Capítulo 22
Mientras tanto, el ambiente en la USJ era caótico. Todoroki, Bakugou, Kirishima y Akemi luchaban con determinación, dominando a los grupos de villanos que intentaban atacarlos. La sinergia entre ellos era palpable; cada uno sabía cómo apoyarse mutuamente y, a pesar de la amenaza, se mantenían firmes y en control.
Por otro lado, Trece y algunos estudiantes estaban enfrentándose al villano que manipulaba portales, un enemigo astuto y peligroso. Cada vez que intentaban cerrar un portal, el villano creaba otro, manteniendo a los héroes en un constante estado de alerta. En un momento crucial, Trece lanzó un ataque que, en lugar de impactar al enemigo, lo desvió hacia uno de los portales, causando que se lastimara a sí mismo.
Trece: ¡Lida, ve! —gritó con esfuerzo, mientras uraraka la ayudaban a mantenerse en pie.
Gracias al sacrificio de Trece y la valentía de los demás, Lida logró escapar de la USJ para pedir ayuda a la U.A. A medida que los gritos de combate resonaban, la tensión aumentaba, y cada segundo contaba.
Mientras tanto, Yaito, Tsuyu, Izuku y Mineta continuaban sobre la nube voladora, manteniéndose alerta en caso de que surgieran nuevos peligros.
Mineta: O-Oye, Yamanaka, si vuelven a aparecer más villanos, ¿tenemos que volver a combatir?
Yaito: Si la situación lo requiere, sí. Pero si parece muy peligrosa, entonces escaparemos enseguida.
Tsuyu: Oigan- señalando con su lengua —¡Miren, ahí está Aizawa-sensei!
Los tres giraron rápidamente la vista hacia donde Tsuyu apuntaba. Efectivamente, Aizawa estaba inmerso en una feroz batalla. Sin embargo, el peligro se intensificó cuando un villano, cubierto de manos grotescas, logró desactivar su quirk temporalmente.
Izuku: ¡Aizawa-sensei, cuidado!
En ese instante, el villano aprovechó la oportunidad y comenzó a desintegrar el codo derecho de Aizawa. Con reflejos rápidos, Aizawa se apartó del ataque, pero al retroceder, se encontró rodeado por más villanos que se lanzaron hacia él.
La escena era caótica, y el aire estaba cargado de tensión y desesperación. Aizawa se encontraba en el centro de la batalla, sus ojos entrenados escaneando a los villanos que lo rodeaban. Ya había desactivado varios quirks, pero su energía se estaba agotando rápidamente.
Shigaraki: No te fuerces demasiado, Eraser Head. Tu quirk no está hecho para combates largos contra grupos grandes, ¿verdad?
Aizawa: (respirando pesadamente) ...
Shigaraki: Sabiendo eso, aun así saltaste a pelear contra todos nosotros. ¿Fue para poner a salvo a tus estudiantes?
Mientras el villano hablaba, varios de sus cómplices intentaron atacar a Aizawa al mismo tiempo. Con una agilidad impresionante, él esquivó sus ataques y contraatacó con una rapidez letal, derribando a los villanos uno tras otro. Pero a pesar de su destreza, su rostro mostraba signos de agotamiento.
Shigaraki: Eres genial... ¡Eres genial..! Pero lamento decirte que... yo no soy el jefe final.
Con un gesto dramático, el villano señaló a una sombra que se movía detrás de Aizawa. Un monstruo enorme y musculoso, con piel negra y una mirada aterradora, avanzaba hacia él.
Nomu: ¡ROOOAAAARRRR!
Antes de que Aizawa pudiera reaccionar, el Nomu atacó brutalmente, lanzando un golpe devastador que impactó en su costado. La fuerza del golpe fue tan abrumadora que Aizawa apenas tuvo tiempo de defenderse. Un grito de dolor resonó en la atmósfera.
Aizawa: ¡AAAAHHHHH!
El sonido del grito fue como un eco aterrador que resonó entre los demás estudiantes que observaban desde la distancia. Izuku, Tsuyu y Mineta quedaron paralizados, sus ojos abiertos de par en par, incapaces de procesar lo que acababan de ver.
Izuku: ¡Profesor Aizawa!
Tsuyu:No… no puede ser...
Mineta: ¡Esto es horrible!
Pero la expresión de Yaito era aún más grave. Mientras observaba a Aizawa ser golpeado, su mente se llenó de recuerdos dolorosos. La imagen de Yukiha, aquella persona que había dado su vida para salvarlo, inundó su mente. La desesperación y el miedo comenzaron a apoderarse de él.
???: Te lo diré, Eraser Head. Él es el Anti-Símbolo de la Paz, "Nomu".
El Nomu avanzó, su presencia era abrumadora. Con un movimiento rápido, dislocó y rompió el brazo de Aizawa, haciendo que este cayera de rodillas, gritando de dolor.
???: Puedes borrar quirks. Eso es maravilloso, pero nada impresionante.
La situación se volvía cada vez más desesperante. Los estudiantes se sentían impotentes, sus corazones latían con fuerza mientras observaban cómo su profesor, su mentor y protector, sufría.
Yaito observaba la escena con una mezcla de emociones que jamás había experimentado. Era algo que le resultaba desconocido, pero intenso… era ira. Ver a Aizawa siendo destrozado por ese monstruo y escuchar las risas de Shigaraki le hervía la sangre. No podía comprender cómo alguien podía disfrutar del sufrimiento ajeno de esa manera.
En un intento desesperado por salvarse, Aizawa trató de desactivar el quirk del Nomu con su mirada, pero apenas lo hizo, el monstruo respondió aplastando su otro brazo. El grito de dolor de Aizawa desgarró el silencio y llenó el aire con una agonía palpable.
Aizawa: (Estoy… estoy seguro de que borré su quirk. Eso significa… que solo es muy fuerte. Es… un monstruo…)- pensó adolorido.
Los estudiantes, escondidos y paralizados de miedo, no podían apartar la mirada de aquella escena. Mineta temblaba y cerraba los ojos, sin poder soportarlo más.
Mineta: M-M-Midoriya, no puedo ver más esto…
Izuku, aún en estado de shock, apenas podía reaccionar, mientras Tsuyu apretaba los puños con nerviosismo y una pizca de determinación.
De repente, el villano de los portales apareció al lado de Shigaraki.
Kurogiri: Shigaraki Tomura.
Shigaraki: ¿Asesinaste a Trece?
Kurogiri: Trece está fuera de combate, pero… hubo estudiantes que no pude dispersar… y uno de ellos escapó.
Al oír esto, Shigaraki comenzó a rascarse frenéticamente el cuello, dejando marcas rojas por la desesperación y la frustración.
Shigaraki: Kurogiri… Si no fueras nuestro portal de escape, te mataría ahora mismo.
Kurogiri no respondió, solo permaneció en silencio.
Shigaraki: No podremos ganar contra una docena de profesionales. Supongo que es… Game Over. Regresemos a casa.
Desde la distancia, Yaito escuchó cada palabra de Shigaraki, sus ojos llenos de furia. Era la primera vez que sentía un deseo tan profundo de pelear, de proteger, de salvar a alguien a quien respetaba y admiraba. Su ira se mezcló con la determinación, y algo en él se activó, un impulso incontenible.
Yaito: (No puedo quedarme aquí… no mientras el profesor Aizawa esté sufriendo.)
Lo que dijo Shigaraki fue escuchado por el pequeño grupo de estudiantes que se
encontraban viendo todo desde la orilla.
Mineta: ¿lrán a casa? ¿Dijo que se irán a casa?
Tsuyu: Sí, eso fue lo que dijo.
Mineta: iGenial! Estamos a salvo!
Al estar tan feliz de escuchar esa noticia, Mineta abrazó a Tsuyu y aprovechó para
tocarle uno de sus pechos; pero Tsuyu al notar esto comenzó a ahogarlo en el lago.
Tsuyu: Aunque el villano haya dicho eso,
aún tengo un mal presentimiento,
Midoriya-chan y Yamanaka-chan.
Izuku: Sí. Retirarse después de haber hecho todo esto... sería algo completamente absurdo.
Shigaraki: Oh, cierto. ¡Antes de irnos, destruyamos algo del orgullo del Símbolo de la Paz!
Al decir esto, Shigaraki se abalanzó
rápidamente hacia Tsuyu para poder matarla con su quirk de deterioro. Ante esto, Tsuyu no pudo reaccionar a tiempo
y sólo se quedó estática, esperando su muerte. Pero en eso...
Yaito: jALÉJATE DE ELLA!
Apareciendo de golpe sujetando
la muñeca de shigaraki que se
soprendio ya que en ningún momento lo noto, pero claro yaito a esta enojado no supo controlar su poder donde se escuchó un "crack" por la muñeca de
shigaraki que soltó un grito de dolor, mirando a yaito con enojo.
Shigaraki: Miserable como te
atreves.
Yaito: más te vale que te calme maldito villano, lastimarte cruelmente a mi sensei y intentaste lastima a una amiga- mientras empezó apreta muy fuerte su puño- yo...yo... Estoy furioso!!
En un arranque de velocidad estaba por golpea a shigaraki. Pero al momento de
Conectar un puñetazo, yaito se dio cuenta de que no estaba golpeado a Shigaraki, sino que estaba golpeado el brazo del
Nomu.
Yaito: ( ¿En qué momento..? Espera, ni siquiera de afecto.....¿De qué está hecho
este tipo?!)
Shigaraki: ¿Qué es lo que planeabas
hacer? Acaso ibas a golpearme? ¿lbas
a matarme?! ¡Ahora sí estoy enojado! iNomu, azotaa ese nmocoso!
El Nomu, obedeciendo la orden de Shigaraki, agarró a Yaito del torso para
luego empezar a azotarlo violentamente contra el piso.
Mineta/lzuku/Tsuyu: Yamanaka!/
Yamanaka-chan!
El Nomu sujetó con fuerza la cabeza de Yaito, mientras Shigaraki observaba con satisfacción.
Shigaraki: ¿En serio creíste que podrías derrotar a mi anti-símbolo de la paz? ¡Qué iluso! —ordenó con un gesto a Nomu—. Nomu, acaba con él.
A unos metros, Aizawa, malherido y sin fuerzas, observaba la escena con impotencia. Sus ojos, aunque debilitados, reflejaban la angustia de ver a uno de sus estudiantes en peligro inminente. El peso de su cuerpo agotado le impedía intervenir; el dolor en sus brazos era insoportable. Justo cuando parecía que todo estaba perdido, Izuku tomó una decisión.
Izuku: ¡No dejaré que esto pase! —gritó, activando el One for All al 100%.
Con un grito de pura determinación, Izuku se lanzó hacia el Nomu y golpeó el costado de su rostro con toda su fuerza. A pesar de que el impacto fue inmenso, el Nomu apenas retrocedió, aunque la sorpresa se reflejó en el rostro de Izuku.
Izuku: ¿Qué...? —murmuró, notando que, milagrosamente, no había roto su brazo a pesar de usar el 100% de su poder.
Aprovechando la distracción de Nomu, Yaito recuperó el control y canalizó su propia fuerza en una patada directa al rostro de la criatura. Esta vez, el golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacer retroceder a Nomu unos pasos, dándoles un momento crucial.
Tsuyu y Mineta, desde la orilla, apenas podían creer lo que veían, pero en cuanto notaron la oportunidad, Tsuyu saltó hacia ellos, dispuesta a ayudar a su maestro y compañeros.
Tsuyu se deslizó hasta Aizawa, quien apenas podía mantenerse en pie.
Tsuyu: Aizawa-sensei, vamos. Necesitamos salir de aquí ahora.
Con ayuda de Yaito y Izuku, lograron cargar a Aizawa y retrocedieron, manteniéndose alerta ante cualquier movimiento del Nomu.
Shigaraki, mirando la escena con un creciente enojo, apretó los dientes.
Shigaraki: ¡Kurogiri! —llamó con impaciencia, notando que sus enemigos intentaban escapar.
Pero Izuku, Yaito, y Tsuyu no miraron atrás; juntos, mantenían su determinación de proteger a Aizawa y de salir de ese infierno, apoyándose mutuamente.
El grupo de Yaito avanzaba con rapidez, intentando alejarse del campo de batalla mientras sostenían al malherido Aizawa. Justo cuando pensaban que tenían una salida, Kurogiri apareció frente a ellos, su figura envuelta en la siniestra neblina característica.
Kurogiri: No puedo permitir que se vayan tan fácilmente.
Notando la consistencia neblinosa de Kurogiri, Yaito rápidamente comprendió que este enemigo podía ser dispersado con la fuerza adecuada.
Yaito: ¡Retrocedan! —ordenó con firmeza.
Concentrando toda su fuerza, Yaito aplaudió con una explosión de potencia que envió a Kurogiri lejos, haciendo que su forma se disolviera temporalmente en la neblina. Aprovechando la oportunidad, Yaito gritó:
Yaito: ¡Vamos, ahora!
El grupo no dudó y comenzó a correr, alejándose rápidamente. Sin embargo, Shigaraki, al ver cómo su presa escapaba, apretó los dientes con frustración y dio la orden con furia:
Shigaraki: ¡Nomu, acaba con esos cuatro!
El monstruoso Nomu se lanzó tras ellos, sus pesadas pisadas resonando como truenos. En un instante, Yaito escuchó el movimiento y, con reflejos afilados, giró hacia Tsuyu. Con un rápido empujón, la apartó del camino justo a tiempo para interponerse ante el golpe del Nomu.
Yaito cruzó los brazos en forma de "X" frente a su pecho, bloqueando el brutal ataque. La fuerza del impacto lo arrastró varios metros hacia atrás, alejándolo del grupo mientras luchaba por mantenerse firme.
Izuku miró con preocupación y angustia, dándose cuenta de que Yaito estaba enfrentando al Nomu completamente solo.
Izuku: ¡Yaito, resiste!
Tsuyu, impresionada y preocupada, miró a Izuku y Aizawa. Sabía que no podían dejar a Yaito solo, pero la situación era crítica.
Yaito, aunque sentía el impacto resonar en sus brazos, no mostró signos de retroceder. En cambio, con una mirada decidida, gritó hacia sus compañeros.
Yaito: ¡No se detengan! ¡Yo lo retendré el tiempo suficiente para que ustedes se pongan a salvo!
Sabía que enfrentarse al Nomu era una tarea casi suicida, pero también entendía que era la única forma de darle a sus amigos una oportunidad de escapar.
Izuku y Tsuyu miraban a Yaito con preocupación y angustia; no querían dejarlo solo en medio de ese monstruo. Pero entendían que quedarse solo complicaría más la situación y haría que los esfuerzos de Yaito fueran en vano. Aún así, el peso de la decisión los hacía titubear.
En ese instante, Yaito hizo un movimiento rápido y calculado: giró hacia la derecha, esquivando un golpe del Nomu y, en un acto sorprendente de fuerza, tomó el brazo de la criatura y lo levantó como si no pesara nada, estrellándolo contra el suelo con una fuerza que hizo temblar el área. La escena dejó a todos, incluso a Izuku y Tsuyu, en un estado de asombro.
Yaito: —¡Váyanse! —gritó con determinación, su mirada llena de decisión.
Izuku y Tsuyu entendieron al fin, y aunque les costaba, decidieron confiar en Yaito. Sabiendo que quedarse podría ser un obstáculo, ambos tomaron a Aizawa y comenzaron a retroceder, aunque sus miradas no dejaban de observar a Yaito con admiración y preocupación.
Mientras tomaba distancia, Yaito sintió un recuerdo pasar por su mente: el día en que conoció a Yukiha y aquella sensación de peligro inminente. Sabía que cualquier error podía costarle la vida o, peor aún, poner en peligro a sus compañeros. Respiró hondo y se preparó, consciente de que no podía fallar.
Shigaraki, al ver la valentía de Yaito, dejó escapar una risa histérica y burlona, mientras sus dedos comenzaban a rascarse el cuello con desesperación.
Shigaraki: —¡Tienes agallas, eso te lo reconozco! Pero enfrentar a mi Nomu, una creación diseñada para rivalizar con el mismísimo Símbolo de la Paz... es una locura. Eres solo un insecto a su lado.
Yaito mantuvo la vista fija en Shigaraki, recordando lo que había escuchado sobre el Nomu y su capacidad para derrotar a All Might. Pero ahora, sabía que había personas que confiaban en él, que contaban con su fuerza para salir de esa pesadilla. No podía permitirse fallar.
Yaito: —Tal vez tengas razón, tal vez soy un idiota por lanzarme al peligro sin pensar en las consecuencias —dijo, recordando los incidentes pasados junto a Yukiha—. Pero eso es lo que significa ser un héroe. Incluso si muero ahora, mi deseo de proteger a los demás me levantará una y otra vez. —Adoptó una firme pose de combate—. Y te derrotaré, sea como sea.
Mientras tanto, cerca de la entrada, algunos estudiantes que lograron escapar de los portales de Kurogiri atendían a Trece. Uraraka y Mina hacían lo posible por ayudar, mientras Mineta se acercaba corriendo, jadeando y con los ojos llenos de preocupación.
Mineta: —¡Chicos! —gritó al ver a Izuku y Tsuyu que llegaban cargando a Aizawa, quien apenas podía mantenerse consciente.
Uraraka y Mina los recibieron, sus rostros reflejaban el agotamiento y la preocupación.
Uraraka: —¡Izuku, Tsuyu! ¿Y Yaito?
Izuku apretó los puños con frustración, mirando hacia atrás con un brillo de determinación en sus ojos.
Izuku: —Él... él está enfrentándose al Nomu. Nos está dando tiempo para que pongamos a salvo a Aizawa-sensei.
El grupo compartió una mirada de angustia, sabiendo que Yaito estaba en peligro. Pero también sabían que su deber era poner a salvo a los heridos. Izuku respiró hondo, su mente dividida entre la necesidad de ayudar a Yaito y la responsabilidad de cuidar a los demás.
El Nomu se lanzó hacia Yaito a una velocidad impresionante, sus golpes brutales llenaban el aire con la fuerza de un trueno, pero Yaito lograba esquivar cada uno sin dificultades, manteniendo su compostura. En un movimiento rápido y preciso, Yaito dio un salto, posicionándose justo encima del Nomu, y lanzó una poderosa patada doble que lo hizo retroceder unos pasos, creando una pequeña oportunidad.
Yaito pensó rápidamente, analizando el combate y tratando de descubrir las capacidades del Nomu.
Yaito: (Si quiero ganar, debo entender sus habilidades…) —pensó mientras arrancaba un mechón de su propio cabello y soplaba sobre él.
En ese instante, aparecieron cinco copias de Yaito, todas lanzándose al ataque. La escena sorprendió a Shigaraki, quien observaba con una mezcla de incredulidad y frustración, mientras los estudiantes en la entrada también miraban asombrados, viendo cómo varios Yaito atacaban simultáneamente al imponente Nomu.
Los clones rodearon al Nomu y comenzaron a atacarlo desde diferentes ángulos, sus golpes coordinados creaban una coreografía de precisión y fuerza. Sin embargo, Yaito notó algo inquietante: el Nomu apenas parecía afectado por los golpes. Al contrario, absorbía el impacto de cada uno sin mostrar signos de dolor o retroceso.
Yaito: (¿Está… absorbiendo los golpes?) —pensó con un escalofrío de sorpresa.
De repente, uno de los clones intentó atacar al Nomu por detrás, creyendo que había encontrado un punto ciego. Sin embargo, en un movimiento instantáneo, el Nomu giró, atrapando al clon con una precisión aterradora. Sin piedad, aplastó al clon, destruyéndolo en el acto, mientras su mirada se fijaba en el verdadero Yaito con una siniestra inteligencia que parecía ir más allá de una simple bestia.
Shigaraki soltó una carcajada desde la distancia, complacido al ver la escena.
Shigaraki: ¿Qué pasa, mocoso? ¿Esperabas que fuera tan fácil? Mi Nomu está hecho para aplastar a cualquier cosa que se interponga en nuestro camino. Incluso si tienes trucos, no cambiará nada.
Yaito sintió la presión de la situación. A pesar de que sus clones le habían dado información valiosa, sabía que necesitaba algo más que fuerza bruta para derrotar a esta criatura. Observó al Nomu mientras sus pensamientos corrían rápidamente.
Yaito: (Necesito encontrar una manera de evitar que absorba mis golpes… tal vez si lo ataco en los puntos donde concentra menos energía, como las articulaciones…).
Tomando una postura firme, Yaito respiró profundamente, preparándose para el siguiente round.
Shigaraki: Nomu acabando de una vez- mencionó mientras el nomu a recibí dicha orden rápidamente fue tras yaito.
Este a verlo no perdió tiempo y los rayos naranja se hicieron presente donde el también fue tras el nomu. Donde ambos a esta cerca preparando su golpe en un momento a otro ambos puño colisionaron entre sí generado una gran onda de aire.
El suelo donde estaba se empezó a hundí generado un gran cráter, mientras los escombro se elevaba, lo que estaba presenciado todo eso no podría evitar el asombro.
Shigaraki: Quién demonios es este sujeto?- diría ver la gran pontecia que rivalizo con el nomu.
En otra parte
Akemi, Ojiro y Lila avanzaban por la zona de conflicto después de haber inmovilizado a una gran cantidad de villanos. A su alrededor, el lugar estaba lleno de escombros y humo, resultado de la feroz batalla que habían librado.
Akemi: Eso debe ser todo… —comentó, observando a los villanos caídos a su alrededor.
Lila frunció el ceño, su mirada reflejaba una inquietud mientras intentaba procesar la situación.
Lila: Aun me preocupa cómo es posible que supieran que estábamos aquí. ¿Habrá algún tipo de informante? —preguntó en voz baja, manteniéndose alerta.
Ojiro asintió con determinación, pero su atención estaba en algo más urgente.
Ojiro: Lo importante es que debemos reunirnos con los demás antes de que aparezcan más villanos. No sabemos qué otros peligros podrían estar esperando. —Las chicas asintieron en acuerdo, dispuestas a moverse rápidamente hacia la siguiente posición.
Mientras avanzaban, Ojiro se detuvo de repente, con los ojos abiertos de par en par, señalando hacia el centro de la zona de batalla.
Ojiro: ¿Es… es Yamanaka? —señaló con incredulidad.
Akemi y Lila siguieron su mirada, sus ojos se abrieron con sorpresa y preocupación cuando vieron a Yaito en pleno combate con una extraña y enorme criatura. Al chocar sus puños con el monstruo, el impacto generó una onda de aire tan poderosa que el suelo bajo ellos se agrietó, y los escombros se levantaron en todas direcciones.
Akemi: ¿Qué demonios está haciendo ahí Yaito? ¡Esto es una locura! —exclamó con evidente preocupación al ver a su compañero enfrentarse solo a esa bestia.
Lila miró fijamente a la criatura, sus ojos se entrecerraron mientras trataba de descifrar su naturaleza.
Lila: Lo más importante… ¿contra qué está peleando? ¿Qué clase de monstruo es esa cosa? —murmuró, claramente inquieta ante la fuerza brutal que exhibía el enemigo.
Ojiro miró a sus compañeras, su expresión era seria y alarmada.
Ojiro: Debemos encontrar al resto del grupo y organizarnos. Si esa cosa es lo suficientemente fuerte como para resistir los golpes de Yaito, necesitaremos toda la ayuda posible.
Pero cuando Ojiro giró hacia Akemi para asegurarse de que estuviera lista, se dio cuenta de que ella ya no estaba a su lado.
Ojiro: No me digas que… ¿ella fue directo hacia ellos? —murmuró, exasperado pero comprendiendo al mismo tiempo la determinación de Akemi.
A lo lejos, Akemi corría a toda velocidad, sus ojos clavados en Yaito y el monstruo que estaba frente a él. Aunque era consciente del peligro, su instinto de proteger a su compañero superaba cualquier temor.
Volviendo a la pelea
Regresando a la pelea, el combate entre Yaito y el Nomu se intensificaba. Ambos intercambiaban golpes en un feroz intercambio, pero a pesar de su valentía, Yaito notaba que sus ataques no causaban el efecto que deseaba. En cambio, él recibía golpes contundentes que lo dejaban herido, cada impacto resonando en su cuerpo.
Yaito, apretando los dientes, continuó la lucha con determinación. Cuando el Nomu intentó un nuevo ataque, Yaito rápidamente esquivó, dejando atrás una forma ilusoria de sí mismo que se desvaneció en energía pura, moviéndose con la ligereza del humo. Reapareció frente a la criatura, lanzando un poderoso codazo que impactó con fuerza en su costado.
Sin perder el ritmo, aprovechó la oportunidad y dio un tremendo uppercut al mentón del Nomu, causando que todos, incluidos Shigaraki y los demás presentes, contuvieran la respiración ante lo que habían visto. Shigaraki, frustrado, no podía creer que un simple estudiante estaba plantando cara a su imponente creación, algo diseñado para rivalizar con el símbolo de la paz.
Sin embargo, el Nomu no tardó en recuperarse. Mientras Yaito intentaba retroceder, sintió una mano fuerte atrapando su pierna, un movimiento que reconoció como una técnica de Kurogiri. Fue un instante fatídico. Sin poder reaccionar a tiempo, Yaito fue girado y arrojado al suelo como si fuera un simple muñeco. Gritos de dolor escaparon de su boca mientras el Nomu lo levantaba y lo estrellaba contra el suelo una y otra vez.
Desde la entrada, la angustia era palpable. Trece y Aizawa observaban impotentes cómo uno de sus estudiantes sufría en las manos de una criatura tan poderosa. La desesperación se reflejaba en sus rostros, al igual que en los de otros estudiantes que miraban con miedo y preocupación.
