Día 8 Retiro
Universo sin quirk, maltrato, homofobia y abandono.
Izuku siempre fue un niño bueno.
Lo primero que hace izuku al despertar es ir al baño y darse un baño con agua tibia, se pone su uniforme y baja a desayunar. Después de desayunar lava sus platos y se va a cepillar los dientes. Se pone sus zapatos y toma su mochila para bajar corriendo con sus pequeños pies al primer piso, su madre le da su lonchera y se despide con un beso en su mejilla. Antes de salir nota que está lloviendo así que toma su paraguas rojo y dos bolsas reciclables rotas y sale de la casa. Se envuelve los zapatos con las bolsas y emprende camino a la escuela. Puede notar como varios niños se burlan de pies envueltos en bolsas, no le importa, sus pies no son los que se van a llenar de lodo.
Intentaba participar en clase lo más que podía, se portaba bien con los maestros y era responsable. Era el típico niño con el que los padres comparan a sus hijos nunca faltaba un ''¿por qué no eres como izuku? mira lo limpio que esta siempre'' ''Deberías ser como izuku, el es tan estudioso'' ''se como izuku, el ayuda a sus padres en casa'' estaba acostumbrado a que muchos lo odiaran por eso.
La hora de salida llego, izuku salió del salón que decía en un letrero ''clase 1 a'' y con solo 6 años izuku emprendió camino a su casa completamente solo a las 5pm.
Cuando llegaba de la escuela se limpiaba los zapatos en el tapete y los dejaba aún lado de la entrada junto con sus calcetas para no ensuciar el piso y no darle mas trabajo a su madre. ¿Por qué se quitaba las calcetas? Para no ensuciarlas y que su madre tuviera que lavar su ropa antes de lo usual. Cuando llovía guardaba las bolsas reutilizables rotas en una esquina bajo sus zapatos.
Después de dejar sus zapatos en la entrada, izuku iba a la sala y le daba un beso a su madre en la mejilla. Después sube a su habitación y se viste con ropa casual y baja al segundo piso para dejar su uniforme encima de la lavadora para que su madre lo lave. Come lo que sea que su madre le sirva y agradece la comida, aunque esta no le haya gustado se la acaba toda, con ayuda de un banquito alcanza a lavar sus platos.
Después de poner todo en su lugar sube al segundo piso y se encierra en su habitación para hacer todo lo que le encargaron en la escuela, prepara su escritorio para comenzar.
Se encarga de hacer todo lo más perfecto que pueda y hacer sentir a sus padres orgullosos. Después estudia todas las materias cada una unos 30 minutos, al finalizar había estudiado al menos 4 horas.
Después se encargaba de organizar toda su mochila a la perfección para no olvidar nada. Se encargaba de ir a la secadora por su uniforme y llevarlo con su madre para que lo planchara, aunque aveces el mismo lo hacia, mientras ella lo hacia el iba a la sala y colocaba los platos y cubiertos en la mesa para cenar.
Los días que su padre se encontraba en casa le ayudaba a organizar sus cosas del trabajo, su padre siempre llegaba muy cansado del trabajo y aun así siempre estaba dispuesto a ayudar con lo que sea y pasar tiempo con el y su madre. Es lo menos que podía hacer por su padre, eso es lo que pensaba izuku. Después se sentaban a cenar, al terminar izuku levantaba sus cubiertos y los lavaba y colocaba en su lugar. Al terminar iba por su uniforme planchado y lo colocaba con cuidado en una silla junto a su cama, lustraba sus zapatos y tomaba sus vitaminas. Se daba un baño y se cepillaba los dientes, se colocaba el piyama y tiraba la ropa sucia al sesto después se lleva el cesto con mucha ropa del baño, se lo lleva al primer piso y lo deja junto a la lavadora.
Se acuesta en su cama y duerme tranquilo.
Al día siguiente es la misma rutina.
Con el paso del tiempo izuku intentaba ser mejor.
