O13: Cabaret
Pareja principal: Idk. No me pregunten, si no me muevo no me ven ugu
Autora: -YESYESCHAN
Día 13.
« Al estilo del Viejo Oeste »
El sol ardiente del desierto aglomeraba el candente calor y la arena caliente entre millas entre arena seca y brisa fresca, a altas temperaturas era difícil mantenerse bajo la silueta del sol sin sentirse hostigado por el mismo.
Una pequeña carreta que era llevada por dos grande e imponentes caballos cafés pasaban entre el amplio desierto del Oeste, siendo guiada por un hombre de hebras bicolores y rostro apático. El sudor recorrió su mejilla pálida y al sentirla pasar por su clavícula la limpio inmediatamente con su manga izquierda sin soltar las riendas de los caballos, a su derecha se encontraba otra figura masculina recostada mientras que sus pies estaban apoyados de la madera de la carreta y brazos al estómago, al mismo tiempo que un sombrero negro lo cubría de la intensa luz del sol de aquel día, descansaba tranquilamente hasta que una de las ruedas de la carreta dio con una roca, ocasionando un movimiento brusco en la misma y sobresaltando al hombre, que al levantarse consigo cayó el sombrero haciéndose ver las hebras rubias cenizas pertenecientes del recién levantado.
El bicolor rodó los ojos al escuchar un gruñido de su acompañante.
— Maldita sea...
— ¿Terminaste?.— preguntó Shoto sin voltear a ver al contrario.
Katsuki desvió su mirada hacia el heterocromatico, para así chasquear la lengua y nuevamente fijar su mirada rubí hacia el frente.
Ambos se mantuvieron por varios minutos más en un silencio de relativa normalidad, hasta que un extraño sonido de la carga comenzó a molestar.
— ¡Deku, bastardo! ¡Manten tu culo quieto!.— exclamó volteando a ver hacia atrás con molestia.— Rompes algo, y juro que lo lamentaras.
Otro silencio apareció por unos segundos, hasta que nuevamente se escucharon algunas cosas moverse y luego las sábanas -que eran utilizadas como cortinas.- que separaban a ambos hombres de la carga fue levemente abierta, haciéndose paso a la vista de ambos una hebras verdosas alborotas y Katsuki gruñó nuevamente con molestia.
— ¡No es justo, Kacchan! ¡Yo quería estar adelante!
— ¡Te aguantas, idiota! ¿¡Dime de quién fue la puta idea de ir a Musutafu en plena hora laboral!?
Izuku hizo un mohín infantil, sus orbes verdosas se desviaron de la siluta rabiosa de su amigo de la infancia hacia su amigo bicolor.— Todoroki, ¿Cuánto falta para llegar al pueblo?
— ¡No me ignores maldito Deku!
Todoroki ignoro por una breves segundos el intercambio de sus acompañantes para así alzar su mirada hacia el sol, sobre su rostro y con su mano derecha intento medir la posición del sol hasta bajar la misma hacía el horizonte, a su alrededor había solo arena, rocas y uno que otro cactus o maleza que cubría las extensas montañas que residían en el amplio páramo.
— Quizás llegamos en unas horas más, aunque debemos de descansar un momento.— Shoto se inclino verificando el estado de los caballos, quienes estuvieron todo un día entero en marcha sin descanso.
Izuku asintió energético, para luego tomar entre sus manos unas bolsas de tela con agua y pasárselas al rubio ceniza quien la tomo sin dudarlo.
— Oh, podríamos parar cerca de los vecinos.
— ¿Tenemos vecinos en el desierto?— preguntó Katsuki alzando la ceja intrigado.
— Los Kobayashi, se mudaron hace poco cerca de esas montañas Kacchan.— el peliverde señalo hacia su izquierda.— O... ¿Acaso no escuchaste a Toshinori cuando nos explicó de los límites pactados entre ellos y nuestros dominios?
— No empieces hijo de papi.— El rubio ceniza ignoro la mueca del peliverde para así centrarse en el camino.— No es una buena idea, podemos ser victimas de los bandidos e incluso nos podríamos topar con algunos indios.
— Sólo será un rato, quiero conocerlos.
