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Capítulo 9

En la tranquila penumbra de su habitación, Yaito se encontraba sentado en su escritorio con la computadora encendida frente a él. Habían pasado casi tres meses desde que comenzó su preparación intensiva para entrar a la U.A., y aunque había avanzado mucho, no podía evitar sentir algo de nerviosismo. Sabía que pronto llegaría el momento de demostrar todo lo que había trabajado. Mientras tanto, decidió tomarse un respiro y ponerse al día con sus amigas.

Con un clic, la pantalla se iluminó, mostrando las caras sonrientes de Akemi y Yui Kodai al otro lado de la videollamada. Akemi siempre parecía llena de energía, con una sonrisa que podía iluminar cualquier habitación, mientras que Yui, tranquila y reservada como siempre, solo esbozó una leve sonrisa al verlo. A pesar de su naturaleza seria, Yui siempre estaba presente para sus amigos.

Akemi: ¡Yaito! ¿Cómo estás? Han pasado semanas desde que hablamos. Cuéntanos, ¿cómo te ha ido con el entrenamiento?— lo saludó con tranquilidad, su voz rebotando alegremente a través de los auriculares.

Yaito esbozó una sonrisa mientras se reclinaba en su silla, feliz de ver a sus amigas después de tanto tiempo.

Yaito: Ha sido duro, pero siento que estoy mejorando. He estado entrenando mucho para controlar mi fuerza y mejorar mi velocidad. Pero... creo que aún me falta entender bien mi poder. No ha sido fácil— comentó con honestidad, su tono reflexivo.

Yui, que había estado escuchando en silencio, inclinó un poco la cabeza, como si evaluara la situación antes de hablar.

Yui: No debes presionarte tanto. Has avanzado mucho desde que comenzaste. Lo importante es que no te rindes— dijo con calma, sus palabras tranquilizadoras. Aunque siempre era parca en palabras, cuando hablaba, lo hacía de manera significativa.

Akemi: ¡Exactamente! Además, todos sabemos que lo harás increíble. Es solo cuestión de tiempo. ¡Estás a punto de entrar a la U.A., Yaito! No todos llegan tan lejos, ¿sabes? ¡Es algo increíble!— exclamó mientras movía las manos emocionada, como si quisiera animarlo a través de la pantalla.

Yaito se sintió reconfortado por las palabras de sus amigas. A pesar de los desafíos que enfrentaba, sabía que siempre podía contar con ellas. Sus amistades eran una de las principales razones por las que quería ser un héroe.

Yaito: Gracias, chicas. No sé qué haría sin su apoyo. Ustedes siempre me recuerdan por qué estoy haciendo esto— respondió con una sonrisa sincera, sintiendo una cálida gratitud por tenerlas en su vida.

Hubo una breve pausa, y luego Akemi volvió a hablar, cambiando el tema de manera repentina, como solía hacer.

Akemi: ¡Ah, por cierto! ¿Recuerdas cuando dijimos que íbamos a hacer una salida antes de que empezaras en la U.A.? ¡Tenemos que hacerlo! No podemos dejar que te sumerjas solo en el entrenamiento. Yui está de acuerdo, ¿verdad?— preguntó, mirando a su amiga con expectativa.

Yui asintió suavemente.

Yui: Sería una buena idea. Un descanso te vendría bien— sugirió, su tono neutral pero lleno de sinceridad.

Yaito dejó escapar una risa, sabiendo que, en el fondo, sus amigas tenían razón. Había estado tan enfocado en mejorar que apenas había pensado en tomarse un respiro.

Yaito: Está bien, está bien. Haremos una salida pronto. Pero solo si prometen que no me harán comer en esos lugares raros que a Akemi le gustan— bromeó, levantando una ceja mientras miraba a Akemi a través de la pantalla.

Akemi: ¡Oye! La comida exótica es parte de la aventura— protestó aunque se notaba que estaba disfrutando de la broma.

La llamada continuó, entre risas, conversaciones sobre los entrenamientos y planes futuros. Yaito se dio cuenta de que, a pesar de la presión que sentía, no estaba solo en su camino hacia la U.A. Sus amigas estaban a su lado, apoyándolo como siempre lo habían hecho.

Y al finalizar la videollamada, se sintió más motivado que nunca. Sabía que con amigos como Akemi y Yui, podía enfrentar cualquier obstáculo que se le presentara.

Tras la videollamada con Akemi y Yui, Yaito se recostó en su cama, dejando que sus pensamientos se asentaran. A su lado, en su escritorio, yacía el cuaderno donde había estado registrando todo su progreso durante los últimos tres meses. Se incorporó lentamente y tomó el cuaderno, hojeando las páginas llenas de anotaciones detalladas, esquemas y pequeños dibujos que mostraban los avances y experimentos que había llevado a cabo siguiendo los cinco pasos del método científico.

