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Día 1 juegos de azar


-Deja ver si entendí- coloco sus manos en su cintura mientras levantaba la cabeza para encarar a su novio.

-Deja ver si, si -el rubio frunció su seño, aunque estaba acostumbrado a tenerlo en su rostro.

-¿Quieres apostar conmigo?- pregunto el pecoso sin creerlo.

El rubio suspiro pesado, estaba arto de la situación, aunque solo la haya soportado 5 minutos.

-Si tonto ¿con quién más seria?

-Está bien ¿de qué trata?

Los ojos escarlatas se oscurecieron y el pecoso sintió un escalofrió familiar. Dio un pequeño brinco y las ''orejas'' de su traje se movieron un poco.

-Bien- saco de uno de sus bolsillos una moneda- Elige un lado y pide lo que quieras, si la moneda cae del lado que elegiste yo cumplo lo que pediste ¿fácil no? – se quitaba los guantes de su traje con cuidado mientras miraba a su novio- es algo simple.

-¿Cualquier cosa?- pregunto un poco más interesado en el juego-¿Sin importar que sea?

-Sin importar que sea- recalco.

-Bien, yo quiero..........sello- decidió al final y le sonrió al rubio con burla- lanza.

Y como lo ordeno pronto la moneda estaba en el aire girando, Izuku observo como la moneda giraba en el aire a una velocidad lenta, una tortura. Pronto la moneda volvió a la calidez de la mano del rubio, este la atrapo y volteo su mano esperando por el resultado.

-¿Listo?- asintió con rapidez y Katsuki sonrió con burla- bien.

Los dos miraron el resultado mientras uno sonreía y el otro gruñía fastidiado.

-Gane- se burlo el de pelo verde, el rubio le sonrió ligeramente.

-Si, si, ganaste- entonces su mirada volvió a oscurecerse y le miro con lujuria- ¿Qué es lo que deseas nerd?

Podía sentir a katsuki recorrer su cuerpo con la mirada, trago saliva y sus mejillas se tiñeron de un color rosado, incluso tembló un poco, era sorprendente la cantidad de sensaciones que provocaba su novio. Sabía lo que estaba pensando y eso solo lo hizo ponerse más nervioso y tímido de repente, ahora entendía por qué había insistido tanto con jugar, era obvio que el rubio esperaba otra clase de juegos. El no se lo daría si es lo que estaba pensando, así que decidió seguirle el juego solo un rato.

-oh.......-en unos cuantos pasos estaba frente al rubio- ¿puedo pedir cualquier cosa? - levanto un poco su cabeza para verlo mejor, era una de las cosas que amaba de su novio, que fuera tan alto, tener que pararse de puntitas para besarlo.

-Cualquier cosa Izu- coloco con rudeza sus manos en su cintura y junto sus frentes, sus narices se rozaban ligeramente.

-Bien....eso es genial....lo que quiero es que.......- Se paro de puntas y rodeo con sus brazos el cuello de su pareja- lo que yo quiero es....

El de mirada escarlata no dejaba de toquetear su cintura y caderas, sonrió con diversión cuando dio un fuerte apretón en su muslo.

-¿Qué es lo quieres?- se inclino para besarlo y comenzó a repartir besitos en sus mejillas.

-Quiero.......-Cuando sus labios se rozaron se separo de manera abrupta- Una figura de acción, eso es lo que quiero.

El rubio parpadeo lento y le miraba confundido.

-Debes estar bromeando- le dijo con evidente fastidio.

-No, eso es lo quiero.

Soltó un chasquido molesto, lo soltó y camino enfadado hasta su habitación.

-Todo esto para nada- murmuro- justo cuando no había nadie en los dormitorios.

El peliverde soltó una carcajada y fue detrás del rubio.

-¿Y mi figura?- pregunto mientras lo abrazaba por detrás.

El rubio se soltó de su agarre molesto y entro a su cuarto con pasos furiosos.

-No te enojes conmigo- hizo un puchero y sus ojitos de cachorro triste para intentar persuadir al rubio.

-No estoy enojado con una mierda- Se recostó en su cama haciéndose a un lado una clara invitación para acostarse a su lado.

-Esta bien te lo compensare, pero no hoy.

El contrario solo bufo molesto y cerró los ojos para dormir, el de rizos solo se acomodo a su lado y se recostó en el pecho cálido del rubio. Había días como esos, donde solo caían dormidos con sus trajes de héroes.

Mientras el pecoso dormía el rubio acariciaba todo lo que podía, su rostro, su cuello, sus brazos, sus manos, todo. Se lamentaba internamente haber propuesto el juego en vez de pedirle a su novio directamente lo quería.

Suspiro y comenzó a dormirse, que lamentable son los juegos de azar.

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