Capitulo 18
Al día siguiente
Era una mañana soleada, perfecta para caminar a la escuela. Yaito, Akemi y Lila charlaban animadamente sobre la prueba del día anterior con All Might.
Lila: No puedo creer lo intenso que fue el combate —comentaba recordando los momentos críticos—. Aunque, admito que la estrategia de Yaito fue muy brillante.
Akemi asintió con una sonrisa.
Akemi: Sí, definitivamente no esperaba que Shoji y Shiori fueran tan difíciles de enfrentar. Pero tú y Uraraka lo hicieron increíble.
Yaito se rascó la nuca, modesto como siempre.
Yaito: Gracias, pero fue un esfuerzo de equipo. Sin Uraraka, no habríamos podido hacerlo.
Mientras se acercaban a la entrada de la U.A., notaron una multitud de personas con cámaras y micrófonos esperando justo afuera. Varios reporteros se movían nerviosamente, buscando a cualquier estudiante que entrara. Fue entonces cuando uno de ellos notó al grupo.
Reportero: ¡Oye, tú! —gritó un reportero, dirigiéndose hacia ellos, señalando a Yaito, Akemi y Lila. Rápidamente, más reporteros los rodearon, enfocándose especialmente en Lila, quien parecía captar su atención por su aspecto llamativo—. ¿Cómo son las clases de All Might? ¿Crees que debería haberse convertido en profesor? ¿O era más apto para luchar contra el crimen? ¿Podemos saber tu opinión?
Lila parpadeó, sorprendida por el asedio repentino. Miró a Yaito y Akemi, buscando algún apoyo. Akemi frunció el ceño, visiblemente incómoda por la presión, mientras Yaito observaba con calma, aunque parecía también algo tenso.
Lila: Uh... — empezó a hablar con cautela, intentando no decir nada fuera de lugar—. All Might es un profesor increíble. Nos enseña mucho sobre lo que significa ser un héroe, y no solo sobre luchar contra villanos. Creo que tiene mucho que ofrecer como maestro.
Los reporteros seguían presionando, haciendo más preguntas.
Reportero: ¿Crees que puede seguir siendo el Símbolo de la Paz mientras enseña? —preguntó otro, apuntando su micrófono hacia ella—. ¿Cómo se siente ser entrenado por alguien tan legendario?
Akemi se adelantó, notando que Lila estaba comenzando a sentirse abrumada.
Akemi: Todos en la U.A. estamos aquí para aprender a ser héroes, y tener a alguien como All Might nos inspira aún más. Ser el Símbolo de la Paz no es solo luchar; es guiar a la próxima generación también.
Yaito, quien había permanecido en silencio hasta ese momento, dio un paso al frente.
Yaito: All Might ha demostrado que ser un héroe no es solo pelear, sino también enseñar a otros cómo hacerlo. Su experiencia es invaluable para nosotros, y estamos agradecidos por tenerlo como maestro.
Los reporteros tomaron notas rápidamente, pero Yaito mantuvo su sonrisa tranquila. Sabía que no debía decir más de lo necesario. Luego, levantó la mano hacia sus amigas, indicando que deberían seguir adelante.
Yaito: Será mejor que entremos, no queremos llegar tarde.
Con una mirada rápida entre ellos, el trío esquivó a los reporteros y avanzó hacia la entrada de la escuela. Aunque sabían que no sería la última vez que tendrían que enfrentarse a la prensa, Yaito, Akemi y Lila se sentían más seguros al tenerse unos a otros.
Antes de que pudiera siquiera parpadear, los medios vieron a Uraraka, Kirishima e Iida dirigiéndose hacia la puerta.
Reportero: ¿Nos podrías contar cómo es el Símbolo de la Paz como docente?- pregunta inmediatamente el reportero.
Uraraka: ¿Cómo es?- responde Uraraka, tan sorprendido por la pregunta- Um... ¡Es muy musculoso!
Kirishima: ¡Sí! —se suma Kirishima—. ¡Y muy varonil!
Los periodistas se quedan inexpresivos por tales comentario
Reporteros: No, queremos saber...
Lida: Bueno, creo que puedo responder a eso- dice Iida con seriedad- Me hizo reconocer de nuevo que asisto a una institución educativa...
De repente, las luces sobre la puerta se encendieron y, con una alarma ensordecedora, se pusieron rojas.
Reportero: ¡¿Q-qué dem…?!
De la tierra se alzaron muros de acero impenetrable que rápidamente reforzaron las paredes y el sistema de seguridad estuvo en pleno funcionamiento. La única abertura era desde arriba y los reporteros dudaban que algo que entrara allí no estuviera luchando por su vida.
"Buen trabajo en el entrenamiento de combate de ayer", dice Aizawa. "Vi el video y los resultados. Y tengo notas para darles a algunos de ustedes".
Luego se dirige a la clase.