Vestía de traje y con zapatos bien lustrados, peinaba su cabello lo menos rebelde que podía, ya no eran solo 4 horas de estudio. Ahora se la pasaba casi 10 horas estudiando, limpiaba parte de la casa y hablaba de forma formal con todos, jamás decía malas palabras y daba clases extra a niños del vecindario. Todo esto a la corta edad de 14 años.
¿Ver videos en el celular? Izuku no sabia que era eso, solo lo usaba para emergencias.
¿Ver television? Casi nunca lo hacia, lo ha hecho 5 veces como maximo en ese año.
Sus padres le decían lo orgullosos que estaban de el, los padres de sus compañeros lo adoraban y los jefes de sus padres lo respetaban.
Izuku era el hijo perfecto.
El estudiante perfecto.
Eso hasta que cumplió 16 años.
En esos momentos donde las hormonas se alborotan y las típicas preguntas comienzan ''¿izuku tienes novia?'' ''¿izuku tienes a alguien que te guste?''
El no sabia que responder.
Con el tiempo se dio cuenta de algo que cambiaria su vida para siempre.
Cuando fue a la escuela le pidió amablemente a su compañero de clases que le mostrara lo que leía. El joven mucho mas bajito que el le mostró con una sonrisa su revista, en ella se veían a mujeres posando, algunas con vestidos, otras con trajes de baño y otras e ropa interior. Izuku vio como sus compañeros se emocionaban y sonrojaban al ver tales fotos.
El no sentía nada.
En otra ocasión vio a sus compañeras ver una revista mientras reían y susurraban entre ellas.
Cuando les pregunto si podía ver, le mostraron el contenido de la revista. En ella se veían a chicos músculos en traje de baño y en pantalones sin camisa. Todas rieron nerviosas y se fueron a otro lado.
Izuku se quedo analizando lo que había pasado. Se pregunto por qué todos en la clase estaban interesados en ver al sexo opuesto en poca ropa, ¿era divertido? ¿todo el mundo ve esta clase de cosas? Habían muchas preguntas en su cabeza, pero las que más le importaban eran dos.
La primera era:
¿Por qué ver a las chicas no le emocionaba como a sus compañeros?
Y la segunda era:
¿Por qué su corazón latió con fuerza y velocidad al ver las imágenes de los chicos?
Izuku no tenía idea de lo que le estaba pasando.
Decidió investigar sobre el tema.
Sonara ridículo, pero lo busco en Google.
Izuku no tenía muchos amigos.
Oh tal vez no tenía ninguno.
No sabia si su compañera Uraraka contaba como amiga, se sentaban juntos a la hora del almuerzo pero casi no hablaban.
Además, Uraraka era un chica, y el un chico, necesitaba ayuda de un chico.
Pronto pensó en su amigo Tenya Iida, el si era su amigo el mismo se llamaba así mismo su amigo.
Estaba decidido le preguntaría.
Después de su búsqueda claro.
Puso en el buscador:
''¿Qué significa cuando eres hombre y tu corazón late fuerte al ver otro hombre?''
Al principio lo que apareció fueron anuncios sobre como detectar enfermedades cardiacas, ignoro todo hasta que llego aun titulo que le llamo la atención.
''¿Cómo saber que eres Gay?''
¿Qué era ser gay?
No lo sabia así que entro a la pagina y le apareció un test.
''Ser gay es cuando un hombre o una mujer se siente atraído por los de su mismo sexo. El termino gay es usado cuando se trata de un hombre con atracción a otro hombre, pero en otros lugares lo usan para referirse también a la mujer''
Comprendió lo que la descripción decía, no le tomo mucha importancia y siguió con el test, no importaba ¿cierto?.
Al terminar el test una imagen con una bandera en colores celestes, azules y blancos apareció junto con las palabras
''Lo eres''
Izuku quedo anonado con la bandera, no sabia que esa clase de bandera existía, había estudiado mucho de geografía y jamás la vio.
Busco entonces ''la comunidad LGBTQ plus'' como decía en el test y le aparecieron múltiples banderas de colores.
Izuku quedo maravillado con tanto color y alegría.
