Día 1: A.U. Medieval – Pareja BakuShima.

"El rey y su mitad híbrido, se topan con "una peculiar chica", Eijirou convence a Katsuki de ayudarla... Aunque ella no confia en ellos... Así que Eijirou se encargará de contarle por qué él es fiel a su rey... "

Un joven rubio de ojos color rojo caminaba con prisa,ya que no entendía por que el idiota de su sirviente había salido corriendo, tenía que detenerlo ya que estaban en el límite de sus dominios y sabía que no podía arriesgarse a que el pelirrojo cruzara los límites, menos con la apariencia que mostraba antes de salir corriendo.

Aunque por su mente pensaba el por qué de su acción, nada encajaba, habían caminado por las orillas ya que se habían dado avisos de unos cazadores que merodeaban por allí, queriendo entrar a sus dominios, así que él, El Rey Bakugo Katsuki junto con su fiel sirviente Kirishima Eijirou habían ido a echar un visado, pero mientras caminaban por el sendero, se había escuchado un sonido, una especie de lamento y sin perder el tiempo Eijirou había salido corriendo, sin importarle que sus alas y cuernos estaban expuestos.

Camino con más prisa al escuchar a lo lejos un sonido conocido y que sabía que su sirviente temía, "Cazadores" pensó. Seguro eran de reino vecino al suyo, o simples sujetos que iban de reino en reino cazando criaturas para venderlas en los mercados, buscaban algo con desesperación, debía encontrar a su sirviente antes que ellos.

Abrió los ojos con sorpresa al verla la escena que la persona que buscaba con desesperación protagonizaba.

Un chico de cabellos pelirrojos intentaba calmar a un enorme dragón de color blanco, que se movía tratando de quitarse una especie de bozal de su hocico y una trampa en su pata trasera, se veía cansado y muy herido, notando como parte de sus escamas blancas estaban manchadas de rojo.

-Tenemos que irnos de aquí -decía Eijirou tratando de jalar del bozal al dragón.

- ¡Pero qué demonios Eijirou! -exclamo Katsuki alterando a la criatura por accidente.

-Mi rey ... Shhh... se asustará más de lo que ya está, por favor ayúdeme -pidió tratando de acercarse a las patas traseras del dragón para soltar la trampa de su pie.

-Quiero una explicación después de esto -gruño antes de acercarse, teniendo cuidado de la criatura que intentaba apartarlo, por algún motivo parecía tranquilo con Kirishima cerca "seguro porque es un mitad-dragón" fue el pensamiento del rubio -Maldita lagartija estamos tratando de ayudarte -se quejó jalando con fuerza del bozal, a lo cual el dragón se jalo, intentado atacar al de capa roja, pero esto se hizo para atrás de un salto.

-Cálmese mi rey, solo hará que se asuste -murmuro el chico de cabellos rojos calmando a la criatura de nuevo.

-Me vale mierda, solo hará que los cazadores nos descubran si sigue haciendo ruido a lo estúpido -dijo irritado mirando a la enorme vestida -Así que cállate y deja que te ayudemos.

-No sea grosero con ella, es normal que este asustada -dijo Kirishima acariciando las escamas blancas, antes de intentar abrir la trampa en el pie de la criatura.

- ¿Ella?

-Si, es una hembra -dijo el pelirrojo soltando por fin la trampa del pie -Vamos bonita, te alejaremos de aquí para quitarte el bozal y ayudarte con tus heridas, hay un lago cerca de aquí, allí estarás a salvo -dijo el hibrido siendo ayudado por el rubio para jalar a la dragona y guiarla dentro del territorio de Bakugo.

- ¿Cómo sabes que es una hembra? -curioseo Katsuki mientras caminaban, jalando con cuidado, a la criatura de escamas blancas.

-Por su aroma, los dragones, así como las demás criaturas tenemos los sentidos más desarrollados, así que por su aroma le digo que es una hembra -explico Kirishima con una sonrisa.

- ¿Por eso confía en ti?