— No.
— Todoroki, ¿Podemos? — Izuku volteo a mirar al bicolor, buscando su apoyo.
— Bueno... Pensándolo bien, así los caballos tendrán la oportunidad de beber un poco de agua.
Todoroki detuvo por un momento la carreta, y así tanto el peliverde como el bicolor observaron al rubio ceniza esperando respuesta de su parte porque de igual forma, la decisión ya estaba tomada siendo dos contra uno.
— Tks. Y todo por unos estúpidos zapatos, hagan lo que quieran.
Y con la afirmación del contrario, Todoroki retomo el camino, pero, con la pequeña diferencia del cambio de ruta.
No tenían idea de lo que les esperaba apenas entraran al terreno de los Kobayashi.
.
.
.
— ¡Malditos hijos de p*ta!
— ¡Kacchan, ese vocabulario!
— ¡Jódanse!
El rubio ceniza se bajo de la carreta a un paso veloz, al mismo tiempo que insultaba a todo ser vivo que tuviera la desgracia de cruzarse en su camino. Izuku suspiro mientras que Todoroki se encogía de hombros desinteresado, se aseguro de tener su transporte bien amarrado al igual que los caballos en buenas condiciones y se aproximo al peliverde, quien estaba bajando del mismo.
— Lo siento Todoroki, todo es mi culpa.
El bicolor negó sutilmente.— Es culpa de los dos.
— Uhum... Ahora debemos de buscar al señor Kobayashi si queremos nuestras armas de vuelta.— se lamento el pecoso.— No creí que la señora Kobayashi fuese tan agresiva.
— ¿Qué esperabas? Estamos en medio de la nada, es normal que quiera protegerse de los extraños.
— Aún así, ¿Era necesario apuntarnos con una escopeta mientras lo hacía?...
La música y el bullicio interrumpió la plática de ambos hombres, quienes ya estaban ingresando al establecimiento de entretenimiento que en el pueblo había siendo esto una maravilla al visualizar un grupo de chicas haciendo un numero con unos elegantes vestidos de color rojo con blanco, y unos sombreros pequeños en sus cabezas siendo estos adornados con unas plumas blancas y negras respectivamente.
El peliverde siendo seguido del bicolor, ambos caminaron entre el gentío hasta acercarse a la barra, encontrando a un costado de ella una mesa con tres sillas y en una de ellas se encontraba el rubio ceniza quien estaba disfrutando de la velada con una de las bailarinas de hace un momento entre sus muslos, todo mientras bebía una botella de cerveza.
Izuku nuevamente suspiro, y Shoto decidió unirse con una nueva bebida.
Se acercaron para así de igual manera disfrutar del ambiente, todo hasta que las puertas del lugar fueron abiertas abruptamente llamando la atención de todos los presentes. El nuevo visitante sin importarle las nuevas miradas que ganaba camino con paso seguro hasta la cantina del sitio y de un manotazo aparto al sujeto que se encontraba allí sentado en la barra con una botella, se la arrebato para así ingerir la misma como si estuviese sediento hasta alzarla por encima de su cabeza al mismo tiempo que se tambaleaba.
Al terminar, sus labios soltaron un sonido de satisfacción para luego con su antebrazo limpiarse el líquido derramado en su barbilla con agresividad.
— ¿Acaso no le han enseñado que mirar a alguien fijamente es de mala educación?.— comentó el hombre con una sonrisa divertida, otro sorbo a su botella y continuo.— para los curiosos de este lugar, ¡Soy Kirishima Eijiro! Y vengo a quitarme el olor de vacas, claro sin olvidarme de la diversión.
Katsuki trato de contener su risa, acercando a la castaña hacia el, y ocultando su rostro entre su cuello y hombro.
El pelirrojo quizás lo escucho, pero disimulo sin borrar su sonrisa para después acercarse a su acompañante, el mismo que estaba sentado en la barra pidiendo una nueva botella.— Y este de aquí es mi hermano, Denki Kaminari.
El rubio hizo un vago saludo con una mano, para luego dirigir su atención al barman en busca de su bebida, el chico parecía demacrado y somnoliento.
