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O15: Disfraz Sexy

Pareja principal: Kirishima Eijiro x Katsuki Bakugo x Midoriya Izuku

Autora: NatsukiHaru

Día 15.

« Valor para conquistarte »

Veía a Kirishima Eijiro frente a él poniéndose aquel disfraz, un disfraz de sí mismo, más bien de su traje de héroe.

—Te queda ajustado, el mío no es así —comentó Midoriya Izuku mientras observaba a su novio intentando cerrar la cremallera del traje.

—La persona que me lo hizo lo ajustó demasiado —dijo Kirishima ya rindiéndose para acercarse a Izuku esperando que le ayudase.

El peliverde se levantó de la cama y ayudó a su novio a subir la cremallera de forma lenta dejando que sus dedos rozaran la piel de este mientras cerraba el disfraz.

Un escalofrío subió por la columna del pelirrojo ante el pequeño tacto, todavía no podía creer que el dulce y tierno Izuku fuera alguien así de coqueto y atrevido, pero esos seis meses de relación le habían mostrado ese lado del peliverde que para ser sincero le agradaba.

Se habían unido en un comienzo por un interés común, su amor por Bakugo Katsuki. Locamente los dos terminaron ayudándose y apoyándose en la estupidez de conseguir el afecto del rubio cenizo, pero a pesar de un año de esfuerzo ninguno de los dos había logrado conquistarlo, en cambio terminaron desarrollando sentimientos por el otro.

—¿Ya te quitarás esa camiseta? —preguntó Kirishima mientras se ponía los accesorios de su disfraz.

—Cuando tú termines, es que no me siento muy cómodo mostrando mi pecho al mundo.

Estaban en su último año de academia, pronto saldrían al mundo y serían héroes profesionales, es por ello que querían disfrutar al máximo ese último año de libertad antes de que las responsabilidades los consumieran.

—¡Yo ya estoy listo! —exclamó Kirishima caminando a la puerta de la habitación del peliverde.

—¡Espera! —gritó Izuku quitándose la camiseta que llevaba y acomodándose los engranajes de cartón y fomi que adornarían sus hombros.

Bajaron a la sala común donde muchos de sus compañeros solo se encontraban charlando o viendo televisión, algunos otros como ellos se preparaban para salir a celebrar la festividad.

—Son tan tiernos —dijo Mina al verlos—. Se disfrazaron del otro.

—¿Van a salir? —preguntó Kaminari casi remarcando lo obvio.

—Tenemos una cita —respondió Midoriya con un sonrojo en las mejillas resaltando sus pecas.

—¡Llegamos tarde! —gritó Kirishima viendo su celular, después de eso solo jaló a Izuku a la salida.

Casi corrieron todo el camino a la entrada de la academia, habían perdido demasiado tiempo vistiéndose, lograron llegar justo a tiempo.

—Ya me iba a devolver —dijo una ronca voz al lado de la puerta.

—Perdón Kacchan nos demoramos arreglándonos.

—¿En serio se disfrazaron del otro? —contestó Kacchan con burla, pero aun así se acercó a ellos rodeándolos mientras los veía de los pies a la cabeza.

—Bakugo tu disfraz de hombre lobo es genial —halagó Kirishima con una brillante sonrisa.

—Es obvio —dijo el rubio cenizo poniendo su mano en la espalda baja de cada uno haciéndolos sobresaltar.

Una cita, la pareja tenía una cita con quién fue su amor platónico, el cual aún amaban con locura. ¿Cómo sucedió eso? Kirishima todavía no lo podía creer, todo fue una locura sin sentido.

Todo comenzó una semana atrás cuando se encontraba en su habitación junto a Bakugo pasando el rato como era una costumbre entre los dos. Kirishima leía un manga sentado a la cabecera de su cama mientras que Katsuki estaba en el suelo viendo su celular. Las cosas eran completamente normales, nada fuera de lo común para ellos, al menos fue así hasta que el rubio cenizo abrió la boca.

