Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 8

El sol se alzaba lentamente sobre el horizonte, proyectando una luz dorada sobre el vasto océano que se extendía ante Yaito. De no ser por las montañas de basura que cubrían la arena, la vista habría sido verdaderamente majestuosa. Vestido con ropa deportiva y una libreta en mano, Yaito observaba el mar, como si el inmenso cuerpo de agua pudiera ofrecerle alguna respuesta a las preguntas que había estado formulando durante las últimas semanas.

Frunció el ceño, volviendo su atención a la libreta que sostenía. En la portada, con letras claras y subrayadas, se leía: "Informe de Quirk: Análisis utilizando el método científico." Habían pasado dos semanas desde que comenzó a hacer pruebas con ese misterioso poder que había despertado en él. Durante ese tiempo, había trabajado incansablemente, aplicando los cinco pasos del método científico para entender mejor su poder.

Yaito: (Primero observé el fenómeno. Luego formulé preguntas… Y ahora es tiempo de experimentar más a fondo para obtener respuestas claras.)

Mientras hojeaba las páginas, llenas de notas, diagramas y observaciones detalladas.

Yaito se colocó los audífonos, dejando que la música fluyera a través de sus oídos. La melodía resonaba en su mente mientras observaba el caos que lo rodeaba.

Yaito: Muy bien, vamos a hacerlo- murmuró para sí mismo, con una mezcla de determinación y curiosidad.

La playa, llena de basura y desechos, se había convertido en su improvisado campo de entrenamiento, su laboratorio de pruebas. Era el lugar perfecto para llevar a cabo sus experimentos, lejos de miradas curiosas y con abundantes objetos que le servirían de herramientas para comprender mejor su poder.

Con la música marcando el ritmo de sus movimientos, Yaito se acercó a un viejo contenedor oxidado. Flexionó los músculos de sus brazos y lanzó un fuerte puñetazo contra la pared metálica. El golpe resonó en el aire, abollando la superficie del contenedor con facilidad.

Yaito: (No está mal) pensó, mientras retrocedía para evaluar el daño. Pero aún no es suficiente.

Decidido a probar su velocidad, Yaito miró a su alrededor. Había creado un pequeño circuito de obstáculos usando pedazos de chatarra y estructuras rotas que había encontrado entre los desechos. Saltó sobre la primera pila de escombros, moviéndose con agilidad, pero al intentar aterrizar en la siguiente, su pie resbaló y cayó de lado sobre una caja de metal. Un leve dolor recorrió su cuerpo, pero rápidamente se levantó, frotándose el brazo adolorido.

Yaito: Tengo que ajustar la fuerza de mis saltos. No es solo sobre poder, también es sobre control

Mientras se recuperaba, Yaito se encontró frente a varias botellas de vidrio que había alineado como blancos improvisados. A su lado, había objetos de diferentes tamaños y pesos que había traído consigo para realizar las pruebas. Su primer intento de lanzamiento fue un fracaso; las botellas permanecieron intactas mientras los objetos que lanzó se desviaban de su trayectoria.

Frustrado, se detuvo por un momento, ajustando sus audífonos y tomando aire profundamente.

Yaito: Vamos, enfócate- Movió los hombros, relajando un poco los músculos antes de intentarlo de nuevo. Esta vez, calculó mejor la distancia y el peso de los objetos antes de lanzarlos.

Uno tras otro, los objetos volaron hacia las botellas, impactando en su mayoría, pero aún no con la precisión que Yaito deseaba.

Yaito: La fuerza está ahí, pero necesito trabajar en mi puntería.

Finalmente, Yaito se acercó a uno de los desafíos más grandes que se había propuesto para ese día: un camión abandonado que había estado en la playa por años. Era enorme y cubierto de óxido, un verdadero reto de fuerza bruta.

Yaito: Si puedo mover esto, sabré que he progresado.

Se colocó frente al camión, plantando los pies firmemente en la arena y tomando aire una vez más. Puso sus manos sobre el costado del vehículo, intentando levantarlo. Sus músculos se tensaron, su rostro se contrajo por el esfuerzo, pero el camión apenas se movió.

Yaito: No… aún no. Pero pronto.

Yaito soltó el camión, respirando con dificultad, pero con una chispa de esperanza en sus ojos. Este era solo el comienzo. Sabía que tenía que seguir entrenando, seguir empujándose al límite, hasta que pudiera controlar por completo esa extraña fuerza que había despertado en él.

Miró el océano por un momento, escuchando el sonido de las olas rompiendo en la orilla.

Yaito: (La clave está en el equilibrio. Fuerza y control, poder y precisión)- Con ese pensamiento en mente, regresó a sus experimentos, decidido a descubrir hasta dónde podía llegar.

Mientras la música seguía fluyendo en sus oídos, Yaito se concentró en el siguiente paso de su entrenamiento. Cada esfuerzo que hacía, cada pequeño avance, lo acercaba más a su objetivo. La playa, aunque cubierta de desechos y sucia, se había convertido en su zona de pruebas, un campo donde podía experimentar sin restricciones.

El primer intento de lanzar objetos a las botellas de vidrio no había salido como esperaba, pero la frustración no lo detuvo. Se tomó un breve descanso, ajustando los audífonos y respirando hondo para recuperar la compostura.

Yaito: Enfócate, Yaito. Cada error es una oportunidad para aprender.

Colocó las botellas de nuevo y empezó a medir la distancia con más precisión, tratando de visualizar la trayectoria de los objetos antes de lanzarlos. Su puntería mejoró con cada intento. Los objetos comenzaron a golpear las botellas con más frecuencia, rompiéndolas en pedazos.

Yaito: Eso es mejor- murmuró para sí mismo, sintiendo un poco de orgullo.

Yaito se centró nuevamente en su entrenamiento, consciente de que su progreso dependía tanto de su fuerza como de su control. Sabía que cada paso hacia adelante requería no solo de esfuerzo físico, sino también de una profunda comprensión de su propio poder.

Decidió probar algo nuevo. Se acercó a un viejo auto oxidado que había encontrado entre los escombros y se preparó para un ejercicio que había estado pensando durante un tiempo. Quería experimentar con su capacidad para realizar movimientos acrobáticos, algo que consideraba fundamental para perfeccionar su control y agilidad.

Subió al techo del auto con agilidad, utilizando una combinación de fuerza y precisión para asegurarse de no causar ningún daño innecesario al vehículo. Una vez en la parte superior, se preparó para realizar una voltereta. Flexionó las piernas y se impulsó, girando en el aire con la intención de aterrizar suavemente sobre otro auto cercano.

La primera voltereta no fue perfecta; aterrizó de lado, tambaleándose pero logrando mantenerse en pie. No se desanimó y repitió el movimiento, aumentando gradualmente la altura y la velocidad de sus acrobacias. A medida que repetía el ejercicio, comenzó a sentir una mayor familiaridad con el control de su cuerpo en el aire y la coordinación necesaria para realizar estos movimientos.

La música en sus audífonos seguía marcando el ritmo de sus movimientos, ayudándole a mantener el enfoque. Cada vez que se impulsaba, el poder que había aprendido a controlar parecía fluir de manera más armoniosa con sus movimientos. La combinación de fuerza y agilidad era esencial, y Yaito estaba empezando a entender cómo equilibrarlas.

Después de varias volteretas y aterrizajes, Yaito decidió intentar algo más desafiante. Se dirigió a una estructura más alta y comenzó a saltar desde ella, realizando volteretas en el aire antes de aterrizar con precisión. Con cada intento, se sentía más seguro y más en control de su poder.

Finalmente, se detuvo para tomar un respiro, mirando a su alrededor con una mezcla de satisfacción y agotamiento. Los autos oxidados y los escombros se habían convertido en un campo de entrenamiento perfecto para él. Había logrado mejorar su agilidad y control, y su confianza en su poder estaba en aumento.

Con la puesta del sol, Yaito se sentó en el borde de un auto, observando el horizonte. Pensó en las palabras de su madre, su hermana, sus amigas y su abuelo. Cada una de esas personas había sido una fuente de inspiración y motivación, recordándole por qué estaba entrenando con tanta dedicación.

Yaito:(Esto es solo el principio)- pensó mientras se relajaba-(tengo mucho que aprender y mucho que mejorar. Pero estoy listo para enfrentar cualquier desafío que se me presente. Esto es lo que quiero ser, y estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para lograrlo.)

Con esa determinación renovada. Luego, se dirigió hacia el camión abandonado, el desafío final de la jornada. Sabía que levantar el camión no sería fácil, pero también sabía que la práctica y el enfoque lo llevarían a lograrlo eventualmente. La estructura oxidada era un desafío monumental, pero Yaito estaba decidido a enfrentarlo.

Se colocó frente al camión, tomó una respiración profunda y puso sus manos en la superficie metálica. La fuerza de sus músculos se tensó al máximo, y sintió la energía en su interior comenzando a fluir con más intensidad. Sus ojos se concentraron en el objetivo, y con un esfuerzo supremo, intentó levantar el camión.

El camión se movió apenas, un pequeño ajuste en su posición. Aunque no era mucho, era un progreso. Yaito se permitió un breve momento de satisfacción antes de soltar el camión, exhausto pero motivado.

Yaito: No es mucho, pero es un comienzo. Cada pequeño avance cuenta- con eso dicho recogió sus cosas y se preparó para regresar a casa.

Sabía que su entrenamiento estaba lejos de terminar, pero cada día estaba un paso más cerca de convertirse en el héroe que soñaba ser.

El sol estaba comenzando a ponerse, y la playa se bañaba en una cálida luz dorada. Yaito se sentó en la arena, mirando el horizonte mientras la música continuaba en sus oídos.

Yaito: Fuerza y control- repitió para sí mismo- Eso es lo que necesito.

En ese momento, un sentimiento de paz y determinación lo envolvió. Sabía que su camino no sería fácil, pero también sabía que estaba en el camino correcto. Cada sesión de entrenamiento, cada desafío superado, lo acercaba más a su sueño de convertirse en un héroe.

Con una última mirada al océano y una sonrisa en su rostro, Yaito comenzó su camino de regreso. La playa, aunque llena de desechos, había sido testigo de su progreso y esfuerzo. Sabía que el verdadero trabajo apenas comenzaba, pero también sabía que estaba preparado para enfrentar lo que viniera.

Esa noche, mientras regresaba a casa, la visión del camión abandonado y el sonido del océano seguían resonando en su mente. La determinación de seguir adelante con su entrenamiento y el deseo de controlar su poder se habían fortalecido aún más. Con cada paso que daba, Yaito sentía que se acercaba a su verdadero propósito.

Yaito regresaba a casa después de un largo día de entrenamiento. Al llegar, notó que las luces estaban apagadas, lo que lo confundió. Sacó sus llaves y abrió la puerta con cuidado. Se quitó los zapatos en la entrada, pensando que la casa estaba vacía.

Yaito: Parece que no hay...

De repente, un grito lleno de entusiasmo interrumpió sus pensamientos.

"¡Sorpresa!"

El grito lo sorprendió tanto que cayó de espaldas al suelo, mirando desconcertado a su madre, Katsumi, y su hermana, Emi, que estaban de pie junto a la mesa decorada con globos y banderines.

Yaito: Auch, ¿se puede saber qué hacen? —preguntó mientras se levantaba con una mezcla de confusión y sorpresa.

Katsumi: Lo siento, cariño. Aún olvido que siempre te asusta este tipo de cosas.

Emi: Y pensé que ya lo superaría.

Yaito: No sabía que seguían aquí, pensé que habían salido. Pero en fin, ¿qué están festejando?

Mientras se enderezaba, escuchó una voz familiar desde la esquina de la sala. Miró a su derecha y vio a su padre, con una cálida sonrisa en el rostro. La sorpresa y la alegría se reflejaron en su rostro al ver a su padre allí.

Riku Yamanaka es un hombre de presencia imponente y una actitud serena, con una estatura notable que realza su figura autoritaria y a la vez accesible.

A lo largo de su carrera como científico, Riku ha alcanzado gran reconocimiento internacional por sus contribuciones innovadoras en el campo de la tecnología de materiales y la biotecnología. Desde su adolescencia, ha sido conocido por su habilidad para hacer descubrimientos revolucionarios, que le han valido premios y honores en diversas conferencias científicas alrededor del mundo. Su mente aguda y su dedicación incansable a la investigación lo han llevado a ser una figura respetada y admirada en su campo.

A pesar de su éxito profesional, Riku mantiene una humildad ejemplar y un carácter accesible que lo hace querido por quienes lo conocen. Su pasión por la ciencia es solo igualada por su amor y devoción hacia su familia. A pesar de las demandas de su trabajo en el extranjero, siempre hace un esfuerzo por mantenerse conectado con su familia, valorando profundamente los momentos que pasa con ellos.