Aizawa: Bakugo, tienes talento, así que no actúes como un niño".
Bakugo frunce el ceño y aprieta los dientes en respuesta.
Bakugo: Lo sé...
Aizawa entonces gira su mirada hacia midoriya la cual estaba algo nervioso.
Aizawa: Midoriya, no puedes seguir diciendo que no puedes evitarlo porque no puedes controlar tu don.
Cosa que el peli verde bajo la cabeza en señal de que tenia razón, pero Aizawa continuó.
Aizawa: Pero, por lo que he visto, si puedes resolver el problema de control, podrás hacer muchas cosas".
Midoriya levanta la cabeza.
Midoriya: ¡Sí, señor!
Aizawa: Bien Ahora que todo esta resuelto... Perdón por avisarte tarde, pero hoy tendrá...
Todos:(¿ Hacer otra prueba especial?)- pensado algunos algo de nervios por lo que su sensei de estaba por hacer.
Aizawa: ...decidir quién será el representante de la clase.
Akemi: Oh ... Eso fue decepcionante. —Luego se recuesta en su escritorio—. Bueno, dejaré que la clase resuelva esto. Estoy seguro de que habrá uno...
Kirishima: ¡Quiero ser representante de la clase! ¡Elígeme!- levanta las manos al aire.
Kaminari: ¡Yo también! —levanta la mano.
Jiro: yo también quiero hacerlo
Aoyama: Es un trabajo hecho para m-- comienza pero Ashido lo interrumpe como de costumbre.
Ashido: ¡Yo seré el líder!
Luego Yaito mira a su alrededor y ve a muchos de sus otros compañeros levantando la mano, queriendo ser representantes de la clase.
Kirishima: ¿Qué pasa, Yamanaka? ¿No quieres participar en esto? — le da un codazo.
Yaito hace un gesto con la mano.
Yaito: Siendo sincero no soy esa persona o mejor dicho alguien capacitado para esa labor- menciono siendo sincero- Supongo que hay mejores persona que yo en eso.
Akemi: Eso no es cierto- dijo en susurró a ver como yaito se daba un mal punto de él.
En retrospectiva, le gustaba la idea de ser un héroe y trabajar junto a otros. Luchar contra el mismo mal y por el mismo objetivo era suficiente para él y eso se podía hacer siendo un compañero de equipo.
Lida: ¡Silencio, por favor! —grito atrayendo la antecion de todos—. Es un trabajo importante, se trata de liderar a otros. ¡No es un trabajo para cualquiera que lo desee! Es una vocación que exige la confianza de quienes te rodean. Por eso, debe decidirse con democracia y con votos que simbolicen la fe de los demás.
Todos se quedaron mirando la repentina e imponente presencia de Iida… casi todos.
Akemi pregunta desde su asiento
Akemi: Entonces, para resumir, ¿vamos a celebrar elecciones?"
Lida: Sí
Kaminari: Bueno, bueno, tengo otra pregunta.
Lida: ¿Cual es?
Kaminari: ¿Por qué sugieres esto… cuando tienes tu mano más alta?
Jiro: Sí, Iida. Perdón por desanimarte, pero solo pasamos dos días juntos- añadio dando una razon valida- Esto va a ser un caso en el que cada uno votará por sí mismo.
Iida: Por eso será una gran oportunidad- Dándose un puñetazo en la mano- ¿No cree usted que es precisamente por eso que quien recibe múltiples votos aquí puede ser verdaderamente considerado como el líder más adecuado?"
Luego se vuelve hacia el profesor, pero lo encuentra metiéndose en su saco de dormir amarillo.
Aizawa: A mí, personalmente, no me importa cómo decidas. Sólo asegúrate de decidir antes de que termine la clase".
Lida: ¡Muchas gracias!
Al oír eso, Yaito comienza a mirar a su alrededor.
Yaito: (Ahora… ¿a quién le doy mi voto?)- pensó viendo a su alrededor a las única persona que conocía era sus amigas, izuku, sachi y uraraka, pero a ver la determinación de izuku este lo hizo pensar unos minutos para sonrei-( Supongo que será una buena opción)- pensó sin darse cuenta de que 3 chicas lo estaba viendo.
Alguien que tuviera buen juicio y pudiera seguirle el ritmo…
Iida ya había comenzado a escribir los nombres en la pizarra.
El ambiente en el salón se volvió tenso en el instante en que los resultados de la votación se mostraron en el tablero.
Yairo: ¡¿Tengo 4 votos?! —exclamó visiblemente sorprendido. Su incredulidad se reflejaba en su expresión, no esperaba recibir tantos votos.
Midoriya, al ver que había obtenido 3 votos, se quedó congelado.
Midoriya: ¡¿Yo también?! —repitió, casi como un eco, sin poder comprender cómo había llegado a esa situación.
Justo en ese momento, Bakugo golpeó su escritorio con fuerza y se levantó, claramente enfurecido.
Bakugo: ¡ESO ES TODO! —gritó, llamando la atención de todos— ¡¿Quién diablos dio estos votos?!
Lida: ¡Lenguaje! —advirtió ajustándose las gafas en un intento de mantener la compostura y el orden.
Bakugo: ¡Cállate, nerd! ¡Ni siquiera tienes voto! —espetó, ignorando por completo la advertencia. Lo más irónico de todo era que, aunque lo negaba, su único voto provenía de sí mismo.
Iida bajó la cabeza con un suspiro.
Lida: 0 votos... —murmuró para sí mismo, apretando las manos con decepción. A pesar de sus esfuerzos por ser el más diligente y ejemplar, no había obtenido el reconocimiento que esperaba.
Mientras tanto, Sachi, con su tono algo burlon, observaba la situación con cierto interés.
Sachi: (Yeesh, ¿un golpe bajo, Bakugo?) —pensó a ver que bakugo estaba herido por no ser el presidente.
Lida: Muy bien en ese caso esta decidido- menciono donde ahora yaito y izuku se encontraba frente de los demás- Yamanaka como presidente de la clase y Midoriya como vicepresidente.
Mientras tanto, Momo Yaoyorozu miraba el tablero con una expresión decaída. Había conseguido 2 votos, pero no eran suficientes para entrar en la elección. Su decepción era palpable; esperaba haber tenido más apoyo entre sus compañeros.
La clase estaba en un frenesí, con Yaito y Midoriya aún en shock, Bakugo enfurecido, y el resto observando con curiosidad cómo se desarrollaría la situación.
Momentos depues.
En la cafetería, la atmósfera era mucho más relajada, aunque para Yaito, la sorpresa aún no se disipaba. Sentado junto a Akemi, Lila, Uraraka, Midoriya, Sachi y Iida, seguía repasando en su mente los resultados de la votación.
Yaito: Aún no puedo creer que me eligieran como presidente de la clase —murmuró mirando su bandeja de comida con expresión pensativa. Era evidente que no esperaba ser uno de los candidatos principales.
Midoriya, sentado frente a él, asintió, compartiendo su asombro.
Midoriya: Sí, yo tampoco… Fue inesperado, pero supongo que eso habla de lo mucho que los demás confían en nosotros.
Yaito soltó un suspiro aun procesando lo que habia visto.
Yaito: Sigo preguntándome quién votó por mí… No creí que tuviera tanto apoyo.
Akemi, que estaba a su lado, sonrió con suavidad mientras se llevaba un bocado a la boca.
Akemi: Yo voté por ti, claro —admitió con naturalidad—. Siempre he sabido que tienes la capacidad de analizar las situaciones y los quirks mejor que nadie. Eres un buen líder cuando te lo propones.
Lila, sentada del otro lado, asintió tranquilamente viendo a yaito con una sonrisa.
Lila: Sí Además, eres calmado bajo presión. Confío en que puedes tomar decisiones sensatas en situaciones complicadas.
Uraraka, un poco tímida, levantó una mano mientras sonreía.
Uraraka: Yo también voté por ti, Yaito. Siempre piensas en el equipo antes de actuar. Eso es importante para un líder, ¿no? —dijo, buscando la aprobación de los demás.
Yaito parpadeó, sorprendido de que sus amigas tuvieran tanta fe en él.
Yaito: No lo sabía... Gracias, de verdad —murmuró, sintiendo un ligero rubor en las mejillas. No estaba acostumbrado a recibir tantos cumplidos a la vez.
Sachi, que había estado escuchando todo en silencio mientras picoteaba su comida, soltó una pequeña risa.
Sachi: ¿Ves? Tenías más apoyo del que pensabas. Aunque no todos lo expresan, muchos de nosotros sabemos que tienes lo que se necesita para ser un buen líder.
Iida, con su postura siempre recta, intervino entonces.
Lida" Es un gran honor ser elegido como representante, Yaito. Y aunque no obtuve votos, confío plenamente en que harás lo correcto por la clase. Cuento con tu responsabilidad y capacidad de liderazgo.
Yaito: Gracias, Iida... —respondió Yaito, asintiendo. Luego miró a Akemi, Lila y Uraraka nuevamente—. Supongo que ustedes tres fueron quienes me dieron esos tres votos... —dijo con una sonrisa modesta, sintiéndose un poco más tranquilo sabiendo quiénes lo habían apoyado desde el principio.
Mientras la conversación continuaba, el ambiente se hizo más ligero y amistoso, dejando atrás la tensión de las elecciones. Sin embargo, en el fondo, Yaito sabía que con ese nuevo rol vendrían responsabilidades mayores, y tendría que estar preparado para lo que estaba por venir.
Mientras todos conversaban animadamente en la cafetería, Izuku Midoriya aún seguía perdido en sus pensamientos, sobre cómo había recibido esos votos inesperados.
Midoriya: Aún me pregunto… —dijo rascándose la cabeza con una expresión de confusión—. ¿Quién votó por mí? No esperaba estar entre los finalistas...
Sachi, sentada a su lado, soltó una pequeña risa y le dio un leve golpe en el hombro.
Sachi: Yo voté por ti, Izu-kun. Pensé que serías genial como presidente. Eres amable, considerado y siempre piensas en los demás. Eso es lo que necesitamos en un líder.
Izuku se sonrojó inmediatamente, su cara tornándose de un tono rojo brillante.
Mirodiya: ¿E-En serio? ¡G-Gracias, S-Sachi! —respondió, claramente sorprendido y halagado a la vez nervioso de que su amiga había votado.
Lida, quien hasta ahora había estado escuchando en silencio, decidió intervenir también.
Lida: Y yo fui el otro que votó por ti, Midoriya —dijo con seriedad, ajustando sus gafas. Su tono solemne denotaba respeto—. Aunque no obtuviste más votos, creo que tienes las cualidades necesarias para ser un líder eficaz. Tu capacidad de reacción en momentos de crisis es admirable, y creo que podrías representar bien a la clase.
Yaito, al escuchar esto, no pudo evitar sentirse un poco confundido.
Yaito: Espera, Lida… —dijo, inclinándose hacia él—. Si votaste por Midoriya, ¿eso significa que no querías ser el presidente de la clase?
Lida exhaló profundamente y miró a Yaito, ajustando nuevamente sus lentes.
Lida: Para ser honesto, sí… en cierto momento pensé que podría ser un buen líder para la clase, y tenía intenciones de postularme. Sin embargo, al reflexionar más, me di cuenta de que el liderazgo no solo requiere disciplina y responsabilidad, sino también una gran empatía y capacidad de adaptación en situaciones críticas. Midoriya posee esas cualidades, y creo que puede guiar a la clase de una manera que yo quizás no podría.
Izuku se quedó sorprendido, y todos los demás también miraban a Lida con curiosidad. La sinceridad y modestia en sus palabras impresionaron a los presentes.
Akemi: Lida… eso es increíblemente noble de tu parte —comentó rompiendo el silencio con una sonrisa—. No muchos reconocerían eso.
Lida: El liderazgo no es solo un título, es una responsabilidad. Y aunque aún aspiro a guiar y apoyar a mis compañeros, confío en que tanto Yaito como Midoriya pueden cumplir con ese rol de una manera admirable.
Yaito intercambió una mirada con Izuku, ambos comprendiendo la carga que acababan de asumir. Pero sabían que, con el apoyo de sus compañeros, no estarían solos en esta nueva responsabilidad.
Izuku, aún un poco abrumado, sonrió tímidamente y agradeció una vez más a Sachi y Lida por su confianza. Mientras todos volvían a su comida, la conversación seguía fluyendo, pero tanto Yaito como Izuku sabían que este era solo el comienzo de algo más grande, y la verdadera prueba aún estaba por venir.
En medio de la conversación animada en la cafetería, de repente la curiosidad de todos se centró en Yaito e Izuku. Ambos aún no habían revelado por quién votaron, y eso había despertado la curiosidad de Akemi y los demás.
Akemi: Bueno, Yaito —dijo con una sonrisa juguetona—. Aún no nos has dicho por quién votaste. ¡Vamos, dinos!
Yaito, que hasta ese momento estaba comiendo tranquilamente, se detuvo y miró a Izuku por un segundo. Luego, sin mucha emoción menciono casi al mismo tiempo, Izuku también habló, mirándolo directamente.
Yaito/Midoriya: Voté por Midoriya/ Y... yo voté por Yaito.
Hubo un instante de silencio absoluto. Ambos se quedaron mirando el uno al otro, parpadeando varias veces con incredulidad, asimilando lo que acababan de decir.
El ambiente de la mesa se tensó, aunque de una manera cómica. Todos los presentes parecían sorprendidos, algunos conteniendo la risa y otros simplemente boquiabiertos. Akemi se llevó una mano a la boca, tratando de no soltar una carcajada.
Yaito: ¿Tú votaste por mí? —preguntó, algo desconcertado.
Izuku, todavía procesando la situación, asintió con una tímida sonrisa.
Midoriya: Sí... pensé que serías un buen líder, por tu capacidad de análisis en combate y cómo siempre mantienes la calma.
Yaito se cruzó de brazos, sin saber exactamente cómo reaccionar.
Yaito: Y yo pensé que tú serías el mejor. Eres más empático, y... bueno, lo que dijo Lida tiene sentido. Sabes cómo reaccionar en situaciones críticas.
Ambos se miraron durante unos segundos más, parpadeando otra vez en sincronía, como si intentaran procesar el hecho de que, sin saberlo, cada uno había puesto su confianza en el otro para liderar la clase.
Finalmente, Sachi soltó una risa ligera que rompió la tensión.
Sachi: ¡Esto es demasiado bueno! ¡Votaron el uno por el otro!
Akemi no pudo evitar reír también.
Akemi: ¡Es como una comedia accidental!
Incluso Lida, siempre serio, dejó escapar una sonrisa ligera, asintiendo con aprobación.
Lida: Esto demuestra que ambos se respetan y confían en las habilidades del otro. Es un buen ejemplo de compañerismo.
Yaito e Izuku, todavía un poco sorprendidos, finalmente sonrieron. Había algo reconfortante en saber que se admiraban mutuamente, aunque la situación había sido bastante inesperada.
Yaito: Bueno —dijo dándose por vencido—, supongo que esto demuestra que confiamos en nuestras capacidades.
Izuku asintió, sonriendo con un poco más de confianza.
Midoriya: ¡Sí, trabajaremos juntos para guiar a la clase!
Todos en la mesa comenzaron a aplaudir, celebrando el hecho de que, aunque la situación había sido un tanto cómica, Yaito e Izuku demostraron ser líderes dignos a los ojos de sus compañeros.
Mientras los aplausos continuaban, Akemi agregó con una sonrisa pícara
Akemi: Aunque esto fue muy entretenido de ver, ¿quién sabe qué sucederá cuando las cosas se pongan serias?
Yaito: Eso es algo que ya veremos, ¿no? —respondió compartiendo una mirada con Izuku, sabiendo que los desafíos reales estaban por delante.
El altavoz resonó por toda la escuela: "Violación de nivel 3 de Seguridad. Todos los estudiantes deben evacuar inmediatamente."
Yaito, Akemi, Lila, Izuku y el resto del grupo se quedaron momentáneamente en shock. No sabían a qué se refería el aviso. La confusión se extendió rápidamente por los pasillos, y los estudiantes empezaron a empujarse en dirección a las salidas de emergencia.
Lila: ¿Qué está pasando? —preguntó mirando a su alrededor mientras el caos comenzaba a desatarse.
Estudiante: ¡Alguien ha entrado sin permiso! —gritó un estudiante de un curso superior mientras corría—. ¡Eso activó las alarmas!
El pánico se apoderó de la multitud, y pronto todos los estudiantes se empujaban desesperadamente para salir del edificio. En medio del tumulto, el grupo de Yaito también se vio afectado. Izuku, siendo empujado hacia atrás, levantó los brazos instintivamente para proteger a Sachi de los codos y golpes accidentales.
Akemi: ¡No podemos movernos! —exclamó, tambaleándose mientras la masa de estudiantes la empujaba de un lado a otro. Lila, a su lado, también estaba a punto de perder el equilibrio.
Justo en el momento en que ambas chicas parecían caer, Yaito reaccionó rápido, extendiendo sus brazos y atrayéndolas hacia él, sujetándolas contra su pecho. El contacto inmediato hizo que tanto Akemi como Lila se sonrojaran intensamente, aunque también se sintieron aliviadas y seguras al notar la preocupación genuina de Yaito por ellas.
Lila: Gracias... —susurró apenas audible por el alboroto.
Akemi: Esto es un desastre —murmuró, aún algo sonrojada—. Todo el mundo está fuera de control por algo tan insignificante.
Mientras los estudiantes seguían empujándose, los tres se encontraron cerca de una ventana, y Yaito miró hacia afuera. Allí, en el jardín, vio a varios reporteros corriendo por el campus, claramente fuera de lugar.
Yaito: ¡Miren! —exclamó señalando hacia los reporteros—. ¡Son ellos los que activaron las alarmas! Debieron entrar sin permiso.
Lila lo miró, conectando las piezas del rompecabezas.
Lila: Debe haber sido uno de esos reporteros que activó las alarmas de seguridad.
Akemi frunció el ceño, asintiendo.
Akemi: Sí, pero con todo este alboroto, será imposible hablar con alguien para que lo solucionen. ¡Necesitamos calmar esto de alguna forma!
Yaito apretó los labios, pensando rápidamente. Entonces, tuvo una idea.
Yaito: Ya sé qué hacer. Síganme.
Sin perder tiempo, Yaito invocó su nube voladora, una habilidad que había perfeccionado con su "Quirk". La nube apareció a su lado, y él le hizo un gesto a Akemi y Lila para que se subieran.
Ambas chicas se subieron rápidamente a la nube junto a él, sujetándose con fuerza mientras Yaito los dirigía hacia el pasillo principal, esquivando a la multitud. Mientras avanzaban por el aire, Yaito habló con Akemi.
Yaito: Necesitamos atraer la atención de todos de una manera que no cause más pánico. ¿Puedes crear una explosión controlada?
Akemi asintió con determinación.
Akemi: ¡Lo tengo!