Miro fotos de muchas parejas y solo sintió mas emoción, el quería lucir así de feliz.
Investigo todo lo que pudo, desde los orígenes de las banderas, historias de posibles amantes en la historia, y fotografías, series y películas con esa temática. Izuku estaba encantado por como seria su vida de ahora en adelante.
Y por fin entendio por que cuando era niño le llamaba mas la atencion su compañero de clases que la niña mas bonita del salon.
Encontró un grupo en Facebook donde había solo gente de la comunidad y platicaban entre ellos.
Rápido escribió un mensaje:
''Hola :D soy izuku, tengo 17, soy de tokio Japón y creo que soy Gay, aún lo estoy descubriendo''
Fue su primer mensaje, de repente le llego una respuesta:
''Hola izuku soy Nate, tengo 19 y soy de la ciudad de Nueva York, completamente seguro de ser bisexual y bienvenido al grupo''
''Hola Izuku soy Calie, tengo 16 años, lesbiana y soy de Brazil''
''Bienvenido izuku, soy Omar tengo 14, asexual y soy de chile''
''Hola a todos, también es mi primer día. Soy Marz, tengo 15 años, transexual y soy de México''
''Bienvenida :D''.
Y mas y mas personas contestaron, había de todo tipo de gente con diferentes razas y culturas.
Fue la respuesta de izuku, estaba feliz por sus nuevos amigos y amigas.
Hicieron videollamada y a izuku casi le da un paro cardiaco a ver a Nate, su rostro se sonrojo cual fresita y estubo timido y un poco callado cuando Nate le hablaba.
Era un chico muy apuesto.
Fue una llamada muy divertida, todos hablaron de sus gustos y sexualidades y se presentaron, izuku se puso muy feliz.
Cuando Nate hablaba su corazon latia fuerte, era una persona tan interesante, tanto que termino pidiendole su número privado para hablar más seguido.
Y después de tres meses hablando por videollamadas con Nate, se dió cuenta de una realidad que estaba evitando.
Se había enamorado de Nate.
Intento mantenerlo en secreto un poco más.
Nate le conto de los eventos que hacían en Nueva York para la comunidad LGBTQ+.
Izuku quedo encantado.
Lastimosamente nadie le mostro la parte oscura que le tocaría vivir.
Decidió contarle a su madre.
Quería hacerla sentir mas orgullosa.
Su hijo pertenecía a algo tan hermoso.
Cuando se lo conto su sonrisa desapareció y fue cambiada por una de furia.
-¿Por qué dices eso izuku?
Izuku les conto de su investigación, como descubrió que jamás se sintió atraído por mujeres y su interés especial en los chicos de su clase y los de las revistas. Le explico sobre Nate, sus mejillas se ruborizaron al hablar de el. Explico todo con calma y una sonrisa en su rostro.
-¿Y estas feliz de pecar de esa manera?- fue lo que dijo su madre.
Izuku no entendió que sucedía.
Después de unos días su madre entro por la puerta de su habitación, detrás de ella estaba su padre.
-No te preocupes izuku, te curaremos te lo prometo- y le sonrió con lágrimas en los ojos. Su padre le miro con lastima.
-Haz tus maletas izuku, iremos de paseo.
Asintió y se levantó sacando una maleta y un bolso circular deportista. Saco ropa de los cajones, sus trajes iban en la maleta junto con sus tenis y zapatos de traje. Coloco varias libretas bajo los tenis, aparte de llevar lo que necesita se ahorra espacio y no ensucia sus trajes. Su madre le sugirió llevar cosas para decorar, pues se quedarían mucho tiempo en una casa. Hecho todas sus plumas de colores y sus lápices y colores profesionales, por que si, izuku dibujaba. Llevo en su estuche especial todas sus pinturas y pinceles, los coloco con cuidado en su maleta y en el muy enorme espacio sobrante acomodo varios lienzos grandes, pequeños y medianos.