Yaito: Papá... —dijo en shock, con los ojos abiertos de asombro.

Su padre, con una sonrisa nostálgica, se acercó a él.

Riku: ¿Qué pasa, campeón? ¿Acaso...

No terminó la frase, ya que Yaito, sin poder contener su emoción, se lanzó a abrazarlo con fuerza. Los ojos de Yaito se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a su padre, sintiendo una inmensa felicidad por tenerlo de vuelta en casa.

Yaito: ¡No puedo creer que estés aquí! No esperaba verte hoy. ¿Cómo...?

Su padre le devolvió el abrazo con ternura, frotando su espalda en un gesto reconfortante.

Riku: Sorpresas, mi chico. Pensé que merecías una recompensa por todo el esfuerzo que has estado poniendo en tu entrenamiento.

Katsumi y Emi miraban la escena con sonrisas de satisfacción, felices de ver a su familia reunida de nuevo. El ambiente en la sala estaba lleno de calidez y amor, un recordatorio perfecto de lo que realmente importaba.

Yaito se apartó ligeramente para mirar a su padre, todavía con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa de gratitud.

Yaito: Gracias, papá. No puedo decir cuánto significa para mí verte aquí.

Su padre le sonrió con cariño.

Riku: Para mí, verte feliz y en tu mejor momento es lo más importante. Ahora, ven y celebra con nosotros. Es una ocasión especial.

Con el corazón rebosante de alegría y gratitud, Yaito se unió a su familia, sabiendo que, aunque su camino hacia convertirse en héroe aún estaba lleno de desafíos, tenía el apoyo incondicional de las personas que más amaba.

Después de los cálidos abrazos y las emocionadas charlas sobre el reencuentro, Yaito, aún lleno de alegría, miró con curiosidad el maletín rojo que su padre había traído consigo.

Yaito: Papá, ¿en qué has estado trabajando últimamente? ¿Qué es eso?”

Riku, con una sonrisa orgullosa, abrió el maletín con un clic suave. Dentro del maletín había un dispositivo compacto que parecía un sofisticado panel de control. Presionando un botón, el dispositivo se desplegó y activó una figura holográfica que apareció frente a ellos.

La figura, con una apariencia de robot amigable, se materializó como un asistente médico con una apariencia blanca y redondeada, con una cara amigable y ojos brillantes. Baymax, como lo presentaba el dispositivo, hizo una pequeña inclinación hacia la familia Yamanaka.

Katsumi:  ¡Vaya, qué sorprendente! Es increíble ver algo así.

Emi, con los ojos llenos de admiración, exclamó: ¡Es muy lindo”

Yaito, al observar el asistente médico con su aspecto acolchado y redondeado, no pudo evitar una risa inocente y comentó

Yaito: Parece un malvavisco gigante.

Las risas llenaron la habitación mientras Katsumi y Riku compartían una sonrisa ante el comentario de Yaito, la expresión divertida en sus rostros. Riku se inclinó hacia adelante, mirando a su hijo con un aire de complicidad.

Riku: Bueno, Yaito, tienes un punto. Pero en realidad, Baymax no es un malvavisco gigante. Es un asistente médico avanzado.

Yaito: ¿Asistente médico? ¿Cómo funciona?

Riku explicó con entusiasmo mientras Baymax se mantenía en pie con una postura atenta.

Riku: Baymax está equipado con un chip que contiene una enorme base de datos de conocimientos médicos. Puede realizar diagnósticos básicos, proporcionar información sobre tratamientos y asistir en emergencias. La idea es que pueda ayudar en situaciones donde un profesional médico no esté inmediatamente disponible. Es una herramienta diseñada para brindar atención y asistencia médica, especialmente en lugares remotos o situaciones críticas.

Katsumi, visiblemente impresionada, asintió: Eso suena realmente útil, Riku. Me alegra ver cómo tu trabajo sigue avanzando y ayudando a los demás.

Yaito, aún maravillado por la tecnología, preguntó con curiosidad

Yaito: ¿Puedo probarlo, papá?

Riku asintió con una sonrisa: Claro, pero ten cuidado. Baymax está aquí para ayudar, así que si necesitas algo, no dudes en pedirlo.

Baymax se acercó a Yaito, ofreciéndole una cálida bienvenida con su característica voz amigable. Mientras Yaito interactuaba con el asistente médico, Katsumi y Emi observaban con orgullo y admiración. La noche continuó con una atmósfera de alegría y orgullo familiar, celebrando no solo el reencuentro, sino también los avances y logros de cada uno.