— Y para quitarme esta mala peste, necesito divertirme, necesito pelear.— ahora Shoto no pudo evitar soltar una pequeña risa, ocultándola con su sombrero.— ¿Quién de ustedes vaqueros será el afortunado que pruebe de mi puño? No se alarmen, es mi forma de ser amistoso.
Ahora tanto el rubio ceniza como el bicolor se rieron mientras tanto Izuku miraba con pánico al pelirrojo, el mismo que se acercaba hacia su mesa.
— ¿Acaso dije algo gracioso?.— Pregunto el pelirrojo sin borrar su sonrisa, pero Izuku sabía que sus ojos rojos no lo hacían.
— Para nada compañero, ignora nuestra existencia.— respondió con burla Katsuki, quizás insinuándose y retando al contrario con la mirada.
Era una completa contradicción, porque su mirada y expresión no concordaba con sus palabras.
Una nueva expresión surcó en el rostro de Kirishima, más divertido que nunca.— ¡Pueden venir de a dos, y para darles una oportunidad los enfrentare con una mano!
— ¿Escuchaste? Dijo de dos.— ahora el bicolor murmuro hacía el rubio ceniza, quien negó.
— Ah no, estoy muy ocupado con esta belleza.— Katsuki desvió la mirada hacia la castaña con una sonrisa coqueta, y ella simplemente soltó una pequeña risa igualmente coqueta al mismo tiempo que recibía sin queja alguna las caricias del mismo en sus facciones femeninas.
Kirishima se acercó hacia Shoto, y lo abrazo de hombros.— Parecen ser unos vaqueros muy valientes, después de todo venir aquí sin armas, ¿Son pacifistas?.— preguntó curioso.
Por alguna razón Shoto lo tomó como un insulto, porque frunció el ceño y su expresión apática apareció de inmediato.— Espera un momento, nosotros veníamos con nuestras armas tranquilamente.— se levantó deshaciéndose del brazo del contrario debido a su pequeño impulso.— ¡No me sostengas Izuku!
El nombrado ladeo la cabeza confundido, él nunca lo tocó ni hablo, quizás si se mantiene quieto seguirá siendo ignorado.
— ¿Entonces, qué paso?.— Kirishima preguntó nuevamente.
— Nos emboscaron de camino al pueblo, y nos quitaron todas nuestras armas...— mientras más Shoto hablaba, su voz iba apagándose hasta finalizar.
Tanto el pelirrojo como el bicolor se observaron por unos segundos hasta soltar una carcajada continua, y nuevamente el pelirrojo atrapo en un amistoso abrazo de hombros a Shoto para así sonreír con genuina amabilidad hacia los tres.
— Es comprensible, incluso por estos lugares son capaces de robarles los mismos pantalones. ¿Quién fue el desgraciado que los emboscó?
Ahora era el turno de Katsuki de soltar una risa irónica.— Una pequeña anciana, de este tamaño.— respondió mientras que con su mano indicaba la estatura de la mujer de avanzada edad.
Kirishima soltó a Shoto sin dejar de reírse siendo seguido de Katsuki, para así posicionarse en frente de él, la castaña al darse cuenta de la situación se aparto del rubio ceniza dejándolo expuesto y el mismo no dejaba de reírse mientras observaba la mirada del contrario encima suyo.
— ¿Una anciana?.— continuo riendo.
Sin borrar su expresión arrogante y sin dudarlo respondió.— Por supuesto.
— ¿Acaso me quieren tomar de estúpido?
— No lo sé, tú dime.
Un nuevo silencio se instalo en el ambiente, y por alguna extraña razón, la sonrisa del pelirrojo brillo más que nunca en aquel momento.
— Yo te elijo. ¡Serás mi nuevo amigo!
— ¿Qué?
Katsuki no pudo prever el gancho que fue dirigido como un golpe directo a su rostro, ante el impacto fuerte del mismo hizo que el rubio ceniza se fuera de espaldas y cayera al suelo en un sonido en seco. Luego todo en el establecimiento se descontrolo, se desato otra de las cotidianas contiendas que se armaban en el lugar mientras que Katsuki intentaba volver en sí luego del shock fue sostenido del cuello y levantado en un fuerte tirón, cuando iba a orientarse otro golpe lo recibió al momento.