Y en su bolso deportivo puso toda su ropa interior, piyamas y ropa para estar en casa, sus productos para la higiene personal como shampoo, acondicionador, crema para el cabello, jabón, pasta, hilo dental y cepillo de dientes y para el cabello iban en su maleta. Su madre al ver todo le dijo que tal vez no seria suficiente. Tomo su gran mochila amarilla y hecho ropa casual, tenis, sandalias y ropa de invierno hasta que la mochila se llenó.
-Listo- le dijo a su padre.
Los tres subieron al auto, izuku no noto que las únicas maletas en el auto eran las de el.
Izuku miro por la ventana como los carros pasaban a su lado, como los árboles se sacudían en el aire y como el aire le pegaba en el pecoso rostro.
Luego de unas horas se detuvieron en lo que parecía ser su destino. Izuku despertó medio adormilado y contemplo el lugar.
Unas pequeñas cabañitas de madera en medio de un frondoso y hermoso bosque, estaban alejados de la carretera y parecía ser bastante oscuro en la noche, pues la única fuente de luz era la del sol que iluminaba el lugar como si de un reflector se tratara, ya que los pinos eran tan altos y frondosos que solo había un círculo donde no había ningún pino ni árbol, solo las cabañas y el césped estaban ahí, que formaban también un círculo.
A izuku le pareció muy bonito.
Se estacionaron y bajaron del auto, una mujer bajita los recibió.
-Buenas tardes, mi nombre es Nana- Volteo a ver a izuku esté solo saludo un poco tímido- ¿Es el?- pregunto.
Su madre asintió con una sonrisa.
-Bien ¿Cuál es tu nombre jovencito? - le tomo la mano y comenzó a guiarlo mientras sus padres sacaban sus cosas.
-Izuku Midoriya-respondió un poco extrañado con la actitud de la mujer.
-¿Sabes por que estas aquí?
-Mmmm supongo que por las vacaciones- respondió.
-No izuku, estamos aquí para sacar ese demonio interior que tienes.
-Yo no tengo ningún demonio- estaba muy confundido.
-Oh cariño no te preocupes sacaremos ese demonio.
Izuku solo se dejo guiar por la mujer sin saber que hacer.
Al final izuku supo lo que era ese lugar.
Un retiro religioso para los Gay que querían volver a ser ''normales''
Lo llevaron a su cabaña y lo dejaron instalarse, sus padres simplemente se fueron y lo dejaron ahí, le dieron una lista de tareas que iban desde ir a orar por 4 horas a la iglesia hasta comer solo pan y agua. Izuku quería llorar, no sabia por que sus padres lo habían abandonado en ese lugar.
Al cabo de unas horas lo llamaron, le dieron indicaciones de ir a un lugar, le dijeron que era una de las actividades del lugar.
Fue al pequeño cuarto, estuvo esperando un rato hasta que la mujer y un hombre grande y alto entro después de ella.
-Dime izuku ¿Te gustan los chicos?
Izuku asintió sin saber que pasaba.
-De acuerdo- la mujer le sonrió antes de salir por la puerta del lugar- Comienza- le ordeno al hombre y cerro la puerta con fuerza, pudo escuchar como ponía los candados y lo dejaba encerrado con el hombre.
El hombre alto y robusto se acercó a el, izuku daba dos pasos atrás por cada uno que el hombre se acercaba. Pronto lo jalo del brazo y lo recostó en el suelo, trato de forcejear lo más que pudo, quiso alejarse, pero el hombre era mas fuerte. No supo de donde saco el látigo dejándolo en el piso, le quito la camisa y la enredo en su boca, callándolo, silenciándolo. Trato de gritar con todas sus fuerzas, pero salían gemidos de dolor cada que esa áspera cuerda volviera a su lechosa y suave piel, marcándola. No supo cuanto tiempo tardo en desmayarse, pensándolo bien si lo sabía, fue cuando el hombre le bajo los pantalones y comenzó a golpear su espalda baja para después seguir con sus manos y brazos.
Izuku estaba aterrado.
Lo dejaron volver a su cabaña después de tres horas continuas de sufrimiento.
Volvió a su cuarto cojeando y cansado.