Cada página representaba un paso importante en su evolución como héroe en formación. Observación, formulación de hipótesis, experimentación, análisis y conclusión. Gracias a este enfoque, había logrado un control mayor sobre su poder, pero aún sentía que apenas había arañado la superficie. Cada día, nuevos desafíos aparecían, y con ellos, nuevas dudas.

Uno de los nombres que aparecía varias veces en las notas era Sun, el hombre mono que había conocido en uno de sus sueños. Sun no solo lo había ayudado a entrenar, sino que también le había mostrado que su poder no se trataba solo de fuerza bruta. Sun le habló sobre la importancia del equilibrio, de cómo controlar su energía y no dejarse llevar por el impulso.

"Un verdadero héroe no es solo el que golpea más fuerte", le había dicho, "sino el que sabe cuándo y cómo usar su poder".

Yaito sonrió al recordar uno de sus entrenamientos con Sun. Durante una de sus sesiones, Yaito había comentado sobre lo extraño que era el nombre "Sun" para un hombre mono. Sun se rió entre dientes y le explicó que en algunas culturas, su nombre representaba el poder del sol, la energía vital que mantenía todo en equilibrio.

"Tú también tienes una energía poderosa dentro de ti", le había dicho. "Solo necesitas aprender a controlarla y enfocarla."

Mientras hojeaba las páginas de su cuaderno, Yaito notó cómo en estos meses había ganado no solo fuerza, sino también velocidad y agilidad. Sus sentidos también habían mejorado. Ahora podía detectar movimientos mucho más rápido, reaccionar antes de que algo sucediera, y eso le daba una ventaja significativa en combate. Pero a pesar de estos avances, sabía que había algo más profundo en su poder, algo que aún no había desbloqueado.

Yaito: Mi poder va más allá de lo físico-  murmuró, mirando sus propias anotaciones con detenimiento.-No es solo cuestión de fuerza, también es cuestión de percepción... de estar en sintonía con todo a mi alrededor.

Se detuvo en una página en particular. Había esbozado un dibujo del hombre mono, con una nota al lado que decía: "Sun — energía del sol, equilibrio, fuerza interior." Aquel hombre mono era una figura crucial en su camino, no solo como mentor en su sueño, sino también como una especie de símbolo. Sun representaba lo que Yaito aspiraba a ser: alguien que no solo era fuerte, sino que sabía cuándo y cómo usar su poder para proteger a los que le importaban.

Yaito: Sun... debería investigar más sobre ese nombre y lo que realmente significa- pensó en voz alta, mientras cerraba el cuaderno. Había algo en ese nombre que le resonaba. No era una simple coincidencia. Quizás, al investigar más sobre el origen de su mentor en el sueño, podría descubrir más pistas sobre su propio poder.

Con ese pensamiento en mente, Yaito decidió que su siguiente paso sería averiguar más sobre las enseñanzas de Sun y cómo aplicarlas en el mundo real. Sabía que aún tenía mucho por aprender, pero con cada pequeño descubrimiento, se acercaba más a dominar su poder por completo. Y, lo más importante, estaba cada vez más cerca de convertirse en el héroe que siempre había soñado ser.

Yaito cerró el cuaderno y lo dejó sobre su escritorio antes de levantarse con determinación. Miró a su alrededor, asegurándose de que todo estaba en orden, y se dirigió hacia la puerta de su habitación. Antes de salir, hizo una pausa. Sabía que su madre estaría en la cocina o en la sala, y como era costumbre, no quería salir sin avisarle.

Caminó por el pasillo hasta encontrar a su madre en la cocina, ocupada preparando algo. Ella levantó la vista cuando lo vio entrar, con una sonrisa suave en el rostro.

Yaito: Voy a salir un rato, mamá. Quiero ir a la biblioteca para investigar algo importante- dijo mientras se ajustaba la mochila al hombro.

Su madre lo miró con una mezcla de curiosidad y orgullo.

Katsumi:: ¿A la biblioteca? Con lo avanzada que está la tecnología, pensé que buscarías lo que necesitas en línea.

Yaito sonrió.

Yaito: Sí, lo sé. Pero hay algo en los libros... a veces te cuentan las cosas de una manera diferente. Además, siento que necesito concentrarme, y la biblioteca siempre es el lugar adecuado para eso.

Su madre asintió, reconociendo la seriedad en su tono. Sabía que Yaito no era de hacer las cosas a medias, y si había decidido ir a la biblioteca, era porque realmente quería obtener respuestas.

Katsumi: Está bien, cariño. Solo ten cuidado y no llegues muy tarde.

Yaito asintió antes de despedirse con una sonrisa. Salió de la casa, sintiendo el aire fresco en su rostro mientras se dirigía a la parada del autobús.
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Horas después, Yaito bajó del autobús, mirando alrededor mientras la ciudad bullía de actividad. Pero su mirada se fijó en la imponente estructura de la biblioteca frente a él. Era un edificio antiguo, con detalles arquitectónicos que contrastaban con la modernidad de la ciudad que lo rodeaba. Las columnas de piedra y las ventanas altas le daban una sensación de solemnidad y calma.

Mientras caminaba hacia la entrada, no pudo evitar comparar el lugar con la tecnología de hoy. Claro, con un solo clic podría encontrar casi cualquier información que necesitara en su teléfono o computadora, pero los libros tenían algo que siempre lo atraía.

Yaito: Los libros cuentan mejor la historia-  murmuró para sí mismo, recordando las veces en que se había sumergido en sus páginas, encontrando detalles que ningún artículo en línea podría capturar.

Entró a la biblioteca y fue recibido por el olor a papel y tinta, una fragancia que siempre lo relajaba. Observó a su alrededor mientras las estanterías llenas de libros antiguos y nuevos lo rodeaban. Sabía que lo que buscaba estaba allí, entre esos tomos, esperando a ser descubierto.

Se acercó al mostrador de información, donde una bibliotecaria le sonrió amablemente.

Bibliotecaria: ¿Puedo ayudarte con algo?

Yaito: Sí, estoy buscando información sobre mitos antiguos y personajes legendarios relacionados con el sol, o cualquier referencia a un 'hombre mono' o alguien llamado 'Sun'.

La bibliotecaria asintió, intrigada.

Bibliotecaria: Eso suena interesante. Tenemos una sección de mitología en el segundo piso. Hay varios libros que podrían contener lo que buscas. ¿Te gustaría que te mostrara la sección?

Yaito: Sí, por favor. Muchas gracias.

Mientras lo guiaban a la sección correspondiente, Yaito no podía evitar sentir una emoción creciente. Había algo en el aire, una sensación de que estaba más cerca de encontrar las respuestas que buscaba. Los libros estaban allí, esperando que él los desentrañara.

Se sentó en una mesa, rodeado de libros antiguos que comenzaría a revisar meticulosamente, decidido a descubrir más sobre el misterioso nombre "Sun" y su conexión con su poder.

Yaito pasó horas revisando libro tras libro, hojeando páginas en busca de alguna pista sobre el hombre mono o alguien llamado Sun. Cada texto que leía le ofrecía información valiosa sobre mitos antiguos, leyendas de héroes y seres sobrenaturales, pero nada que mencionara específicamente lo que él buscaba. Frustración crecía con cada página, cada nuevo intento que resultaba en un callejón sin salida.

Con el ceño fruncido, dejó caer otro libro cerrado sobre la mesa, cruzando los brazos mientras se hundía en el asiento. Respiró hondo, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en sus hombros. "Esto es inútil," pensó, observando las pilas de libros que había revisado sin éxito.

Con un suspiro, dejó caer su cabeza sobre la mesa, golpeándola suavemente, frustrado por la falta de resultados.

Yaito: ¡Argh, no encuentro nada! ¿Cómo es posible que no haya información sobre un hombre mono llamado Sun?

El golpe que dio con su cabeza en la mesa provocó que uno de los libros apilados en el borde de la mesa se deslizara lentamente hacia el borde. Yaito apenas lo notó, hasta que, de repente, el libro comenzó a caer.

En un reflejo rápido, impulsado por las mejoras de su cuerpo gracias a sus entrenamientos, extendió su mano y atrapó el libro en el aire antes de que tocara el suelo. Su velocidad y precisión lo sorprendieron, pero estaba acostumbrado a ver cómo sus habilidades habían mejorado en los últimos meses.

Yaito: Al menos mis reflejos están funcionando bien- murmuró mientras colocaba el libro frente a él.

Sin embargo, antes de soltarlo, algo en la portada del libro capturó su atención. El título, en letras doradas y algo desgastadas, decía: "Viaje al Oeste".

Yaito arqueó una ceja, intrigado. El título le parecía familiar, pero no estaba seguro de dónde lo había escuchado antes. Era un nombre peculiar, y algo en su interior le decía que debía revisar ese libro. Con curiosidad renovada, abrió la primera página y comenzó a leer.

Yaito: ¿'Viaje al Oeste'? Nunca había oído de esto, pero... ¿podría ser relevante?- se preguntó mientras pasaba las primeras páginas.

Mientras avanzaba, descubrió que el libro relataba la historia de un monje en un viaje sagrado, acompañado por varios discípulos, uno de los cuales era un ser llamado Sun Wukong, el Rey Mono. Yaito se detuvo en seco cuando leyó ese nombre, sus ojos abriéndose con sorpresa.

Yaito: ¿Sun... Wukong?- murmuró viendo el nombre- ¿Podría ser... este el 'Sun' del que he estado buscando información?

La descripción del personaje resonaba con lo que Yaito había experimentado en sus sueños y en su entrenamiento con el hombre mono. Sun Wukong era un ser formidable, conocido por su velocidad, fuerza y astucia, con un vínculo especial con el poder del sol. Yaito sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Yaito: (Esto no puede ser una coincidencia...) - pensó, con una mezcla de emoción y alivio. Finalmente, después de días de búsqueda y frustración, había encontrado una pista sólida.

Yaito no podía apartar la vista del libro mientras leía más sobre las hazañas de Sun Wukong, el legendario Rey Mono. A medida que pasaba las páginas, descubría más sobre sus habilidades, y lo sorprendente era lo similar que resultaban algunas de ellas a lo que él mismo había estado experimentando en los últimos meses.

Yaito: (Sun Wukong... sus habilidades van mucho más allá de la fuerza o la velocidad... Esto es increíble)- pensó mientras se sumergía en la lectura.

Sun Wukong no solo poseía una fuerza descomunal y una velocidad asombrosa, sino también una increíble agilidad y maestría en combate. Se decía que podía transformarse en cualquier ser, duplicarse, y controlar los elementos. Pero lo que más llamó la atención de Yaito fue su dominio sobre el "bastón mágico", un arma que podía cambiar de tamaño a voluntad y con la que Sun Wukong era prácticamente invencible.

Yaito: Transformarse... duplicarse... controlar los elementos... Esto va mucho más allá de lo que he logrado hasta ahora, pero tiene sentido-  se dijo a sí mismo.

Las descripciones sobre cómo Sun Wukong podía desplazarse a una velocidad increíble, saltar enormes distancias y usar su cuerpo mejorado en batalla le recordaron directamente las mejoras físicas que él mismo había sentido. No solo eso, el Rey Mono parecía tener un control innato sobre su entorno, algo que Yaito había comenzado a notar en sus propios sentidos más agudos.

El libro también hablaba de la conexión de Sun Wukong con el sol y su capacidad para controlar su energía interna, una habilidad que lo hacía prácticamente imparable en combate.

Yaito: Esto explica por qué me siento más fuerte bajo el sol... Hay algo en esa energía que resuena conmigo- murmuró, emocionado por el descubrimiento.- Si Sun Wukong es una representación de mi quirk o mi linaje, entonces debo aprender a controlar esa misma energía.

La historia también hablaba de la lucha de Sun Wukong contra los cielos, su arrogancia, y finalmente, su redención como protector del monje Tang Sanzang en su viaje espiritual. La combinación de poder y responsabilidad resonaba profundamente en Yaito.

Yaito: Ser un héroe... no se trata solo de la fuerza. Se trata de proteger a los demás y usar tu poder con sabiduría. Tal como Sun Wukong tuvo que aprender a hacerlo.

Al cerrar el libro, Yaito sintió que había dado un gran paso adelante en la comprensión de su propio poder. Aunque aún había muchas preguntas por responder, al menos tenía una dirección clara. Ahora sabía que dicho poder no era simplemente una cuestión de fuerza física, sino que también implicaba una conexión más profunda con algo ancestral y poderoso.

Se puso de pie, mirando el título del libro una vez más, mientras sus pensamientos se llenaban de determinación.

Yaito: Tengo mucho que aprender, pero sé que voy por el camino correcto. Si Sun Wukong pudo dominar estas habilidades, yo también puedo hacerlo. Solo tengo que seguir entrenando y buscando más respuestas.

Yaito, tras salir de la biblioteca con el libro Viaje al Oeste bajo el brazo, estaba inmerso en sus pensamientos. La pista que había encontrado sobre su poder le daba un impulso renovado para seguir entrenando y mejorar antes de ingresar a la U.A. Mientras caminaba hacia la salida, la concentración de Yaito se vio interrumpida por un choque inesperado.

Yaito: ¡Oh! —exclamó cuando colisionó con alguien y ambos cayeron al suelo. Los libros que la chica llevaba en sus manos se esparcieron por el piso.

Aturdido, Yaito parpadeó un par de veces antes de darse cuenta de lo que había sucedido. Rápidamente, se agachó para ayudar a recoger los libros que se habían caído.

Al levantar la vista, sus ojos se encontraron con los de la joven. Era una chica de cabello plateado, que parecía un poco sorprendida por el impacto. Su piel era muy clara, casi pálida, y su expresión cambió de confusión a una leve sonrisa, indicando que no estaba molesta.

??: No te preocupes —dijo ella amablemente, reajustando su cabello mientras aceptaba los libros que Yaito le entregaba—. Fue mi culpa por no mirar por dónde iba.

Yaito, aún algo nervioso, le devolvió el último de los libros. Su mente, sin embargo, no pudo evitar notar lo rápido que ella había reaccionado al atraparlos antes de que cayeran. Estaba claro que sus sentidos habían mejorado con el entrenamiento de los últimos meses.

Yaito: Ehm, de verdad lo siento —repitió, frotándose la nuca, sin saber muy bien qué decir después de eso.

??: Está bien, de verdad —respondió la chica con una sonrisa amistosa, levantándose del suelo—. Gracias por ayudarme a recogerlos.

Yaito se levantó también, aún un poco incómodo, pero notando que todo estaba bien. No parecía haber causado ningún problema grave.

Lila: Por cierto, mi nombre es Lila Shinohara —dijo la chica, extendiéndole la mano—. Es bueno conocerte, aunque hubiera sido mejor en otras circunstancias.

Yaito estrechó su mano y respondió con una sonrisa tímida.

Yaito: Yo soy Yaito Yamanaka. También es un placer conocerte.

Ambos se quedaron un momento en silencio, pero Yaito, aún con el libro Viaje al Oeste en mente, notó que los libros de la chica estaban relacionados con la respiración y el control del viento.

Yaito: Veo que te interesa mucho sobre ese tema —dijo, curioso mientras miraba los libros.

Lila, mirando sus libros, rió levemente.

Lila: Supongo que sí. Estoy trabajando en mejorar mi Quirk. Es todo sobre cómo controlar el viento a través de la respiración y las posiciones de las manos.

Yaito frunció el ceño, interesado.

Yaito: ¿De verdad? ¿Qué tipo de habilidades puedes hacer con tu Quirk?

Lila: Puedo crear ráfagas de viento de distinta intensidad, controlarlas o redirigirlas según lo necesite. Pero todo depende de mi respiración y de cómo coloco mis manos.

Yaito asintió, impresionado.

Yaito: Eso suena increíble. Por cierto, mencionaste algo sobre la U.A. ¿También planeas presentar el examen allí?

Lila asintió con una sonrisa.

Lila: Sí, planeo hacerlo. Quiero demostrar que puedo utilizar mi Quirk de manera efectiva. ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?

Yaito, sorprendido por encontrarse con alguien más que también tenía planes para la U.A., se sintió animado por la conversación.

Yaito: Yo también estoy preparándome para el examen. Encontré algunas pistas sobre mi poder y estoy trabajando duro para mejorarlo.

Lila: ¡Eso es genial! Parece que tenemos mucho en común entonces.

Yaito, aún con la emoción de su conversación con Lila, se detuvo un momento antes de salir de la biblioteca. Volteó hacia ella con una idea en mente.

Yaito: Oye, Lila, ¿qué tal si vamos a otro lugar para charlar un poco más? Me encantaría saber más sobre tu Quirk y cómo te estás preparando para la U.A.

Lila, sorprendida pero complacida por la invitación, sonrió.

Lila: ¡Claro! Me encantaría. Hay una cafetería cerca que sirve unos pasteles increíbles. ¿Te parece bien si vamos allí?

Yaito asintió con entusiasmo.

Yaito: ¡Perfecto! Conozco ese lugar. Además, siempre es bueno tener una charla animada mientras disfrutamos de algo dulce.

Ambos se dirigieron a la salida de la biblioteca, Lila recogiendo los últimos libros que había dejado en el suelo. Una vez listos, caminaron juntos hacia la cafetería cercana.

Mientras se dirigían hacia su destino, continuaron conversando animadamente sobre sus planes y objetivos. Lila le contó a Yaito cómo había estado perfeccionando su técnica para controlar el viento, mientras que Yaito compartió detalles sobre los desafíos que había enfrentado durante su entrenamiento.

Lila: Me parece impresionante lo dedicado que eres. A veces, me pregunto si estoy haciendo lo suficiente para estar a la altura de los demás aspirantes.

Yaito: Estoy seguro de que estás haciendo más de lo que imaginas. Cada uno tiene su propio ritmo y método para mejorar. Lo importante es no rendirse y seguir adelante.

Lila: Tienes razón. Gracias por la motivación, Yaito. A veces, hablar con alguien que entiende lo que estamos pasando puede ser muy útil.

Cuando llegaron a la cafetería, se sentaron en una mesa junto a la ventana, disfrutando del ambiente acogedor. Mientras pedían sus bebidas y pasteles, la conversación continuó fluyendo, llena de entusiasmo y camaradería.

Yaito: Entonces, ¿Hubo algo en particular que te motivó a mejorar?

Lila se tomó un momento para reflexionar.

Lila: Siempre me ha fascinado el poder del viento. Mis padres me contaron muchas historias sobre cómo el viento puede cambiar paisajes y mover grandes objetos. Quería aprender a controlarlo para ayudar a las personas de una manera significativa.

Yaito: Eso es realmente inspirador. Me encanta cómo cada Quirk tiene su propia historia y propósito.

La charla siguió, con ambos compartiendo sus sueños y aspiraciones. Al final, tanto Yaito como Lila se sintieron enriquecidos por la conversación, descubriendo un nuevo sentido de camaradería y apoyo mutuo mientras se preparaban para su futuro en la U.A.

Mientras disfrutaban de sus pasteles y bebidas en la cafetería, Yaito se inclinó hacia adelante con curiosidad.

Yaito: Oye, Lila, me encantaría entender más sobre tu Quirk. ¿Podrías explicármelo nuevamente?

Lila sonrió, claramente contenta de compartir más sobre su habilidad.