Concentrándose, generó una pequeña bola de fuego en sus manos. La lanzó hacia el centro del pasillo, donde la multitud se empujaba desesperadamente. La bola de fuego explotó suavemente en el aire, con una luz brillante pero sin causar ningún daño. La explosión fue lo suficientemente fuerte como para hacer que todos se detuvieran y miraran hacia arriba.
Yaito: ¡Atención, todos! —gritó desde la nube, aprovechando el momento de distracción—. ¡No es una emergencia real! ¡Sólo unos reporteros se colaron en la escuela y eso activó las alarmas de seguridad! ¡No entren en pánico!
La multitud, al ver la nube y escuchar la explicación de Yait notando por la ventana que efectivamente era un reportero,lo cual comenzó a calmarse poco a poco. Los empujones disminuyeron, y algunos estudiantes comenzaron a dispersarse más ordenadamente hacia las salidas.
Lila: Funcionó... —murmuró, todavía sorprendida por la rapidez con la que Yaito había actuado.
Akemi: Buen trabajo, Yaito —dijo con una sonrisa, complacida de que la situación comenzara a resolverse.
Yaito asintió, respirando aliviado mientras la nube continuaba flotando sobre la multitud. Ahora que habían captado la atención de todos, solo faltaba asegurarse de que los reporteros fueran expulsados del campus para que todo volviera a la normalidad.
Después de que la multitud se calmara y la situación volviera a estar bajo control, Akemi miró a Yaito con una expresión pensativa.
Akemi: Sabes, Yaito... eres un excelente líder —dijo de manera casual, pero con una sonrisa de admiración—. No solo lograste calmar a todos en medio del caos, sino que actuaste rápido y tomaste la decisión correcta.
Lila: Totalmente Pensé que íbamos a quedar atrapadas en ese mar de gente, pero tú supiste qué hacer. Fue increíble
Incluso Izuku, que estaba al otro lado del pasillo protegiendo a Sachi, se acercó y comentó
Midoriya: Tienes una capacidad impresionante para manejar este tipo de situaciones. No es fácil mantener la calma bajo presión.
Yaito rió nerviosamente ante todos los cumplidos, sintiendo el calor en su rostro.
Yaito: No fue para tanto... —dijo, rascándose la nuca con una mano—. Solo hice lo que me pareció mejor en el momento.
Akemi: ¡No seas modesto! —respondió mientras lo miraba con una leve sonrisa traviesa—. Acepta el reconocimiento. Además, todos votamos por ti como presidente, ¿no? ¡Ya estás demostrando por qué fue una buena elección!
En ese momento, Uraraka se acercó y señaló hacia el lugar donde había estado flotando la nube voladora momentos antes, que ahora comenzaba a desvanecerse.
Uraraka: Oye, Yaito... —dijo curiosa—. Esa nube que invocaste antes, ¿qué era? Nunca había visto algo así. Fue bastante útil para salir de ahí arriba.
Yaito observó cómo la nube desaparecía lentamente, y frunció el ceño en confusión.
Yaito: Para ser honesto, no estoy muy seguro... —respondió, rascándose la cabeza—. Solo sé que puedo invocarla cuando la necesito, pero no sé por qué sucede o de dónde proviene exactamente.
Uraraka: ¿En serio? — arqueó una ceja, sorprendida—. Es algo bastante útil, si me preguntas.
Yaito: Sí, lo es —asintió viendo la nube—, pero nunca he investigado mucho sobre ello. Tal vez debería entender mejor de dónde viene o si está relacionado con mi Quirk de alguna manera.
Akemi rió suavemente golpeado el hombro de yaito.
Akemi: Bueno, lo que sea que sea, ¡funcionó de maravilla! Ya tienes una ventaja como líder, así que esa nube solo te hace aún más impresionante.
Yaito volvió a sonreír con nerviosismo, pero agradecido por el apoyo de sus compañeros. Mientras el grupo se relajaba y recuperaba la compostura después de la situación con los reporteros, la conversación fluía de manera más tranquila, aunque una idea rondaba por la mente de Yaito: descubrir más sobre esa nube y sus verdaderos orígenes.
En la sala de vigilancia de la U.A., el director Nezu y algunos profesores estaban reunidos, mirando atentamente las pantallas que mostraban una imagen preocupante: una pared completamente destruida.
Nezu: ¿Cómo pudo un simple reportero causar esto? —preguntó pensativo a ver lo que había pasado.
Aizawa, con los brazos cruzados, observaba la escena con una expresión cansada.
Aizawa: Es extraño. Parecía un incidente menor, pero esto sugiere que tenían un propósito más grande. La pared destruida está justo donde guardamos información importante.
Cementos: Esto requiere una investigación más profunda —añadió Cementoss—. Debemos asegurarnos de que la seguridad de la U.A. no haya sido comprometida.
Nezu asintió, sus ojos brillando con una mezcla de intriga y preocupación.
Nezu: Lo investigaremos a fondo. Pero por ahora, sigamos monitoreando cualquier actividad sospechosa.
Mientras tanto, Yaito caminaba junto a Akemi y Lila, disfrutando de la tranquilidad del día después del alboroto en la escuela. Las chicas conversaban sobre lo ocurrido, cuando de repente notaron que el autobús que los dejaba se había marchado sin ellos.
Akemi: ¡Oh no! —dijo mirando hacia la carretera con alarma—. ¡El autobús se fue!
Lila: Y el próximo no llega hasta dentro de 3 horas —comentó con una expresión de preocupación.
Yaito se detuvo un momento, observando la situación, y una idea cruzó su mente. Con una sonrisa confiada, extendió su mano frente a él y, de la nada, invocó su nube voladora. La nube apareció bajo sus pies, flotando suavemente en el aire, sorprendiendo tanto a Akemi como a Lila.
Yaito: ¿Qué esperan? —dijo subiendo a la nube mientras sonreía con entusiasmo—. ¡Suban!
Akemi dio un paso hacia atrás, con una mezcla de asombro y duda en sus ojos.
Akemi: Pero, Yaito… ¿esto no sería romper la ley? —preguntó, sintiéndose un poco insegura—. No quiero que te metas en problemas por nuestra culpa.
Lila asintió, también un poco preocupada por eso, no queria meter en problema a yaito
Lila: Sí, podríamos esperar al próximo autobús. No queremos causarte problemas.
Yaito las miró, tranquilo y seguro, y extendió su mano hacia ellas con una sonrisa relajada.
Yaito: No se preocupen por eso. No estaríamos rompiendo la ley… si nadie nos ve. —Guiñó un ojo—. Además, ¿qué dicen? Sería mucho más divertido que esperar aquí.
Las chicas intercambiaron una mirada, sorprendidas pero tentadas por la idea. Finalmente, Akemi suspiró, rendida ante la sonrisa encantadora de Yaito.
Akemi: Bueno… cuando lo dices de esa forma —respondió con una sonrisa tímida.
Lila también cedió, riendo suavemente.
Lila: Está bien, pero si nos descubren, tú te haces responsable, Yaito.
Con esa promesa, ambas chicas tomaron la mano de Yaito y subieron a la nube voladora. La sensación de flotar en el aire las dejó sin aliento, pero pronto se sintieron seguras mientras la nube comenzaba a elevarse, llevándolos por encima de la ciudad.
Akemi: ¡Esto es increíble! —exclamó mirando el paisaje desde las alturas, con el viento rozando suavemente su rostro.
Lila, por su parte, no podía evitar reír, disfrutando del momento.
Lila: No puedo creer que estemos haciendo esto!
Yaito, manteniendo el control de la nube con facilidad, los llevó en un vuelo tranquilo, disfrutando de la alegría y la risa de sus amigas mientras volaban por encima de la ciudad.
El trío surcaba los cielos sobre la ciudad, mientras la nube voladora de Yaito flotaba suavemente en el aire. A medida que ascendían más alto, el paisaje a sus pies se expandía, ofreciendo una vista impresionante de las calles, los edificios y, sobre todo, del hermoso atardecer que comenzaba a teñir el cielo con tonos cálidos de naranja y rosado.
Akemi y Lila no podían ocultar su asombro ante lo que estaban viendo. Era como si todo el mundo estuviera a sus pies, y la sensación de libertad que ofrecía la nube voladora era indescriptible.
Lila: Es… es hermoso —murmuró, sus ojos brillando mientras observaba el horizonte.
Akemi: Nunca había visto algo así —añadió con una sonrisa suave mientras sentía el viento acariciar su rostro.
De repente, debido a la velocidad en la que la nube se movía, ambas chicas tambalearon un poco, sus cuerpos inclinándose peligrosamente hacia el borde de la nube.
Yaito: ¡Cuidado! —exclamó con rapidez, extendiendo sus brazos para sujetar a ambas por la cintura. En un movimiento ágil, las acercó a su pecho, asegurándose de que no cayeran. Akemi y Lila se quedaron inmóviles, sorprendidas tanto por el gesto como por la cercanía repentina con su amigo.
El corazón de ambas chicas comenzó a latir más rápido, pero antes de que pudieran procesar lo ocurrido, Yaito les sonrió de forma angelical, como si nada malo hubiera pasado.
Yaito: No se preocupen —dijo con su voz calmada y protectora—. Estoy aquí para protegerlas, pase lo que pase. —Sus palabras eran cálidas y seguras, llenas de la sinceridad que siempre lo caracterizaba.
Akemi y Lila se sonrojaron intensamente, sus rostros completamente rojos ante lo que acababan de escuchar y la cercanía con Yaito. Sin saber cómo reaccionar, ambas miraron hacia otro lado, avergonzadas y sin poder articular una palabra coherente. La calidez del momento y la protección que sentían al estar junto a él las envolvía.