Se recostó en su cama y comenzó a llorar.
¿Por qué sus padres le hacían esto?
Tomó su celular y le escribio a Nate.
Le explico todo lo que había pasado, el se preocupo mucho por el y se disculpo por lo que le había pasado.
Unas horas después la mujer le inspecciono el celular y lo rompio contra el suelo pisandolo varias veces.
Ya no había salida.
Un mes después de orar en la improvisada iglesia se fue a pasear por los alrededores, vio una pequeña casa azul marino con tejado de madera roja y un jardín de rosas alrededor, una reja separaba la casa de las cabañas.
Se acerco y sus manos se aferraron temblorosas a la reja, observo como un chico rubio salía de la casa con una camisa a cuadros y unos pantalones sencillos. Izuku no pudo evitar sonrojarse, era tan guapo, incluso mucho más que Nate. Intento llamarle, pero este no le contesto, grito de nuevo y el chico volteo a verlo confundido. Izuku se maravillo con esos hermosos ojos rojos. Le hizo señas para acercarlo, el rubio con una ceja alzada se encamino hasta a él.
-Mmmm ¿Hola?- el rubio del otro lado de la cerca se miraba extrañado- ¿Quién eres?
-Izu...Izuku- murmuro lo mejor que pudo, desde el día anterior no podía dejar de tartamudear.
-Hola izuku, yo soy katsuki.
-Ka.....kacc....kacchan.
El rubio lo vio con tristeza.
-Por ahora kacchan esta bien
El rubio miro detrás de el y lo miro con lastima.
-Oh ¿tu vienes al retiro religioso verdad?- Lo miro de arriba abajo- ¿Qué edad tienes?
-17- susurro.
-No vas ahí por que quieres ¿verdad?
Negó con la cabeza.
-Me lo imaginaba, la mayoría de chicos que vienen a este lugar no lo hacen por que quieren. Es un lugar horrible he visto como muchos apenas pueden hablar al salir ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-Un....un...mes...- su mirada se movió del chico a la cerca notando las hojas de biblia pegadas a la cerca- ¿Por...que la cer....ca......?
-A ¿las hojas?- lo interrumpió y rio divertido- veras, como la mayoría de chicos aquí, soy gay, pero mis padres son ateos así que no les molesta, pero a nuestros vecinos si. Trataron de convencerlos de meterme a este retiro varias veces, pero no lo lograron así que pusieron esta cerca y la tapizaron en hojas de la biblia. Según ellos para no convertir a los chicos de vuelta.
Izuku asintió entendiendo.
-Puedo ayudarte a salir de aquí si quieres.
A izuku le brillaron los ojos.
-¿enserio?- sus manos se aferraron con fuerza a la reja, el rubio sonrió mientras asentía- ¿Cómo?
-Mis padres son abogados y aunque me fastidie admitirlo, son muy amables les gusta ayudar a todos en este lugar. Tendrás que pasar unos cuantos días más ahí ¿puedes lograrlo?
Asintió rápido.
-Bien, lindo te vere mañana, si quieres conversar claro- se sonrojo al ser llamado ''lindo'' per aun así asintió- Bien nos vemos mañana en la tarde tengo que cuidar mi jardín justo ahora.
El rubio se alejo y el peliverde sintió soledad. Volteo hacia atrás y la campana sonó para la hora del almuerzo.
Suspiro y se encamino hasta las mesas de madera. Se sentó y comenzó a comer su avena, en definitiva, quería salir de ese lugar.
El día siguiente no fue mejor.
De nuevo lo llevaron a ese cuarto que ahora era el protagonista de sus pesadillas.
El hombre comenzó esta vez a arrancarle la ropa a pedazos mientras la mujer solo lo veía en una esquina. Trato de patear y resistirse con todas sus fuerzas, lanzo golpes y patadas tratando de huir, pero jamás lo logro, su espalda ahora roja de los azotes y sus piernas esta vez no se salvaron.
Regreso a su cuarto cojeando y llorando a mas no poder, se lanzo a la cama apenas pudo y siguió llorando hasta que su garganta dolió.