Lila: Claro. Mi Quirk se llama " Viento". Básicamente, puedo manipular el aire a mi alrededor para crear ráfagas de viento de distinta intensidad. Dependiendo de cómo respire y de los movimientos que haga con mis manos, puedo dirigir el viento para atacar, defenderme o mover objetos.

Yaito, con los ojos brillando de entusiasmo, sacó rápidamente su cuaderno de notas y comenzó a escribir furiosamente.

Yaito: ¡Eso suena increíble! La manera en que puedes usar el viento para tantas cosas es fascinante. ¿Entonces, cómo logras controlar la intensidad del viento?

Lila asintió, mientras veía a Yaito anotar diligentemente.

Lila: Bueno, la intensidad del viento depende de la fuerza con la que respiro y la manera en que muevo mis manos. Si necesito un viento fuerte, hago respiraciones profundas y amplias, y hago movimientos amplios con las manos. Para ráfagas más suaves, hago respiraciones más cortas y movimientos más controlados. Todo está en el equilibrio y la precisión.

Yaito: ¡Genial! Esto realmente amplía lo que pensaba sobre los Quirks basados en elementos. ¡Tu habilidad tiene mucho potencial!

Mientras Yaito seguía escribiendo, Lila notó que tenía anotado algo que decía "Información sobre Quirk #40".

Lila: ¿Escribes sobre otros Quirks también?

Yaito levantó la vista de su cuaderno, sorprendido y un poco avergonzado.

Yaito: Sí, estoy recopilando información sobre diferentes Quirks para entender mejor cómo funcionan y cómo podrían aplicarse en situaciones reales. ¡Es como una especie de proyecto personal!

Lila rió suavemente.

Lila: ¡Eso suena genial! Me alegra que encuentres mi Quirk interesante. Si alguna vez necesitas más detalles o quieres probar alguna técnica conmigo, no dudes en decírmelo.

Yaito sonrió ampliamente.

Yaito: Definitivamente lo haré. Gracias por compartir esto conmigo, Lila. Es realmente inspirador, además de que si encuentro otra manera de mejora tu quirk te lo haré saber.

Ambos continuaron conversando, con Yaito haciendo preguntas sobre técnicas específicas y Lila compartiendo consejos y trucos. La tarde pasó rápidamente, y al final, ambos se sintieron más conectados y motivados, listos para enfrentar sus futuros desafíos en la U.A.

Mientras Yaito y Lila seguían conversando animadamente en la cafetería, el sonido de un disparo resonó repentinamente en el lugar, causando un gran alboroto. La gente se volvió hacia la entrada, y tres hombres armados con pistolas entraron en la cafetería, exigiendo que todos se quedaran en silencio.

Ladrón 1 : ¡Nadie se mueva! Si alguien intenta hacer algo, sufrirá las consecuencias. ¡Rápido, todos al centro!

El caos estalló en el lugar mientras los clientes se apresuraban a seguir las órdenes de los ladrones. Yaito y Lila, aún confundidos por lo que estaba sucediendo, se vieron empujados hacia el centro junto con el resto de los clientes.

Lila: ¿Qué hacemos?- susurró a yaito que miraba alrededor

Yaito: No lo sé, pero debemos mantener la calma y esperar una oportunidad para actuar.

Uno de los ladrones, un hombre corpulento con una máscara negra, comenzó a atar los brazos de los rehenes con cintas fuertes. Cuando llegó a Yaito y Lila, los ató sin mucho cuidado, apretando las cintas contra sus espaldas. Yaito se esforzó por no mostrar su incomodidad, tratando de mantener la mente clara.

Ladrón 2 : ¡Vamos, más rápido! Necesitamos que todos estén bien atados antes de que la policía llegue.

Lila miró a Yaito con nerviosismo mientras él trataba de mover sus manos atadas para comprobar la resistencia de las cintas. No parecía que pudiera liberarse fácilmente, pero su mente trabajaba rápidamente, buscando una forma de ayudar.

Ladrón 3: —¡Cualquiera que intente hacer algo estúpido será el primero en recibir un disparo!

Mientras los ladrones se concentraban en asegurarse de que todos los rehenes estuvieran bien atados, Yaito notó que uno de los ladrones tenía una pistola que parecía más antigua y, por lo tanto, menos confiable. Su mente comenzó a trabajar en un plan.

Yaito: Voy a intentar algo. Mantén la calma y sigue mi ejemplo- en voz baja solo para que lila lo escuchara.

Lila asintió, su expresión mostrando una mezcla de temor y determinación. Yaito trató de relajarse, intentando recordar los consejos sobre control de su Quirk que había aprendido. Sabía que debía esperar el momento adecuado para actuar.

Mientras los ladrones estaban distraídos con los otros rehenes, Yaito movió sus muñecas atadas de manera que intentaba ubicar un punto de debilidad en las cintas. Su objetivo era encontrar una forma de aflojar las ligaduras sin levantar sospechas. Aunque las cintas estaban apretadas, su entrenamiento le había dado una comprensión de cómo manejar situaciones bajo presión.