Mientras volaban, ambas chicas no pudieron evitar sonreír para sí mismas, sintiendo una mezcla de alivio y emoción. A pesar de la vergüenza, el gesto protector y cariñoso de Yaito les hacía sentir algo especial. Esa calidez y su disposición para proteger a los demás era lo que hacía de Yaito alguien único, alguien que siempre irradiaba una luz que daba seguridad y tranquilidad.
Lila: Gracias, Yaito… —murmuró en voz baja, todavía sin mirarlo directamente.
Akemi: Sí… gracias —susurró su sonrisa tímida mientras seguían disfrutando de la maravillosa vista del atardecer, sintiendo la paz y el apoyo de su amigo.
Yaito, ajeno a la confusión interna de las chicas, continuó guiando la nube con la misma sonrisa alegre y despreocupada, feliz de poder compartir ese momento con ellas.
En otra parte
En medio de un espeso bosque, una figura solitaria corría a toda velocidad, su respiración pesada y el crujido de las hojas secas bajo sus pies resonaban en el silencio nocturno. La luna apenas lograba filtrarse entre las copas de los árboles, proyectando sombras irregulares sobre el suelo. Detrás de ella, tres siluetas la perseguían con una precisión inquebrantable, sus pasos rápidos y coordinados, como cazadores tras su presa.
La silueta principal, una mujer, detuvo su carrera abruptamente. Giró sobre sus talones, sus ojos brillando con determinación mientras alzaba una mano. El aire se tornó gélido de inmediato, y en un destello, todo a su alrededor se congeló. Árboles, ramas y el suelo mismo se cubrieron de una capa de hielo que se extendió rápidamente hacia sus perseguidores. De la nada, lanzas afiladas de hielo emergieron, disparándose con una velocidad letal hacia las tres figuras en movimiento.
Pero sus atacantes no eran inexpertos. Con una agilidad impresionante, lograron esquivar los proyectiles helados, rodando y saltando justo a tiempo para evitar un golpe mortal. Apenas salieron ilesos, recuperando rápidamente su postura.
La figura principal jadeaba, sabiendo que la situación se volvía desesperada. Antes de que pudiera lanzar otro ataque, una de las tres figuras, más robusta que las otras, tomó impulso y lanzó lo que parecía ser una lanza oscura. La lanza atravesó el aire con un silbido mortal y, antes de que la mujer pudiera esquivarla, le impactó en el hombro. Un grito de dolor escapó de sus labios cuando fue empujada hacia atrás por la fuerza del impacto, perdiendo el equilibrio y rodando por el suelo.
Se detuvo justo al borde de un acantilado, su cuerpo adolorido mientras su respiración se entrecortaba. Miró hacia abajo, viendo una caída vertiginosa que terminaba en un río turbulento, cuyas aguas oscuras rugían con fuerza bajo la luz de la luna. Apenas lograba ponerse de pie, tambaleándose cuando las tres figuras se acercaron con calma, formando un semicírculo a su alrededor, bloqueando cualquier vía de escape.
??: No tienes a dónde ir —dijo uno de ellos, su voz grave y autoritaria—. No es necesario que esto termine de esta manera. Únete a nosotros y pon fin a esta huida sin sentido. Nuestro señor sabrá recompensarte bien.
La mujer, aún con la lanza clavada en su hombro, apretó los dientes con furia, su ceño fruncido mientras levantaba la cabeza con desafío.
??: Nunca me uniré a alguien como él —respondió con voz áspera—. Prefiero morir antes que servirle.
Los tres intercambiaron una mirada entre ellos, y uno, el que parecía ser el líder, suspiró.
??: Una lástima. Pero si esa es tu decisión... entonces será la muerte.
La mujer, sabiendo que no tenía otra opción, lanzó una última mirada al precipicio. No había escapatoria, y lo sabía. Con un último esfuerzo, dio un paso hacia atrás, su cuerpo tambaleándose al borde del acantilado. Los tres atacantes se quedaron paralizados por un momento, sorprendidos por su audacia.
Y entonces, sin dudarlo, la mujer se dejó caer.
Las tres siluetas observaron en silencio cómo su cuerpo desaparecía en la oscuridad, descendiendo hacia las aguas furiosas que la esperaban abajo.
??: Se ha ido —murmuró uno de los hombres, su voz mezclada con incredulidad y respeto.
??: Tal vez haya sobrevivido —dijo otro, con una sonrisa fría—. Aunque lo dudo mucho.
El líder permaneció en silencio por un momento más, sus ojos aún fijos en el precipicio, antes de dar media vuelta.
??: Informaremos al señor. Si ha sobrevivido, no tardaremos en encontrarla de nuevo.
Continuara........
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