-Se puede decir que si, confía en que sea un dragón, a pesar de que como he pasado tanto tiempo con humanos y otras criaturas mi olor se ha mezclado con los demás -dijo el pelirrojo palmeando suavemente a la dragona.

-Ya veo -murmuro Katsuki.

-Bien bonita, hemos llegado... aquí estarás a salvo y podre curarte -dijo el hibrido soltando la cadena del bozal -Bakugo ¿Sabes cómo abrir esto? -pregunto refiriéndose al bozal

-Seguro en donde teníamos nuestro campamento tengo algo para abrirlo, ahora regreso -respondió antes de irse, no sin antes dedicarle una significativa mirada al pelirrojo.

-Bien, ya se fue, prometo que no te haremos ningún daño, solo quisiera ayudar a alguien de mi raza -dijo el hibrido extendiendo su mano frente de la dragona blanca, esta soltó una especie de soplido antes de inclinarse y dejar que tocara su cabeza y permitiendo que revisara sus heridas -Voy a lavarlas ¿de acuerdo? Puede que te arda un poco -agrego antes de tomar un pedazo de tela de su ropa y remojarla para comenzar a limpiar las blancas escamas.

El pelirrojo se dedicó a limpiar los restos de sangre del cuerpo de la dragona, siendo observado por los brillantes ojos rojos que esta poseía, esta se había echado y reducido su tamaño, dejando que el Kirishima limpiara la sangre, dando entender que confiaba en él.

-Los seres humanos pueden ser muy crueles en ocasiones ¿No es así? -pregunto repentinamente Kirishima, mirando como tenía heridas de tortura en sus escamas blanquecinas, recibió un gruñido como respuesta, a lo cual solo sonrió. -No todos los humanos son malos ¿Sabes? -comento mientras que con una tela que había traído entre sus cosas, (que no se había quitado en el campamento, antes de salir corriendo), vendaba la herida en la pata de la criatura.

La dragona movió su hocico hacia su herida una vez ya vendada, dejando que Eijirou la ajustara levemente antes de que este se sentara frente a ella.

-Mi rey no es malo -dijo ganándose la atención de la dragona de nuevo -Se que no confías en el por ser un humano, y te cuesta confiar en mí ya que estoy con él ¿no es así? -cuestiono, ella solo movió su cabeza en señal de afirmación.

La dragona estiro su cabeza hasta sumergir su hocico en el agua, intentando beber agua, dificultándosele debido al bozal, pero consiguiéndolo después de algunos intentos.

-No te preocupes, mi rey traerá algo para quitarse esa cosa y podrás irte -dijo el pelirrojo tocando la cadena del bozal.

<< ¿Por qué?>> escucho el hibrido, era una voz lejana y débil, miro hacia todos lados buscando la voz, ¿De dónde había venido eso? <<Soy yo...>> le volvieron a llamar, miro a su acompañante.

- ¿Tú me acabas de hablar? -cuestiono impresionado, ganándose un asentimiento -Pero ¿Cómo? No todos los dragones hablan el idioma humano, digo yo porque soy un hibrido, pero ni siquiera yo puedo "hablar" en mi forma dragón, así como tú, quiero decir, entre dragones sí, pero yo convertido en dragón, con los humanos... bueno me entendiste...

<<Lo entiendo>>

-Me sorprende mucho, es la primera vez que conozco un dragón que pueda hablar con los humanos, así como tu -dijo aun con asombro.

<<No es común >>

-Supongo que no, cada quien está más entretenido en sus asuntos que en intentar comprender a otros -murmuro en un suspiro -Pero dime ¿Qué hacías allí?

<<Me sacaron de mi cueva e intentaron cazarme>>

-Ya veo, ¿de donde vienes? Me refiero cuál es tu territorio.

<<De las montañas nevadas >>

- ¿Las que están pasando del norte? Al menos esas son las mas peligrosas y altas -dijo el pelirrojo, ganándose un asentimiento de la criatura.

<<Si, vivía bien con ese reino, hasta que...>>

- ¿Hasta qué? -pregunto dudoso, imaginándose la respuesta.