Las mesas de madera se rompían, y algunos clientes del sitio rodearon a ambos hombres alentando el espectáculo.
Fue el turno de Katsuki, le devolvió el golpe al pelirrojo mientras que la castaña que estaba con él hace rato se montaba encima del pelirrojo apoyando al rubio ceniza.
— ¡Eso, Kacchan! ¡Golpealo fuerte! ¡Dale con la silla!.— exclamo Izuku a un costado alentando al rubio ceniza con mucho fervor, pero se detuvo al sentir un toque en la espalda y al voltear le propinaron un golpe que lo tumbo al suelo.
Regresando a la pelea inicial, continuaron golpeándose hasta que la golpiza que le daba Katsuki al pelirrojo dejaba de inmutarlo con el pasar del tiempo, acostumbrándose al puño del rubio ceniza, luego a Kirishima le devolvió con el doble de fuerza nuevamente.
¿Shoto? Estaba bajo una de las mesas que aún no habían sido tocadas, escondiéndose con una botella de ron y bebiéndola disfrutando del ambiente.
¿Qué sucedió luego del golpe brutal de Kirishima hacia Katsuki? Bueno, el ruido de la ventana romperse será suficiente respuesta porque Katsuki fue lanzado con tanta fuerza que atravesó la misma, y al hacerlo derrumbo a un vaquero cualquiera que se encontraba afuera del establecimiento estando en el lugar y momento equivocado.
Katsuki se limpio su labio inferior que estaba cubierta de su propia sangre, para luego dirigirse al sujeto a su costado.— Lo siento, Bob. Te pagaré una bebida por el golpe.
— Katsuki.
— ¿Qué mierda qui-?
Otro golpe, y regreso nuevamente dentro del local.
Katsuki cayó encima de un envase en el suelo, escupió fastidiado, luego de darse unos segundos fue sostenido nuevamente por el pelirrojo para así iniciar una nueva serie de golpizas entre sí. Mientras tanto, Izuku se encontraba en las mismas al otro lado del local.
— ¡Kacchan, Kacchan! ¡Mírame!
El pecoso iba a devolverle un gran golpe a su contrincante, pero este la esquivo y le golpeo de regreso tumbando al peliverde haciendo que en medio de la distracción Katsuki se carcajeara en respuesta.
— Ya te vi, nerd, patético.
— ¡Bien, Izuku!.— alentó Shoto, pero ante el entusiasmo de animar a su compañero chocó su cabeza contra la mesa.
Continuaron, Izuku se levantó y tomó al hombre del cuello dispuesto a devolverlo pero el contrario lo detuvo en un gesto vago.
— Espera.
El hombre sin bajar su mano, se extendió a tomar con su mano izquierda una de las botella de la mesa y se aparto cansado para luego irse con desgano, sin dejar de beber su botella en silencio.
— Kacchan, gane...— musitó Izuku perplejo, sin poder creerse el hecho.
— ¿Enserio? No me digas.— contestó Katsuki en el suelo sosteniendo el cuello del pelirrojo mientras que este forcejaba contra la llave que el rubio ceniza le hacía.
— Ya estoy cansado, ¿Te animas una ronda de bebidas, amigo?
Katsuki se detuvo con el ceño fruncido.— ¿Tu pagarás?
— ¡Claro!
— Mueve tu trasero entonces, pelo de mierda.
Katsuki y Kirishima se levantaron del suelo apoyándose del contrario sobre el hombro, al estar de pie se acercaron al peliverde y al bicolor para luego aproximarse a la barra.
Quién diría que conseguir nuevas amistades sería tan emocionante, bueno, después de todo es al estilo del viejo Oeste.
Me da paja editarlo, así que tomen su tomate- No tengo mucho que decir al respecto, el fin de semana vi una serie de vaqueros con mi familia y esto nació xd
Esperando que la lectura te haya sido entretenida, deja tu hermosa presencia en un voto y ¡comenta para que sea feliz! nos leemos en los próximos apartados, bai
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro