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Capitulo 17

Ahora que los equipo estaba formado y con quien se enfrentada ahora vemos a resto de la clase viendo a Midoriya en posición de combate y, presumiblemente, gritándole a Bakugo con la mitad de su máscara ya arrancada. Oh, sí... Eran una pareja desafortunada.

Akemi: Vaya... ¿Ese manojo de nervios logró derrotar a Bakugo? ¿Quién esperaba eso en la primera lección?

??: ¡Muy buen movimiento, Midoriya!-  grito un pelirrojo, tapándose la palma de la mano- ¡Muy buen contraataque para un ataque sorpresa!"

All might: Un ataque sorpresa también es una estrategia. Están en medio de una verdadera batalla en este momento

Yaito asiente sutilmente y vuelve a mirar la pantalla.

Yaito: Huh...- se dice a sí mismo. Había algo extraño en la postura de Midoriya.

Yaito:(Eso no es lo que usó durante nuestro entrenamiento, ¿De verdad planea enfrentarse a Bakugo?)

Es cierto que habían avanzado un poco con el quirk de Midoriya, pero ¿una pelea a puñetazos contra el número 2 del examen de ingreso? Era su funeral y lo estaba demostrando.

El verde temblaba en el lugar y con su ceño fruncido, le pareció valiente a Yaito...

...Pero también igualmente desesperado.

??: ¡Ahí va Bakugo!- dijo y así es como comienza la batalla.

El héroe explosivo intentó patearlo y volvió a golpearlo, pero Midoriya anuló el primer golpe con su cinta de captura y el segundo esquivándolo.

Yaito:( Muy bien, Midoriya...)- penso pero no sabía lo que vendría después.

¡La peliverde, en lugar de esperar, pasó a la ofensiva y corrió directo hacia la rubia ceniza!

Lila: ¿Qué está haciendo?!

Bakugo intentó engañarlo atacando con su izquierda, pero Midoriya se dio cuenta.

Con su mano apuntando directamente al adolescente explosivo, Midoriya lanzó un poderoso golpe, enviando a su oponente contra la pared.

??: ¡Midoriya realmente lo usó otra vez!- grita una chica de piel rosada emocionado.

??: Ese tipo es increíble...- añade viendo el combate-  Usa su don con tanta valentía.

Yaito: Sí, muy atrevido, de verdad.......

Aunque no estaba completamente listo, Midoriya seguía dando lo mejor de sí sin importar su situación. Yaito, aunque la razón aún no lo había golpeado, se sentía un poco pequeño.

Mientras tanto, All Might también contó lo suyo sobre la batalla.

All might: Siempre fue bueno para reaccionar rápidamente en una crisis. Además, pasó años escribiendo sus notas e interiorizándolas...

También tuvo lugar su último entrenamiento en la playa.

All might:( Y con su reciente entrenamiento, no solo ha ido entendiendo mejor One for All, sino que sus instintos también se han ido agudizando inconscientemente)

Deja el lápiz y mira fijamente la pantalla.

All might: (Ese conocimiento de fanático está trabajando en conjunto con sus últimos esfuerzos... ¡y lo está impulsando hacia adelante!)

Bakugo logra detenerse con explosiones justo antes de chocar contra la pared, pero cuando logra mirar hacia atrás, Midoriya ya se ha ido.

Bakugo: ¡Vuelve aquí, Deku! ¡No me derrotarás con un solo golpe! —gritao o al menos eso es lo que la mayoriq supone desde detrás de escena.

Para él, y todos los demás en esa habitación, era mejor no saber el tipo de insulto que utilizó Bakugo, en lugar de intentar leer los labios.

Gira la cabeza hacia otro punto de vista, donde se ve a Midoriya planeando y recuperándose después de ese golpe.

El guante quedó destrozado, pero en términos de daño real sólo se rompió uno de sus dedos.

Akemi: Realmente está haciendo lo mejor que puede...- susurró a yaito que simplemente asintió

El tema del pasado de Midoriya con Bakugo había surgido durante sus sesiones de entrenamiento y podía decir que era un tema difícil de discutir para Midoriya... ¿No se identificaba con ese sentimiento?

Kaminari: Parece muy enojado. ¡Da miedo!.

Y, por desgracia para el equipo de los héroes, Bakugo no había terminado. Después de encontrar a Midoriya, ¡desató el ataque más grande que la clase había visto jamás!

¡Incluso pudieron sentir la onda expansiva!

Akemi: (Bakugo! ¿En qué diablos estás pensando?)- grita dentro de su cabeza. Podía entender la mentalidad de los abusadores, pero esto era mucho más que eso.

??: ¡Esto se supone que es una clase!

Lila: De hecho, va a matarlo- preocupado por la situación.

Yaito: Estoy de acuerdo, esto es demasiado. Deberíamos detener esto, maestro. — también se suma y respalda a su amiga

Acercándose a All Might y bajando la voz, Yaito dice:

Yaito: Sabía que había mala sangre entre los dos, pero no deberían tratarlo así

Y el número 1 no estaba en desacuerdo con ello.

All might: (Debería parar esto...)- penso q ver la situación piensa-(Pero...)

Midoriya intenta esquivar y lanzar otro golpe, pero Bakugo no le da ninguna oportunidad. Continúa lanzando explosión tras explosión y, a pesar de eso, la pelirroja sigue levantándose.

??: ¡Esto es un linchamiento!", gritó la piel rosada-  ¡Puede capturarlo simplemente envolviéndolo con la cinta!

Algunos intentaban al menos observar la precisión perfecta del tono de Bakugo, pero Ben tampoco estaba dispuesto a aceptarlo.

Yaito: ¡No me importa nada la técnica!, Tenemos que sacarlo de ahí...

Yaito simplemente no lo podía tolerar. Quería convertirse en un héroe y detener esto ahora mismo.

Y así lo hubiera hecho…

...si no hubiera escuchado a All Might dejar escapar accidentalmente sus pensamientos.

Con la mano que sostenía el micrófono temblando, en voz baja.

All might: No quiero detenerlos, por su bien.

El número 1 no se había dado cuenta de que había dicho esto en voz alta y aunque le hubieras preguntado en ese momento, no habría sabido dar una respuesta...

La mayoría de la clase se había perdido esa señal, pero el conocido héroe cambiaformas, que estaba a su lado por preocupación por Midoriya, logró captarla.

Akemi: ¿Qué?- incrédula por el comentario de all might y volvió a mirar la pantalla- ¿Por qué? ¿Qué clase de bien podría surgir de todo esto?

Midoriya estaba de espaldas a la ventana y Bakugo se acercaba a él, presumiblemente para darle otra paliza. El pelinegro movía la boca, gritaba y probablemente soltaba lo que fuera que tuviera en mente.

Lila: ¿Qué bien podrías sacar de ello, Midoriya? —continuó preguntando viendo la pantalla—. No tienes por qué darle explicaciones

Todos podía ver a Midoriya gritando con todas sus fuerzas a pesar de las lágrimas que se formaban en sus ojos.

Yaito: ¿Qué sentido tiene…?- continúa preguntando.

En ese momento, mientras Midoriya seguía a Bakugo y se lanzaba contra su oponente con el puño en alto, todo hizo clic.

La valentía de Midoriya... No fue solo por enfrentarse a un oponente aterrador... También fue por enfrentarse a su problemático pasado con Bakugo.

All Might se sacudía y el pelirrojo no se detenía.

??: ¡Dije que esto se ve mal! ¡Señor!

Yaito: Está es la única manera- susurró en voz baja imponente que ver a uno de su amigos salí lastimado.

Las lágrimas desaparecieron de los ojos de Midoriya mientras se enfrentaba a su acosador de toda la vida, y luego... Yaito no necesitaba poder leer los labios para saber lo que decía a continuación.

Izuku: ¡Smash!

Con un movimiento ingenioso pero igualmente desesperado, el peliverde apuntó sus ataques hacia el cielo y con un pensamiento rápido de Sachi, su equipo aseguró el arma, ¡obteniendo la victoria justo debajo de la rubia ceniza!

También con el temblor desaparecido de su voz, All Might anunció

All might: EL EQUIPO DE HÉROES... ¡GANA!

El peli castaño suspiró aliviado. Es cierto que Midoriya estaba herido, pero podría haber sido mucho peor.

Volvió a mirar la pantalla. Ambos héroes estaban caídos de una forma u otra, Iida estaba tratando de atender a Sachi y Bakugo... estaba congelado en el lugar.

Quería sentirse bien por Midoriya, que había logrado ponerle esa cara a la rubia ceniza. Sinceramente, quería bromear y hacer reír al resto de la clase, pero su mente no podía evitar divagar hacia otro lado.

Yaito:( El se sentiría así también?)- preguntó en su cabeza.

Temblando, en shock, casi hiperventilando... Si un simple golpe de la realidad hizo que el gran matón Bakugo se sintiera así, entonces tal vez hubo una segunda lección que sacar...

Yaito: No puedo ser tan imprudente como él...Todo tiene su momento y su lugar...)

Los partidos del resto de la clase habían transcurrido con la intensidad esperada. Se podían escuchar los gritos de emoción y los sonidos de las batallas mientras los estudiantes se enfrentaban en el entrenamiento de combate. Yaito observaba cada enfrentamiento con atención, analizando las tácticas y estrategias que sus compañeros usaban, mientras su propia anticipación crecía con cada minuto que pasaba.

Finalmente, después de lo que parecieron horas, llegó el momento del último combate.

Yaito: ¡Es nuestro turno! —exclamó con una sonrisa, girándose hacia Uraraka, quien estaba a su lado. Ella, con la misma energía y entusiasmo, asintió rápidamente, los ojos brillándole de emoción.

Uraraka ¡Sí! ¡Vamos a darlo todo! —respondió, llena de emoción mientras apretaba los puños, lista para la acción.

Akemi: Oye yaito más vale y no pierdas esto- menciono de brazo cruzado.

Yaito: Lo intentare ya que ellos parece ser fuerte- menciono con una sonrisa.

Lila: Ten cuidado- dijo cosa que yaito asintió.

All Might, de pie al frente del grupo, sonrió con aprobación al ver el espíritu de los estudiantes. Con su característica pose heroica, levantó la mano y señaló hacia el campo de batalla, su voz resonando con fuerza y motivación.

All might: ¡Bien, jóvenes! ¡Es hora de ver lo que pueden hacer! ¡Recuerden! ¡Este es un combate real! ¡Héroes contra villanos! ¡Su misión es proteger o detener el arma, pero lo más importante es aprender y crecer como futuros héroes! —dijo con su entusiasmo contagioso.

Yaito y Uraraka se dirigieron hacia su área designada, listos para asumir su rol de héroes. Mientras caminaban, Yaito echó un último vistazo a su alrededor, observando a su compañera y a sus oponentes: Shiori Todoroki, con su fría serenidad, y Shoji Mezo, cuya presencia imponente y múltiples brazos daban una clara ventaja en términos de fuerza y estrategia.

Yaito:(Será un desafío interesante) —pensó sabiendo que tendrían que emplear todas sus habilidades para enfrentarse a estos oponentes.

Uraraka: Oye, Yaito —dijo de repente, rompiendo el silencio mientras se ajustaba su traje de heroína—. Confío en ti. ¡Sé que podemos ganar si trabajamos juntos!

Yaito sonrió, tocado por su confianza en él. A pesar de los nervios, sabía que tenía una buena aliada a su lado.

Yaito: Y yo confío en ti, Uraraka. Vamos a hacerlo lo mejor posible —respondió con una sonrisa genuina.

Ambos tomaron posición, preparados para comenzar. El sonido de un pitido resonó en el aire, indicando que la batalla estaba a punto de comenzar. Yaito respiró hondo, su corazón latiendo rápidamente en su pecho. Era el momento que había estado esperando.

Yaito: ¡Vamos a ser los héroes que necesitamos ser! —exclamó, mientras el combate finalmente daba inicio.

Yaito y Uraraka estaban afuera del edificio, esperando ansiosamente la señal de All Might para comenzar el ejercicio. El sol de la tarde proyectaba sombras largas, creando una sensación de tensión en el aire, mientras ambos observaban la estructura que debían infiltrarse y las posibles dificultades que enfrentarían.

Uraraka: Etto... —comenzó nerviosa, sosteniendo los planos del edificio con manos temblorosas—. Yaito, ¿tienes un plan? —preguntó con inseguridad evidente en su voz.