Finalmente, el Nomu levantó a Yaito por el rostro, dispuesto a estamparlo contra una pared. En ese momento, Yaito sintió que todo se ralentizaba. La escena se volvía difusa, su mente en trance mientras caía al suelo, su rostro cubierto de sangre y su ojo mostrando un estado de shock.
El Nomu rugió, celebrando su aparente victoria. Shigaraki, con una sonrisa de satisfacción, contemplaba cómo su objetivo estaba al borde de la derrota.
Shigaraki: No está el símbolo de la paz, pero al menos me llevaré a uno de sus estudiantes al infierno —murmuró, disfrutando del momento.
Dando la orden, el Nomu se acercó, listo para asestar el golpe de gracia. Yaito, aún atrapado en su estado de trance, no podía hacer nada para evitar lo que venía. Pero en el último momento, un poderoso ataque de fuego surgió de la nada, iluminando la escena. Aunque el fuego no afectó al Nomu, fue suficiente para interrumpir su avance.
Akemi emergió de la nada, sus ojos ardían con determinación y enojo.
Akemi: ¡No permitiré que lo lastimen! —gritó, su voz resonando con una fuerza que resonaba en todos los presentes.
El ataque de Akemi había desviado la atención del Nomu, y Yaito, en ese instante, sintió la chispa de esperanza renacer dentro de él. Akemi estaba allí, lista para luchar a su lado, dispuesta a arriesgarlo todo para proteger a su amigo.
Yaito, al reconocer la figura de Akemi, sintió un torbellino de emociones, pero su mente no podía desviarse de la amenaza que tenían frente a ellos. Sabía que el Nomu era una criatura formidable, y si Akemi no se iba pronto, las consecuencias podrían ser desastrosas.
Akemi, sin vacilar, comenzó a lanzar ataques contra el Nomu. Sin embargo, cada golpe parecía hacerle poco daño, lo que solo alimentaba su frustración. Shigaraki, observando la situación con desdén, suspiró de fastidio y pronunció unas palabras que paralizaron a Yaito.
Shigaraki: Nomu, encárgate de esa molestia y luego termina lo que empezaste.
Con un movimiento brusco, el Nomu lanzó a Yaito como si fuera un muñeco de trapo, volviendo su atención hacia Akemi. Yaito, sintiéndose impotente, vio cómo el Nomu se abalanzaba sobre su amiga. Su corazón se detuvo cuando Akemi fue golpeada, estrellándose contra la pared con un estruendo ensordecedor. Ella quedó incrustada, y Yaito sintió un nudo en el estómago al recordar los momentos felices que habían compartido, la imagen de Yukiha cruzándose en su mente.
Los que observaban, incluidos Trece y Aizawa, estaban horrorizados, impotentes al ver a otra de sus compañeras sufrir a manos de un enemigo tan poderoso. Shigaraki se burló de la situación.
Shigaraki: Solo era un simple insecto...
Ese comentario fue la gota que derramó el vaso. Un temblor comenzó a sentirse en toda la zona, y Yaito sintió cómo una fuerza interior lo impulsaba a levantarse. Con el rostro marcado por la determinación y el dolor, apretó su puño con tal fuerza que sus nudillos se tornaron blancos y su piel se agrietó, dejando escapar gotas de sangre.
Yaito: Tú... —murmuró con dificultad, la ira acumulándose dentro de él—. Eres un... maldito.
Fuera de la U.S.J., el cielo se oscureció repentinamente mientras rayos comenzaban a descender, llenando el aire de electricidad. Yaito mantenía su puño apretado, la sangre goteando lentamente, pero la presión en su interior crecía. La energía comenzaba a manifestarse, su cabello se erizó, y el suelo temblaba bajo sus pies.
Los rayos de color naranja se intensificaron, llenando la atmósfera con una brillantez inquietante. Shigaraki y los demás miraban en shock cómo la piel de Yaito cambiaba de color, volviéndose rojo, mientras los escombros a su alrededor comenzaban a levitar. Un segundo después, las explosiones resonaron por toda la área, creando un caos a su alrededor.
El enfoque se centró en el único ojo visible de Yaito, que ahora ardía con una llama intensa. El brillo rojo que emanaba de él era casi sobrenatural.
Yaito: —GRRRRAAAAAAAAAHHHHHH! —su grito resonó como un trueno, llenando el aire con un aura roja que se expandió y cubrió todo lo que estaba a su alrededor.
En ese momento, el poder de Yaito estalló, desatando una onda de energía que hizo temblar la tierra misma y ahuyentó a todos los villanos que se atrevían a acercarse. Su determinación y deseo de proteger a sus amigos se convirtieron en una fuerza imparable, y el Nomu sintió la presión del cambio en el aire.
La batalla estaba lejos de terminar, pero Yaito había despertado algo dentro de él que ni siquiera sabía que poseía. Su grito se convirtió en un símbolo de resistencia, un faro de esperanza que iluminó la oscuridad que los rodeaba.
El aire estaba cargado de tensión mientras todos los presentes observaban con asombro la nueva apariencia de Yaito. Su piel se había tornado casi roja, y su cabello erizado parecía absorber la energía que lo rodeaba. Un aura roja, alimentada por intensos rayos naranjas, pulsaba a su alrededor, y la atmósfera vibraba con cada movimiento que hacía.
Shigaraki, incapaz de ocultar su burla, declaró.