En la habitación de Yaito, el joven estaba sentado en su escritorio, revisando meticulosamente los avances en su libreta de entrenamiento. El cuarto estaba en silencio, salvo por el suave zumbido de la lámpara sobre su mesa y el ocasional crujido de las páginas al pasar.

Yaito: Bitácora número 5: parece que este poder no solo me da la capacidad de aumentar mi fuerza, también mejora otras estadísticas como velocidad, agilidad, flexibilidad y mis sentidos.

"Eso sí es un buen avance"

De repente, un sonido inesperado interrumpió su concentración. Yaito gritó de susto, cayendo de su silla. Miró alrededor, tratando de ubicar la fuente del sonido, y allí, de pie frente a él, estaba el sujeto simiesco de su sueño, el hombre mono, con su característica expresión despreocupada.

Yaito: ¡Espera, tú eres…?

El hombre mono lo miró con una mezcla de diversión y desaprobación.

"¿En serio, te asustas por todo?”

Yaito, aún en shock, intentó recuperarse mientras seguía apuntando en su libreta.

Yaito: Espera, ¿viste mi entrenamiento?

El hombre mono asintió, cruzando los brazos.

"Así es. Debo decir que has progresado muy bien.”

Yaito: Bueno, trato de mejorar. Además, ¿no se supone que me ibas a dar consejos sobre cómo entrenar? Solo me explicaste que debía mejorar mi cuerpo.

El hombre mono sonrió con picardía.

“Créeme, no querrás que tu cuerpo explote.”

Yaito: ¡¿Explote?! ¿Acaso el poder que tengo es demasiado?”

El hombre mono se rió, sacudiendo la cabeza.

“Si te dijera lo que debería hacer, perdería todo el sentido y la gracia. Es mejor que lo descubras por ti mismo. Pero no te preocupes, te ayudaré a mejorar algunas cosas.”

Yaito, aún preocupado pero decidido, se enderezó en su silla.

Yaito: ¿Qué es lo que necesitas que haga entonces?

El hombre mono caminó hacia el escritorio y se inclinó ligeramente hacia Yaito.

“Primero, necesitas entender tu poder a un nivel más profundo. Cada habilidad tiene sus propios límites y condiciones. Debes aprender a controlar no solo la fuerza bruta, sino también a manejar la energía que emana de ti. Vamos a trabajar en eso.”

Yaito asintió, su determinación renovada al escuchar las palabras de su extraño mentor.

Yaito: Entiendo. Estoy listo para aprender y mejorar.”

El hombre mono sonrió, complacido.

“Perfecto. Empecemos entonces. Cada paso que tomes hacia la comprensión completa de tu poder es un paso hacia el control y el dominio.”

Yaito se sumergió en el entrenamiento con renovada energía, mientras el hombre mono comenzaba a guiarlo a través de ejercicios y técnicas diseñadas para explorar y controlar su extraordinario poder. En medio de la noche, con el silencio de su habitación roto solo por el sonido de la instrucción y el esfuerzo, Yaito dio un paso más hacia su objetivo de convertirse en un héroe.

La mañana siguiente, Yaito se despertó temprano, sintiéndose renovado y lleno de energía. Había pasado la noche trabajando con el hombre mono y estaba ansioso por continuar su entrenamiento. Con un rápido estiramiento, se preparó para salir.

Al bajar las escaleras, encontró a su madre, Katsumi, y a su hermana, Emi, en la cocina, preparando el desayuno. La cálida luz del sol matutino se filtraba a través de las ventanas, llenando el ambiente con una atmósfera acogedora.

Yaito se acercó a ellas con una sonrisa, deseando aprovechar el momento antes de irse. Se inclinó y les dio un beso en la mejilla a ambas, un gesto de cariño que Katsumi y Emi recibieron con sonrisas.

Katsumi: ¡Que tengas un buen día, Yaito! No olvides comer algo antes de irte.

Emi: Sí, asegúrate de cuidarte y no exagerar con el entrenamiento. ¡Buena suerte!

Yaito: Gracias, lo haré. Estoy muy emocionado por continuar con el entrenamiento hoy.

Luego, se dirigió al salón donde encontró a su padre, Riku, preparando su maletín para un nuevo día de trabajo. Yaito se acercó a él y le dio un cálido abrazo.