Yaito, con los ojos fijos en el edificio, cruzó los brazos mientras pensaba rápidamente en su respuesta.

Yaito: Bueno... —dijo, rascándose la barbilla mientras analizaba la situación—. Por lo poco que sé sobre nuestros oponentes, Todoroki tiene la capacidad de generar hielo. Eso significa que puede bloquear entradas o crear trampas con facilidad. Además, Shoji puede crear diferentes partes del cuerpo, como bocas, oídos y ojos, lo que le da una ventaja en términos de percepción. Podría ser un problema para nosotros si intentamos movernos sin ser detectados...

Uraraka asintió lentamente, intentando seguir el razonamiento de Yaito, aunque la preocupación se reflejaba en su rostro.

Uraraka: Es que... —empezó a hablar de nuevo, pero fue interrumpida abruptamente por la potente voz de All Might resonando a través del micrófono.

All might: ¡Empiecen! Tienen 15 minutos para completar la misión —anunció, con su energía característica. El sonido del inicio del combate los hizo saltar a ambos de sus pensamientos.

Yaito exhaló profundamente, asumiendo que no tenían más tiempo para planear.

Yairo: Supongo que no podemos perder tiempo. Por cierto, se me había olvidado... ¿cuál es exactamente tu Quirk? —preguntó con interés, ajustando su posición mientras miraba el edificio, anticipando lo que podría venir.

Uraraka, aún algo nerviosa, se enderezó y respondió con más confianza.

Uraraka: Mi Quirk me permite hacer que las cosas floten al tocarles con las yemas de mis dedos. Puedo hacer que los objetos o incluso las personas se vuelvan ingrávidas, pero si lo uso demasiado, me mareo... —dijo, con un leve rubor en las mejillas.

Yaito la miró con los ojos abiertos de par en par, un destello de emoción brillando en su mirada. Su expresión pasó de seriedad a puro asombro en un segundo. Estrellitas parecieron aparecer en sus ojos mientras exclamaba con entusiasmo.

Yaito: ¡Eso es increíble! —dijo, como si estuviera hablando con un héroe legendario— ¡Puedes hacer que todo flote! ¡Wow, es como si tuvieras el poder de volar cosas con solo tocarlas! ¡Es increíble, Uraraka!

El entusiasmo infantil y genuino de Yaito hizo que el rostro de Uraraka se sonrojara de inmediato. No estaba acostumbrada a recibir tanto entusiasmo por su Quirk, y la manera en que Yaito reaccionaba con tal emoción la hizo sentirse repentinamente cohibida. Apretó los planos entre sus manos, nerviosa, mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios.

Uraraka: G-Gracias... —respondió, nerviosa, mientras evitaba la mirada de Yaito, que la veía con admiración pura.

En ese momento, la tensión del combate se desvaneció por un instante mientras ambos compartían esa breve conexión. Uraraka lo miraba de reojo, encontrando la alegría contagiosa de Yaito casi reconfortante, como un niño emocionado por descubrir algo nuevo. A pesar del inminente desafío, por primera vez en la tarde, ella se sintió un poco más tranquila, sabiendo que a su lado tenía a alguien que veía el mundo con un optimismo inquebrantable.

Yaito: Bien, entonces, vamos a dar lo mejor de nosotros, ¿no? —dijo dándole una sonrisa confiada antes de volverse hacia el edificio, listo para comenzar la misión.

Uraraka asintió, aún sonrojada pero con una nueva determinación en su mirada.

Uraraka: ¡Sí, hagámoslo! —exclamó, lista para el desafío que les esperaba.

Con el tiempo corriendo y la batalla comenzando, los dos avanzaron hacia el edificio, listos para enfrentar cualquier obstáculo juntos.

En la zona de cámaras, la atmósfera estaba cargada de tensión. All Might, junto con el resto de estudiantes, observaban atentamente las pantallas que mostraban en tiempo real el desarrollo del último combate. Cada pantalla revelaba diferentes ángulos del edificio donde Yaito y Uraraka se enfrentaban a Todoroki y Shoji. La sala estaba en completo silencio, solo interrumpido por el leve zumbido de las cámaras y el sonido de los monitores.

All Might, con su postura imponente y expresión seria, mantenía los ojos fijos en la pantalla que mostraba a Yaito. Sus brazos cruzados parecían reflejar tanto expectativa como una ligera preocupación. Los estudiantes de la clase también estaban atentos, especialmente Akemi y Lila, quienes estaban de pie en la primera fila, observando con ojos brillantes cada movimiento de Yaito.

Akemi: Vamos, Yaito... tú puedes —murmuró casi como una oración silenciosa. Sus manos estaban entrelazadas, apretadas por la tensión.

Lila, a su lado, mantenía una mirada firme en la pantalla. A pesar de la presión del momento, confiaba en su amigo. Sabía que Yaito tenía una capacidad especial para mantenerse sereno en situaciones difíciles, siempre encontrando una manera de superarse. Sin embargo, aún sentía ese leve nudo en el estómago, la incertidumbre de lo que podía suceder en un combate tan crucial.

Lila: Él lo logrará —dijo en voz baja, como si intentara convencerse a sí misma. Su confianza en Yaito era sólida, pero no podía evitar sentir un leve temor por el poder que Todoroki y Shoji traían consigo. Sus habilidades eran formidables, y cualquier error podría ser desastroso.

Akemi asintió sin apartar los ojos de la pantalla. Desde que conocía a Yaito, siempre había visto en él un espíritu inquebrantable, esa misma sonrisa alegre que lo caracterizaba incluso en los momentos más duros. Ahora, frente a ese desafío, ella confiaba en que esa luz en su interior lo guiaría hacia la victoria.

Akemi: Él es fuerte. Lo sé —añadió Akemi con un leve susurro, mientras en la pantalla se podía ver cómo Yaito y Uraraka avanzaban con cautela por los pasillos del edificio.

En otra de las pantallas, Todoroki y Shoji comenzaban a moverse estratégicamente. Shoji, usando sus múltiples extremidades, estaba en plena vigilancia del área, mientras Todoroki preparaba una ofensiva utilizando su hielo para bloquear posibles rutas de escape. El campo de batalla se volvía cada vez más peligroso con cada segundo que pasaba.

All Might no respondió, pero en su mente analizaba cada detalle del combate. Sabía que esta prueba no era solo de fuerza o habilidades, sino de estrategia, coordinación y confianza en el trabajo en equipo. Yaito había demostrado ser un joven determinado, pero este era uno de los retos más difíciles que había enfrentado hasta ahora.

Mientras tanto, Akemi y Lila permanecían en silencio, expectantes. En sus corazones, ambas confiaban en Yaito. Sabían que, aunque la situación era complicada, él nunca se rendiría.

Lila: (Vamos, Yaito...) —pensó deseando que su amigo mostrara todo su potencial en ese momento crucial.

La mirada de All Might, siempre tan aguda y calculadora, se suavizó un poco mientras observaba a Yaito en la pantalla. No podía evitar recordar a los jóvenes héroes que había entrenado a lo largo de los años, y cómo cada uno de ellos, en momentos de incertidumbre, había encontrado su propio camino para brillar. Yaito estaba a punto de enfrentar ese momento de verdad, y todos, incluso sus amigos más cercanos, lo sabían.

El combate estaba por alcanzar su punto crítico, y en la zona de cámaras, la tensión era palpable.

Yaito y Uraraka avanzaban con cautela por los pasillos del edificio en ruinas. El sonido de sus pasos era casi imperceptible, pero Yaito sabía que Shoji podría detectarlos en cualquier momento. De repente, Yaito levantó una mano, deteniendo a Uraraka en seco.

Uraraka: ¿Eh? —preguntó  un tanto confundida—. ¿Qué pasa?

Yaito: Shoji —susurró mirando a su alrededor con atención—. Puede oír nuestros pasos por donde vayamos. No podemos movernos tan fácilmente sin que él lo sepa.

Uraraka frunció el ceño, preocupada. Sabía que Shoji era un oponente difícil, con su capacidad para detectar sonidos y ver a distancia con sus múltiples extremidades. Además, Todoroki seguramente ya estaba preparando alguna trampa con su hielo. Si seguían así, acabarían atrapados sin posibilidad de escapar.

Uraraka: ¿Y qué haremos? —preguntó en voz baja—. ¿Cómo vamos a movernos sin que nos detecte?

Yaito, con esa sonrisa característica que siempre llevaba en el rostro, trató de tranquilizarla. Aunque la situación era complicada, no había perdido la calma.

Yaito: Es momento de sacar el "apoyo" —dijo con una chispa de entusiasmo en los ojos.

Antes de que Uraraka pudiera entender a qué se refería, Yaito arrancó una pequeña cantidad de su cabello. Uraraka lo observaba, perpleja, sin saber qué estaba planeando su compañero.

Uraraka: ¿Qué estás...?

Pero antes de que pudiera terminar la pregunta, Yaito sopló el mechón de cabello que sostenía. Para su sorpresa, seis copias exactas de Yaito aparecieron a su alrededor. Los ojos de Uraraka se abrieron con asombro.

Uraraka: ¡¿Cómo hiciste eso?! —preguntó en voz baja, impactada por la repentina multiplicación de su compañero. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Yaito rápidamente le tapó la boca con su mano.

Yaito: Shh... no hables fuerte —le advirtió, con una sonrisa—. Shoji podría detectarnos si hacemos ruido.

Uraraka asintió con la cabeza, aún impresionada por lo que acababa de ver. Yaito retiró su mano suavemente y luego señaló a sus copias.

Yaito: Ellos serán los señuelos —explicó en voz baja—. Shoji los escuchará y pensará que somos nosotros. Mientras tanto, tú y yo nos moveremos por otro lado, aprovechando la distracción.

Uraraka observó las copias moverse silenciosamente por el pasillo, dispersándose en diferentes direcciones. No podía evitar sentirse más tranquila con Yaito a su lado. Su forma de actuar tan despreocupada y optimista, incluso en los momentos más tensos, era contagiosa.

Uraraka: Eso... eso es increíble, Yaito —murmuró, ya más calmada.

Yaito le guiñó un ojo y sonrió con confianza.

Yaito: No te preocupes. ¡Todo saldrá bien! Vamos a darles una sorpresa que no olvidarán.

Mientras las copias de Yaito avanzaban por los pasillos, generando leves sonidos a propósito para distraer a Shoji, los dos compañeros esperaban su momento para moverse con sigilo, sabiendo que el verdadero reto aún estaba por llegar.

Shoji permanecía en silencio, atento a cada pequeño sonido que captaba con su Quirk. Sus múltiples oídos lo mantenían alerta mientras vigilaba cualquier movimiento de los héroes enemigos. A su lado, Shiori Todoroki, con su típica expresión seria y calma, esperaba pacientemente. La bomba se encontraba justo en el centro de la habitación, su objetivo era protegerla a toda costa.

Shoji observó de reojo a Shiori, sabiendo que ella siempre parecía impasible, lista para actuar en cualquier momento. Sin embargo, la calma pronto fue interrumpida cuando uno de sus oídos captó un sonido.

Shoji: Se está moviendo... —murmuró señalando hacia la derecha con uno de sus brazos—. Viene hacia acá.

Shiori entrecerró los ojos, preparándose para usar su Quirk, pero justo cuando estaba por mover su brazo, Shoji frunció el ceño, confundido.

Shoji: Espera… hay más… —añadió rápidamente.

De pronto, sonidos provenientes de múltiples direcciones llenaron la sala. Shoji comenzó a mover su cabeza, tratando de localizar todos los ruidos que escuchaba, pero cada vez que se concentraba en uno, otro surgía desde otro ángulo.

Shoji: ¿Qué es esto? —se preguntó en voz baja, desconcertado.

Shiori lo miró, su expresión apenas revelando una pequeña sombra de duda. No solía perder la compostura, pero incluso ella notaba que algo extraño estaba sucediendo. Shoji giró su cabeza hacia ella.

Shoji: Están tratando de confundirnos... Escucho pasos en diferentes lugares al mismo tiempo, no puede ser real —dijo, apretando los dientes con frustración.

Shiori no perdió más tiempo. Si sus oponentes pensaban que podían confundirlos, ella tenía una solución rápida. Colocó su brazo derecho en el suelo y, con un gesto decidido, activó su Quirk de hielo. El frío comenzó a extenderse rápidamente, cubriendo el suelo y subiendo por las paredes. El objetivo de Shiori era claro: congelar todo el edificio y detener a los héroes antes de que pudieran acercarse.