Shigaraki: No importa si vuelve a pelear, el resultado será el mismo. No puede acabar con mi anti-símbolo de la paz.
Pero Yaito ignoró por completo sus palabras. Su objetivo estaba claro, y la preocupación por Akemi creció en su pecho. Sin previo aviso, se desvaneció de la vista de todos, apareciendo frente al Nomu en un abrir y cerrar de ojos. Su puño se acercaba peligrosamente al pecho de la criatura. En el instante en que su mano hizo contacto, el impacto fue devastador; se pudo ver cómo varias partes del cuerpo del Nomu se hundían, dejando marcas profundas, antes de que este fuera lanzado con fuerza contra la pared, atravesándola como si fuera papel.
El silencio se hizo palpable, todos quedaron boquiabiertos ante la demostración de poder de Yaito, un simple movimiento había desatado una fuerza que nadie había previsto.
Sin perder tiempo, Yaito se acercó a Akemi, la tomó en brazos con delicadeza y, en un instante, apareció frente a Izuku y el resto de la clase, quienes se quedaron atónitos ante su velocidad. Con un gesto hacia Izuku, el nerviosismo se apoderó del joven héroe, dándose cuenta de que debía actuar. Con rapidez, Izuku se acercó para ayudar a Akemi, pero antes de que pudiera hacer algo, Yaito desapareció nuevamente, regresando al lugar donde había comenzado la confrontación.
Shigaraki, furioso y desconcertado por la velocidad de Yaito, gritó.
Shigaraki: ¡Esto no es posible! Nomu, ¡termina esto de una vez!
El Nomu, respondiendo a la orden, se lanzó contra Yaito a gran velocidad. Sin embargo, Yaito no se movió. Observó cómo el Nomu lanzaba ráfagas de golpes, cada uno impactando en el aire sin que Yaito se inmutara. En un instante, el Nomu se encontró con un poderoso golpe en el rostro, seguido de otro en el pecho, que resonó con un rugido de dolor.
La expresión de Yaito se tornó de enojo a determinación. Con un movimiento ágil, tomó el rostro del Nomu y lo arrojó con fuerza hacia varios edificios, cruzando cada uno como si fueran de papel. La escena era caótica, con el Nomu atravesando las estructuras y dejando un rastro de destrucción a su paso.
Shigaraki, completamente aturdido, observó cómo su creación, que había considerado invencible, caía ante un simple estudiante. La incredulidad se apoderó de él.
Shigaraki: ¡No! ¡Esto no es posible! Ese mocoso de ninguna manera es más fuerte que mi Nomu.
La batalla había tomado un giro inesperado, y Yaito estaba en la cima de su poder. Con cada ataque, la energía a su alrededor aumentaba, y su determinación de proteger a sus amigos se hacía más fuerte. Con una mirada resuelta, se preparó para enfrentarse al Nomu una vez más, decidido a demostrar que el verdadero símbolo de la paz no solo existía en aquellos que eran considerados héroes, sino también en aquellos que luchaban por lo que creían.
El nomu se estaba recuperando de eso ataque hasta que miró a frente viendo a yaito que este a una gran velocidad salto en escombro a escombro hasta llegar contra el. Donde el nomu intento golpeado pero este dio un derrape a la derecha creando un medio círculo donde de propinaria 2 patada, donde el nomu lograría toma el brazo derecho de yaito y con el otro iba al golpeado.
Pero lo que jamás se espero fue yaito se doblo el brazo de lado contrario evitado el golpe, donde se mostraba esa mirada de enojo sujetado al nomu lo estrello contra el suelo empezando a hacerlo una y otra vez, hasta que lo empezó arrastra hasta lanzado a un edificio donde yaito dio un salto siguiéndolo incluso donde había creado el agujero que atravesó el nomu.
Todo viendo en el cielo estaba el nomu y yaito lo estaba siguiendo para acabar esto, pero en eso Kurogiri no iba a permitir que eso pasada, pero antes de que hiciera algo.
Bakugo: Shine!!!
Este apareció detrás de Kurogiri usando su explosiones daño lo suficiente para que no hiciera algo loco.
Con eso yaito desatado toda su ira empezó a golpea el cuerpo de nomu que incluso detrás de él se podría ver las onda de aire de cada golpe que este daba, para finalizar con una patada enviado a nomu contra el suelo.
El nomu se lebantaba con dificultad mostrando como la parte derecha de su cuerpo habia sido borrada incluso para el era incapaz de regenera.
Justo cuando yaito cayo los ojos del nomu y de yaito se encontrando donde para la vista de shigaraki, el nomu estaba temblado lo que en ese momento estaba sintiendo era miedo.
Yaito: Terminemos ya con esto- mencionó apareció frente de nomu- Adiós.....
El nomu pudo ver en cámara lenta como una gran cantidad de puño iba hacia el donde de pronto sintió eso puño golpeado a una gran velocidad casi inhumana.
Donde ahora si el nomu estaba totalmente derrotado en el suelo viendo que había perdido la consciencia.
Shigaraki se encontraba en estado de shock, mirando a su Nomu derrotado y a Yaito, quien permanecía frente a él en aquella misteriosa forma que irradiaba poder. Los presentes respiraron aliviados al ver que el combate había llegado a un desenlace que superaba sus expectativas.
Shigaraki: ¡No, no, no! —gritó, su rostro retorcido por la rabia. Su mirada se fijó en Yaito, y su voz se tornó venenosa—. ¡Tú hiciste trampa! ¡Es imposible que mi Nomu perdiera!
A medida que el odio llenaba sus palabras, se preparó para atacar. Sabía que si lograba tocarlo, podría usar su quirk para deshacerse de él de una vez por todas.
Kurogiri: ¡Shigaraki, no! —advirtió pero fue demasiado tarde. Shigaraki se lanzó hacia Yaito, decidido a acabar con él.
Sin embargo, en el último momento, una mano se interpuso. Yaito, aún con su aura roja vibrante, miró a Shigaraki a los ojos. La tensión se palpaba en el aire.
Shigaraki: Maldito, suel... — no pudo terminar su frase; Yaito apretó su agarre con más fuerza, causando que Shigaraki gruñera de dolor.
Yaito: ...
Shigaraki: No importa qué trampa usaste, porque yo mismo te acabaré como mi Nomu hizo con esa pelirroja —amenazó con una sonrisa macabra.
Yaito: ¿Con esa pelirroja? —murmuró sus ojos se oscurecieron mientras recordaba a Akemi. Su voz se tornó furiosa—. ¿Te refieres a Akemi?
En ese instante, un sonido similar a un crack resonó en el aire.
Shigaraki;
Shigaraki sintió un dolor agudo y se dio cuenta de que su brazo estaba roto. No podía sostenerse; su mirada se encontró con la de Yaito, y antes de que pudiera reaccionar, un rodillazo contundente lo dejó sin aliento, haciéndolo caer al suelo.
Yaito: No te atrevas a mencionarla —dijo su voz fría como el acero mientras aplastaba con su pie el torso de Shigaraki. La presión fue suficiente para romper una costilla, lo que hizo que Shigaraki gritara de agonía—. Sabes, debería hacerte mucho más por lo que hiciste.
El resto de los presentes observaba con preocupación el comportamiento de Yaito, sin saber si debían intervenir o dejar que su compañero desahogara su furia. Pero justo en ese momento, un estruendo resonó, y todos se volvieron a ver a All Might, quien aparecía con una mirada seria, acompañado de varios profesores de la U.A. y el director.
Lida: ¡Aquí Lida Tenya de la clase 1-A! ¡He traído los refuerzos! —gritó, aliviando a todos con su presencia.
Sin embargo, esa fue la oportunidad perfecta para que Kurogiri usara su quirk. Con un movimiento rápido, transportó a Shigaraki lejos del alcance de Yaito, quien, al verlo escapar, sintió que su ira crecía.
Todo el poder que había manifestado comenzó a desvanecerse. Yaito sintió que su cuerpo se volvía pesado y agotado, el dolor se intensificaba como una ola que lo ahogaba. Con un último esfuerzo, cayó al suelo, cerrando los ojos lentamente mientras la conciencia se desvanecía.
A medida que se hundía en la oscuridad, su mente revivía los momentos compartidos con Akemi, la determinación de proteger a sus amigos y la promesa de que no dejaría que el dolor y la desesperación lo dominaran. En su corazón, ardía una chispa de esperanza que lo empujaría a levantarse una vez más.
Así la lucha contra la u.s.j finalizó con la victoria de los jóvenes héroes, pero solo era el principio de algo mas grande.
En otra parte.
En un bosque espeso y misterioso, donde los árboles se alzaban como guardianes silenciosos, se podía ver una pequeña silueta en la penumbra, observando el cielo nublado. Las hojas susurraban suavemente mientras el viento comenzaba a agitarse, y las primeras gotas de lluvia empezaban a caer.
??: Vaya, qué lindo clima hace hoy —mencionó la figura, alzando la vista hacia las nubes que se acumulaban. Una ligera risa salió de sus labios, como si la situación le pareciera divertida—. Parece que esta está despertando más rápido de lo que pensé.
Con cada gota que caía, la silueta se sintió más viva, como si el clima mismo respondiera a su presencia. El eco de su voz reverberaba entre los árboles, llenando el aire de una energía palpable.
??: Ha pasado un tiempo desde que no había un predestinado hasta ahora —continuó, sus ojos brillando con un destello de emoción. Había algo en el aire, una promesa de cambio y aventura que la envolvía, algo que ella anhelaba ver.
La silueta comenzó a caminar con paso firme, adentrándose más en el bosque. A medida que avanzaba, los árboles parecían apartarse, como si le dieran la bienvenida a su presencia. La luz tenue se filtraba a través de las hojas, creando un juego de sombras que danzaban a su alrededor.
A cada paso, la figura recordaba las historias que había escuchado sobre aquellos que habían sido llamados para cumplir con un destino mayor. Aquellos que, como ella, habían sentido la llamada del mundo. Mientras caminaba, no podía evitar preguntarse quién sería el predestinado esta vez, qué aventuras le esperaban y qué desafíos tendría que enfrentar.
El bosque, ahora empapado por la lluvia, se convirtió en un refugio para los secretos del pasado y las promesas del futuro. Y así, con el sonido de la lluvia aumentando, la pequeña silueta se adentró más en la espesura, su corazón palpitando al ritmo de la aventura que estaba por comenzar.
Continuará.....
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