Después de dos horas salió al patio y encontró al rubio al otro lado de la cerca, estaba en sentado en un banquito mientras cortaba un poco de los arbustos de las rosas. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes gruesos de color verde olivo.
-Hey- le llamo.
El rubio lo miro y sonrió.
-Hola bonito- le saludo.
Pasaron casi 5 meses desde que conoció al rubio, esos momentos eran los únicos buenos del día, se vestía siempre con sus camisas enormes y pantalones gigantes, no quería que viera sus cicatrices.
Cada vez que veía al rubio su corazón late con fuerza y sus mejillas se teñían de rojo, aunque casi no se notara sabia que al rubio le pasaba lo mismo.
-Entonces.......¿cuando crees que pueda irme?- pregunto impaciente, no quería estar un minuto más en ese lugar.
-Esta noche- juntaron sus manos en la reja, aunque solo podían juntarlas se sentía bien- Escucha con atención, solo tenemos el día de hoy. Cada viernes la dueña de este lugar sale a comprar comida, iras atrás de las cabañas, por donde está el rio a las 8:00pm y yo vendré por ti. ¿Quedo claro?
Asintió y se alejo del rubio.
Empaco lo mas que pudo de sus cosas (obvio empacó todo su material) y la ropa la dejo en la mochila amarilla y dejo su bolso deportista debajo de la cama. Trato de pasar el día lo mas normal que pudo, hizo sus tareas, hizo sus oraciones y hablo con varios chicos del lugar.
En la noche espero a que la mujer saliera del lugar y se alejara en su camioneta para escapar. Tomo su bolso y camino lo mas silencioso que pudo al rio, la reja rodeaba todo el lugar.
Al llegar pudo ver al rubio esperándolo, corrió hasta el y el rubio le sonrió.
-Hola deku
-Hola kacchan
-Bien, pásame tus cosas por arriba tenemos que apurarnos.
Dio unos cuantos pasos hacia atrás y le lanzo el bolso por arriba de la cerca.
-Bien, después intenta pasar la reja, si no puedes la cortare- Dijo mientras se colgaba el bolso en el hombro.
Se puso manos a la obra, arremango sus mangas y comenzó a subir la cerca, cuando llego a arriba y paso al otro lado, cuando intento bajar su pie resbalo y sus manos se soltaron.
Pensó que iba a caer al piso, pero unos fuertes brazos lo atraparon y cargaron como princesa.
-Uff eso estuvo cerca, no eres bueno en esto ¿cierto?
-Creo que no....
-Bien vámonos- Izuku se sonrojo cuando katsuki no lo bajo y lo llevo cargando el resto del camino hasta la casa.
El bosque se veía tan hermoso y tranquilo que solo pudo aferrarse mas al cuello del rubio y suspirar.
El vapor salió de su boca por el frio del ambiente en diciembre y katsuki lo miro con atención un sonrojo se apodero de ambos y cuando katsuki se acercó y le dio un beso en la mejilla que le envió escalofríos por todo el cuerpo.
Cuando llegaron izuku pudo oler el fresco aroma a rosas y césped recién podado, el rubio le comento que siempre olía así.
Entraron en la casa y el rubio lo guio hasta su cuarto, y lo recostó en la cama.
-Tendrás que esconderte aquí por unos días no dudes que llamaran a la policía. ¿Necesitas algo?
-Un poco de agua, en el retiro no me dejan tomar agua después de las 5- se quito su abrigo y lo dejo en la cama- ¿Tus padres saben que estoy aquí?
El rubio asintió.
-Si, les pedí permiso para traerte, ellos fueron a comprar algunas cosas volverán en un rato. Tu descansa.
El rubio bajo al segundo piso y cuando volvió le entrego un vaso de agua y lo bebió en silencio mientras katsuki lo observaba.
Lo hizo recostarse y lo cobijo con las cálidas mantas, se acostó a su lado sobre las mantas y lo abrazo. Izuku se permitió sentir la calidez de sentirse querido.