Sin embargo, en su prisa por asegurar la victoria, no se dio cuenta de un detalle crucial.

Shoji, al notar que el hielo comenzaba a cubrir el área, trató de advertirle.

Shoji: ¡Espera, Shiori! —exclamó, pero ya era demasiado tarde.

El hielo se extendía a una velocidad implacable, y Shoji, que estaba parado cerca de ella, también comenzó a ser afectado. El frío intenso le envolvió las piernas, inmovilizándolo.

Shoji: ¡Me congelarás también! —dijo sorprendido al sentir cómo el hielo avanzaba rápidamente por su cuerpo.

Shiori parpadeó, su concentración en el objetivo había sido tan intensa que no había considerado el alcance total de su Quirk y cómo afectaría a su compañero. Era tarde para retroceder, y el hielo continuaba extendiéndose por todo el edificio.

Shiori: Tsk… —chistó dándose cuenta de su error. Pero no podía detener el hielo ahora, no sin dejar expuesta su posición o permitir que los héroes se acercaran más.

Mientras el frío seguía cubriendo el lugar, ambos sabían que tendrían que adaptarse rápidamente si querían ganar esta batalla. Los héroes estaban jugando con su percepción, pero Shiori no estaba dispuesta a permitir que su error les costara la victoria.

El silencio llenó el aire tras el movimiento desesperado de Shiori por congelar todo el edificio. Para ella y Shoji, parecía que el caos provocado por los ruidos había sido finalmente controlado, y todo había quedado inmovilizado. Shoji, aún afectado por el hielo que cubría sus piernas, permanecía quieto, mientras ambos mantenían una constante vigilancia, esperando cualquier señal de los héroes.

Pero, de repente, un crujido sordo rompió el silencio. El techo por encima de ellos comenzó a fracturarse, con pequeñas piezas cayendo al suelo. Shiori levantó la vista justo cuando una gran sección del techo se vino abajo, revelando dos figuras que descendían rápidamente desde las alturas.

Cuando las siluetas tocaron el suelo, Shiori y Shoji reconocieron de inmediato a Yaito y Uraraka. Ambos héroes aterrizaron con precisión, justo frente a ellos, lo que les dejó completamente desconcertados.

Shiori: ¿Cómo…? — frunció el ceño, incapaz de comprender cómo sus oponentes habían logrado evitar el hielo y su estrategia.

Shoji, aunque todavía atado por el hielo, intentaba procesar lo que había sucedido. Su Quirk debería haber sido suficiente para rastrear los movimientos de Yaito y Uraraka, pero ahora estaban justo frente a ellos, libres de cualquier efecto del hielo.

Yaito, con su característica sonrisa confiada, dio un paso hacia adelante, notando la confusión en los ojos de sus oponentes.

Yaito: ¿Se preguntan cómo nos liberamos, verdad? —dijo Yaito con un tono casual, antes de mirar a Uraraka que lo acompañaba, ambos listos para el enfrentamiento.

Shiori, sin desviar la mirada, tensó sus manos, preparada para otra ofensiva. Pero Yaito levantó la mano en señal de calma.

Yaito: No es que nos hayamos liberado —continuó —. Simplemente… nunca estuvimos dentro del edificio.

La sorpresa en los ojos de Shoji y Shiori fue evidente. Shiori, que había estado tan concentrada en congelar todo el edificio, nunca se había dado cuenta de que Yaito y Uraraka nunca estuvieron ahí dentro. Yaito continuó explicando mientras avanzaba con cuidado, sin bajar la guardia.

Yaito: Sabía que si Todoroki intentaba congelar el área, sería peligroso estar en el edificio, y Shoji con su Quirk de tener múltiples oídos y ojos nos dificultaría avanzar sin ser detectados. Así que decidimos no entrar —dijo, con una pequeña sonrisa—. En cambio, usamos el Quirk de Uraraka para movernos por el aire desde afuera del edificio y esperar el momento perfecto.

Uraraka asintió con una sonrisa, lista para cualquier movimiento. Yaito prosiguió

Yaito: Además, sabíamos que Shoji podía escuchar todo... pero no si hay demasiado ruido. Así que usamos el caos de los ruidos múltiples para confundirlo, mientras nos movíamos fuera de su alcance auditivo. Y aquí estamos.

Shoji se quedó sin palabras, dándose cuenta de que habían sido completamente engañados. Todo el ruido había sido una distracción, un señuelo para hacerlos pensar que los héroes estaban en el edificio cuando, en realidad, nunca lo estuvieron.

Yaito: ¿Qué te parece, Todoroki? —preguntó todavía con su sonrisa—. Todo el hielo no sirve si no hay nadie dentro para congelar.

Shiori, aunque impresionada por la estrategia de Yaito, mantuvo su compostura, pero estaba claro que la batalla estaba girando en favor de los héroes. Los cuatro se quedaron mirándose, sabiendo que el combate aún no había terminado, pero ahora con la ventaja inclinada hacia Yaito y Uraraka.

En la sala de monitoreo, All Might y el resto de los estudiantes observaban atentamente el combate. Las pantallas mostraban múltiples ángulos de la prueba, desde los movimientos estratégicos de Shiori y Shoji hasta los sutiles desplazamientos de Yaito y Uraraka. Todos estaban pendientes de cada detalle, analizando la evolución del combate.

Desde el comienzo, algo llamó la atención de All Might. En un instante, Yaito se arrancó un mechón de su cabello, y por unos segundos, apareció un duplicado de sí mismo, moviéndose de forma idéntica antes de desvanecerse. All Might se tensó al verlo.

All might:(¿Cómo es posible?)-  pensó. Aquello no era parte del Quirk de Yaito, al menos no del que se suponía debía tener. Una inquietud se apoderó de All Might, la idea de que Yaito pudiera estar usando algo más- (¿Podría estar trabajando para él?)

Sin embargo, rápidamente sacudió la cabeza, apartando esos pensamientos. No era el momento para dejarse llevar por suposiciones. Debía mantener la concentración en el presente.

Mientras las cámaras seguían capturando el desarrollo del combate, llegó el momento en que Yaito reveló su plan. Todos en la sala quedaron impresionados por la forma en que había anticipado las capacidades de Todoroki y Shoji, utilizando su análisis para crear una estrategia que parecía haber desarmado a sus oponentes.

Momo fue la primera en expresar su opinión, levantando la mano con una mezcla de admiración y análisis técnico.

Momo: Es increíble cómo Yaito ha pensado en cada detalle. Sabía que Shoji podía escucharlo todo, pero usó ese conocimiento en su contra con los ruidos múltiples. Además, evitó el poder destructivo de Todoroki al nunca entrar en el edificio. Es una estrategia brillante.

Iida asintió vigorosamente al escucharla.

Lida: Totalmente de acuerdo. La capacidad de Yaito para adaptarse y prever los movimientos de sus oponentes es impresionante. Además, utilizó el entorno a su favor. A pesar de las dificultades, mantuvo la calma y utilizó el Quirk de Uraraka de forma efectiva. ¡Este tipo de pensamiento estratégico es esencial para los héroes! —afirmó con movimiento de robot.

Mientras algunos de los estudiantes intercambiaban comentarios sobre el ingenio de Yaito, Akemi, que había estado observando en silencio, finalmente sonrió. Parecía comprender a Yaito más allá de lo que los demás habían comentado.

Akemi: Eso es tan Yaito —dijo con una leve risa—. Siempre ha sido un fan de analizar los Quirks. Desde que lo conozco, siempre está observando a los demás, tratando de entender sus fortalezas y debilidades. Esta estrategia es una muestra de cuánto ha perfeccionado esa habilidad.

Los estudiantes asintieron ante las palabras de Akemi. La habilidad de Yaito no solo estaba en la fuerza física o en la táctica, sino en su capacidad para estudiar y comprender a fondo a sus oponentes. Era un estratega nato, alguien que sabía usar cada recurso disponible a su favor.

??: Vaya ese chico se nota lo varonil que es- menciono el pelirrojo.

All Might, que hasta ese momento había permanecido en silencio, observaba la pantalla con una mezcla de orgullo y reflexión. A pesar de sus preocupaciones iniciales, no podía negar el potencial que veía en Yaito. Quizás había algo más en él, pero por ahora, lo que importaba era que estaba mostrando ser un verdadero héroe en formación, alguien que podía analizar, adaptarse y actuar con astucia bajo presión.

El combate aún no había terminado, pero en la sala de monitoreo, la admiración por Yaito ya era evidente. Cada movimiento que hacía parecía estar perfectamente calculado, y ahora todos esperaban ansiosos por ver cómo se desarrollaría el siguiente paso de su estrategia.

Yaito y Uraraka se encontraron de pie, frente a Shiori Todoroki, que era la única cosa que se interponía entre ellos y la bomba. La tensión en el aire era palpable, y ambos sabían que cualquier movimiento en falso podría llevar a una derrota rápida.

Yaito miró a Uraraka, y su voz fue firme mientras apuntaba hacia Shiori.

—Bien, ella es uno de los obstáculos —dijo Yaito, su mirada fija en la chica de cabello bicolor—. No solo ha congelado a su propio compañero, sino que también parece estar un poco descontrolada.

Shiori frunció el ceño ante el comentario de Yaito, claramente molesta por la insinuación de que su falta de control era un problema. Pero no tuvo tiempo para responder, porque Yaito, sabiendo que el tiempo era esencial, decidió actuar. Sin perder ni un segundo, levantó su pie derecho y golpeó el suelo con fuerza.

El impacto resonó por el área, y de inmediato, un gran glaciar emergió del suelo, dirigiéndose rápidamente hacia ellos como una avalancha de hielo. La velocidad y la potencia del ataque sorprendieron a ambos.

Yaito: ¡Uraraka, cuidado! —gritó mientras empujaba a su compañera hacia un lado, justo antes de que el glaciar se deslizara peligrosamente cerca de ellos.

Shiori, al ver la inminente amenaza, reaccionó de inmediato. Con un movimiento rápido, levantó su brazo derecho y concentró su energía. Las escarcha de hielo comenzaron a cubrir su piel mientras el glaciar se acercaba. Con una explosión de fuerza, su Quirk cobró vida, creando una barrera de hielo que se erguía entre ella y el glaciar.

Shiori: ¡No permitiré que pasen! —gritó su voz llena de seriedad. Las paredes de hielo que había creado se entrelazaron, formando un escudo resistente que se encontraba al borde del impacto.

El glaciar chocó contra la barrera helada, produciendo un sonido ensordecedor y un estallido de cristales de hielo que volaron en todas direcciones. A pesar del choque, Shiori mantuvo su postura, usando su Quirk al máximo para sostener la defensa.

Yaito: ¡Uraraka! —exclamó viendo a su amiga—. ¡Es nuestra oportunidad! ¡Utiliza tu Quirk para desestabilizarla!

Uraraka asintió, aún sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Sabía que este era su momento para brillar. Con un giro rápido, levantó sus manos hacia el glaciar que Yaito había lanzado, haciendo que varios fragmentos comenzaran a flotar.

Uraraka: Levitaré el hielo! —anunció con confianza, mientras los trozos flotantes empezaban a rodear a Shiori.

La atención de Shiori se dividió entre mantener su barrera y observar los fragmentos de hielo que ahora danzaban en el aire. Sin embargo, el movimiento no pasó desapercibido. El miedo se reflejó en su rostro mientras intentaba calcular la situación.

Yaito sonrió, sintiendo que estaban a punto de cambiar las tornas. Era el momento adecuado para actuar.

Yaito: ¡Ahora, Uraraka! —gritó, y ambos se lanzaron hacia adelante.

Shiori, sintiendo la presión del ataque inminente, apretó los dientes y decidió que no podía dejar que esto terminara así. Con un grito, levantó su brazo para intentar contraatacar, pero en ese momento, los fragmentos de hielo se lanzaron hacia ella, desestabilizándola.

Shiori: ¡Nooo! —exclamó mientras algunos de los trozos la alcanzaban, haciendo que su concentración se rompiera y la barrera de hielo se desmoronara.

Fue entonces cuando Yaito vio su oportunidad. Con un salto ágil, se lanzó hacia la bomba, decidido a acabar con la amenaza antes de que fuera demasiado tarde.

