confundido, y no sabía qué era esa semilla dentro de él que florecía poco a poco gracias a aquel chico que vino a colorear su vida.

Quería permanecer todas las estaciones juntos, primavera, verano, otoño e invierno. Los 365 días de aquel año solo para él y con él, llegó a ser su todo y su vida, fue todo tan repentino que le aterro su sentir.

«¿Acaso eran normales todos los pensamientos que tenía?»

«¿Era correcto?»

Todas esas dudas se esfumaron cuando ese mismo chico rubio, quizás con un humor tan estúpido pero tan cálido, sorprendiéndolo nuevamente al percibir un sabor dulce en sus labios aquel día de invierno, siendo sus labios presos de la boca ajena y así formar un beso delicado.

— shi...

Luego de muchas dudas siendo como principal su conflicto interno, aquel ser que tanto anhelo, le tendió la mano en el momento indicado y correspondió sus sentimientos, en aquella primavera se convirtieron en algo más que amistad y todo fue perfecto.

— Hi... shi...

Descubrió que el rubio le tenía un amor inmenso a las flores, amaba la estación primaveral donde formalizaron como pareja sin dudar alguna. Él le explico que en aquella época del año podía observar un paisaje digno de ser admirado por cualquier persona, las flores también tienen su encanto y aquello le hizo ver un lado especial de la primavera que nunca logro apreciar anteriormente.

Hermosa primavera que nos otorga el florecimiento de nuevas flores que se encuentran en todos nuestros corazones.

— ¡Shinshou! —Parpadeo de inmediato ante la exclamación que lo trajo de vuelta de sus recuerdos, vaya que el rubio lucía adorable con aquel gesto molesto.— ¿Hola? planeta tierra llamando a Hitoshi... ¡Se nos hará tarde!

— Lo siento.

— No te preocupes, solo sígueme cariño.

El rubio regresó a tomar sus cosas despidiéndose del dueño del lugar para luego tomar lugar junto a Shinshou y salieron de la florería.

La brisa arribó a ellos con tanta fuerza que sus cabellos correspondientes se movían al compás de la dirección del viento. Las hojas de los árboles, las cuales ya algunos estaban grandes y verdosas estaban en su máximo esplendor y el sol brilla en una esquina con una intensidad baja otorgándoles un poco de calor acompañando a la brisa para darles una pizca de frescura, una combinación perfecta.

En esta primavera cuya longitud no se puede medir, la pareja caminaba alegre como siempre a cierta distancia, pero, esos pocos centímetros son demasiada distancia.

— Toshi.

Shinshou le dirigió una mirada a Denki, ya habían llegado al parque donde siempre descansaban y el rubio se encontraba apoyado en sus propias piernas cruzadas, siendo abrazadas a su pecho. Ambos cruzaron miradas por unos instantes hasta que el rubio la desvió con un sonrojo escarlata impregnada en su expresión.

— ¿Sucede algo, Denki?

Ante el silencio, el de hebras violetas frunció el ceño al no tener respuesta, simplemente fue ignorado y el rubio empezó a trenzar algunas flores que él mismo trajo. Aquella curiosidad surgió de inmediato y se acercó, el rubio se alejó al percibir al contrario cerca.

— ¿Denki...?

— ¿Recuerdas cuando...? —El chico se detuvo con una mueca rara en su expresión tierna, parecía jugar un poco con la trenza a mitades de terminar.— ¿Toshi ama las flores?

— ¿Cómo?

— ¡Quiero decir...! ¡Ah! —Empezó a jugar con sus cabellos rubios en señal de frustración, el pelimorado se dedicó a observar paciente, estaba levemente preocupado con el actuar extraño en el que su novio se sumergió desde hace meses, sentía un mal presentimiento.— Recuerdo cuando me comentaste una vez sobre tu punto de vista sobre las flores, y, de verdad quisiera expresarte que... las flores pueden estar en tu corazón aunque no lo sepas.

— ¿Flores en mi corazón...? ¿Ahora de qué estupidez estás hablando?

— Oh, mi querido Toshi. Mi mente es superior a la de ustedes, y es por eso que no logras comprender mi pensamiento.

— Sigo sin entender.

Denki le sonrió para luego volver a sumergirse en sí mismo.— Las flores también pueden ser sentimientos, mi sentimiento por ti, es como una flor.—comentó sereno, observando una margarita en su mano con cariño. La expresión que el rubio daba era de absoluto amor pero iba acompañado con una pizca de oscuridad, frunció el ceño ante el pensamiento.— Una sensación de cosquilleo que no tiene forma, es un buen sentimiento.

El rubio le regaló nuevamente otra sonrisa amplia al contrario, una sonrisa brillante.

Algo dentro de él se agitó de manera eufórica, y en un impulso tumbo de manera rápida a su novio quedando arriba de este, las hojas se esparcieron ante el movimiento y ambos se observaron mutuamente en aquella posición comprometedora.

—Siempre cuidare de ti, siempre estaré contigo.—Le susurró mientras una pequeña lágrima rozaba en su rostro, su mano se posó en su mejilla derecha, acariciándola suavemente y con un inmenso amor.

— ¿Qué quieres decirme...? ¡No entiendo!

Lágrimas se asomaron entre sus párpados, desesperadamente Shinshou intentó limpiar sus lágrimas caídas de la expresión serena del contrario, se sentía afligido, tenía el corazón desbocado en un sentimiento con tanta angustia que no sabía identificar al momento.

— Toshi... ¿Acaso estás soñando?

El pelimorado se levantó de forma agitada, con la respiración acelerada y sudando frío. Las lágrimas estaban esparcidas por su rostro, su pecho se apretó al recordar el sueño, el sentimiento que inundó su corazón en ese momento al darse cuenta de los sucesos pasados no pudo evitar llorar con más fuerza abrazándose a sí mismo en desconsuelo.

Sintió que todo se quebró, colocó una de sus manos cerca de su corazón en una forma exasperada de contener todas sus ganas de gritar y correr lejos de aquella realidad.

Él fue marcado para siempre al recrear en sueños cada recuerdo junto a él, cada uno de ellos consumiendo por completo lo poco que queda de él y recordando constantemente su dolor.

Un día de primavera.

Un día por la tarde.

Su razón de ser se fue de este mundo, convirtiéndose en una hermosa flor que estará siempre en los corazones que tanto amó.

Cuando escribí este os fue cuando recién estaba a nada de terminar Given y necesitaba descargar mis lágrimas en algo, en su momento fue con otra pareja pero decidi adaptarlo con este shipp tan lindo <3

Esperando que tu lectura haya sido agradable, ¡Nos leemos luego!