—Me gustas, tengamos una cita el treinta y uno.

Esas fueron las sencillas palabras que hicieron que el cerebro de Kirishima se reiniciará. El pelirrojo vio a su amigo quien aún se encontraba viendo su celular.

"¿Qué fue lo que dijo?", pensó Eijiro completamente anonadado.

—¿Disculpa?

—Dije que tengamos una cita este Halloween —repitió el rubio viendo a su compañero—. ¿Acaso estás sordo?

—Sabes que tengo pareja, ¿cierto? —Kirishima se encontraba demasiado confundido, su cerebro estaba intentando procesar la situación tan rápido como le era posible antes de que su corazón estallara por lo rápido que iba.

—Deku también puede ir —respondió con tranquilidad el rubio.

"Solo era una salida de amigo. Kirishima eres un verdadero idiota", se recriminó el pelirrojo.

—Quieres una salida de amigos bro —dijo Eijiro recuperando el aliento que no sabía que había perdido—. Le diré a Izuku, de seguro estará encantado.

—¿Quién dijo algo de una salida de amigos? —cuestionó el rubio cenizo—. Pelo de mierda yo dije cita.

—Pero yo estoy saliendo con Izuku.

—Lo sé.

—Eso quiere decir que tengo pareja.

—Es evidente.

—Salir contigo es ser infiel.

—Dije que saldría con los dos.

Kirishima se quedó en la cama viendo fijamente el rostro tranquilo de Bakugo quien le miraba como esperando una respuesta. El pelirrojo no sabía qué hacer, no entendía nada, las palabras que le fueron dichas eran un revoltijo sin sentido en su mente.

Un chasquido de la lengua de Katsuki lo aterrizó de nuevo a la realidad, el rostro de su amigo tenía un profundo ceño fruncido.

—Sabía que este idiota no entendería. —Bakugo se levantó del suelo y tomó el brazo de Kirishima casi sacándolo de la cama a jalones—. Iremos con el cerebro de su relación.

Y así fue como Eijiro fue llevado arrastrando a la habitación de Izuku quien abrió la puerta sorprendido al escuchar semejantes golpes con los que tocaban. El peliverde no tuvo tiempo de reaccionar antes de ser empujado dentro por Bakugo quien cerró la puerta cuando todos estuvieron en la habitación.

—¿Tienen disfraz para este Halloween? —preguntó Katsuki.

—Si tenemos, Kacchan —respondió confundido el peliverde.

—Este treinta y uno a las siete de la noche ustedes tienen una cita conmigo, los espero en la puerta de la academia —dijo el rubio cenizo provocando que el pecoso abriera mucho los ojos—. No es una salida de amigo, es una cita romántica.

Sin darles tiempo de terminar de procesar las cosas, Bakugo se fue dejando al par de novios confundidos en la habitación.

Ahora que era el momento acordado para la cita, todavía les era difícil creer lo que estaba ocurriendo. Iban los tres en un taxi yendo a una fiesta de disfraces en la zona rosa de la ciudad, Bakugo se había hecho a la mitad de los dos poniendo uno de sus brazos sobre los hombros de Eijiro y tomando la mano de Izuku.

El rubio tenía una misión para esa noche, tenía que dejar muy clara sus intenciones a ambos hombres a su lado, pues era más que obvio que los dos aún luchaban con la verdad.

Los vio de reojo, Kirishima lucía realmente bien con la réplica del traje de héroe de Izuku, lo había ajustado hasta que se pegaba a él como una segunda piel dejando ver a la perfección su bien trabajado cuerpo. Mientras que Izuku no se quedaba atrás con el torso completamente descubierto permitiéndole admirar sus abdominales marcados y esa suave y blanca piel.

El dúo era demasiado atractivo y sexy, una pareja que encajaba a la perfección. Más de una vez había notado como algunas estudiantes volteaban a mirarlos casi chorreando baba cuando los veían pasar.