Yaito: ¡Vamos, Uraraka! ¡Este es nuestro momento! —gritó mientras se precipitaba hacia su objetivo.

El enfrentamiento estaba lejos de terminar, pero Yaito y Uraraka se sentían más unidos que nunca, listos para enfrentar cualquier obstáculo que se les presentara.

Yaito se encontró en medio de un campo de batalla helado, donde la presión aumentaba cada segundo. Shiori Todoroki no iba a ceder. Ella debía demostrar que su hielo era más fuerte, y no permitiría que un chico como Yaito interrumpiera sus planes. Con un movimiento decidido, lanzó otro ataque de hielo, un glaciar que surgió del suelo en un ángulo agresivo, dirigido directamente hacia él.

Shiori  ¡No puedo dejar que esto termine aquí! —gritó su voz llena de determinación mientras veía a Yaito moverse.

Yaito se movió rápidamente, esquivando el ataque con la agilidad de un atleta experimentado. Sin embargo, a medida que los glaciares continuaban surgiendo del suelo, notó que el área a su alrededor comenzaba a congelarse más y más, dificultando su movilidad. Tendría que actuar pronto, o se encontraría atrapado en su propio juego.

Yaito esquivó hábilmente el glaciar de hielo que Shiori había lanzado con toda su fuerza. Sabía que ella no iba a rendirse fácilmente, especialmente cuando su orgullo estaba en juego. El aire alrededor de ambos comenzaba a enfriarse más y más a medida que el hielo de Shiori cubría cada vez más la zona. A pesar de la presión, Yaito mantenía su compostura, analizando cada movimiento.

Uraraka, por su parte, ya había utilizado gran parte de su Quirk, y aunque sentía el cansancio en su cuerpo, sabía que podía usarlo una vez más, pero tenía que esperar el momento adecuado. No podía permitirse fallar.

Shiori: No te dejaré ganar tan fácil —murmuró decidida, mientras sus ataques de hielo se volvieron más intensos. El suelo a su alrededor crujía bajo la presión, y el frío extremo comenzaba a formar cristales de hielo en el aire.

Yaito seguía esquivando los ataques de Shiori con agilidad, pero notó que cada vez más la zona se congelaba, limitando su movilidad. En medio del caos, tomó una rápida decisión. Se arrancó un mechón de cabello, sopló sobre él y, de repente, tres clones idénticos aparecieron a su alrededor. Esta repentina maniobra dejó a Shiori sorprendida.

Shiori se sorprendió al ver la repentina aparición de los clones. ¿Cómo era posible? Se detuvo por un momento, su concentración tambaleándose.

Shiori: ¡Esto no puede ser! —murmuró, confusa.

Yaito y sus clones comenzaron a moverse en una formación sincronizada, cada uno esquivando los ataques de hielo mientras se acercaban lentamente a Shiori. Ella lanzó otro glaciar, pero Yaito simplemente saltó hacia un lado, dejando que uno de sus clones se encargara de desviar el ataque.

Clon: ¿Qué piensas hacer ahora? —dijo uno de los clones, burlándose mientras se movía ágilmente, incluso cuando Shiori parecía perder el control.

Sin embargo, Shiori se recuperó rápidamente. Con un movimiento feroz de su brazo, generó un nuevo ataque, y el suelo se cubrió de hielo, obligando a Yaito y a sus clones a saltar para evitar ser atrapados.

Shiori: ¿Qué...? — apenas pudo articular palabra cuando uno de los clones logró acercarse rápidamente y sujetó su brazo derecho.

A pesar de tener el brazo atrapado, Shiori no dudó ni un segundo. Inmediatamente intentó congelar al clon, pero su atención estaba dividida. En ese momento, no se dio cuenta de que el Yaito original había aparecido por su lado izquierdo, listo para atacar. El combate estaba llegando a su clímax, y Shiori estaba contra las cuerdas.

Y justo cuando Yaito estaba a punto de lanzar su golpe, Shiori levantó su mano izquierda instintivamente para bloquearlo. Pero algo inesperado sucedió. Chispas de fuego comenzaron a salir de su mano izquierda, el lado que tanto odiaba. Los ojos de Shiori se abrieron de par en par, tensándose al notar lo que estaba ocurriendo. El calor repentino rompió el hielo en su propio corazón por un instante. Ese fuego era el legado que ella rechazaba, pero ahora estaba surgiendo sin control.

Yaito se detuvo, sorprendido por las chispas de fuego que vio salir de Shiori. No era el ataque que esperaba. Era algo más profundo, una batalla interna de la que apenas tenía conocimiento. Shiori estaba paralizada, atrapada entre su deseo de ganar y el miedo a su propio poder.

En ese preciso momento, Uraraka, viendo la oportunidad que tanto había estado esperando, usó lo último de su fuerza. Activó su Quirk y, con un salto impulsado por la gravedad reducida, se lanzó hacia la bomba. En un movimiento final, abrazó la bomba con fuerza, asegurándose de que la victoria fuera suya y de Yaito.

Uraraka: ¡Lo logramos! —gritó  con la respiración agitada pero con una sonrisa de triunfo en su rostro.

Shiori bajó lentamente su brazo izquierdo, las chispas de fuego desapareciendo. El combate había terminado. La tensión en el aire comenzó a disiparse mientras el frío lentamente retrocedía.

All might: Fin del combate —anunció por los altavoces, con una mezcla de asombro y admiración en su voz—. ¡Los héroes han ganado!

Yaito soltó un suspiro de alivio y miró a Shiori, quien aún estaba aturdida por lo que había ocurrido. Sabía que esa batalla no solo había sido física, sino también emocional para ella. Pero no había tiempo para pensar en eso ahora. La prueba había terminado, y él y Uraraka habían logrado la victoria.

Ambos se dirigieron hacia la salida, mientras Shiori permanecía en silencio, observando las ligeras marcas de fuego en su mano izquierda, para seguido apretado con fuerza mientras su expresión se notaba con ligera molestia.

Al salir del área de combate, Yaito y Uraraka fueron recibidos por su grupo de compañeros, quienes los rodearon emocionados.

??: ¡No puedo creer lo que acaban de hacer! —exclamó el pelirrojo con los ojos brillantes de entusiasmo—. ¡Fue increíble!