A la mañana siguiente despertó solo, se acomodo la ropa lo mejor que pudo y bajo al primer piso y escucho el silbido de la tetera. Se asomo por la puerta abierta de la cocina y logro ver a una mujer rubia.
-Hola pequeño- le saludo la mujer- ¿Dormiste bien anoche?
-Si.....gracias por recibirme- Le dio una reverencia a la mujer.
-No es nada, sabemos lo horrible que es ese lugar. Katsuki nos hablo de ti.......-le dio una mirada juguetona- y de lo mucho que le gustas.
Izuku se sonrojo y jugo con sus dedos nervioso.
-¿Dónde esta kacchan?
-El esta afuera trabajando en el jardín, no te recomiendo salir haya te están buscando.
Asintió- ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?
-Oh por supuesto que no, querido necesitas descansar, mejor ven te serviré algo para desayunar. ¿Te gustan los Hotcakes?
-Si, está bien- Se sentó en el mesa junto a la mujer, esta le puso un plato con su desayuno y un vaso con jugo de manzana.
-Disfrútalo- le dijo mientras acariciaba sus rizos.
-Muchas gracias...-susurro.
Cuando dio el primer bocado sintió cosquillas en su estómago, mientras comía de sus ojos no dejaban de salir lágrimas. La mujer le miro con preocupación.
-¿Estas bien querido?- pregunto con preocupación.
-Estoy bien......es solo que.......desde hace 6 meses que no como algo como esto........-Comió a prisas lo mas que puedo, el delicioso sabor se mezclaba con el salado de sus lágrimas.
Katsuki llego rato después y se sentó a su lado en el sillón.
-¿Estas bien?
Asintió con una ligera sonrisa.
-Muy bien.....
-Ven tienes que darte un baño.
Kacchan lo guio hasta el baño y le trajo sus cosas, lo vio preparar el agua hasta llenar la tina.
-Bien ahí esta el agua lista, si necesitas algo puedes decirme.
Se quito su saco y camisa, katsuki pudo ver las enormes cicatrices de izuku, se acerco y las toco con los dedos suavemente, pudo sentir como izuku se tensaba.
-No te sientas mal por ellas, las cicatrices demuestran que sobreviviste. Para mi te ves hermoso aun con ellas.
Izuku se sonrojo, y no pudo evitar recargarse en el hombro de kacchan y llorar un poco.
Pasaron dos semanas desde que se escapo de ese lugar, algunas veces se asomaba por la ventana y veía todo el caos.
En todo el trayecto jamás vio a sus padres.
¿Se sentía decepcionado?
La verdad no, se lo esperaba, así eran sus padres.
Las cosas con kacchan iban muy bien, se sentía tan bien cuando el lo envolvía en sus brazos, cuando lo abrazaba en la noche.
Todo se sentía tan bien.
Estar con los padres de kacchan también era increíble.
Eran tan amables.
Katsuki en una ocasión lo llevo al sótano, le mostro todas sus herramientas de jardinería y le dijo para que servían cada una. Después le trajo además de una taza de te de menta una maceta con dos rosas.
''Quiero que las tengas, ellas son tan bellas como tu, cada vez que voy al jardín desde que te conocí, cuando veo las rosas solo puedo pensar en ti''
Sus orejas se pintaron de rosa igual que sus mejillas, pudo ver como katsuki se acercó a el lentamente.
Al principio sintió miedo, jamás había besado a alguien en su vida, estaba nervioso.
Katsuki le hizo sentir seguro, tomo su cara con cuidado y se inclinó, sus narices rozaron levemente hasta que por fin sus labios se sellaron con un beso.
Fue una sensación tan abrumadora y cálida, se sintió el ser mas querido en el mundo, solo pudo pasar sus brazos alrededor del cuello del rubio atrayéndolo mas cerca y con más fuerza.
Al separarse el rubio le sonrió y beso sus mejillas pecosas.
Después de un mes de estar desaparecido el retiro dejo de buscarlo, sus padres jamás volvieron al lugar y vio como las cabañas tiraban sus cosas a la basura.
Decidió que esto no le afectaría.
Pronto compro un nuevo celular, volvio a unirse al grupo y volvio a hablar con Nate. Ahoea en todas sus llamadas estaba kacchan a su lado. Presento a katsuki como su novio y los chicos del grupo los felicitaron, incluido Nate. Les explico todo lo que vivio en el retiro y como lo estaba superando. Hacían videollamadas una vez por semana.
Pronto pudo salir de la casa y ayudar a su ahora novio con el jardín, se divertía regando las plantas y cortando rosas. Después de cortar varias el y kacchan las llevaban en cajas a una tienda en el pueblo a unos minutos de la casa, dejaban las rosas y el hombre les daba 100 dólares por todas las rosas. El precio subía en épocas de san Valentín.
En su camino de vuelta a casa katsuki lo acorralo en un árbol de roble. Izuku se había extrañado bastante y le miro confundido, el rubio solo le sonrío travieso y le beso. No era un beso como los que siempre compartían, que eran pequeños y lindos, se los daban al despertar y al dormir y a veces mientras trabajaban. Este beso era mas necesitado, mas salvaje. Katsuki no dejaba de acariciar su cintura y alzo una de sus piernas tomándola con la mano y acariciándola. Su gorrito se cayó al suelo por los bruscos movimientos que provocaba el rubio al apretarlo contra el árbol. Era un beso y una experiencia nueva. Aun así lo disfruto mucho. Pronto el rubio lamio su labio inferior con delicadeza, el pecoso jadeo y el contrario aprovecho para meter su lengua. Se sonrojo por completo toda su cara estaba roja en vergüenza, aun así, no alejo al rubio. Sus manos subieron hasta la nuca del rubio acariciando donde comenzaban sus cabellos. No podían dejar de acariciarse mutuamente. Se detuvieron cuando de repente izuku soltó un gemido.
El rubio se separó con la respiración agitada y un hilo de saliva que los unía.
-¿Acaso eso fue un gemido?- Se burlo el rubio.
El pecoso se sonrojo todavía mas y volteo la cara para no ver al rubio a los ojos.
-No seas tímido izuku- katsuki lo abrazo por la cintura y lo pego a su cuerpo- Fue el sonido mas lindo que he escuchado, hazlo de nuevo- le dijo mientras dejaba besos en sus mejillas y comenzaba a bajar hasta su cuello.
-Kacchan....no digas esas cosas- Dijo completamente rojo de vergüenza, cerro los ojos con fuerza sintiendo como el rubio besaba su cuello y acariciaba su cintura.
-¿Por qué no? Es la verdad- los labios fueron remplazados por la lengua caliente del rubio- Eres hermoso izuku.
Se sintió tan extraño que no pudo evitar dejar salir otro gemido.
Eso pareció activar aun mas katsuki quien lo cargo de los muslos y lo recargo en el árbol. Sus labios volvieron a juntarse con la misma intensidad de antes, las caricias y los besos en su cuello no pararon.
Después de unos minutos ambos se recostaron en el césped viendo las nubes.
-Tus padres van a preocuparse- fue lo que dijo izuku mientras se acurrucaba en el pecho del rubio.
-Les dije que tardaríamos- le dio un beso en la frente- quería que tuviéramos un rato a solas.
El peliverde sonrió y paso una pierna por encima de las del rubio, este le miro divertido y apretó su agarre en la cintura.
-Estoy un poco triste......
-¿Por qué?
-Bueno.....ya pasaron casi dos meses y mis padres jamás intentaron buscarme o algo así.......
El rubio le dio un beso en la punta de la nariz.
-Olvídalos, ellos se lo pierden, ahora tienes un nuevo hogar y me tienes a mi......intenta olvidar las cosas malas........concéntrate en tus recuerdos felices.
asintió y se acomodó más en el pecho del rubio.
-Izuku...
-¿si?
-Estoy feliz de haberte sacado de ese retiro.
-Gracias por sacarme de ese retiro.
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