Aunque el que estuvieran juntos en un comienzo fue una patada en la entrepierna para Katsuki. Cuando se enteró de que ambos estaban saliendo algo en el rubio se quebró, se había demorado demasiado en decidirse por uno de los dos y ese error hizo que perdiera la oportunidad con ambos, eso creyó hasta hace casi quince días cuando les contó a sus padres el motivo de su desánimo en los últimos meses.

—Hazte novio de los dos y listo. —Había dicho su madre de forma despreocupada—. Era más que obvio que Izuku-kun y Kirishima-kun gustaban de ti.

Aquello fue una revelación enorme para Bakugo, pero con ella surgieron varias dudas que lo detuvieron de seguir el consejo de su madre, al menos fue así hasta que una tarde escuchó a Mina hablar de una serie romántica que veía con el resto de las chicas de la clase 3A.

—El chico fue un cobarde —comentó Ashido—. Al menos hubiera intentado decirle, si ella le hubiera dicho que no es otro cuento, pero, ¿asumir todo por su cuenta? Eso es de cobardes.

Él estaba asumiendo cosas, realmente no sabía si iba a ser rechazado y si no preguntaba con claridad se llevaría la maldita duda a la tumba y no quería eso, prefería ser rechazado que vivir en la incertidumbre. ¡Él no era un cobarde!

Es por ello que consiguió las entradas a la fiesta de disfraces y compró un disfraz, luego solo soltó la invitación antes de que las dudas lo atacarán de nuevo, es debido a eso que en ese momento disfrutaba del calor de ambos a su lado.

Al llegar al lugar de la fiesta se toparon con una enorme fila, la pareja de novios se dispuso a caminar hacia el otro andén, pero fueron detenidos por el rubio.

—Escúchenme bien porque no repetiré lo que les diré —sentenció Katsuki obteniendo la atención de ambos chicos—. Me gustan los dos, quiero ser su novio.

—Si quiero —dijeron Eijiro e Izuku al unísono antes de mirarse entre ambos—. Piedra, papel o tijera.

Jugaron de inmediato como solían hacerlo hace algunos meses para ver quién sería el siguiente en hacer un movimiento para conquistar a Katsuki. Ganó Izuku, tijera contra papel.

Bakugo los veía sin entender, entonces un sonrojado Midoriya se arrimó a él y poniéndose de puntillas le besó. Un beso lento y dulce con sabor a pasta de dientes.

En algún punto Katsuki había cerrado los ojos disfrutando de la delicada sensación hasta que esta se volvió intensa y salvaje. Fuertes brazos le tomaron de la cintura apretándolo contra un firmé cuerpo haciéndolo suspirar de gusto. Al abrir los ojos no vio el verde de los de Deku sino el rojo de los de Kirishima.

Los dos se las habían arreglado para quedarse con su primer beso al mismo tiempo. Sin poder contenerse sus mejillas se tornaron de un fuerte color rosa y sus ojos se posaron en ambos hombres que no podían ser más provocativos con sus discretos, pero reveladores disfraces.

—¡Mierda! ¿Tenían que verse tan putamente sexis hoy? —preguntó Bakugo tapándose el rostro.

—Por supuesto Kacchan —dijo Izuku.

—Teníamos que conquistarte bro —aclaró Kirishima tomando al rubio por la cintura.

Bakugo le ofreció una mano al peliverde quien la tomó sin dudarlo y caminaron juntos a la enorme fila para entrar a la gran discoteca donde se celebraría la fiesta de disfraces. Los tres se sentían casi eufóricos al obtener lo que tanto habían querido.

Si tan solo hubieran sabido antes que las cosas podían ser así de fáciles.


Hola, soy Natsuki, pensaba hacer algo más fuerte, pero al final no me quería ir por lo obvio con este tema, espero que les gustara como lo resolví.

Bueno dejaré descansar a mi pobre garganta, gracias por leer.

¡Lo logré! (≧▽≦)

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