??: ¡Sí! ¡Yaito, esos clones fueron geniales! —agregó la piel rosada saltando de alegría—. ¡Y Uraraka, ese salto fue espectacular!

Yaito sonrió modestamente mientras rascaba la parte posterior de su cabeza.

Yaito: La verdad es que no lo habríamos conseguido sin Uraraka. Ella hizo todo el trabajo duro.

Uraraka sonrojó un poco ante el elogio y, al mismo tiempo, su sonrisa se amplió.

Uraraka: ¡Gracias, Yaito! Pero tú también hiciste un gran trabajo. Ese movimiento con los clones fue inesperado.

Mientras tanto, All Might apareció detrás de ellos, con una sonrisa satisfecha pero también un aire de seriedad.

All might: Excelente trabajo, clase! Por hoy, han demostrado un gran potencial, pero aún tienen un largo camino por recorrer.

Todos miraron a All Might con curiosidad y un poco de confusión. Algunos se preguntaban qué significaba eso y si había más pruebas por venir. Sin embargo, sabían que el símbolo de la paz siempre estaba ocupado, y las palabras de All Might resonaron en sus mentes como un recordatorio de que siempre había desafíos por delante.

Todos  ¡Sí, señor! —gritaron en coro, dispuestos a aceptar cualquier reto que viniera.

All might: Recuerden, lo más importante es aprender de cada experiencia —continuó dándoles una última mirada motivadora—. Ahora, si me disculpan, tengo asuntos importantes que atender.

Sin más que decir, All Might se dio la vuelta y se marchó rápidamente, dejando a los estudiantes en un estado de confusión y admiración. Algunos comenzaron a murmurar entre ellos, mientras Yaito y Uraraka compartían una mirada cómplice.

Uraraka: ¿Crees que hay algo más en juego? —preguntó arqueando una ceja.

Yaito encogió los hombros, su mente aún procesando la emoción de la batalla.

Yaito: No estoy seguro, pero estoy seguro de que lo sabremos pronto. Por ahora, disfrutemos de nuestra victoria.

Y con eso, los dos se unieron a sus compañeros, dejando atrás el campo de batalla mientras conversaban sobre lo ocurrido. La atmósfera estaba llena de emoción, y Yaito se sintió agradecido por tener amigos que compartían su sueño de convertirse en héroes, cada vez más cerca de alcanzar su meta.

Midoriya: Ya es tarde... — abre los ojos. La luz del fluorescente al principio le deslumbra, pero poco a poco se acostumbra.

R.G: ¿Estás despierto?

Midoriya: Sí, ¿cuánto tiempo estuve inconsciente?- dijo mientras levanta la cabeza de la almohada.

R.G: Un par de horas… —Respondió con tono despreocupado—. Te perdiste todas las clases de la tarde.

Midoriya inclina la cabeza a saber lo tanto que había dormido.

Midoriya: ¿Es así?

R.G: Bueno, eso es todo por el tratamiento de hoy. Vuelve mañana, ¿de acuerdo?.

Midoriya levanta las cejas a notar que su brazo no esta aun curado.

Midoriya: Pero... ¿mi brazo aún no se ha recuperado por completo?

R.G: Hice lo mejor que pude pero como estás completamente exhausto, no podemos hacer nada más que esperar.

Izuku: Ya veo- entendiendo lo que pasaba no antes de decir-  Gracias.

R.G" Agradeceme que no vengas tan seguido- dijo moviendo la mano- Dios, una cosa que no necesito es un paciente recurrente.

Midoriya suspiró, sintiéndose un poco aliviado, aunque la preocupación por su brazo seguía presente. Justo en ese momento, la puerta de la enfermería se abrió de golpe, y Sachi entró de un salto, su rostro iluminado por una sonrisa.

Sachi: ¡Izu-Kun! —exclamó al verlo despierto. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

La repentina cercanía sorprendió a Midoriya, quien se puso rígido.

Midoriya: ¡S-Sachi! —tartamudeó, nervioso, mientras sus mejillas se sonrojaban—. ¡Hola!

Sachi: Estaba tan preocupada por ti cuando termino nuestra prueba—dijo alejándose un poco para mirarlo a los ojos—. No sabía si te habías despertado. ¡Me alegra verte!

Recovery Girl los observó con una mezcla de diversión y resignación.

R.G: No lo abraces tanto, puede afectar su recuperación —comentó, con una sonrisa traviesa en sus labios.

Midoriya se sintió aún más avergonzado por el comentario, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

Midoriya: Eh, sí, estoy bien. Solo necesito descansar un poco más.

Sachi asintió, pero su expresión seguía siendo de preocupación.

Sachi: No deberías esforzarte tanto, Midoriya. ¡Es peligroso! Si te lastimas más, podrías perder el lugar que tanto quieres en la U.A.

Midoriya: Lo sé, lo sé... —respondió tratando de sonar más seguro— Solo... quiero dar lo mejor de mí.

Sachi sonrió con calidez, pero sus ojos mostraban una profunda preocupación.

Sachi: No quiero que te arriesgues por mí. Te admiro mucho, pero eres humano. Tienes que cuidarte.

En ese momento, el tono de la conversación cambió un poco, y Recovery Girl decidió intervenir.

R.G: Vayan a casa, ya es tarde. No quiero que se queden aquí más tiempo del necesario. Y tú, Midoriya, asegúrate de seguir las instrucciones de descanso.

Midotiya: Sí, claro, ¡gracias! —dijo sintiendo un leve alivio al poder salir.

Sachi se puso de pie, aún sonriendo.

Sachi: Vamos, Midoriya. Te acompañaré a casa.

Midoriya sonrió tímidamente por la amabilidad de su amiga.

Midoriya: Está bien.

Mientras se dirigían a la salida, Sachi miró a Recovery Girl con gratitud.

R.G: Gracias por cuidarlo.

Sachi: De nada —respondió ella, sonriendo de nuevo—. Recuerden que la salud es lo primero. ¡Cuídense!

Al salir de la enfermería, Midoriya se sintió un poco más ligero, tanto por la compañía de Sachi como por el apoyo de sus amigos. Sabía que aún había mucho por aprender y mejorar, pero estaba determinado a seguir adelante, no solo por él, sino también por aquellos que se preocupaban por él.

Continuará.....

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