Lila lo observaba, con los ojos llenos de expectativa. En su mente, ya estaba pensando en cómo usar su Quirk para ayudar, una vez que Yaito encontrara una oportunidad. Ambos estaban listos para hacer frente a la situación y tratar de encontrar una forma de escapar o alertar a la policía sin poner en peligro a los demás.

Mientras los ladrones saqueaban la cafetería, el sonido de objetos rompiéndose y el murmuro de preocupación de los civiles llenaban el ambiente. La situación era tensa, con los ladrones buscando dinero y objetos de valor mientras los rehenes, atados y asustados, observaban en silencio.

Yaito, a pesar de estar nervioso, sabía que debía mantenerse calmado. Miró a Lila, que estaba a su lado, y notó que ella estaba concentrada en algo, sus ojos moviéndose rápidamente mientras evaluaba la situación. Lila había comenzado a murmurar palabras suaves, posiblemente para prepararse para su Quirk.

Uno de los ladrones, el más alto y corpulento, se había apartado del grupo para revisar una caja registradora rota, dándole a Yaito y a Lila una breve oportunidad. El momento era ahora o nunca. Yaito se concentró en sus ataduras, que estaban bastante apretadas, pero sabía que podía hacer algo al respecto. Recordó las enseñanzas sobre el control de su fuerza y aplicó una presión calculada.

Con un esfuerzo concentrado, Yaito apretó los músculos de sus brazos y, con una fuerza controlada pero contundente, rompió las cintas que lo mantenían atado. Las ligaduras se desgarraron con un sonido sordo, y Yaito rápidamente se levantó, revisando las ataduras de Lila.

Lila, entendiendo que era su turno de actuar, comenzó a mover las manos lentamente, creando pequeñas ráfagas de viento que, aunque no eran visibles para los ladrones, comenzaron a deshacer las ataduras de los otros rehenes al hacerlas moverse y aflojarse. Su control sobre el viento era preciso y efectivo, y pronto todos los rehenes estaban libres de sus ataduras.

El ladrón corpulento que estaba en la caja registradora se dio cuenta de que algo no estaba bien, y se giró para ver qué estaba pasando. Lila, aprovechando el momento, usó una ráfaga de viento para lanzar una silla hacia él, haciéndolo tropezar. El ladrón cayó al suelo, atónito y desorientado.

Yaito se dirigió rápidamente hacia el ladrón, quien estaba intentando levantarse. Con movimientos precisos, Yaito utilizó su fuerza para inmovilizarlo, desarmándolo de la pistola y asegurándose de que no pudiera hacer más daño. Lila se unió a él, utilizando su Quirk para crear un escudo de viento que protegiera a los rehenes de los otros dos ladrones, que estaban cada vez más confundidos y desorientados.

Yaito: ¡Rápido! —gritó a los civiles—. ¡Salgan y busquen ayuda!

Los rehenes, ahora libres y recuperando la compostura, comenzaron a salir rápidamente de la cafetería, buscando ayuda o llamando a la policía. Mientras tanto, Yaito y Lila se enfrentaban a los dos ladrones restantes, que estaban empezando a comprender que la situación había cambiado drásticamente.

La acción rápida de Yaito y la habilidad de Lila para controlar el viento habían cambiado el curso del enfrentamiento, y ahora estaban más cerca de neutralizar la amenaza. La presencia de los ladrones y la tensión en el ambiente estaban a punto de cambiar, con la esperanza de que la intervención de los dos jóvenes fuera suficiente para asegurar el lugar hasta que llegara la policía.

Yaito y Lila se enfrentan a los dos ladrones restantes en el interior de la cafetería. Los ladrones, uno corpulento con una cicatriz en el rostro y el otro más delgado pero ágil, se preparan para atacar. El ambiente es tenso, con el sonido de las sirenas de la policía acercándose desde lejos.

Ladrón Corpulento: ¡No piensen que podrán salir de esta tan fácilmente!

Ladrón Delgado: ¡Sí, van arrepentirse de interferir!

Lila se coloca en una posición defensiva, con las manos extendidas y el viento comenzando a girar a su alrededor. Yaito se prepara para el combate, con sus músculos tensos y los ojos fijos en los ladrones.

Lila: ¡Déjame manejar a uno, tú encárgate del otro!

Yaito: ¡Está bien! ¡Vamos!

El ladrón corpulento avanza hacia Yaito, lanzando un poderoso puñetazo. Yaito se agacha ágilmente, evitando el golpe y contraatacando con un rápido gancho al abdomen del ladrón. El impacto hace que el ladrón retroceda, pero rápidamente se recupera y carga hacia Yaito nuevamente.

Yaito: ¡No será tan fácil!

Yaito utiliza su fuerza mejorada para lanzar una serie de golpes rápidos y precisos, cada uno impactando con fuerza. El ladrón corpulento intenta bloquear los ataques, pero Yaito mantiene la presión, forzando al ladrón a retroceder cada vez más.