<<El rey pensó que éramos una amenaza y nos mandó a cazar >>

-lo siento...

<<Mi pareja y mis crías...>> gimoteo la criatura, el hibrido sonrió con tristeza y limpio las lagrimas de la dragona que algunas al tocar el suelo se convertían en pelas.

-Entiendo eso, a mi me paso algo similar, mi familia y yo veníamos de los volcanes del este, allí vivíamos en paz, hasta que llego un reino a invadir los territorios volcánicos buscando recursos, el líder hizo una alianza con mi padre para que viviéramos en paz -comenzó a relatar el pelirrojo, la dragona puso toda su atención en él.

<< ¿Y? >>

-Cuando ese reino se acentuó perfectamente en nuestros territorios, y nosotros ya confiábamos en ellos al punto de decirles donde estaban los tesoros y lugares mas ricos de los volcanes... ellos nos traicionaron... fue horrible, nadie esperaba ese ataque, repentinamente llovieron lanzas y flechas junto con hechizos, invadieron las cuevas, los alfas y betas salieron a defender a los omegas y a las crías, pero solo poco pudimos escapar... yo tenia tan solo 15 años... -suspiro limpiándose las lágrimas, todavía recordarlo le daba tristeza -Mis padres y mis hermanos...

<< ¿Cómo terminaste con el?>>

-Pues... después de ese ataque pudimos escapar algunos, pero nos fueron cazando de uno en uno, fui de los que más lejos que llego del territorio volcánico, hui por varios meses, hasta que llegué a las orillas de este bosque, acababan de asesinar a mi madre y mi hermana frente a mis ojos... ya solo faltaba yo, esta rodeado, hasta que la persona que me golpeaba por diversión fue atravesada por una espada.

<<Era "tu rey" ¿no es así? >>

-Si, mi rey asesino a esos hombres y me salvo, me ofreció su mano y me dijo que lo sirviera, sabia que lo hacia solo por que yo era un hibrido dragón, una especie demasiado rara...

<<Si los dragones somos extraños los híbridos aún más>>

-Así que, si él me quería a su lado solo por mi poder, pues yo lo quería a él también por poder, el estaba destinado a ser el heredero de los Bakugo, una tribu de los bosque que llevaron su poder al punto de convertir un pequeño clan y territorio en un reino... Alguien como el podría ayudarme a vengarme de los que traicionaron y asesinaron a mi familia, el acepto en ayudarme, al fin el tenia muchos conflictos con ese reino.

<<Fue una alianza equivalente>>

-Si así lo podemos llamar...

<<Pero ya no son eso... Tu hueles a el y el a ti>> se inclino y olio mas de cerca al pelirrojo, dando entender su punto, haciendo sonrojar al hibrido.

-Bueno... nosotros...

-Cabello de mierda ya regresé -dijo una voz llegando des tras de unos arbustos con varias cosas.

-Mi rey, me hubiera dicho que recogería el campamento y le hubiera ayudado -murmuro el pelirrojo acercándose al rubio para ayudarlo.

-Como su no pudiera con eso idiota -gruño Katsuki, miro a la dragona -Que no era más grande.

-Ah, si... como ya confía en nosotros mostro su forma inofensiva, reduciendo su tamaña, el grosor de sus escamas... es una forma de los dragones para vernos más atemorizantes.

-Pero tú no lo haces

-Bueno... es que aun no aprendo a hacerlo mi rey, pero entrenare mas duro en mi forma dragón para ser un digno dragón de mi rey -dijo seguro el pelirrojo.

La dragona observo como los ojos rojos del rubio se relajaban y brillaban de una manera diferente, al ver la sonrisa del pelirrojo, no hizo mas que relajar su postura, ya que se había tensado ante la llegada del humano rubio, no confiaba en los humanos, pero conocía esa mirada que ese par se dirigía, era la misma que ella y su pareja compartían.

-Quitémosle esa cosa-dijo el rubio después de un rato de haberse perdido en los ojos rojos de Kirishima.