Yaito: Papá, gracias por estar aquí. Ayer fue increíble. ¡Estoy muy motivado para seguir adelante!”

Riku: Me alegra escuchar eso, hijo. No olvides que estamos muy orgullosos de ti. Cuida de ti mismo y da lo mejor de ti.

Yaito asintió, sintiendo el apoyo y el amor de su familia. Se despidió de su padre con una última sonrisa y salió de casa, sintiendo la brisa fresca de la mañana acariciando su rostro.

Mientras caminaba hacia su lugar de entrenamiento, la emoción crecía en su interior. Sabía que el camino hacia convertirse en un héroe no sería fácil, pero con el apoyo de su familia y la guía del hombre mono, estaba decidido a superar cualquier desafío que se le presentara. Con cada paso, se sentía más cerca de alcanzar sus metas y de descubrir la verdadera extensión de su poder.

Al llegar a la playa, Yaito se preparó mentalmente para comenzar su entrenamiento. El sol brillaba intensamente, y la brisa marina proporcionaba un toque refrescante al ambiente. Recordó las instrucciones del hombre mono y se concentró en sus objetivos del día. Mientras estaba a punto de comenzar, escuchó algunos ruidos provenientes de más adelante en la playa.

Curioso, se acercó con cautela y vio una escena inusual. Un joven con cabello verde, claramente esforzándose, intentaba empujar un auto oxidado que estaba encajado en la arena. A su lado, un hombre rubio con una figura visiblemente desnutrida estaba animándolo.

Hombre rubio: ¡Vamos, joven Midoriya! ¡Tú puedes hacerlo! ¡Solo un poco más!

Yaito se detuvo por un momento, intrigado por la situación. No podía evitar sentirse un poco desconcertado al ver al hombre rubio en tan mala condición, mientras el joven Midoriya parecía luchar con todas sus fuerzas. Sin embargo, su curiosidad se convirtió en sorpresa cuando accidentalmente tropezó con algunos pilares cercanos, causando un ruido que resonó en la playa.

El joven Midoriya y el hombre rubio se volvieron alarmados, mirando en dirección al sonido. Yaito, en un intento de parecer menos intrusivo, se levantó rápidamente y sonrió de manera nerviosa.

Yaito: Lo siento, no quería interrumpir. Solo me tropecé con estos pilares. Parece que están haciendo algo interesante aquí.

El joven Midoriya, visiblemente nervioso, se quedó mirando a Yaito con una mezcla de sorpresa y confusión. Sin embargo, el hombre rubio, con una sonrisa forzada, se acercó a Yaito, tratando de mantener la calma.

Hombre rubio: No te preocupes, es solo un pequeño entrenamiento. ¿También estás aquí para entrenar?

Yaito: Sí, en realidad estaba buscando un lugar para trabajar en mis habilidades. Pero, eh, ¿por qué ese auto? ¿Es parte del entrenamiento?

El hombre rubio, que parecía estar algo preocupado, trató de distraer a Yaito con una conversación ligera.

Hombre rubio: Sí, algo así. Estoy tratando de ayudar a este joven a desarrollar su fuerza. Es un ejercicio difícil, pero muy efectivo.

Yaito, observando la forma en que el joven Midoriya miraba al hombre rubio, comenzó a sospechar que había algo más en juego. La situación le parecía extraña y, al parecer, el hombre rubio estaba escondiendo algo. No obstante, decidió no presionar más y, con una sonrisa, se dirigió hacia la playa.

Yaito: Entiendo. Bueno, yo también necesito ponerme en marcha. ¡Buena suerte con el entrenamiento!

El joven Midoriya asintió tímidamente, y el hombre rubio le dedicó una sonrisa amable mientras Yaito se alejaba. Al regresar a su zona de entrenamiento, Yaito no pudo evitar reflexionar sobre la extraña interacción que acababa de presenciar. Sin embargo, decidió concentrarse en sus propios ejercicios, sabiendo que cada momento de entrenamiento era una oportunidad para mejorar.

A medida que comenzaba su rutina, el pensamiento de la extraña escena seguía en su mente, pero se obligó a centrarse en sus objetivos y en el desarrollo de su poder. Sin duda, su camino hacia convertirse en un héroe estaba lleno de sorpresas, y estaba decidido a enfrentarlas todas con determinación.

Continuará..........

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro