Universo sin quirks.

Katsuki tenía un secreto.

Estaba eternamente enamorado de su amigo de la infancia.

Un peliverde con complejo de nerd.

Y era un completo tonto.

Un tonto muy hermoso.

No quería hablarle de sus sentimientos por que ambos eran muy jóvenes.

Ambos tenían 14 y este ultimo no había dado un beso en su vida.

Apenas se había revelado que era un alfa y el pecoso un omega.

No quería ir y quitarle la inocencia a ese hermoso ser de luz.

Así que sería su secreto.

Pero el chico se la ponía difícil.

Vistiendo siempre sudaderas enormes de colores pasteles y sus lentes redondos delgados de color dorado con flores pequeñas resaltaban sus hermosos y enormes ojos verdes.

Como se pega a el con cariño y lo abraza por el brazo restregándose en su cuerpo. Y luego lo miraba con esa carita tan bonita sonrojada similar a una fresita.

Sus manitas delgadas y bonitas que lo abrazaban lo volvían loco.

Y se volvía más loco cuando hacían pijamadas y dormían juntos. El pecoso se abrazaba a el y se pegaba a su cuerpo.

Y ahora con 19 el sentimiento era el mismo.

Vio al pecoso ser cada vez más bonito y como esos muslos se ponían gruesos y suaves a la vista. Su cinturita se hacía más pequeña y delgada.

Izuku era su omega perfecto.

Y no solo físicamente.

Era tan lindo y atento, sus murmullos a pesar de ser molestos a veces eran adorables. Le gustaba lo torpe que era y su timidez y como se emocionaba por los héroes.

El omega se sento a su lado sacándolo de sus memorias.

Le miro sonrojado y jugando con sus dedos.

''Kacchan me gustas mucho''

Fue lo que dijo con la cara y hombros rojos.

No se resistió a besarlo con brusquedad.

Los dulces y suaves labios del omega le acariciaron con timidez, a diferencia de el que los movía salvaje.

No le quedo duda izuku era su omega perfecto.

Pero ambos eran tontos y descuidados, después de unos meses de novios ambos no se resistieron a tener el cuerpo del otro.

Y obviamente algo salió mal.

Izuku lloraba cubriendo su cara con sus manos, sentado en la taza del baño con el resultado en el lavabo lloraba secando sus abundantes lagrimas.

El rubio se paso la mano por la cara frustrado de ver al ver el estado de izuku a su lado. Se agacho y retiro las manos de su cara.

''¿Qué pasa? ¿es positivo?''

Izuku asintió llorando y se lanzo a refugiarse en los brazos de katsuki.

''¿Cuánto tiempo?''

Izuku se limpio las lagrimas y lo miro con ojos llorosos y su voz salió entrecortada.

''3 meses''

Y volvió a llorar.

''No te preocupes, yo siempre estaré aquí''

Estuvieron hablando sobre lo que iban a hacer, se hablo sobre el aborto y ambos aceptaron la posibilidad.

''¿Qué decides tu kacchan?''

''Esa no es mi decisión, es tuya es tu cuerpo en el que va a crecer, tu decide, yo te apoyare en cualquiera que decidas''

''También es tuyo......''

Katsuki lo abrazo repitiendo lo mismo ''es tu decisión''

''Quiero tenerlo''

El rubio asintió y le dio un beso en los labios.

El momento más difícil fue decirles a sus padres.

Los tres adultos les gritaron un montón de cosas y los tres los sacaron de su casa.

Con gigantescas mochilas y maletas vagaron por la calle, la primera noche durmieron en una banqueta junto a una tienda. Katsuki cobijo con una pequeña manta a izuku y a el, se cobijaron y durmieron como pudieron. A la mañana siguiente compraron un poco de comida y comieron en una banca en el parque, siguieron caminando en busca de un lugar para quedarse o un lugar para pasar el día. Fueron al gimnasio y fingieron hacer un poco de ejercicio para ir a las duchas y bañarse y cambiarse por ropa cómoda y siguieron su recorrido. Al final encontraron un parque con una especie de pingüino gigante, como había un hoyo (una especie de cueva dentro de el) se metieron ahí, con la ropa sucia y las mochilas hicieron un tendido y se recostaron cobijándose. Katsuki intento cubrir lo más que podía izuku del torrencial frío del mes de noviembre.

A la mañana siguiente tuvieron que ir a la escuela, escondieron las mochilas detrás de la escuela y dejaron a un chico que estaba saltando clases cuidándolas. Tomaron sus clases con normalidad y en la tarde comenzó el sufrimiento.

La nevada los alcanzo y el pingüino se lleno de nieve, con una libreta que ya no servía empujaron la nieve fuera del lugar y cubrieron la entrada con una cobija para evitar el frío. El policía del parque los miro triste al notar el pequeño bulto en el vientre de izuku y una hora después les entrego una bolsa con un cobertor y unos cojines chiquitos, agradecieron felices y acomodaron todo para dormir. Se pusieron guantes, gorros y bufandas para mantener el calor. Cuando se acomodaron como cucharita el rubio acaricio el vientre del pecoso con cariño, apenas se estaba formando un bultito suavecito pequeño, izuku ronroneo satisfecho por los cariños.

A la mañana siguiente mientras katsuki iba a la tienda el policía le llamo desde afuera de la cueva.

''Escucha, ayer lo hable con mi esposa y mi hija, ellas aceptaron que tu y tu novio vinieran quedarse con nosotros hasta que pudieran conseguir un lugar''

''¿Enserio?'' pregunto emocionado.

El policía espero a katsuki y le contaron su platica. El rubio agradeció y junto al policía fueron a una pequeña casa. Ahí los recibió una mujer castaña y su hija. Pronto se llevaron bien con la familia, iban a la escuela con su beca del 95% y en las tarde katsuki iba a trabajar a un centro comercial para pagar el 10% por ciento final de ambos.

Izuku cada mes se le notaba más su pancita, ya que no tenían dinero suficiente no sabían que genero era el bebé, lo llamaban bichito mientras tanto.

Hasta que se graduaron por fin katsuki se metió a trabajar en una empresa, su cargo aún era bajo pero la paga buena, cuando su bebé naciera y izuku descansara podría trabajar también.

Una tarde izuku estaba cocinando con uraraka (la hija de la familia) la puerta sono, el peliverde camino despacio con su pancita de 8 meses abrió la puerta despacio. Frente a el estaba su madre, la miro sorprendida y ella lo miro con ternura al ver su pancita.

''hola izuku''

Su madre entro a la casa y se pusieron al día, aunque izuku casi no hablo.

Cuando el rubio llego miro con sorpresa y desagrado a la mujer. Aún así se sentó junto al pecoso y escucho a la mujer. Esta les entrego una mochila con ropita para bebe de todos los colores, guantes, gorritos de todo. Y también les dejo un sobre con mucho dinero.

''Cuando nazca el bebe, llámenme, encontré un pequeño lugar pueden quedarse ahí cuando quieran y yo puedo cuidar al bebe mientras trabajan''

Cuando su bebito nació fue el dolor más agonizante de su vida. Aún así valió la pena al ver la cosita tan hermosa que es su bebe. Lo llamaron Kaito y luego de unos meses se mudaron a su nuevo hogar.

Fueron días duros, pero amaban su vida, se amaban y amaban a su bebe. Casi dos años después se casaron y por primera vez en casi tres años katsuki vio a sus padres. Y ahora varios años después agradece a izuku por confesarle su amor y que así su vida es feliz por no guardar su Secreto.