Mientras tanto, Lila se enfrenta al ladrón delgado, que intenta esquivar las ráfagas de viento que ella crea. El ladrón usa su agilidad para moverse rápidamente, pero Lila ajusta la dirección del viento con precisión, creando torbellinos que lo desorientan y lo mantienen a raya.

Ladrón Delgado: —¡Esa chica es un dolor de cabeza! ¡No puedo acercarme!

Lila concentra el viento en una ráfaga potente y lanza una pequeña tormenta de viento hacia el ladrón. El viento lo empuja contra una mesa, haciéndolo caer al suelo. Lila se acerca con cautela, utilizando ráfagas más pequeñas para mantener al ladrón bajo control mientras se recupera.

Lila: —¡No intentes levantarte!

El ladrón delgado intenta levantarse, pero Lila lo inmoviliza con una ráfaga de viento que lo mantiene pegado al suelo. Con un último empuje, Lila desarma al ladrón y lo asegura contra el suelo.

Yaito, agotado pero determinado, sigue luchando contra el ladrón corpulento.

Ladrón corpulento: Crees que puede ganarme- diría mientras intentaba golpea a yaito que este se movía más rápido.

Yaito: Es hora de acaba esto.

Finalmente, con un último golpe decisivo, Yaito derriba al ladrón, dejándolo inconsciente en el suelo. Se acerca a Lila, quien ha logrado controlar al ladrón delgado y lo ha entregado a la policía que acaba de llegar.

Yaito: ¿Todo bien?

Lila: Sí, tú has sido increíble. ¡Gracias por la ayuda!

Yaito: Igualmente. No podría haberlo hecho sin tu ayuda. ¡Buen trabajo con el viento!

La policía entra en la cafetería, asegurando el área y arrestando a los ladrones. Los civiles, que habían salido corriendo, comienzan a regresar, aliviados y agradecidos por la intervención de Yaito y Lila.

Policía: ¡Gracias a ambos por su valentía! La situación está bajo control ahora.

Yaito y Lila, exhaustos pero satisfechos, se miran con una sonrisa de complicidad. Han demostrado su habilidad y coraje, enfrentándose a una situación peligrosa y saliendo victoriosos.

Lila: ¿Qué te parece si celebramos esto con un café? Después de todo, esto ha sido un día interesante.

Yaito: Definitivamente! ¡Me encantaría!

Con la cafetería asegurada y los ladrones bajo control, Yaito y Lila se dirigen hacia un café cercano, listos para relajarse y compartir un momento tranquilo después de la intensa pelea.

En un denso y sombrío bosque, dos figuras encapuchadas se mueven sigilosamente entre los árboles. La atmósfera está cargada de tensión, y la única luz proviene de las sombras que se proyectan de las pocas aberturas en el espeso follaje.

Encapuchado 1: El descendiente ha despertado.

Encapuchado 2: Debemos encontrarlo antes de que sea demasiado tarde. La profecía no puede esperar.

Se acercan a un mural antiguo y desgastado, oculto entre las ramas y parcialmente cubierto de musgo. El mural está en llamas, aunque no hay fuego real, como si las llamas estuvieran incrustadas en la pintura, iluminando la imagen de una silueta en la cima, con rasgos que se asemejan a un mono. El mural transmite una sensación de poder y misterio, con símbolos y marcas que rodean la figura central.

Encapuchado 1: Mira esto. La silueta en el mural… Es el mismo que el que vimos en las visiones.

Encapuchado 2: Sí. La figura representa al ancestro, el cual está ligado a la fuerza de la descendencia que ha despertado. Su poder será formidable, pero también peligroso si no se controla.

Encapuchado 1: No podemos permitirnos el lujo de fallar. El descendiente tiene el potencial para cambiar el equilibrio de las cosas. Si lo encontramos antes de que se dé cuenta de su verdadero poder, podremos guiarlo o, si es necesario, neutralizarlo.

Encapuchado 2: Exactamente. La profecía dice que el poder del descendiente será el clave para el renacimiento del antiguo orden. Debemos actuar rápidamente, antes de que su poder se manifieste por completo y sea demasiado tarde para intervenir.

Ambos encapuchados examinan el mural detenidamente, estudiando los detalles y tomando nota de las características que podrían ayudarles en su búsqueda. Sus miradas se encuentran, llenas de determinación y un toque de ansiedad.

Encapuchado 1: Este mural es nuestra única pista. Si el descendiente tiene alguna conexión con esta imagen, debemos usarla para encontrarlo.

Encapuchado 2: Asegúrate de que nadie sospeche de nuestra presencia aquí. La última cosa que necesitamos es llamar la atención.

Con una última mirada al mural, ambos encapuchados se alejan en silencio, adentrándose más en el bosque mientras la sombra de la figura en el mural parece observar su partida, presagiando los eventos que están por venir. La búsqueda del descendiente ha comenzado, y el tiempo para actuar se está agotando.

Continuara.........

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