-Si, vamos bonita, solo vamos a quitarte eso -dijo el pelirrojo haciendo que ella agachara la cabeza para que el rubio abriera el bozal; Una vez este callo la dragona estiro sus alas y lanzo un pequeño rugido, por fin sintiéndose libre de esa cosa.

-Listo -dijo el rubio, la dragona se limito a inclinarse y rozar su hocico contra el rostro de ambos, sorprendiendo a Katsuki y haciendo reír a Kirishima.

-Puedes ir a visitarnos si gustas ¿verdad mi rey? -pregunto el pelirrojo con una sonrisa.

-Si, otro dragón en mis filas me vendría bien -dijo el rey pensando en lo temido que seria al tener dos dragones a su lado.

<<Herida no la sirvo majestad, por ahora me sanare y después le devolveré el favor >> inclino su cabeza en una señal de reverencia <<Gracias >>

-de nada -dijo el hibrido, dejando mudo al rubio por escuchar a ese dragón hablarle, aunque lo disimulo muy bien, ya después le preguntaría al pelirrojo.

-Puedes quedarte en mis tierras si gustas, nadie de mi gente te acatara si te ve y quien lo haga te doy el permiso de comértelo -comento el rubio.

<<Le tomare la palabra>> sin mas la dragona se inclino hacia el pelirrojo y se rozó contra el torso de este antes de caminar hacia el lago y sin mas entrar, nado por el para limpiarse y salir del otro lado hasta perderse entre los árboles.

Por la noche, frente a una fogata se encontraba el rubio y el pelirrojo, observando como se asaba la carne que acaban de poner frente a ella.

-No pensé que aun existieron dragones, después de la gran casería que hubo de ellos hace años -murmuro el rubio que deslizaba su mano por las alas rojas del hibrido, este suspiro antes mirar el cielo.

-Bueno, la verdad yo tampoco lo pensé mi rey, pero si aun quedamos híbridos, seguro, aunque debería quedar dragones -murmuro antes de sentir como el rubio lo atraía hacia él, Kirishima volvió a su forma humana para que sus alas no incomodaran a su rey cuando este lo sentó en su regazo, deslizando sus manos por la cintura del hibrido, recargando su espalda contra su pecho.

-Tienes razón. Aun no entiendo como es que al final confió en mí.

-Bueno mi rey, a pesar de que te veas atemorizante, ella vio que tienes un gran con razón -explico con una sonría, llevando sus manos sobre las del rubio que se mantenían en su cintura -Además de que, noto como tu olías a mi y yo a ti -agrego.

-Oh ¿enserio? -susurro con malicia en el oído ajeno antes de modelo seductoramente, provocando un escalofrió en el pelirrojo y mas al sentir como las manos del rubio buscaban deslizarse por debajo de sus ropas.

-Así es... mi rey -murmuro en un suspiro, alzando el rostro cuando sintió la boca ajena rozarse conta la piel de su cuello, jadeo suavemente cuando sintió una mordía en su hombro aun sobre la ropa, no sin antes hacer un movimiento para rozarse contra su rey, sacándole un suspiro.

Sin perder el tiempo Bakugo volteo el rostro del pelirrojo para capturar su boca en un beso voraz, volteándolo para poder recostarlo y colocarse el encima sin separar sus labios, Kirishima llevo sus manos a la espalda desnuda del rubio, disfrutan de los músculos bien marcados de la espalda contra sus dedos.

Lo que Kirishima olvido que debía comentarle a Bakugo fue lo ultimo que le dijo la dragona cuando se rozó contra su vientre.

<<Omega... Él es tu Alfa... Si es posible >>

Pero ahora su mente solo estaba centrada en los besos y caricias de su rey, sintiendo como este se movía contra él, sacándole suspiros y gemidos, después pensaría en lo que le había dicho, después le diría... Ahora solo pensaba que estar único con su pareja y que este lo marcara como suyo una vez más, como ya lo había hecho muchas noches atrás.